Partida Rol por web

- Muchas gracias por su tiempo Doc, eso es todo por ahora. – le agradeció al forense. – Lo único que espero es que este sea el último cuerpo que tenga que analizar por culpa de este extraño caso. – dijo finalmente, aunque sin muchas esperanzas.

Lo cierto es que tenían muy poca evidencia, cero sospechosos, y un largo camino que recorrer. De allí a que encontrasen al culpable, probablemente se encontrasen con un reguero de elfos asesinados a sangre fría.

Con un dejo de tristeza, al imaginarse esto, le contestó a su compañero.

Primero deberíamos enviarle un informe al resto del equipo sobre lo poco que hemos sacado de aquí, si quieres puedes ir a hablar a los peritos informáticos, pero creo que Everton y O´Malley se estaban ocupando de ello. Por mi parte, iré al despacho 17 para transcribir nuestra entrevista con el forense y enviarla por mail. – le dijo a Ryan apelando a la paciencia del ex militar, solo serían unos minutos más y luego ya podrían seguir camino, para investigar fuera de la comisaria, los diferentes lugares que tenían pendiente visitar para ir descosiendo de a poco el hilo. – Luego, ya podremos pensar en salir de la comisaria a comenzar el trabajo de campo.

Raynor escucho lo que su compañera tenia para decir, y rascándose la cabeza recién rapada, asintió.
- Tienes razón, nueve. Actualicemos al equipo y luego vayamos a por los cerebritos. Tengo varias preguntas que hacerles, pero primero es lo primero. Juego en equipo. En tanto, ¿quién crees que se quede a Pecas? ¿El jefazo o la estirada?-

Los dos policías accedieron al garaje de la comisaría y con solo dar sus números de agente enseguida recibieron unas llaves por parte del policía que atendía en la ventanilla. Al parecer Johnson se había ocupado de tener todos los detalles atados.

-Plaza 12-B, Agentes. Devolvedlo como lo recibís... -dijo con algo de desgana el policía cuando les daba las llaves de un ford.

No muy lejos de allí les esperaba un anticuado Ford Crown Victoria color ceniza sin distintivos policiales en un estado de conservación medio, para el tiempo que debía tener-unos 15 años-

-Siempre había querido llevar uno de estos! 200cv turbogasolina! 600 kilometros de autonomía de puro musculo americano! abrochate que salimos!! Dijo el Orco lliscando en dirección a la aventura de descubrir al testigo/homicida de elfos.

Ryan regreso caminando algo cabizbajo pero con energía, observando la situación. Acompañaba a la Elfa, Vaamar, Luego de dirigirse a la oficina, a ver que habia ocurrido, a mitad de camino, se le ocurrió algo que quería hablar con su compañera, Bravo 1.

- Oye, Vaamar, he estado pensando. Creo que sería apropiado que todos llevaramos algo de equipo adicional en este caso, Me refiero a un kevlar, y a algún arma cuerpo a cuerpo, un filo o algo. Yo tengo mi Ka-Bar en Casa, pero tu deberías llevar algo también, rápido en el cuerpo a cuerpo, que te permita bloquear o algo, ese filo. Porque es posible que tu o Pecas sean víctimas, aunque no lo tengan pensado. ¿Que dices? Me gusta la idea de llevar yo mismo un kevlar.

¿Hablaba en serio? Era evidente que si... ¿Un cuchillo para el cuerpo a cuerpo? Eso era totalmente antirreglamentario. Para eso tenían la defensa, el espray o en caso de vida o muerte estaba la pistola. No veía a un policía acuchillado a nadie. Quedaría muy feo frente a la opinión pública y muy difícil de explicar ante los superiores.

- Suelo usar siempre chaleco. Siempre que me acuerdo. - Rio la elfa. - Me compré
uno interior con mi primera nómina. Los que hay en el departamento no ajustan bien a mí cuerpo y suelen oler mal. - Hizo una pausa. - Por otra parte, no creo podamos usar un cuchillo como defensa. - Dijo tratando de ser amable. Sabía que no podían ir acuchillado a nadie por muy malo que este fuera. - Llegado el caso utilizaría mi arma reglamentaria para salvar mi vida. - Sonrió. - Luego ya escribiremos lo que haga falta. - Le guiñó un ojo. - ¿Vamos a por Peter?

Raynor escucho lo que Vaamar tenía para decir, tenía razón, por supuesto, desde su angulo y punto de vista. Era sin embargo, uno diferente del suyo. Ignorar el problema no lo hacía irse.
- Yo tampoco me lo puse hoy. Creo que no sería malo empezar a usarlo como norma habitual. ¿Qué dices tú? Mejor prevenir a ser cortado en dos –

Era verdad que no estaba bien apuñalar a alguien en la policía. En el ejército no tenían ese problema de opinión pública.

- Mira, se que no es reglamentario, pero por otro lado, no somos policías de calle durante lo que dure este caso, y tu y Pecas, Estirada, son los posibles blancos en lo que dure este caso. Es lo mismo que tengas una diana en la mitad tu ropa, indicando péguenme. Ahora… está este tema, nos enfrentamos a un filo elfico y por mi entrenamiento, tengo la idea de que un puñal, ni siquiera una espada, gana nueve veces de diez contra una pistola o revolver en una distancia inferior a los tres metros. Y quiero que estemos preparados para eso. Aunque tal vez tienes razón, y, deberíamos buscar un terreno intermedio. Un brazalete capaz de frenar esa hoja? Lo que se es que este caso es no convencional y tal vez deberíamos usar técnicas no convencionales.. negó con la cabeza para ahuyentar otras ideas quizás no tan practicas. –Tienes razón. Estoy divagando mucho. Vamos a ver al Jefe. Ryan sonrio para si. Donde estaba Peter, solia estar Pecas…

- Que no estamos tratando con un simple delincuente habitual es evidente. - Vaamar posó su mano sobre el hombro de Ryan. - Pero también es cierto que no soy una buena esgrimista y créeme, lo he probado. En cambio se que mis quince balas de punta hueca frenan bastante bien a cualquiera y si no basta con esas quince tengo otros dos cargadores. Creo que eso me será más útil que cualquier cuchillo. Si tú quieres usar un cuchillo y hacer agujeros al asesino cuando lo tengas delante, vale... - Alzó las manos. - ¡Ya inventaremos algo que poner en las diligencias! Pero solo si no queda otra.. - La elfa se alejó unos pasos camino del despacho 17.

¿Llevas Balas de punta hueca en ese pequeño Monstruo? Recuérdame no hacerte enojar comento Ryan mientras iban por los pasillos en dirección al despacho 17. Aunque quizás había dicho que tenia 15 en dos cargadores, pero cada cargador era de 15, eso quería decir que tenía otras 15 balas mas… que no serian normales si usaba punta hueca… ¿qué tendría incendiarias?

Yo llevo una reglamentaria, normal, tu sabes, aunque en casa tengo un revolver calibre 44. Si, lo se, demasiado, pero es una bonita arma, y aunque son pocas balas antes de recargar, te aseguras con una de hacer bien el trabajo. Por cierto ¿Escuchaste de ese caso de indiana donde el Sheriff le disparo al criminal 68 veces? ¿Sabes que respondió porque el criminal tenia 68 tiros en el?"porque se me acabo la munición meneando la cabeza, abrió la puerta del despacho y dejo pasar a su compañera. Si. Tenia un lindo trasero.

Raynor ingreso en la comisaria, riendo con la elfa.
Le hizo un gesto, como para que viniera con él, hasta su casillero en el sector que ambos eran mixtos. Abrió la casilla, y saco su chaleco de ahí, uno de uso policial normal, pero adaptado a su tamaño. También saco algo mas, y se la ofreció a Vaamar junto con lo que parecía una tobillera.
Se que no eres una duelista. No te estoy pidiendo que lo uses, solo que lo tengas. Nunca se sabe. Puedes terminar agradeciéndolo. dijo mientras se quitaba la campera, y también la camiseta. Quedo solo con una de esas que no tienen mangas, y se coloco el Kevlar por debajo. Luego, antes de ponerse de nuevo la camiseta o terminarse de ajustar el chaleco en el costado, le mostro su uso.
“Bloqueado”. “Desbloqueado”, “Navaja”. Apretó un botón y la misma se desplego, demasiado corta para matar a alguien con ella a menos que sepas usarla, más bien útil para cortar cuerdas o ir a la yugular si sabias usarla bien.
Es pequeña, y puede salvarte de un apuro. Me gustaría que la lleves contigo.
Los brazos y algo visible del torso de Ryan tenía bastantes cicatrices, algunas mal terminadas de curar que habían dejado verdugones. Se cerró bien ajustado el chaleco y luego la camiseta y guardo la campera en el locker.

Con Johnson a la cabeza, las dos elfas y el orco avanzaban por los brillantes pasillos de la comisaría en dirección al departamento de informática del cuerpo.

A paso ligero fueron adentrándose en aquel laberinto de pasillos, cubículos y mesas de trabajo que era la comisaría central de Nueva York; por suerte sabían que el departamento informático se encontraba en la primera planta del edificio, por lo que no les costó encontrarlo.

En el camino cruzaron con algunos pocos policías administrativos que iba de aquí para allá y que o bien les ignoraban por completo o les saludaban con un simple movimiento de cabeza o mano. subieron los dos tramos de escaleras y llegaron al pasillo del departamento de informática del cuerpo de la Policía Metropolitana de Nueva York.

A diferencia del resto de la comisaría, aquella zona lucía más como una empresa de asistencia técnica de telecomunicaciones que como una parte del edificio policial.

La puerta de cristal que anunciaba oficialmente la entrada en el departamento informático no ofreció ninguna resistencia y se abrió con suavidad, dándoles paso a una estancia grande llena de cubículos compuestos por un escritorio con ordenador y poco más, si bien la mayoría de ellos tenían esparcidos por los mismos cables, elementos de hardware o piezas de equipos.

Al entrar, una persona vestida con camisa blanca, sin corbata ni chaqueta se levantó de un mostrador y les saludó con la mano.

-Buenos días, agentes. ¿Qué puede hacer el departamento informático por ustedes?-preguntó

El malhumorado orco abría el paso, que era seguido bien de cerca por un no mucho más animado Raynor.

Caminaron por los largos pasillos de aquel edificio de principios del s.XX con decisión, puesto que lo cierto es que ambos tenían ganas de pagara su frustración de algún modo con el detenido, y esa motivación extra animaba sus pasos.

Cruzaron el Hall de la comisaría, repleto de gente que iba y venía, de ciudadanos buscando la ventanilla a la que debían dirigirse para ser atendidos y a policías entrados en años que se afanaban por tratar de dotar a aquel caos habitual de algún tipo de orden.

Tras mostrar sus acreditaciones al agente que custodiaba las puertas de seguridad de la zona de detenidos, este mismo desbloqueó el seguro de la misma apretando un botón, que produjo un característico zumbido acompañado por el "Clack" metálico cuando el pasador de la puerta la liberó de su cierre.

-¿Quien es el afortunado?-preguntó el oficial sin levantar la bista de una lista de nombres impresos que tenía delante.

-Carlo Foretti se limitó a responder Everton.

Tras repasar por unos segundos el listado, volvió a dirigirles su atención.

-Celda 13. Parece que está bastante nervioso, por favor no hagáis que se mee encima que despues nos toca limpiarlo a nosotros... dijo con algo de ironía en la voz.

En cuanto la gruesa puerta metálica que separaba la zona de celdas del resto de la ruidosa comisaría se cerró a su espalda, por un momento se encontraron en un aparente silencio sepulcral, que enseguida se vió interrumpido por quejidos, insultos y lamentos en varios tonos e idiomas procedentes de diferentes puntos de aquel pasillo flanqueado de puertas metálicas de color azul, dotadas todas ellas con una pequeña puertecilla cerrada a la altura de la cara.

Sin pararse a prestar demasiada atención a las celdas que fueron dejando atrás, en un momento se encontraron frente a aquella puerta con la plaquita con el número 13 inscrito en ella, tras la cual se encontraba su presa.

si pretendían acordar algún tipo de estrategia de cara al interrogatorio, sin duda ese era el momento.

-Raynor, adelantate a la sala de interrogatorios y pon el aire acondicionado, igual con un poco de aire fresco en pleno febrero se despeje y piense en cantar antes de que se le congelen las ideas. Yo mientras tanto lo esposaré y lo llevaré para alla, lo engrilletamos a la mesa y salimos a esperar que se refresque. Mientras nos organizaremos las preguntas en el pasillo. Dijo el orco con una voz firme pero conciliadora para con su compañero humano

Tras esto el orco procedió a acercarse a la celda del pajillero acosador para espetarle que sacara las manos por el orificio diseñado para atravesar las manos y ser engrilletados previo a su salida de la celda.

La simpatía no era algo que abundara en aquella comisaría y aquellos ratones de biblioteca representaban un severo contraste con lo habituales gruñidos de sus desmotivados compañeros, que la elfa agradecía sinceramente.

- Venimos a preguntar por las cámaras de tráfico. – Respondió la agente Vaamar. – Buscamos un GMC Terrain o GMC Lambda, concretamente el modelo de 320 CV. Podríais buscar en la base de datos cuantos coches de ese tipo hay en Nueva York. Depende de la cantidad que haya comenzaremos a acotar al búsqueda.  Tenemos también una cinta de video, sacada de una cámara de seguridad del supermecado Kim Sung. Debemos visionarla en busca de pistas sobre el asesino. Podría llevar una gabardina. 
 

Lyara asintió ligeramente a las palabras de su compañera, en aquellos momentos no tenía mucho más que añadir, pues Vaamar no había olvidado ningún detalle que le viniera a la cabeza en ese instante. Mantuvo a mano la cinta por si la requirieran, de lo contrario aguardaría para poder revisar la grabación en conjunto.