Partida Rol por web

Bienvenidos a la primera tarea que habéis de acometer. Aunque todo está oscuro, la reverberación que producen aquellas palabras es muy reveladora. Cuando Pájaro, el master, encuentra el botoncito de la luz -parece que estaba adaptado a la altura goblin- Las sospechas de sus jugadores se ven confirmadas.

Se hayan en una sala amplia y sin amueblar, ocupada por los más variopintos goblins que hayan podido imaginar... y una máquina en el centro, nuevecita.

Me costó varios kilos de remolachas y todo mi carisma conseguir que Unai me la cediera. Pero ha merecido la pena. Con todos ustedes... -Aunque tal vez "todos" sea demasiado para describir a sus expectadores- ¡La Máquina De Hacer Goblins Portátil!

-¿Máquina de hacer goblins? - Pero... ¿los goblins se fabrican? Yo creia que...

Mejor no preguntar. Me quedo mirando la máquina con atención, y espero a que el máster continúe con su exposición, y nos cuente qué debemos de hacer.

Sí; Máquina De Hacer Goblins. Ellos luego se reproducen solos, pero los cuervos los hacen personalizados. Ahora vosotros tendréis que crear vuestros propios goblins.

La máquina, angulosa y recubierta de paneles diversos, ofrece un aspecto improvisado. Muchos de los cables se quedaron por fuera, y la mayoría no llegan a ningún lado, o se hayan conectados a sí mismos. Unos enormes contadores menean sus respectivas agujas.

Lo primero que tenéis que hacer es su historia. Por supuesto que será falsa, pero bastará con que ellos se la crean. Queda masa de sobra para vuestros goblins. Comprueba rápidamente unas agujas especialmente alegres, y echa un vistazo a la especie de hormigonera soldada sobre aquel mazacote. Sí, de sobra.

Busca las palabras indicadas, y se concentra de nuevo en sus jugadores.

Es recomendable que este paso -la historia- sea el primero, porque al hacer la historia se desarrolla todo lo demás. Aunque claro, tenéis que tener una idea de cual queréis que sea el resultado para ir por una línea concreta. Así pues... ¿Grimpogg? ¿Spluj?

Dos goblins ansiosos corren, chocando uno contra otro e intentando hacerse zancadillas, hacia Pájaro. Llevan en sus manos papeles de pergamino y plumas recién entintadas. Estos goblins son un ejemplo de lo mucho que influye la historia sobre la personalidad, e incluso sobre el aspecto. Y eso que no hice más que hablarles de mí... gracias, Grimpogg. Gracias Spluj.

Ambos seres olvidan repentinamente su reciente competitividad para alejarse, abrazados, como borrachos.

En fin. El master ofrece los pergaminos a sus invitados. Ahora vais a crear la historia de vuestros personajes. Os recomiendo que os extendáis, como yo en este post. Os parecerá difícil, porque se os irán agotando las palabras, pero con un poco de esfuerzo conseguiréis personajes con muchos más matices... vamos, mucho más reales.

Una historia para un goblin... - Piensa. Ni siquiera estaba seguro de lo que era un goblin, y ahora tenía que crear uno, y hacerle una historia.

Se acerca a Pájaro, y se hace con una pluma y un pergamino, y se sienta en un rincón. Dejemos que la magia surja. Se enfrasca en sus propios pensamientos, en su propia nube, y mientras tararea una canción, comienza a escribir. Ni siquiera está seguro de lo que escribe, y cada pocos minutos se para, lee lo que acaba de escribir, medita un momento, tacha un par de palabras, y vuelve al trabajo.

Tarda un buen rato en terminar. O quizás no. Depende de lo que se considere como un buen rato para escribir una historia.

No muy seguro de lo que ha escrito, y aún releyéndolo cuando se dirige a Pájaro, Peter le entrega el trozo de pergamino con la historia de su personaje.

La historia está escrita con caligrafía dudable, y las letras inclinadas hacia la derecha.

"Alex (no pienso ponerle uno de esos horribles nombres que le ponéis a los goblins). Es un goblin bastante inteligente y pacífico. De pequeño siempre soñó con ser alguien, con poder ayudar a la gente.

Alex es bastante tímido. No le gusta demasiado hablar con la gente, hasta que coje confianza. En ese momento no hay quien le borre la sonrisa de la cara. Se podría decir que entonces se vuelve bastante parlanchin, pero no es algo tan exagerado. Su defecto más evidente es que no es muy trabajador. Se escapa muy fácimente de sus labores cuando no le interesan, y hasta es capaz de "dormirse con los ojos abiertos" ante una conversación aburrida, o ante una persona a la que no considera interesante, empanándose, y no volviendo en sí hasta que alguien le da un grito o un golpe.

Físicamente no es nada extraño. Tiene la altura normal de un goblin (sea cual sea) y los ojos claros. No es demasiado musculoso, ni demasiado atractivo, por lo que no les interesa mucho a las goblins (¿eso existe, verdad?). Pese a todo, tiene un encanto personal, que radica en su modo único de ver el mundo, que atrae mucho a quienes intiman con él.

Como aficiones no tiene ninguna en particular. Siempre le ha gustado dibujar, y aunque no lo hace muy bien, lo encuentra entrenido.

Sobre su historia personal, no es nada especial. Ha crecido en una casa de lo más típica, con sus dos padres y dos hermanas pequeñas. Su padre se dedica a cuidar un pequeño huerto tras su casa, por lo que nunca estaba lejos cuando le necesitaban, y se le podía ver durante todo el día por la ventana de la casa en el campo. En cuanto a su madre, panadera, es todo lo contrario. Siempre ha tenido que salir pronto de casa para ir a hacer el pan, y volvía cuando cerraban la tienda.

Al no estar ninguno de sus padres normalmente en casa, Alex ha cuidado durante casi toda su vida de sus hermanas, para que no causasen problemas a sus padres.

Actualmente, tras independizarse a una casita más pequeña, en la ciudad, que comparte con algunos amigos, va de trabajo en trabajo, buscando algo que le interese, ya que no está muy seguro de lo que quiere hacer en el futuro."

Aún sin estar muy seguro de como le ha salido la historia, "seguro que es muy corta", Peter mira la cara del master mientras la lee, intentando adivinar qué piensa sobre ella antes de que él se lo diga.

Humm... El master lee la historia, satisfecho con el interés que se ha puesto en alargarla.

Vamos a ver... por dónde empiezo... No quiero que me hables de como es el goblin. Quiero la historia me hable de eso. A mí, y a ti también. Una historia es una sucesión de circunstancias externas y reacciones internas; debe haber un equilibrio entre ambas cosas. Sus decisiones ante circunstancias concretas son lo que te ayudará a entenderlo, a meterte dentro de él. Pregúntate, ¿y si no decidiera así? ¿y si se hartara? ¿y si se bloqueara? Introduce conflictos en la historia. No quiero decir tragedias, sino conflictos. Que hagan más llevadera la historia para quienes la leen (y para ti, que la escribes) y te proporcionen también oportunidades de desarrollarle.

Y ni se te ocurra describirle. Eso ya vendrá luego. Ahora sólo qué es lo que le ha pasado... y claro, ten en cuenta cual es el fin que te has propuesto en la historia.

Dicho esto, devuelve el manuscrito a su alumno. No te asustes; lo tachado es que lo dejes por ahora.

"Alex es un goblin bastante inteligente y pacífico. De pequeño siempre soñó con ser alguien, con poder ayudar a la gente.

Alex es bastante tímido. No le gusta demasiado hablar con la gente, hasta que coje confianza. En ese momento no hay quien le borre la sonrisa de la cara. Se podría decir que entonces se vuelve bastante parlanchin, pero no es algo tan exagerado. Su defecto más evidente es que no es muy trabajador. Se escapa muy fácimente de sus labores cuando no le interesan, y hasta es capaz de "dormirse con los ojos abiertos" ante una conversación aburrida, o ante una persona a la que no considera interesante, empanándose, y no volviendo en sí hasta que alguien le da un grito o un golpe.

Físicamente no es nada extraño. Tiene la altura normal de un goblin (sea cual sea) y los ojos claros. No es demasiado musculoso, ni demasiado atractivo, por lo que no les interesa mucho a las goblins (¿eso existe, verdad?). Pese a todo, tiene un encanto personal, que radica en su modo único de ver el mundo, que atrae mucho a quienes intiman con él.

Como aficiones no tiene ninguna en particular. Siempre le ha gustado dibujar, y aunque no lo hace muy bien, lo encuentra entrenido.

Sobre su historia personal, no es nada especial. Ha crecido en una casa de lo más típica, con sus dos padres y dos hermanas pequeñas. Su padre se dedica a cuidar un pequeño huerto tras su casa, por lo que nunca estaba lejos cuando le necesitaban, y se le podía ver durante todo el día por la ventana de la casa en el campo. En cuanto a su madre, panadera, es todo lo contrario. Siempre ha tenido que salir pronto de casa para ir a hacer el pan, y volvía cuando cerraban la tienda.

Al no estar ninguno de sus padres normalmente en casa, Alex ha cuidado durante casi toda su vida de sus hermanas, para que no causasen problemas a sus padres.

Actualmente, tras independizarse a una casita más pequeña, en la ciudad, que comparte con algunos amigos, va de trabajo en trabajo, buscando algo que le interese, ya que no está muy seguro de lo que quiere hacer en el futuro."

Y en cuanto a la ambientación... me da exactamente igual. Aquí hay dos objetivos: que se crea la historia (lo que, debido a su moderada inteligencia, no es difícil) y que no se duerma de aburrimiento cuando trate de recordar algo (lo cual, debido a la misma razón, es bastante más complicado), lo que podría provocarle amnesia por motivos obvios. Y con amnesia, por supuesto, la existencia de la historia sería inútil.

Y... bueno, los goblins no tienen una lógica muy entrenada que digamos... pero tienen un agudísimo sentido del absurdo y del humor tonto, por lo que se sentirán como en casa si les pones algo de eso en la historia.

Peter mira lo tachado. Pero de lo que esperaba... Lo lee por encima, para ver donde estaban sus fallos. Era como en un examen suspenso. Tras reller de nuevo tanto la parte tachada como la que no lo estaba, coje otra pluma, la moja en tinta y vuelve al mismo rincón donde escribió antes a rehacerla de cero. Estas cosas es mejor volver a empezarlas desde el principio; si tratas de arreglarlas desde lo escrito quedan raro...

Tras escribirlo todo de nuevo, como la primera vez, Peter lo relee, mira a ver si se le ha ido una letra, tilde o algo, y si la longitud es decente. Luego se lo entrega al Master, con la esperanza que esta vez tache al menos, menos de la mitad del texto.

"Hace unos cuantos años (no tantos, no se piensen), nació en una pequeña aldea de un pueblo perdido en las montañas un pequeño goblin llamado Alex. Durante su infancia, se divertía jugando con sus hermanas pequeñas, mientras sus padres trabajaban, él en una huerta en el jardín de atrás de la casa, y su madre en una panadería del pueblo.

Como su casa estaba apartada, apenas tenía relación con otros niños, estudiaba en casa, y cuando sus hermanas se ponían a hacer cosas de chicas, él dibujaba solo en su habitación, afición que le llevó a ser bastante independiente, y a aprender a evadirse de los temas que no le interesaban sumiéndose en sus profundos pensamientos (o algunos no tan profundos).

Bueno el caso, que cuando llegó a cierta edad, se aburrió de la vida en aquella pequeña casa, y se mudó a otra aún más pequeña, pero en el centro de la ciudad. La casa la tuvo que compartir con varios goblins de su misma edad (maldito precio de la vivienda), que además le presentaron a sus amigos, y por primera vez en su vida tuvo un grupo bastante amplio de amigos, y ¡hasta novia!, aunque esta le dejó pronto (nadie nunca entenderá a las mujeres).

En el ámbito laboral, no destaca en nada. Trabaja para vivir, pero sin esforzarse demasiado, por lo que nunca dura demasiado en sus trabajos. Gana lo suficiente para irse de fiesta de vez en cuando, pero no para poder mudarse a otra casa mayor, o al menos que tenga menos inquilinos (aunque tampoco es algo que le interese demasiado, ya que ¿dónde vivir mejor que con tus amigos?)."

Cuando la entrego duda un instante. La he cambiado mucho de estilo, esta es más cómica, e informal. Pero aún así no he añadido demasiado conflictos... pero una persona normal tampoco tiene mucho conflicto; y no quiero complicarme haciéndo a alguien demasiado extraño en el comienzo.

Bien, me gusta. Aunque algún conflicto más... no sé, una hermana mayor... ¡o muchas hermanas mayores!... todo el mundo sabe que los goblins tienen una prole impresionante. Pero bueno, es una buena primera historia.

¿Y tú, Akasha? ¿Ya has terminado la tuya?

Aún la estoy puliendo, máster. -después de un rato le entrego el borrador:

Asha es una goblin normal, que creció en la cueva de sus padres. No había dinero para una casa, así que vivían en una cueva y comían lo que podían cazar. Pero nadie les molestaba, pues sabían esconderse bien.

Es la quinta de 12 hermanos y hermanas y, por estar en el medio tenía que aguantar los abusos de los mayores y las quejas de los menores. Los mayores se divertían haciéndole la vida imposible, mientras que los menores siempre le pedían que zurciese sus ropas una y otra vez, cuando se les rompían por estar jugando entre las zazas. Sus padres estaban casi todo el día duera, por lo que no tenían manos para vigilar a todos sus hijos y los mayores no tenían ni una pizca de responsabilidad: se la pasaban fuera de casa bañándose en el rñio o atormentando a alguien. Por lo tanto, entre Lisa (la hermana inmediatamene mayor a Asha) y Asha, se encargaban de los menores, mientras sus padres salían en busca de ropa, zapatos y ollas de los basureros y cazaban animales pequeños para comer.

Cuando se hartó de esta situación y se lo pudo permitir, se fue de casa con un pequeño bártulo de cosas y se mudó a la ciudad. Empezó viviendo en la calle y pidiendo limosna, pero encontró un trabajo limpiando casas y comenzó a vivir en la casa que limpiaba. Se le da bien limpiar y es algo que no le importa hacer, porque no tiene que prestarle demasiada atención y puede pensar en cualquier otra cosa, así que no se aburre.

No es muy larga, pero solo es un borrador. Puedo añadir o quitar, dependiendo de lo que me digas ahora. Esta es la base de la historia. La desarrollaré más tarde. -le comento

Una vez leídas ambas historias, y satisfecho con el resultado, el master comienza un nuevo discurso.

Perfecto, servirá. Ahora, para variar, os mandaré conseguiros una imagen. En internet encontraréis una infinidad de imágenes de goblins; el problema es que la pequeñez de lo que buscáis puede limitar mucho la búsqueda; a veces reducir una imagen puede ser muy engorroso.

Yo siempre utilizo la opción guardar para web de photoshop, en la que siempre se puede saber si excede los 15 KB de rigor y controlar no sólo el tamaño, sino también la calidad de la imagen y el tipo. Ojo, la web sólo permite JPG y GIF. Por si se os ha pasado por la cabeza meter un PNG o algo parecido.

Para preparar una imagen en lo básico, sin embargo, os puede bastar con la página www.mypictr.com. Antes, claro, tenéis que tener la imagen en vuestro ordenador. Entráis en la página, en que directamente se os ofrece examinar, y cuando hayais encontrado la imagen pulsáis "Upload".

La imagen aparecerá en pantalla, y podréis escalarla con el zoom, encuadrarla pinchando sobre ella y arrastrando el ratón, y recortarla con el recuadro, cuyo tamaño en píxeles controláis en Size. Su altura no importa, pero su anchura debe ser de 90 px; si no perderá calidad al adaptarse al tamaño avatar.

Infinidad de imágenes de goblins... Peter resopla al oír esas palabras. Después de un buen rato buscando no había encontrado nada decente. Buscar en internet no era lo suyo; y de hecho cabe decir que los avatares que suele coger son siempre o de una serie o de una película que ha visto hace poco. Y claro, no hay apenas películas en las que intervengan goblins (o yo no he visto ninguna).

Tras mucho buscar, Peter encuentra una que puede servir.

-El problema es que lleva una espada y un escudo, pero me gusta el estilo del dibujo. -resoplo.- Casi todos los goblins de internet tienen una cara perro...

Enseña la imagen a Pájaro.

Ya tengo la foto, pero no puedo modificar mi pj para ponerla, oh gran y poderoso máster.

Es ésta:

Ya tenéis nuevos personajes para meterles las fotos. Entre tanto, baraja satisfecho las que le han entregado y las introduce en dos rendijas de la Máquina.

Cuando lo hagáis, llegaremos al siguiente paso. Pulsa un botón y salen dos pares de guantes de las entrañas de aquel trasto, que parece servir también de máquina expendedora. Luego pulsa otro, y la hormigonera que gira en su elevada posición empieza a vaciarse por un tubo en espiral que culmina en un barreño.

Éste no tarda en llenarse de una masa verde gomosa. Necesitaréis los guantes; esta sustancia es abrasiva hasta que se seca. Moldeadlos como queráis, aunque claro, inspirándoos en las fotos. El milagro de la masa verde que utilizaréis es que es capaz de almacenar emociones y movimientos para reproducirlos posteriormente.

De pronto se despliegan numerosos cajones con una gran variedad de ojos, dentaduras, cabelleras, uñas, etc., todos de plástico, como sacados de una tienda de artículos de broma. Ah, sí... los complementos. Gracias, Máquina De Hacer Goblins Portátil. El master hace una reverencia.

Moldear a nuestros propios goblins. Eso sonaba bastante complicado. Sobre todo por que a Peter no se le daba muy bien eso de esculpir.

Se coloca los guantes con cuidado, mirando que no tengan ningún tipo de agujero ni nada por el que pueda entrar la masa esa verde que se suponía tóxica. Esculpe con cuidado la masa, primero formando las piernas, luego los brazos, el pecho, y por último la cabesza. Lo hace muy lentamente, con miedo a hacerlo mal, y que su pobre goblin saliese un desgraciado. Quería hacerlo lo más "normal" posible, evitando los rasgos muy significativos, aunque seguramente serían esos rasgos los que más originalidad le diesen a su creación.

Luego coge distintas partes que añadirle al goblin. Pelo no le pone, pero si unas cortas uñas, ropa, una cadena simple, y una muñequera... y todo lo que se le va ocurriendo que le quedaría bien.

El resultado es un goblin pequeño, de mitad de la estatura normal de una persona; por lo que mediría poco menos de un metro. Su cuerpo no es demasiado musculoso, de hecho es bastante delgado, aunque como es bajito no se nota demasiado. La ropa que lleva está desgastada y arrugada, aunque está limpia y sin manchas. En cuanto a su cara, lo único que sobresale son dos grandes orejas picudas a los lados de su cabeza.

Tiene los ojos oscuros, y no se distingue bien el color de éstos. Cuando sonríe se le ven unos dientes descolocados, no demasiado, pero lo suficiente como para que uno se fije al verlos. Su nariz es bastante pequeña, y apenas se la ve.

En general es alguien de aspecto sencillo. Al hablar lo hace siempre con una sonrisa en la boca. Al actúar lo hace de forma impulsiva, sin pensar demasiado lo que dice. No se sabe si es por fallo a la hora de moldearlo, o por su propia personalidad, pero es algo torpe, y no es extraño que se caiga o que tropiece con algo. Entonces se sonroja un poco, sonríe y se vuelve a levantar.

Su personalidad, que encaja bastante con su físico (pequeño y con los rasgos poco definidos), podrían confundirse fácilmente con los de un niño pequeño, salvo por su voz grave (quizás extraña para un goblin) y sus grandes orejas picudas.

¿Y tú, Akasha?

Pero Peter, tú mientras tanto puedes ir metiendo la historia en un frasco (enrollada, claro) -señala un cajón recién abierto que contiene unas especies de probetas taponadas- y luego tanto el goblin como el frasco en...

Abre una portezuela del trasto colosal. Este cubículo.

Ahora mismo.

Me pongo los guantes con cuidado. Esto será divertido. Comienzo a darle forma ami goblin. Lo hago de estatura media, con los brazos delgados, las piernas también delagadas y una cabeza proporcionada al cuerpo. Le moldeo unos pechos poco prominentes que, más bien, pasan desapercibidos. Le coloco un traje e color morado ya que ése será su color favorito. Al final tiene el aspecto de una goblina normal, que pasará desapercibida.

Como complementos, le pongo una peluca azul con forma de dos coletas, unos ojos naranjas, unas pestañas pequeñas pero espesas y pendientes con forma de aros en ambas orejas.

Su personalidad será agradable, servicial y, sobre todo silenciosa. Será mañosa con las tareas del hogar y la crianza de niños pequeños y soñará con vivir siempre libre, ganando honestamente su dinero y sin tener que volver a cuidar a sus hermanos pequeños, ni soportar los abusos de los mayores.

¿Qué tal? -digo mirando a la goblina desde varios ángulos.

Luego pongo la historia en un frasco y metiendo frasco y espero a que Peter acabe con su goblina para meter el mío al cubículo que nos indica el máster.

El master revisa sus fichas durante largo rato y hace un gesto de aprobación.

Entonces... ya sólo nos quedan las notas, y esas nos meten directamente en las reglas. Lo que debe haber ahí, dado que es una ficha de Goblins y Grutas, es... la ficha de Goblins y Grutas.

Pájaro les enseña la ficha mientras la comenta.

Goblins & Grutas
FICHA DE PERSONAJE

Nombre: Ésto ya lo habéis puesto en su ficha.
Raza: Ésto debe ir en la clase. recordad que es un goblin.
Profesión: Ésto también en la clase.
Puntos de vida (Fuerza x 3):

Características: (16 puntos a repartir. Mínimo 1 punto, máximo 8 puntos).
-Fuerza:
-Agilidad:
-Inteligencia:
-Carisma:

Habilidades: (20 puntos a repartir. Mínimo 1 punto, máximo 8 puntos).
-Combate:
-Ataque:  (pueden bonificarlo las armas)
-Defensa:  (puede bonificarlo la armadura)
-Conocimientos: 
-Sociales: 
-Latrocinio:
-Magia: 

Equipo: Inventadlo todo.

Si tenéis alguna duda sobre el significado de las habilidades o cualquier otra cosa, aquí tenéis el reglamento. El master reparte entre sus jugadores unos libros con tamaño de panfletos. A ver si encontráis en él los modificadores de razas no humanas (concretamente goblins) porque es que a mí me da una pereza...

Peter se queda mirando con cara rara al máster cuando dice lo que de le da pereza. Claro... como él es quien manda...

-Bueno, manos a la obra.

Copio la ficha y la coloco en "notas".

Peter, todavía tienes que inventarte el equipo de Alex. Observa Pájaro.