Partida Rol por web

El interior de aquella cabaña lo primero que una persona podía ver era un mensaje bordado en una pared, aquel mensaje era bastante sencillo, y aunque algo ominoso, no parecía dar mucho más que simplemente recordar a los que se adentraban en aquel lugar esta pequeña norma.

No tomarás el Nombre de Dios en vano

Por lo demás, aquella cabaña parecía ser una pequeña vivienda unifamiliar bastante adecentada. Claramente alguien estaba viviendo en el lugar, de hecho había varias maletas del equipaje aún llenas de arena de la playa en las habitaciones y cajas de suministros probablemente provenientes del almacén.

Aquel cuarteto de Maids llegarían a entrar en aquella pequeña cabaña, había espacio suficiente para que todas cupieran sin molestarse las unas con las otras, e incluso ninguna tenía problemas en evitar pisar la cola de serpiente que la Maid VIII, la Maid que las había convocado a todas en ese lugar.

   Mientras iba reptando por el camino no puedo evitar inflar los mofletes antes los comentarios de la chica con gafas.

   Sssi tuvierassss una lengua asssi de prensssil, igual tendriassss essste tipo de "ssssituacionesss" - para llegar entonces enfrente de la cabaña y abrir la puerta sin demasiada precaución al ya haber pasado un par de veces por la misma.

   Tras dejar las maletas vacías que no íbamos a ocupar de momento, aplaudiría para tener la atención de las presentes.

   Muy bien Sssseñoritassss essss momento de demosssstrar de que esssstamos hechasss -arremangando ligeramente mi ceñido uniforme de colores cromados, para apuntar entonces a la cocina de la cabaña - puessss quizassss esssstemos en una ssssituación un tanto inquietante, pero no por esssso debemos olvidar el por que ssssomossss dignassss de portar talessss uniformessss.

VI levanto la mano.

-La verdad no se por que tengo el uniforme, asi que no se si soy digna o no, asi que tampoco se si quiero, se o me gusta cocinar.

Dijo sin demasiada emocion.

 Asentiría a lo ultimo dicho por aquella maid de cabello rubio.

 -Yo tampoco....recuerdo.-

 Quería decir mucho mas que solamente eso pero no me sentía comoda al respecto, aun no sabiamos nada de nadie, ni siquiera de nosotros mismas y eso quedo evidente en ese momento. Miraría en dirección de la cocina y luego al resto de las presentes.

 -Po....driamos intentar.....creo que todas quieren.........comer.-

 Pero pese a todo, habría que mantenerse activas y vivas y para ello cocinar sería fundamental. -Tu sabes cocinar?- Clavaría mi mirada en VIII, a fin de cuentas, ella había propuesto la idea.

   *Gashp* - suspiraba sorprendida ante lo dicho por ambas señorita, tal que no pude evitar dibujar una sonrisilla a la vez que me les acercaba - Tampoco lo sssse... - decía mientras la punta de mi cola no dejaba de balancearse de lado a lado - Pero... ¿ no essss mejor asssi ?, digo... pareciera que nuesssstro dilema viene a raiz de no poder recordar nissssiquiera nuesssstrosss nombressss o procedenciassss, pero hay algo que no sssse puede olvidar... La memoria Musssscular - agitando aun mas mi cola aunque siempre en el mismo espacio de manera que nunca llegaba a incomodar a ninguna de la sala - por lo que ssssi a una essssto le permite estimular ssssu mente... no podemossss dejarlo passssar .

   Tras un largo silencio sepulcral que invadió toda la instancia, simplemente dejé escapar un ligero sufrido de derrota y me puse a pillar los ingredientes.

  También lo puedo hacer Sssssola... - y sin mucho más ponerme a cocinar.

Llevando todo el paso bajo los hombros de VIII, esta Maid consiguió preparar algo lo suficientemente simple y rápido con la comida que había en el pueblo para alimentar a todos los presentes, e incluso un poquito más por si alguna de las Maids que aún no habían llegado a esta casa querían aparecer por la puerta.

Después de que VIII preparara suficiente comida para todas y teniendo en cuenta que nadie más parecía quererseles unir en aquella cabaña, estas comenzaron a comer; pues la mayoría habían pasado todo el día sin comer y esto era algo que podría empezar a afectarles a futuro.

Tras aquella cena, las Maids decidieron que lo mejor que podían hacer era ir a descansar por la casa. Esperando que, tras una buena noche de descanso, pudieran continuar con la exploración de la isla.

Durante la noche, aquella Maid tuvo un sueño extraño...

No me fío de ella, le di el puesto de encargada de seguridad de la isla pero es para tenerla más cerca y ver sus movimientos, así como tener un registro de lo que está haciendo. Sé que me está ocultando algo, y deseo saber qué es ese algo. Hasta ese momento, mantén un ojo sobre ella e infórmame llegado el momento.

Durante la noche, aquella Maid tuvo un sueño extraño...

¡Princesa!. No hace falta que vaya usted en persona, sé que no tenemos aún a nadie ahí dentro, pero alguien está a punto de entrar y ella se encargará de todo. Estoy seguro de que cederá a nuestras exigencias una vez que consigamos hacernos con su punto débil. Por favor, no hace falta que vaya...

Durante la noche, aquella Maid tuvo un sueño extraño...

La Princesa va a presenciarse en la isla contigo, así que más vale que tengas un ojo puesto sobre ella; vale que la misión sea importante, pero que a la princesa no le pasa nada lo es aún más. No me importa lo que pase, pero que ella esté a salvo. ¿Ha quedado claro?.

Durante la noche, aquella Maid tuvo un sueño extraño...

Maid IV: ¡NO ATERRICES!. ¡EN LA CABINA ME CONSTA QUE HAY UN ENEMIGO!. ¡SI DEJAMOS QUE LLEGUE A LA ISLA PONE EN RIESGO DE QUE TODO DESAPAREZCA!. ¡DE MEDIA VUELTA!. ¡DE MEDI-AAAAAH!

[Ruidos de Pelea a través de la radio] [Ruidos de Pelea en el Avión] [Explosión]

El tiempo siguió pasando en aquella isla, y poco a poco con el sol alzándose, terminando con el reinado de la noche, expulsando la atenta mirada de la luna y las estrellas que perderían su poder bajo el Astro Rey.

En el día también había monstruos hostiles ocultas por sonrisas falsas y sombras inocentes. Y las viles conspiraciones se camuflaban como las más simples acciones mundanas aún a pleno día.

Era un buen momento para levantarse, aunque quién sabe si el sueño de la noche había hecho cambiar los corazones...

VI estuvo moviéndose toda la noche entre sueños. pese a estar agotada, no consiguió descansar bien, pero de todos modos, al despuntar el alba, era hora de ponerse en marcha, así que tras arreglarse un poco, salió de la cabaña para continuar su patrulla.

Siendo la primera en despertar de aquella cabaña y levantándose de las seis sillas de cocina que había arrejuntado para dormir en un lugar más o menos apacible, y al menos lejos del suelo, esta Maid decidió salir al exterior sin despertar al resto de sus compañeras Maids del lugar.