Partida Rol por web

Cuando veo como actúa Apofis consigo salir de mi estupor, la adrenalina corre por mis venas alentada por el miedo, el susto y la impresión de lo que he visto. Me acerco a él y le vacío el extintor encima, con la esperanza de que la reducción de su temperatura corporal y el pringue le afecten tanto a su metabolismo como a su rapidez al estar cubierto por una sustancia resbaladiza.

Al girarse Apofís, acabando de terminar con la vida del operario, hacia él, Marcos levanta de pronto el arma hacia el semi-Dios o Dios o monstruo y vampiro, pero, no fijándose a su puntería en este momento de extrema tensión, a pesar de la proximidad inmediata, no apunta a la cabeza, sino al pecho, y aprieta el gatillo, y aprieta el gatillo, y aprieta el gatillo… vaciando lo que hay en este arma.  

Veo como sucede todo en un segundo plano, como los ataques continuan sobre Apofis y como el bicho los devuelve de forma contundente. Aprovecho el momento de distracción de la bestia, mientras sus grotescas y ensangrentadas fauces articulan algo parecido a palabras, para apuntarle con la pistola a la cabeza, ya que pienso que posiblemente comparta ese punto débil con sus hijos, los insectos antropomorfos del desierto.

"De hecho, ¿qué ser vivo no tiene su punto débil principal en la cabeza? Aunque a saber el bicho este..."

Colbert se aproxima a Apofis le llena de polvo blanco, ahora las zonas de la espuma blanca resaltan aún más el rojo de la zona.

Intenta con eso bajarle la temperatura corporal, pero lo que es seguro que ha llamado la atención.

Mocztezuma dispara Apofis con la esperanza de dañarlo. ¿lo conseguirá?

Hakim tamien intenta disparar en la cabeza para ver si es el punto más delicado de la bestia. 

Marcos dispara pero Apofis cubierto de espuma intenta esquivar la bala.

Pero al caer al suelo al estar lleno de polvo blanco se resbala.

En eso dispara Hakim, le dispara en la cabeza ( la bala queda como un centimo de aplastada) y cae al suelo dando vueltas, pero de la cabeza de Apofis emanan  hilos de sangre oscura.

En esto llegan desde la puerta de la izquierda y derecha militares con lanzallamas.

queman a los pequeños insectos y luego al grande. El Qinoide Reina,  Apofis ,  queda cubierto de llamas además de los disparos de nuestros aventureros.

Este Mal herido  salta y corre al interior de la piramide.

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Se encontrara en un par de horas su cuerpo quemado y tiroteado en un rincon del subsuelo de la piramide esta sin vida y listo para estudio.

La sala se llena de operarios y soldados que os atienden y cuidan.

Os dan zumos, mantas he intentar relajaros diciendo que todo ha pasado; Os quieren conducir a una sala privada pues tienen cosas muy importantes que hablar con vosotros, además que intentan contar con vuestra discreción y que firméis un formulario de confidencialidad sobre todos vuestros estudios y lo sucedido aquí.

Un militar  se presenta se llama Freakley

Dante se acurruca bajo una manta saliendo del estado de shock que al parecer había sufrido tras enfrentarse a Apofis. No recuerda mucho salvo a la figura al fondo de un pasillo y los gritos de los militares. Después todo oscuridad y vacío que los relatos de sus compañeros van completando.

El gobierno por supuesto quiere silenciar el incidente y comprar sus almas, ¿pero a qué precio?

Marcos no tiene reparos contra signar el formulario y atenderse en el futuro al pie de la letra a sus párrafos. Para él, hay dos evidencias : la primera, que habrían muerto en el mundo de allí sin la fuerza militar enviada a su rescate ; la segunda, que Apofís habría acabado con dominar la Tierra si al instante, él no estando aún acostumbrado a la situación en este siglo, los militares no hubieran acabado con él. Y haciéndolo le han salvado por segunda vez la vida a Marcos.

“Os doy las gracias, mil gracias”, repite sin cesar a todos los oficiales y a Eva.  

Cuando mis disparos le hieren pienso:

"Bien, no es inmortal" 

Luego estoy preparada para descargar las balas que quedan en su cabeza pero todo ocurre muy rápido y cuando me quiero dar cuenta Apofis está dentro de la pirámide.

"Mierda" pienso.

Pero, al cabo de un rato, los militares lo encuentran calcinado y... muerto.

Nos cuidan, nos tapan, nos curan, nos dan algo de beber... pero mis recuerdos están ahí, de todo. La pirámide, mi equipo, el cual no está al completo y Dani, sobretodo Dani.

.¿Do... dónde está mi hijo?-pregunto agotada-. Usted hubiera hecho lo mismo, señor Moncztezuma-le respondo cuando me da la grancias.

Mis ojos buscan a Dani y a Dante, yo sí que debo darle las gracias a él, pero insisto en mi pregunta a uno de los militares-¿Y mi hijo?

Luego nos intentan convencernos de firmar un papel.

"¿Y mi fama? ¿Mi reconocimiento?" pienso mientras le doy vueltas al papel sin firmarlo.

Miro al oficial militar con una mezcla de curiosidad y sorpresa. Cuando pone los papeles para que los firmemos sobre la mesa los miro de lejos sin tocarlos antes de decir:

- Soy ciudadano británico. - Digo con calma. - Por lo que no firmaré nada ni hablaré con ustedes hasta que haya podido hablar con mi embajada.

Por lo que le han relatado sus compañeros el tirano alienigena ha sido vencido, pero... ¿tan fácilmente? Por lo que han visto hasta ahora es un superviviente nato, ¿no dicen que sólo las cucarachas sobrevivirían a un apocalipsis nuclear? Y ciertamente Apofis lo es: una cucaracha bien grande. Una sensación de incertidumbre crece en el arqueólogo hasta hacerlo levantarse de su asiento saltando como un resorte y arrojando la manta al suelo.

-¡Quiero ver el cadáver de Apofis!, exclama. Hay... hay una cosa que tengo que comprobar urgentemente, dice luego intentando razonar consciente de su exabrupto.

“Sin duda ya no están estudiando”, opina Marcos, tratando de calmar a Dante. “Estoy seguro que después no se desharán del cuerpo como del cuerpo de cualquier. Supongo que lo conservarán. En este caso”, mira detenidamente a los oficiales, “señores, hay que asegurarse al cien por ciento que el cuerpo ese no puede salir del contenedor en el que está, o que el último sea destruido al instante si se consta movimiento dentro de él.” Pero al instante de pronunciarla sabe que la advertencia es supérflua: no hay gente tan paranoica como el militar norteamericano.  

Después de la tensión vivida y resignándome a la idea de permanecer lejos de mi hogar durante un tiempo, acepto el zumo y me siento junto al resto. Escucho con la mirada perdida las explicaciones de los militares y la "invitación" a firmar nosequé papel para mantenernos la boca callada. También atiendo con poco interés a las intervenciones de los europeos y a la propuesta de uno de ellos, Dante, de inspeccionar el cadáver del bicho-padre. Me revuelve las tripas que, habiendo vivido posiblemente la peor experiencia de nuestras vidas, ese afán investigador, ese amor incondicional por la ciencia, siga perdurando en los que me rodean.

"Propongo que lo manden de vuelta." -digo con voz grave.- "Aunque sólo sea un cadáver, a mi me sigue dando mala espina." -dirijo mi mirada hacia Samuel en busca de su aprobación.- "De la misma forma que vino, se podrá ir, ¿no? Nosotros pudimos regresar, así que esa cosa se puede volver a su planeta de mierda, ¿verdad?"

Me levanto de la silla y la golpeó ligeramente contra el suelo para dar énfasi a mi discurso.

"No entiendo el motivo por el que alguna mente enferma ha querido reproducir allí abajo la pirámide de los horrores, pero ya que está hecha, usémosla para devolver de una patada en el culo al Apofis de los cojones."

Freakley OS mira y escucha vuestras opiniones luego añade:
No es solo firmar el documento, también OS propongo aprovechar vuestras experiencias, vuestros descubrimientos y valoraciones cientificas , OS propongo trabajar con nosotros, hemos replicado y cambiado la secuencia de las esferas y hay otros lugares, otros mundos esperando, tenéis conocimientos adquiridos con esta última experiencia como para ser prescindibles en aventuras venideras, el que no firme se podrá ir, pero perderá sus conocimientos, antes de marchar lo someteremos a choques eléctricos hasta que no recuerde ni como se llama, esta en juego la seguridad mundial. Además necesitamos de gente preparada como ustedes. Quiere ver el cuerpo, después de la firma podrán acceder a lo que quieran de las instalaciones

Dani espera afuera a que su madre salga. Es muy travieso y en el bolsillo tiene un juguete nuevo, hay muchas cosas curiosas y divertidas en este lugar.

La gratitud efusiva de Marcos se trueca bruscamente en frialdad. Recorre a Freakley con la mirada desde la cabeza a los pies, luego de nuevo a la cabeza y dice en tono neutro: “Se contradice, señor. Acabo de firmar un papel comprometiéndome a no dar parte a nadie de lo que he visto, entendido y vivido. Sabiendo de la deuda que tengo hacia ustedes por haberme salvado la vida, yo respetaré este contrato, al pie de la letra, hasta el fin de mis días. Es un punto de honor! ¿Pero luego dice si no voy a continuar viajando a otros mundos, usted me someterá a choques eléctricos que destruirán mi memoria y mi personalidad? ¿Por qué, en este caso, habernos pedido firmar el papel si después rayará de todas formas nuestros conocimientos? Pues, yo no quiero continuar con esto. Quiero regresar a casa, a México. No hace falta que sea ahora mismo, pero en cuanto que pueda, sí.”

De firmar el documento pueden marchar a casa sin problemas o querer ampliar sus conocimientos con nosostros.

El problema es, si no quieren firmar, les dejaremos marchar pero les someteremos al tratamiento, eso es todo.

Caballeros ustedes deciden.
 

Dante enmudece al oír la proposición del general, no se esperaba para nada esa opción. Y desde luego no pensaba que serían tan estúpidos como para abrir una puerta a infinitos mundos después del riesgo que habían sufrido con el mundo de los quinoides. Pero claro, era el gobierno y le encanta trastear con juguetes nuevos.

Escucha al mexicano rechazar vehementemente la oferta, indignado por el ataque a su honor y el libre albedrío y aunque Dante comparte en cierta manera la repulsa por las formas con las que actúan los militares, se ve obligado a aceptar el mal menor porque al menos así tendrían la opción de hacer algo al respecto. En el fondo podrían prescindir de ellos ahora que les han transmitido sus experiencias y también ha de reconocer que se siente fascinado por la posibilidad de acceder a nuevas culturas, esa atracción por el descubrimento ha sido una constante desde su infancia y fue lo que lo impulsó a tomar la carrera de arqueología. 

-Yo acepto, dice alcanzando una estilográfica para rubricar el documento. De pronto se detiene, mira al resto de sus compañeros y comprende que es quizás mejor llegar al quorum. -¿Qué pensáis vosotros?

Fantastico, así podrá ver el cuerpo muerto de Apofis,las veces que quiera

“Ah, bueno, ahora le entiendo mejor”, dice Marcos y asiente de la cabeza. “Ya he firmado. Y respetaré mi palabra.” Cree que Dante también ha hecho lo razonable, lo que debía hacerse en esta situación.