Partida Rol por web

Y así fue como finalmente la Maid decidió marcharse en dirección al pueblo, al lugar exactamente por estaba el resto de las casas en el centro del pueblo, claramente esto no era una idea pésima ni nada por el estilo y evidentemente no iba a salir nada malo de todo ello...

Y así fue como finalmente la Maid decidió marcharse en dirección al pueblo, al lugar exactamente por estaba el resto de las casas en el centro del pueblo, claramente esto no era una idea pésima ni nada por el estilo y evidentemente no iba a salir nada malo de todo ello...

Aquella Maid pudo ver al Oso Polar salir de la casa en la que se encontraban hasta entonces, bueno, no hasta entonces porque ella se habia ido un poquito antes y se había ido a otra casa y habia vuelto al pueblo, pero bueno, tu ya me entiendes, esta siendo un dia largo.

Estaba en el pueblo.

Cuando la Maid VI llegó al pueblo esta pudo ver con total claridad la silueta de la Maid VIII saliendo bajo la luz de la luna llena de la casa más al norte, para encontrarse de frente con lo que parecía ser otro oso polar, corriendo a cuatro patas hacia ella. En breve iban a hacer contacto directo, y la Maid VIII no tenía nada con lo que defenderse.

Viniendo desde el exterior del pueblo, desde el bosque, una nueva Maid llegaría a la zona, esta parecía haber estado toda la noche en el exterior y acababa de retornar ahora al pueblo. Sea lo que sea que estuviera haciendo quizas fuera importante y quizas fuera malo.

Viniendo desde el exterior del pueblo, desde el bosque, una nueva Maid llegaría a la zona, esta parecía haber estado toda la noche en el exterior y acababa de retornar ahora al pueblo. Sea lo que sea que estuviera haciendo quizas fuera importante y quizas fuera malo.

Al ver al oso VI lo tubo claro, dispararía su arma contra aquella criatura para evitar la repentina muerte de su compañera serpentiforme, no quería desvelar su arma pero era cuestión de vida o muerte....

N....no...

A...ama...

La pistola de la Maid VI disparó directamente contra aquel oso gigante, y este soltó un fuerte rugido, tan potente que hizo que este se estremeciera. A la par de esto, la Maid VI pudo ver como el oso empezaba a desintegrarse delante de sus ojos, al igual que había visto como había pasado a aquel otro mueble de la casa... o aquel otro oso gigante...

Al menos ahora ya no tenía riesgo de ser brutalmente asesinada por un oso gigante... y había protegido a la Maid VIII.

Mientras todas aquellas se encontraban en el pueblo, un pitido intermitente que cada vez iba más rápido se hizo evidente, y aunque no se sabía muy bien de donde venía, lo que era claro es que era de algo o alguien que se encontraba en el pueblo o en sus inmediaciones.