Partida Rol por web

No doy crédito a lo que sucede. A medida que escucho la conversación entre los allí presentes, los nervios se me empiezan a crispar. Eso hace que albergue una falsa sensación de recuperación y que me sienta lo suficientemente fuerte como para forcejear con los cables que me imposibilitan ponerme en pie.

"¿He oído que estamos en Texas? Pero, pero... eso está en Estados Unidos, ¿verdad?"

Al colocar los pies sobre el frío suelo, una de las vías que me perfora la pierna se tensa con fuerza hasta que vuelca uno de los muchos aparatos electrónicos a los que estoy conectado.

"¡¿Pero como puede ser?! Yo soy egipcio. Soy policía en El Cairo y tengo familia allí. ¿Alguien los ha avisado?"

Con determinación, me arranco unos de los cables del brazo izquierdo y unas gotas de sangre salpican el pijama de hospital que llevo puesto. El dolor al extraerme a las bravas la vía me perturba todavía más y, entre gritos y reniegos, empiezo a avanzar a trompicones por la sala en dirección a la puerta.

"¡Quiero salir de aquí! ¡Quiero hablar con mi familia!"

Siento informaros que estáis en el condado de Lincoln Nevada, en un complejo que tiene más de 155km de radio.
Nuestros enviados a Egipto, nos informaron sobre una pirámide desconocida en la que estaban pasando cosas raras.
Al llegar vuestros cuerpos estaban en unas esferas en un estado parecido al de la hibernacion.
Solo se repetía una palabra constantemente “-Mi alma, donde esta mi alma”. Producido por el trauma subconsciente.
Hemos descubierto que mientras vuestros cuerpos permanecen en la esfera todo lo que sucede en el otro lugar también os sucedía aquí, y todos lo físico obtenido en el otro lugar se recreaba también dentro de la esfera, siempre que el cuerpo estuviese dentro.
Es decir en estos cuatro meses siempre se ha estado aquí, Pero vuestra consciencia sea trasladado a otro lugar a un cuerpo clonado.
Se que es complicado de entender, pero si fuera sencillo, nosotros ya habríamos descubierto algo parecido, es una tecnología que esta años luz de parecerse a la nuestra.

Mientras os explica esto os toma las muestras e inyecta una dosis de adrenalina a los que no se han despertado aún del viaje.

No se preocupen ahora mismo vendrá mi superior a explicaros más.

La sala es muy amplia no para de entrar y salir gente de todo tipo, vosotros estáis siempre atendidos, algunos soldados supervivientes parecen despertar y les explican que han de hacer un informe a maquina lo antes posible (tecnología de los 70). y hablar con los siquiatras para que evalúen su estado mental, pues el haber vivido esa experiencia podría haber dejado secuelas.

Mientras en el planeta que se dejó atrás: un acceso al exterior se abre y del subsuelo sale Apofis lleno de polvo y tierra.
Mira los restos de la pirámide y el rastro dejado por la concentración de antimateria que absorbió todo el Obelisco.
Phisilix se le acerca y se inclina con respeto. Le entrega un objeto del soldado que cayó en los túneles.
Es, es...

… su collar.
Apoflis lo coge desde la cadena y lo levanta con su brazo humanoide, lo alza al cielo sopesando el objeto colgante.
El amuleto gira suavemente dejando en el rostro de Apofis marcas de sombras terroríficas que se funden con una mueca de Odio.

“Ah, entonces mientras que estábamos viviendo todas estas cosas en el otro planeta, o mundo, realmente ya estábamos aquí, en las esferas...”, se dice Marcos brevemente. Ve la zozobra de Hakim, y puedo comprenderlo, pero él mismo no piensa el momento adecuado para hacer sea lo que sea. Antes de que no llegue el responsable, tampoco hará más preguntas.

Ser consciente de que estás "dormida" y querer despertar, pero no poder. Haber visto el lugar donde despertaras, pero no estar allí, seguir aquí, viendo destruirse todo y a Apofis alzar uno de los colgantes en su mano. Todo es muy frustrante, muy desagradable.

De repente, recuerdo que tengo un arma y no sé por qué, si ni siquiera sé  usarla la saco y apunto como creo que debe ser, a ese ser que alza el colgante en su mano.

Con sudor cayendo por mi frente y lágrimas rodando por mejillas aprieto el gatillo mientras de mi garganta sale un grito angustioso.

Una urgencia de escapar de un gran peligro, algo caótico cuya mejor descripción sería una espiral que engulle la realidad a su paso, esos son los recuerdos que le quedan a Dante antes de despertar a otro escenario.

La luz hiere sus pupilas por lo que tiene que entrecerrar los ojos, permanece un rato así comenzando a cobrar consciencia de estar sobre la camilla de una suerte de hospital, repleto de sondas y soporte vital. Un dolor lacerante en las costillas quizás de una contusión junto a otro más mitigado en caderas y tobillos, propio de las llagas por permanecer acostado le hace ver que lleva un tiempo en reposo.

Intenta atesorar sus últimos retazos de memoria: la pirámide, sí...había otros con él.. un niño y... su madre... Eva...Sí, ya está!

Pero al rememorar esa parte perfectamente normal surgen otras imágenes terroríficas y surrealistas, sólo que de algún modo sabe que no son imaginaciones suyas. Debatiéndose entre la locura y la razón termina por sosegarse al oír otras voces, decide permanecer en calma simulando seguir dormido tratando de esclarecer el asunto.

Oye explicaciones propias de una película de serie B y cree  estar sufriendo algún tipo de broma cruel aunque algo le dice que es cierto, que realmente todo aquello sucedió.-¿Cuatro meses? susurra involuntariamente. Desde luego eso explicaría las úlceras por presión en cadera y tobillos, pero estar en un área militar restringida le parece una violación a sus derechos.

disparas y Phisilix se pone en medio recibiendo ella el impacto del disparo, pierdes la consciencia de nuevo mientras que ves la sombra de Apofis acercarse a tí.

Ahora recuperas de nuevo la consciencia y estas en el area 51 a tu lado estan tus compañeros.

Tu estas en uno de los rincones más apartados, estas en la tierra pareces respirar tranquila.

¿pero como has llegado hasta aquí?

Un hombre se acerca a tí, te dice que has tenido suerte pues un soldado en la retaguardía te ha rescatado.

Señala a lo lejos al heroe.

Un humano bien plantado, alto con el uniforme recien cambiado...

... Pero al girar la cara el mundo se te cae encima, es Apofis disfrazado, con la excusa de traerte de nuevo sana y salva sea infiltrado en el area.

con una tarjeta de seguridad abre una puerta.

SI LOGRA SALIR DEL AREA EL MUNDO ESTA PERDIDO.

tú eres la única que lo ha visto.

Sí, es todo un tanto surrealista, pero sino fuera así no se encontrarían en el área 51 .

Han tenido suerte que Geend nos informara de todo, y así poder anticiparnos, ahora mismo no estarían aquí. -

Conforme os inyectan la adrenalina y os despiertaís, os dan zumos y líquidos para reponeros, os quitan los tubos y casi que podeís caminar.

-Siento que tal vez se encuentren incómodos, pero es todo esto por seguridad.

Cuando venga nuestro superior querrá saber todo lo sucedido y los peligros de ese lugar que han visitado.

Hemos cogido vuestras pertenencias y notas, ahora las custodiaremos nosotros.

¿Entonces no hemos viajado a ningún lugar? -Digo sin dar demasiado crédito -¿Y por qué entonces todos hemos vivido lo mismo? ¿Es que nos hemos conectado todos a la misma realidad del subconsciente? -Esto no me cuadra nada, todo fue tan real, sentí cada uno de los golpes que sufrí, el viento, la arena...lo sentí todo 

“A mi no me parece nada fantástico”, comenta Marcos las dudas de Masud. “Es decir, no más fantástico que todo lo demás. Teniendo en cuenta que antes creíamos que las cápsulas habían trasferido nuestros cuerpos a otra dimensión, no me parece menos creíble que sólo nuestras conciencias fueran trasferidas, manteniendo, sin embargo, un lazo con nuestros cuerpos. Y la prueba última que el truco funciona son los soldados que vinieron a nuestro rescate, metiéndose en las mismas cápsulas.”

Volviéndose hacia la jefa de la expedición, luego hacia los saldados, habla en tono sincero, sino solemne: “Muchas gracias a ti, Eva”, deja atrás el formal ‘usted’ y ‘señora Geend’, “y a todos ustedes. Mil gracias por arriesgar sus vidas por nosotros.”

Tras beber un par de zumos vigorizadores, camina unos pocos pasos alrededor de su cama. Le cuesta un esfuerzo enorme tras no haberse puesto en pie durante cuatro meses, y casi cae.   

Mi errático caminar es interceptado por un par de enfermeros que me sujetan con fuerza y me devuelven a la cama, donde me acaban de quitar las vías y me ofrecen algo de beber. De un manotazo, aparto con rabia el vaso de líquido y sigo con la cantinela.

"¡Quiero hablar con mi familia! ¡No quiero estar aquí!"

Me giro y veo que en la cama contigua está Samuel. Todavía más alterado, me dirijo a él. Tanto las manos como la voz me tiemblan por la emoción.

"Samuel, Samuel... ¡Estás vivo! ¡Lograste sobrevivir a los bichos!"

Mas bien su consciencia se ha trasferido a otro lugar. Es muy complicado hasta para nosotros, ya que esa metodología la desconocemos en la tierra, pero lo que es seguro es que si han estado allí. hace una pausa toma notas os mira y antes de marchar os dice-Pero  todo  esto se lo explicará mejor  nuestro superior.

estáis todos despiertos y os poneís el estado de saludo al máximo. Ya no tenéis tocado el estrés ni consecuencias.

También os podéis poner un PD.

Abro los ojos. La sensación no es nueva para mí. Sentir el cuerpo pesado es algo que ya me ha pasado anteriormente la otra vez que desperté. Obligar a mis párpados a mantenerse abiertos es otra historia. Pesan, pesan muchísimo, como si cada uno de ellos fuera de piedra. Pero al ver esa cara, la sucia cara, de repente me olvido de los pesados que son y cojo el arma que me dieron antes de ir hacia la pirámide de nuevo.

-¿Cómo lo has conseguido?-digo con un tono frío y con los dientes apretados mientras me levanto de aquella camilla sin pensar en cables ni nada por el estilo-. ¡Mirarle! ¡Es ÉL!-digo a mis compañeros que están demasiado ocupados intentando digerir los datos que nos dan.- ¡¡¡Vamos!!!! ¡¡¡¡No podemos dejarle marchar!!!!-les chillo fuera de mi mientras intento correr hacia el lugar por el que Apofis está saliendo.

“Apofís?” se exclama Marcos, de repente alborotado en extremo, cruzando su mente dos pensamientos adversos: sea que Eva está sufriendo de un ataque de estrés pos-traumático, sea que realmente está viendo algo que a los demás queda oculto, o aún queda oculto. “¿Qué dices, Eva? Yo no veo a Apofís aquí.”

Las sacudidas y los gritos de Hakim parecen surgir efecto y la consciencia vuelve poco a poco. Los ojos se abren lentamente y apenas consigo balbucear algunas palabras ininteligibles, por ahora.

A través de la neblina y la catatonia que parece envolver todos mis sentidos, logro discernir los gritos de Eva aunque no tengo muy claro lo que está diciendo ni a quien se está refiriendo.

- ¿Dónde estoy? - Consigo balbucear.

Eva desde su posición había visto a alguien usar su tarjeta de seguridad y salir por una de las puertas.
Ante el asombro de sus compañeros. Algunos aún adormilados.
La figura entra en otra sala.
La puerta detrás de él se va a cerrar suavemente en cualquier momento.