Partida Rol por web

Tras la reacción de Geend se escucha a los operarios tras sus mascaras decir
Algo así:
" Paciente G534 fuera de control, den la alarma, tiene una pistola."

Dante abandona el estado turbio de la semi-inconsciencia para adentrarse en otro terreno aún más pantanoso: discernir la verdad en el galimatías que escucha e intentar mantener la cordura que pende de un hilo.

Escucha las explicaciones de los que parecen científicos del pentágono. Nada de lo que dicen tiene sentido: ¿Cómo demonios han llegado a la conclusión de que proyectamos nuestra mente en unos clones? Si siempre hemos estado en las cápsulas, ¿cómo aviso Eva a los soldados? ¿Y cómo había suficientes cápsulas para todos los que estuvimos allí? 

Permanece sumido en estos devaneos mentales cuando de repente la voz aguda de una mujer le devuelve a la realidad, se retira el respirador para escuchar mejor... Sí, reconoce la voz... es la señorita Green... parece muy nerviosa. Extrae rápidamente las vías y gira sobre si mismo buscando deslizarse fuera de la camilla.

-¿Eva?, exclama incorporándose mirando hacía la dirección de los gritos. ¿A quién no hay que dejar marchar? le pregunta intentando atisbar el motivo de la alarma.

Intento correr, pero mis pies fallan.

-¡¡Maldita sea se va a escapar!! ¡¡Es Apofis ha logrado venir aquí!!-chillo mientras lloro ante la impotencia de que no me crean y ese ser logre escaparse y salirse con la suya.

Me incorporo lentamente tratando de enfocar la vista ante el revuelo que se está formando a mi alrededor. Me detengo cuando los cables conectados a mi cuerpo comienzan a tirar y los miro con una mezcla de sorpresa, preocupación y curiosidad.

- ¿Qué está pasando?

Cuando el hombre iba a explicar que encontraron otras cámaras como las usadas por ellos, en la trampilla de la entrada, con las mismas esferas...

...Eva a los ojos de los demás parecía que había perdido la razón, la mujer había salido corriendo hacía una de las salidas.

Pero “gracias” a la intervención de algunos de los presentes lograron atraparla, además no paraba de decir el nombre de Apofis.

El niño parecía haber visto o reconocido algo igual que su madre y este llegó hasta la puerta evitando que se cerrara del todo.

Los hombres no paraban de agarrar a Eva y de pedir inyecciones sedantes.

Dante igual que los presentes ven a Eva corriendo hacía una dirección, (antes de ser atrapada), Al mirar hacía la puerta que corría la compañera, apenas se llega apreciar una sombra, una figura alta que se mete en el pasillo de salida.

Dante parece que llega hasta la puerta donde esta Daniel y ve alguien muy alto vestido con uniforme cruzando un pasillo semi oscuro esta de espaldas y a unos 15 metros, parece tener prisa además se ve que por donde pasa las bombillas parpadean, dejando para el que lo presencié una imagen terrorífica.

Otros hombres intentan alcanzar a Dante, parece que están casi a su altura pero no han llegado a cogerlo aún, están apunto.

El caos parece haber reinado en el lugar.

Pues a los ojos de los presentes los pacientes están perdiendo de nuevo la cordura (¿tendra algo que ver con el viaje astral?, ¿será un efecto secundario?.

Samuel al despejarte Ves mucho caos y desorden.

Entre los trabajadores de la sala y tús compañeros

Ayudo a incorporar a Samuel mientras el desconcierto empieza a inundar la clínica. No tengo ni idea de lo que está ocurriendo, pero de lo que sí estoy seguro es que quiero salir de allí cuanto antes y volver a Egipto.

"No sé que está pasando, pero creo que mejor será salir pitando de aquí. La última vez que la gente se volvió loca a nuestro alrededor, empezaron a salir de la nada escorpiones voladores."

Entre el ir y venir ajetreado de personal sanitario y soldados, sostengo al europeo por el brazo en sus primeros pasos hasta que, una vez recobrada la plena autonomía, llegamos a la puerta del pasillo. Allí puedo escuchar como una mujer, creo que la señora Geend, grita un nombre que me es familiar.

"¿Apofis? ¿De qué me suena? ¿Sabes a quién se refiere, Samuel?"

Marcos logra superar su cansancio – los zumos sí valen algo – y se echa a correr detrás de Dante quien también se ha puesto a los talones del personaje quien se había deslizado por la puerta ahora dejado abierto por Dani. “Gracias, Dani!” Marcos también incursiona en el pasillo y ve a una alta persona uniformada alejándose… las bombillas que se ponen a parpadear al par que pasa el personaje dan cierto toque misterioso a la escena y confirman en cierto grado el terrible grito de Eva… Se echa a correr detrás de la persona, vociferando: “Es Apofís! Venid, venid! Atrapadlo!”

Dante había seguido tras la puerta por el crédito que le merecía la señorita Geend más que por su propia convicción, pero una vez que contemplo la silueta y los fenómenos que producía a su paso no le cupo duda alguna: ¡Apofis! Un temor primordial se instaló en su hipotálamo y a su vez este torrente de adrenalina fue el que lo impulsó a correr como un poseso tras la siniestra figura.

Me dejo llevar por Hakim mientras aún estoy totalmente desconcertado y desubicado.

- Apofis, es el dios Egipcio del mal, así es como llamaban a una entidad alienígena, con la que nos encontramos en el planeta de los insectos antropomórficos voladores, que son hijos suyos, por cierto. Tenía mucho interés en venir a La Tierra para conquistarla y esquilmarla, al igual que hizo con el anterior planeta. 

La figura confusa comienza a correr. Prepara la tarjeta para la siguiente puerta.
(para alcanzarle, pero no atraparle aún, hay que sacar más de 1).
Para lanzar algo al sujeto hay que sacar 2 aumentos.

Eva podría forcejear o dejarse inyectar el sedante (df 2)

“Venid! Venid!” grita como enfurecido. “Atrapadlo!” - gritando, corriendo a la vez tras el quien posiblemente, incluso probablemente será Apofís. Por el momento no le importa a Marcos si creen que ha enloquecido o si realmente creen que hay un enemigo cerca. Si creen que está loco, el, Marcos, y ven a detenerlo, mejor, lo importante es de tener aquí en el pasillo tanta gente como posible, así que continúa vociferando: “Es él! El malo del otro mundo!” Y con toda su fuerza, ya casi habiendo alcanzado a Apofís, se echa brutalmente contra sus espaldas, teniendo el propósito de causar un terrible choque para detenerlo al menos algunos instantes.  

Realmente no se si Eva tiene razón o está totalmente drogada, pero la cara del niño...salgo detrás del tipo. Parece que estoy más espabilado de lo que pensaba. Noto como mis piernas reaccionan rápido a mis ordenes.

-Eh! Eh tu! Eh tu espera! 

Dante viendo que la figura le saca ventaja intenta disminuir esta lanzándole un extintor confiando en acertarle en la cabeza. Tras arrojar el ¨proyectil¨ el tiempo parece detenerse creando máxima expectación, la pequeña bombona gira sobre si misma describiendo una trayectoria perfecta hasta su blanco.

-Toma regalito, exclama Dante. 

Masud y Marcos están apunto de alcanzarlo. La Alarma suena en el lugar ( los pacientes están paranoicos).
Dante permanece en su posición y prefiere arriesgarse lanzando algo.
En el momento que le impacta los médicos le aplacan como si fuera un partido de fútbol Americano, otros están apunto de llegar hasta Marcos y Masud.
Parece que todo esta decidido y que Apofis escapará por culpa de los Operarios de la. Base.
CUANDO el extintor le impacta.
Apenas esta en su radio cuando una explosión de espuma y polvo llena el pasillo.
El inmundo ser se gira. Es Apofis en persona, al girar su rostro sobre natural expresa decepción por ser descubierto, empuña una especie de vara y de esta sale unos rayos de plasma que funde cualquiercosa.

El Rayo es lanzado contra Dante. Pero al ser interceptado por los operarios estos reciben el impacto en su lugar muriendo en el acto en un amasijo de dolor y de carne quemada por la vara.
La confusión es muy alta en el pasillo.
Y sala continua.
Ha sucedido todo tan rápido.

Desde el fondo del pasillo se oyen más gritos. Junto a Samuel, me asomo agarrando con fuerza el marco de la puerta y veo como Dante, otro de los europeos, es sujetado por dos celadores que, al instante, son impactados por algo salido de no sé dónde que los hace caer carbonizados al suelo. Con los ojos como platos, vuelvo a la habitación.

"Sí, tenemos que pararle los pies." -le digo a Samuel. "¿Alguna idea?"

Doy vueltas por la habitación mientras pienso en alguna posible solución. Hace unos minutos, mi prioridad era volver a Egipto, pero ahora he cambiado de parecer. Según lo que me ha explicado Samuel, en el que, por todo lo vivido junto a él, confío, si no detenemos a ese ser, probablemente no habrá Egipto al que volver. De repente, se me ocurre algo que quizás nos haga ganar tiempo.

"¿Y si se lo pedimos sin más?"

Sin esperar una respuesta de Samuel, salgo del pasillo, que ahora está repleto de personal sanitario y soldados. Entre el bullicio, no me cuesta arrebatarle el arma reglamentaria a uno de ellos. Me mezclo con facilidad entre el gentío sin ser percibido, avanzo por el corredor y me coloco a pocos pasos de Dante, justo a su espalda y prácticamente delante de Apofis.

"¡Eh, tú!"

Doy un grito y capto la atenció del ser.

"Si tu intención es vengarte por haber destruido la patética pirámide dónde vivías, deberías saber que antes de destruir nuestro planeta deberás vertelas con nosotros. ¿O es que, además de ser el dios del mal, también lo eres de los cobardes?"

A mi alrededor se crea un tenso silencio. Levanto el arma contra él con el dedo en el gatillo.

"¡Maldito engendrador de bichos! Me he llevado a unos cuantos de tus hijos por delante y haré lo mismo contigo."

Marcos cree que al menos han conseguido algo porque ahora salta a la vista que Eva ha tenido razón, que sin lugar a dudas este hombre no pertenece a este mundo, y todos tendrán que reconocerlo. El área 51 es uno de las áreas más protegidas del mundo por dispositivos militares y los servicios secretos, desde luego, no tiene lugar a duda que para Apofís será imposible salir del área.

Sin embargo, intenta la misma estrategia que Hakim, provocándolo para retrasarlo : “Ah, huyes de la lucha, es así? Y sólo con armas a distancias te atreves a defenderte, maldito cobarde! Ven aquí, ven aquí y lucha como un hombre!”

Dante se queda atónito durante unos segundos, ha escapado de una muerte segura paradójicamente gracias a los que querían detenerlo. Traga saliva y respira hondo frenando poco a poco el latir desbocado de su corazón.

Ve a sus compañeros provocando a Apofis y entiende que pretenden distraerlo, pues es vital que no huya y mucho menos con un collar para traer a más de su gente.

Busca una de las jeringas con las que pretendían anestesiarlo y corre hacia el alienígena.

Todo pasa tan rápido que me quedo hasta paralizada cuando veo como ese operario cae derretido al suelo haciendo que dando, gracias a Dios, no haya muerto. Lo siento por el operario, pero me alegra ver que él esté bien.

Me debato entre los brazos de los operarios que, creo ya han visto que no estoy loca. Así que rezo porque no me pinchen esa cosas que tienen en las manos.

Hago que me suelten dando un tirón.

-Tú-le digo a uno de ellos con una fuerte voz autoritaria-, ¿Dónde hay un teléfono? Necesito hacer una llamada-le digo con una autoridad innata en mi.