El interior de aquella cabaña lo primero que una persona podía ver era un mensaje bordado en una pared, aquel mensaje era bastante sencillo, y aunque algo ominoso, no parecía dar mucho más que simplemente recordar a los que se adentraban en aquel lugar esta pequeña norma.
Santificarás las Fiestas
Por lo demás, aquella cabaña parecía ser una pequeña vivienda unifamiliar bastante adecentada. Claramente alguien estaba viviendo en el lugar, de hecho había algunas cosas desordenadas que se saliera de la norma de lo que debería haber una cabaña, o el hogar de alguien, debería ser (y estar).
La Maid se dispuso a salir de la anterior cabaña, pasar por el pueblo vacío y se adentró dentro de esta casas para nada al azar para poder investigarla, en donde, esta notaría aquellas cosillas que la diferenciaban del resto de las cabañas, pues pese a estar todas cortadas por el mismo patrón, cada una parecía mostrar su vida y personalidad propia.
Aquella casa parecía ser distinta al resto, puesto que su estado era bastante más degradado que el del resto, ya que los muebles de madera se encontraban arañados por la parte baja, no había ni uno solo que se salvara. También se encontraba un pequeño cuenco de comida y otro de bebida en el suelo del comedor.
Y en el interior del frigorífico había cantidades ingentes de helado de vainilla... algo que quizás no tenga nada que ver con lo anterior, pero era importante de comentar.
Al entrar en aquella casa, aquella Maid sufrió un intenso dolor de cabeza repentino, al parecer había recordado que sufría migrañas o algo similar... al volver a abrir los ojos cuando el dolor pasó, esta no solo pudo reconocer aquella casa como suya propia, sino que recordó que en ella vivía un animalito al cual tenía que proteger y cuidar a toda costa.
Tras un dolor de cabeza bastante fuerte y recuperar parte de mis recuerdos. Me levante tambaleante, y corrí a por el helado cogiendo una tarrina de vainilla y salí en dirección al lugar señalado donde estaba Yuukidama.
Y así como, aquella Maid armada de una tarrina de helado, decidió salir de la casa para poder encontrarse con su gato, si es que eso era lo que buscaba, que ella acababa de entrar y en un pispás, había logrado no solo localizar la comida, sino que además había logrado cazar una tarrina de helado salvaje.
El interior de aquella cabaña lo primero que una persona podía ver era un mensaje bordado en una pared, aquel mensaje era bastante sencillo, y aunque algo ominoso, no parecía dar mucho más que simplemente recordar a los que se adentraban en aquel lugar esta pequeña norma.
Santificarás las Fiestas
Por lo demás, aquella cabaña parecía ser una pequeña vivienda unifamiliar bastante adecentada. Claramente alguien estaba viviendo en el lugar, de hecho había algunas cosas desordenadas que se saliera de la norma de lo que debería haber una cabaña, o el hogar de alguien, debería ser (y estar).
La Maid IX se alejó de las otras Maids que seguían en el pueblo sin hacer demasiado y se adentró dentro de una de las casas sin dejarlo esta vez al azar para poder asaltar la nevera, en donde, esta notaría aquellas cosillas que la diferenciaban del resto de las cabañas, pues pese a estar todas cortadas por el mismo patrón, cada una parecía mostrar su vida y personalidad propia.
Aquella casa parecía ser distinta al resto, puesto que su estado era bastante más degradado que el del resto, ya que los muebles de madera se encontraban arañados por la parte baja, no había ni uno solo que se salvara. También se encontraba un pequeño cuenco de comida y otro de bebida en el suelo del comedor.
Y en el interior del frigorífico había cantidades ingentes de helado de vainilla... algo que quizás no tenga nada que ver con lo anterior, pero era importante de comentar.
El interior de aquella cabaña lo primero que una persona podía ver era un mensaje bordado en una pared, aquel mensaje era bastante sencillo, y aunque algo ominoso, no parecía dar mucho más que simplemente recordar a los que se adentraban en aquel lugar esta pequeña norma.
Santificarás las Fiestas
Por lo demás, aquella cabaña parecía ser una pequeña vivienda unifamiliar bastante adecentada. Claramente alguien estaba viviendo en el lugar, de hecho había algunas cosas desordenadas que se saliera de la norma de lo que debería haber una cabaña, o el hogar de alguien, debería ser (y estar).
La Maid VI se alejó de las otras Maids que seguían por el pueblo sin hacer demasiado y se adentró dentro de una de las casas sin dejarlo esta vez quizás al azar, en donde, esta notaría aquellas cosillas que la diferenciaban del resto de las cabañas, pues pese a estar todas cortadas por el mismo patrón, cada una parecía mostrar su vida y personalidad propia.
Cuando esta Maid se adentró en aquella casa en particular, esta se encontró que ya estaba siendo ocupada por una de las Maids que había conocido previamente. Al parecer esta casa quizás no le pertenecía a ella, o quizás estaba siendo una Okupa... o quizás ella era la Okupa... o quizás ambas eran Okupas... malditos Okupas han arruinado Okupalandia...
La puerta de entrada se abrió y la Maid echó un vistado para ver como la Maid que había conocido previamente se adentró en aquella casa en particular en donde esta ya estaba. Al parecer esta casa quizás no le pertenecía a ella, o quizás estaba siendo una Okupa... o quizás ella era la Okupa... o quizás ambas eran Okupas... malditos Okupas han arruinado Okupalandia...
VI saludo a la Okupante de la casa.
-Buenas, ¿Cómo va todo?
Preguntó mas por costumbre que otra cosa. Mientras echaba un vistazo a la casa
-Esta es tu casa, se supone que cada una de nosotros tiene una y aun ando buscando la mia, aunque creo que esta tampoco es.
-Supongo que bien -respondería mientras se llevaba a la boca una cucharada de helado, cargando en su otra mano el envase. -. Oh, no, está no es la mía. Estoy segura de que es de III, solo vine a quitarle más helado, pero creo que también debería buscar la que si me pertenece... ¿Vamos juntas?
Aprovechando la compañía de la maid, y que aparentemente estaban solas, no podría evitar preguntar.
-Por cierto... ¿Puedo preguntar que fue lo que sucedió allá? Quiero entender bien como acabó I haciendo algo bueno al matar a alguien -después de todo, ninguna le habíamos juzgado, y la única que estuvo presente cuando pasó fue VI.