Partida Rol por web

También me da un vuelco en el corazón cuando veo asomar la mano de la penumbra, pero de emoción al haber dado con un nuevo desaparecido. Por lo visto, aunque el niño siga extraviado, el entuerto parece ir solucionándose solo poco a poco. Atiendo a las palabras del recién llegado, Masud Gizah, cuando sus palabras desencadenan un nudo en mi estómago al hacerme retroceder a la guardia de la noche anterior y dar por cierto lo que había creído una ensoñación.

“… todo el interior se iluminó intensamente con un tono fluorescente, resaltando sobre todo los demás unos símbolos de constelaciones…”

Enmudezco cuando Masud nos pide réplica a su explicación y no es hasta pasado un rato cuando por fin consigo articular palabra.

“En la entrada, en el fondo del pozo, sigue tirada la escalera que se desplomó. No es una cuerda, pero quizás nos sea útil.”

Dicho esto, giro la espalda hacia el pasillo, no sin esperar que alguien más haga el ademán de dirigirse al lugar junto a mí para recuperar la escalera. Me da vergüenza, pero reconozco tener miedo de estar en un lugar tan extraño como ese. Aprieto contra mí el fusil.

Tras copiar los jeroglíficos desconocidos, las cartas estelares y hacer un esbozo de la entrada de la pirámide, entro por fin en la cámara de acceso a la pirámide. Todo el mundo parece estar discutiendo y las voces se alzan cada vez más estridentes mientras la tensión parece aflorar entre los presentes. La tensión entre Karina y Eva es palpable y puede acabar mal.

Cuando Masud aparece desde el interior de la pirámide el alboroto aumenta ya que trae noticias del profesor Matos y de Dani, que parecen estar bien, simplemente perdidos en el interior de la pirámide al fondo de alguna galería descendente.

- He leído sobre esas galerías que descienden hacia el interior de las pirámides, normalmente son practicables aunque es necesario tener cuidado al usarlas. - Digo mientras mi mirada comienza centrarse en los frescos que hay en la cámara de acceso, fijándome especialmente en el que representa a la mujer noble de alto rango con el extraño aparato en la mano.

Te parece que es mucho más viejo y antiguo que Otzi la momia.

Los impresos y dibujos se hacen notar por ojos expertos que no son realizados a mano sino más bien por fusión molecular o mejor aún por láser pero es algo curioso pues en esa fecha es totalmente imposible, la noble no ha sido vista en ningún descubrimiento hasta la fecha.

El aparato parece electrónico pero dada la antigüedad de la época seguramente sería alguna especie de pizarra, es imposible que fuera algo electrónico, pero esta también representado el dibujo que te pone en duda.

Si hay cosas raras figuras humanoides pero no humanas, cartas de astrogración vistas desde otro perspectiva diferente a la de la tierra además de un dibujo de una carretera entre las estrellas y jeroglíficos que representan el tiempo como relojes de arena, gotas de agua al caer, relojes solares etc.

Es todo un poco confuso y a temporal.

Vas sin problemas a por la escalera y la traes sin más, puede ser una buena herramienta
 

Hakim recuerda tras las palabras de Masud lo visto la noche de guardia las piezas parecen encajar poco a poco, pues no había sido una ilusión.

La cara de Eva es más reflexiva y mientras Samuel se queda un tanto embelesado con el interior del recinto, Hakim llega con la cuerda en forma de escalera.

Parece que el grupo de científicos están dispuestos a llegar hasta el final con Eva a la cabeza.

La descripción de Masud del fenómeno luminiscente más tarde corroborado por Hakim le llena la cabeza de elucubraciones y pasa un rato rebatiendo mentalmente las explicaciones plausibles.

Cuando el guía llega con la escalera, no puede reprimir un gesto de aversión al objeto y como en respuesta, el dolor del costalazo del que se había olvidado resurge.

Sigue a Masud hasta el pasadizo y examina el interior antes de lanzarse a la aventura.

Al ver que nadie accede a acompañarme, vuelvo sobre mis pasos y recojo la escalera de cuerda tan rápido como puedo, procurando no aparentar demasiada urgencia. Estar solo en un lugar como ese me inquieta, pero, quizás por una mal entendida hombría, no quiero que se me note.

Al reunirme nuevamente con el resto, me siento aliviado. Tiro la escalera al suelo y me coloco cerca de Karina, callado y mirándole tímidamente el culo. Observar su belleza hace que la sensación de miedo se mitigue.

​Mientras los demás se afanan en buscar una forma segura de bajar por la rampa que se interna en la pirámide mi vista va vagando por los distintos frescos que hay en la cámara, parándome para examinar algunos detalles de los mismos y dejando escapar algunos sonidos extraños ante las imágenes representadas que me afano en copiar en mi cuaderno.

Los movimientos son torpes al principio, como si me temblaran las manos al intentar dibujar, pero van ganando confianza poco a poco para acabar realizando los trazos con la misma soltura que en la entrada de la pirámide.

Pues es obvio que Dante no va a irse a descansar. 

"El sabrá. Yo quiero avanzar" pienso silenciosamente.

Observo al señor Wahab ir a por la escalera, aquí todos están sordos o se lo hacen y yo con la manicura que llevo no voy a coger una escalera cochambrosa.

-Bien, señor Gizah, guíenos-le digo al escritor. 

Hasta cuando quiero sonar normal mi tono suena superior, forma parte de mí.

Dante sigue a Masud con precaución (vale ponte el material en equipo).
Hakim llega con la escalera y se pone cerca de Karina.( ok apúntate el equipo)
Samuel se centra en las imágenes y en reflejarlas en su cuaderno mientras el resto se apresura en el pasillo. (puedes rascar y tomar muestras, pues eres experto en tu campo y Eva no te tendría que decir nada en un principio, al contrario.)
Eva observa como Dante esta más animado tras ver a Masud y decide acompañaros en lugar de ir a descansar, tal vez su ayuda sea estimable más adelante (( ok ponte el equipo)
Si falta algún equipo se podría añadir haciendo una tirada exitosa o gastando algún punto PD).

El grupo esta decidido a ir por donde les ha indicado Masud, dejando atrás el resto de la pirámide y la puerta de bloque de piedra y metal con el cinturón de Jean por la presión de encontrar pronto a los dos miembros que faltan.
El lugar queda iluminado por vuestras linternas y si se lleva por la antorcha eléctrica con la batería de coche pero esto último dejaría al señor Samuel sin luz optima.
Masud hace unos minutos había pasado por el lugar así que no hay problema hasta llegar al punto del tobogán.
Este tiene una pendiente pronunciada y espiral. Al contrarío de lo que se puede pensar no esta rodeado por las paredes de la pirámide sino más bien da la sensación de un oscuro y cavernoso vació y perdido en la nada el tobogán que baja al fondo de la pirámide. Al hablar se forman ecos en el lugar pareciendo un tanto espectral o dando la sensación de ultratumba.

Cuando termino con los dibujos poso la mochila y rebusco en sus profundidades hasta encontrar un pequeño paquete del que saco unas bosas ziploc y un cortaplumas. Examino con cuidado los diferentes frescos hasta encontrar una zona donde pueda rascar algo de su superficie sin destruir la obra, una esquina, un trozo aislado un desconchón o similar.

Colocaré la ziploc debajo y con el cortaplumas rascaré la superficie para tener una muestra de la pintura que pueda ser analizada más adelante. Dado que esto no entra ni en mis conocimientos ni en mi campo de experiencia, lo más probable es que no pueda hacer que lo analicen hasta volver a casa.

La idea de suspenderse otra vez de la condenada cuerda le produce urticaria así que comenta la idea con el grupo:

- Yo optaré por deslizarme por el tobogán de manera controlada. Alcanzado el primer tramo visible tras una inspección iré frenando primero con las suelas de las botas (bajaré con las rodillas flexionadas) y afianzándome luego iluminaré el resto del recorrido que me queda por delante. Poco a poco completaré así la longitud de la pendiente espiral. Una vez abajo emitiré un código pactado de antemano. Si todo va bien 4 ráfagas largas. si no...¡Oh venga!, todo va a ir bien, exclama el arqueólogo intentando arengar al personal.

Y dicho esto, pletórico de energía se encamina hacia la estructura, iluminando la sección hasta el alcance de su linterna para luego sentarse y deslizarse.

La inquietud me hace guardar un silencio nervioso. A medida que avanzo por el pasadizo, dirijo los brazos de aquellos que llevan linterna para alumbrar el origen de todos los ruidos que me parecen sospechosos de esconder algo peligroso. Llegados al tobogán, oriento el brazo de Karina hacia el fondo del abismo. Sería una estupidez desplegar la escalera, sin saber antes a cuantos metros está la superficie. No obstante, del mismo modo, sería igual de estúpido dejarse caer por el tobogán hacia vete tú a saber dónde.

Cada vez  me cuesta más mantener el valor metido en un lugar como este. Observo el vacío iluminado esperando encontrar algo no demasiado desalentador, cuando noto que Dante se coloca en el tobogán dispuesto a descender.

“¡¿Pero qué hace?!”

Palmea la espalda de Hakim -en algún momento habrá que moverse ¿no le gusta la aventura?- le guiña y sonríe a Dante, viendo como esta dispuesto a bajar y hacer de guía para los demás en aquel oscuro tobogán que parece bajar a las entrañas de la pirámide y nada le apetece más que eso -¡¡claro que todo saldrá bien!!- le dice a Dante animándolo.

-Bueno, ya que Dante se anima a ir delante, si nadie más le sigue, iré yo después. ¡Esto dará para un capítulo entero de mi libro!. -Dicho esto, examino lo que tengo en mi bolso, ciertamente no cogí mucho, soy de viajar ligero de equipaje. -Podemos hacer una cosa, si os parece bien. Dante nos avisará cuando pare en el primer espacio, en ese momento bajaré yo. Cuando alcance el segundo, avisaré a la siguiente persona para que baje al primero, y yo bajaré al segundo, haciendo así una escalera. ¿Cómo lo véis? Así, si al final no hay nada, no estaremos atrapados abajo.

El tacto de la mano de Karina sobre mi espalda hace que dé un respingo. Un poco de calor, entre tanta gélida oscuridad, es de agradecer.

"¿Pero no es más seguro, antes de hacer nada, intentar averiguar a dónde lleva esta dichosa rampa?" -digo mientras intento enfocar el fondo del abismo con la linterna que sujeta la rubia.

La situación es tensa y no me imagino que mi hijo Dani haya podido ir por cualquiera de los dos caminos. Es de seguro que si él ve un tobogán se tira, no da tanto remilgo como nosotros. 

"Maldita sea" pienso, pues la idea de que al final de ese tobogán la caída sea dura me impone. "Vamos, Eva, piensa en el reconocimiento" aún así, espero a ver si el que se ha tirado da señales de vida.

-Bajar por la escalera hubiera sido menos arriesgado...-digo entredientes pues la idea de tirarme por un tobogán con final en Dios sabe dónde sigue sin hacerme gracia.-¿Y si el final de ese tobogán está muy lejos... tan lejos que la señal de la linterna del señor Thunderer no llega hasta nosotros?-pregunto pues parece que a ninguno se le ha ocurrido la genial idea de que ese tobogán puede tener mil curvas y terminar al otro lado de la pirámide.

El único que parece pensar de una manera lógica es el señor Wahab, pero esta panda no saben lo que es escuchar la voz de los superiores.

Dante rehúsa la cuerda y decide bajar por el tobogán su bajada es controlada, pero a más de la mitad del camino casi se engancha con algo, luego se da cuenta que no es más que la escalera, parece que esta queda algo corta.

Samuel esta en la sala principal con la muestras y jeroglíficos.

Hakim alumbrado por las linternas de alguno de sus compañeros llega hasta el final del pasillo donde comienza el tobogán para comprobar como Dante se lanza por este, ( en efecto la cuerda de escalera no llega al suelo, pero si a más de la mitad del recorrido del tobogán, es decir cuando los metros de cuerda se terminen comenzará un inevitable y corto descenso por el tobogán de apenas unos segundos, (es lo que ves al enfocar la linterna)).

Karina anima a Dante y este comienza a descender con destreza por el tobogán 

Masud propone algo diferente, el bajar por etapas; pero Dante una vez cogido el ritmo ha llegado hasta abajo sin problemas.

Eva reconoce que el tobogán es el elemento apropiado para que su hijo se deslizase por el. Ve como la linterna que enfoca wahab no llega hasta el suelo, pero sí que deja ver el final de la escalera de cuerda y  todo indica que el tobogán continua más alla de esta.

Dante cuando llegas hasta el final estas cubierto de polvo y tierra, el suelo...