Partida Rol por web

150.000 BC

Sobrevivir es el reto Takkar

Cargando editor
11/07/2021, 16:10
Takkar

Aquella nueva zona en la que se encontraba Takkar le desconcertaba bastante, no habáin muchos lugares donde guarecerse, no como el bosque, que la lo conocía bastante bien. A diferencia del último lugar en el que estaba, en esa Llanura podía ver venir los depredadores y ellos a él por desgracia. 

Había una arboleda cercana al río pero ya poseía dueño, una manada de babuinos gobernaba la arboleda y Takkar sabía que no podría quitarsela pero intentaría realizar un tipo de negociación para conseguir algo de madera. Buscó al macho alfa de la manada y se acercó hasta una distancia prudencial en la que no debería ser atacado. Takkar cogió de la bolsa de piel de conejo, unas cuantas bayas y frutos secos que había recolectado en el camino hacía allí y mostrándolos se acercó lentamente hacia el alfa. Se detuvo a unos metros de él y el babuino estaba vigilante, al menos eso quería creer Takkar. Se arrodilló y dejó encima de un pequeño grupo de piedras la ofrenda para el alfa, entonces miró al alfa y con una serie de gestos le hizo entender al babuino que aquellos frutos serían para él si le permitía coger un poco de madera para el homínido.

Takkar esperó paciente la respuesta del babuino alfa antes de hacer ningún movimiento que pudiera iniciar un ataque contra él. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

ha funcionado XD

Puntos de vida: 1/4

Estrés: 4/10

Locura: 2/10

Alimento: 6/10: Me alimento de 2 raciones que tengo: 8/10

Cargando editor
22/07/2021, 22:42
Director

El macho babuíno saca sus dientes y aúlla cuando Takkar intenta simpatizar con ellos, retrocede temeroso por su precario estado de salud de los poderosos colmillos del babuíno. Al igual que un jabalí, no debería ser un oponente peligroso para Takkar, pero le respalda toda una manada que lo convierte en estos momentos en algo letal. Otros dos machos se unen a los aullidos y golpes de suelo mientras varias hembras se lanzan hacia adelante lanzando sus excrementos contra Takkar.

Sin más comida ni refugio, Takkar no tiene muchas alternativas para aquella fría noche. Por suerte, ha comprobado durante su corto viaje por estos prados, que aparte de peligrosos y llenos de depredadores también estan llenos de comida y plantas sanas. Un buen recolector podría conseguir muchísima comida dedicando todo un día a ello. ¿Pero quién querría vivir en este lugar?

El homínido de ceño unido no puedes evitar pensar en Paj, en la horrible muerte que ha tenido, pronto esos recuerdos se desvanecerán. Sin duda. Durante unos instantes piensa en las palabras que él le enseñó y en lo que le enseñaste a él, a medida que su nombre, se desfigurará en la memoria de Takkar en los próximos días.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Noche
2ºC, Lluvia ligera, Viento ligero

-1 de alimento durante la noche
Terreno inhóspito+2 de Estrés
Frío +1 de Estrés
Hambre +1 de Estrés
Soledad +2 de Estrés
No Haber Dormido hasta aquí +1 de Estrés (aquí acaba el insomne, esta noche podrás dormir)

Los puntos de Locura funcionan sobre 3, tienes 2/3, por lo que confírmame en Offtopic si llegas al 3/3, tranquilo que no te volverás un tarado

Paj murió, y la noche es un momento de reflexión... ¿A donde ha ido? ¿Porqué su cuerpo ha dejado de moverse para siempre? ¿Qué ocurre con los humanos cuando dejan de moverse por siempre y mueren?

Cargando editor
27/07/2021, 22:56
Takkar

Tras recibir una reprimenda sonora por parte de los babuinos, Takkar entiende que no tendrá fuego esa noche por lo que se retira lentamente llevándose los frutos que había ofrecido al alfa y se los comería en lo que queda de atardecer y pasaría la noche con lo que había ingerido ese día. 

Llegada la noche y los sentidos de Takkar tuvieron que empezar a trabajar a marchas forzadas, escudriñando la oscuridad en busca que todo aquél sonido que había a su alrededor. En aquél nuevo lugar no parecía haber refugios naturales por lo que Takkar deberá trabajar por la mañana y crearse su propio refugio pero aquella noche le serviría para reflexionar sobre lo ocurrido los días anteriores y sobre Paj. El hominido había entrado en la vida de Takkar durante dos días pero habían sido los mejores de su vida desde que descendió las montañas. Aún no entendía cómo había dejado de moverse, sus heridas no parecían tan profundas pero eso escapaba a los conocimientos del guerrero, tan sólo los chamanes eran los indicados para tratar heridas y salvar las vidas de los homínidos, en la mayoría de las ocasiones. Tan sólo pudo poner fin al sufrimiento de Paj haciendo lo más honroso, clavarle su propia lanza. 

Por ahora Takkar necesitaba dormir y eso era lo que pensaba hacer, aunque tendría que hacerlo con un ojo medio abierto para observar que ningún animal viniera a mordisquearle los pies. 

Notas de juego

Puntos de vida: 1/4

Estrés: 4/10:Terreno inhóspito+2 de Estrés; Frío +1 de Estrés; Hambre +1 de Estrés; Soledad +2 de Estrés; No Haber Dormido hasta aquí +1 de Estrés: 11/10

Locura: 2/3: 3/3

Alimento: 8/10: -1 alimento por la noche: 7/10 

Cargando editor
30/07/2021, 15:38
Director

La noche había sido fría, y constantemente Takkar despertaba en aquel páramo descubierto. El frío y el viento eran como lanzas que caían visiblemente sobre él, oía pisadas entre la hierba y el viento arrastraba sonidos muy lejanos. La propia tierra parecía moverse bajo él mismo obligándole a cambiar varias veces de lugar. Cuando por fin el cielo clareó, Takkar decidió que ya había descansado bastante, buscó entre la hierba a su alrededor el origen de lo sonidos de la pasada noche pero no encontró nada.

El viento seguía menguando y aunque no hacía un calor idóneo, la piel de lobo le daba una cálida seguridad, si tuviera algunas pieles más, podría confeccionar algo más elaborado, para evitar el desgaste de la piel de lobo principalmente y relevarla únicamente al fin de señalar su gran proeza.

Un rebaño de saigas se acercaba desde el este a pacer en aquellos campos, los babuínos aún no se habían despertado y Takkar sabía que un grupo de perros salvajes rondaba aquella zona, tal vez asaltaran a las saigas, pero era cuestion de horas que aquella manada descubriera el precario estado de Takkar y volvieran a rodearle, era muy improbable que los cielos se abrieran de nuevo para impedir que saltaran sobre él.

Notas de juego

Mañana
8º, Viento ligero, Cielo Nuboso

-2 de alimento durante la mañana

Cargando editor
01/08/2021, 17:13
Takkar

Tras pasar la noche a la intemperie y pudiendo haber descansado, Takkar tenía hambre y no había nada cerca salvo una pequeña manada de saigas así que se dispuso a conseguir alimento y empezó a rastrear a las saigas, atraerlas hacia una zona de caza y abatir alguna para conseguir comida y alguna piel nueva con la que cubrirse alguna parte del cuerpo más. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Puntos de vida: 1/4

Estrés: 1/10

Locura: 0/3

Alimento: 7/10: -2 alimento por la mañana: 5/10

Cargando editor
02/08/2021, 14:50
Director

Takkar persigue a las saigas por aquellas praderas, pero siempre estan muy atentas a la llegada del cazador y saben anticiparse, alejándose contínuamente. Tampoco encuentra Takkar un lugar seguro en el que esperarles. Se cruza con algunas mangostas que aunque no le darían piel, sí le darían carne suficiente para llenar las brasas del día. Los pájaros que rondan las acacias también parecen presas suculentas y por supuesto, como la presa más vulnerable, se encuentra Takkar.

Quizá debería haberse marchado cuando tuvo ocasión, a lo largo de la mañana y mientras el sol se alza, los perros se van volviendo más activos, y lo que antes era una silueta burlona observando sus infructuosos intentos de rodear a algún antílope ahora se trata de un grupo curioso de saber, si Takkar dará suficiente comida para toda la manada.

Takkar camina entre los arbustos cuando los tres primeros perros salen al camino, al inicio de forma pasiva, pero a la que Takkar trata de dar un paso sacan los dientes mostrando que pretenden mantenerle en el lugar. el resto de la manada, otros cuatro perros, dejan a salvo a sus cachorros con las hembras preparándose y desde una posición más pasiva para atacar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ya sabes como va atacar, tienes la iniciativa y tan solo queda la opción de Atacar o Correr contra los perros.

Cargando editor
02/08/2021, 20:18
Takkar

Takkar sabía que no podría hacer frente a tantos licaones, al menos no en aquellas condiciones, herido y hambriento como estaba. De estar en plenitud de sus capacidades la situación sería diferente pero su enfrentamiento contra los jabalíes le dejó en unas condiciones deplorables. 

Su única opción era escapar de allí y eso fue lo que se propuso hacer y lo habría conseguido de no haber tropezado y caído al suelo al quedarsele el pie atrapado entre la hierba alta. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
08/08/2021, 10:34
Director

Los perros se agrupan y se lanzan detrás de Takkar, contínuamente le arrinconan y le muerden los tobillos, pero Takkar sigue corriendo propinando golpes y patadas para zafarse de ellos una y otra vez, trata de subir a un árbol pero le bajan a mordiscos y debe seguir corriendo. Los pulmones se le salen por la boca, la sensación de estar a punto de vomitar, todo el cuerpo le pesa terriblemente pero conserva energías suficientes para seguir corriendo.

Son cinco los perros que le siguen, de no ser por sus heridas, Takkar, el lobo solitario, está muy seguro de poder haber acabado con todos ellos. Una proeza que solo una auténtica bestia podría conseguir. No obstante no era el caso, estaba herido. Sus heridas olían mal, estaban hinchadas, rojas y dolían demasiado para verse capaz de enfrentarse. El morado de las costillas se había puesto de color negro y se encontraba dolorosamente abultado. 

Junto a una piedra se detuvo a descansar un momento cuando sintió una nueva mordida. Los perros le seguirían bastante rato. Los aleja de nuevo, y trepando por la piedra sigue corriendo por la llanura 

- Tiradas (2)

Notas de juego

+1 de Estrés por ser perseguido

De momento ellos fallan igual, así que la persecución sigue mínimo una tirada más

Cargando editor
08/08/2021, 13:06
Takkar

Pese a tener todo en su contra, Takkar sigue con vida un poco más. Consigue reunir fuerzas de no sabe donde y continúa avanzando a un ritmo superior al de los perros, propinando patadas y golpes con la lanza para quitarse a los perros de encima cada vez que está cerca. 

Si ese era el final de Takkar, no les saldrían barato el precio de aquél suculento bocado que querían los licaones. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Puntos de vida: 1/4

Estrés: 1/10: +1 de Estrés por ser perseguido: 2/10

Locura: 0/3

Alimento: 5/10

Cargando editor
08/08/2021, 14:00
Perros

Takkar llega hasta el vado de un río donde unas saigas han echado a correr antes siquiera de que Takkar las viera, para sorprender a los antílopes había que ser demasiado sigiloso o correr mucho. Sin pensarlo ni un momento Takkar se lanza al río que le arrastra hasta una zona donde sus pies se revuelven por el lodo para salir en la orilla opuesta, tras tres horas de persecución, de tira y afloja, los perros deciden que este muerto está muy vivo, y que buscarán una presa aún más débil.

El homínido se echa sobre la orilla fangosa, el sol sale por fin y el calor hace que palpiten sus músculos extenuados. El agua ha estado estupenda, revitalizante, ha sido como volver a nacer. Piensa en la gran distancia recorrida en tan solo los dos últimos días, observa el río. Es muy probable que Paj hubiera estado asentado por esta zona un tiempo, pero era una pérdida de tiempo para Takkar intentar encontrar el nido en el que dormía, no era buen conocedor de las tribus de las llanuras a la que probablemente perteneciera Paj. 

Takkar se encuentra algo desorientado, tiene hambre y se encuentra en un lugar totalmente diferente. Pese a que la vegetación es casi la misma de acacias esparcidas por aquel llano, la hierba es menos verde y está salpicada de árboles de pequeño tamaño como granados, manzanos y perales, parece un lugar más tranquilo que del que proviene.

Una corta caminata le sirve para ver un par de grandes uros. Ese era uno de los mayores trofeos a los que un cazador podía aspirar, pero el gigantesco tamaño y la potencia del animal lo hacían letal, e incluso una partida de cazadores solía tener al menos una o dos bajas contra el gran herbívoro. Un par de saigas flanqueaban a los uros como si fueran un extraño rebaño unido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Mediodía
11º, Viento ligero, Soleado

-2 de Alimento a Mediodía

Diooos, ya había escrito tu esquela

Cargando editor
08/08/2021, 19:32
Takkar

El sol alcanzaba su cénit cuando Takkar había conseguido deshacerse de sus perseguidores. había tenido que casi morir para conseguirlo pero ahora podía respirar un poco más tranquilo y podía concentrarse en otras cosas ahora que no tenía a los licaones detrás de él. 

Una nueva zona se abría delante de él, campos de hierba amarillenta y menos verdosa que en su anterior localización, árboles sueltos aquí y allá que podían proporcionarle un poco de alimento y algunos rebaños de mamíferos, de los que obtendría un premio mayor pero entre esos mamíferos habían uros y Takkar en solitario no era rival para tan inmensa criatura. así que por ahora Takkar decidió no acercarse a los mamíferos y dado que estaban cerca de los manzanos no quería arriesgarse a que se le echaran encima así que decidió quedarse en el río y llenaría su estómago con agua que al menos le refrescaría lo suficiente. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

no voy a tener suerte ni para coger una triste manzana XD

Puntos de vida: 1/4

Estrés: 2/10

Locura: 0/3

Alimento: 5/10: -2 alimento mediodía: 3/10. 

Cargando editor
16/08/2021, 18:29
Director

Sus lanzas eran firmes y fuertes, podía elaborar buenos cuchillos con su gran habilidad para la talla y tenía una idea en su mente para hacer de las pieles algo fuerte y firme capaz de adaptarse a su propio cuerpo tal y como las pieles se adaptaban a los propios animales, sin embargo, no era capaz de buscar comida por sí mismo. No era suficientemente rápido, sigiloso ni hábil para encontrar las presas a las que acechaban, aunque estas fueran unas peras cochinas que los simios y saigas ya habían dado buena cuenta de repelar. La noche se acercaba y Takkar conocía la certeza numérica de que no sobreviviría a ella.

Siendo el atardecer podía escuchar los aullidos de los perros, que debían recogerse hacia las colinas del este, eran depredadores diurnos y seguramente hoy les tocara ayunar pero mañana tal vez volvieran a intentar encontrar al herido homínido, Takkar no conocía en absoluto la región en la que se encontraba. Pese a lo difícil que fue la adaptación al inicio en el bosque al final hizo de él una región que conocía, ahora se enfrentaba al mismo reto a menos que decidiera seguir su viaje, aún así necesitaba comer.

Quisiera él o no, recorrió varias leguas en aquel lado del río hasta que llegó a un cráter. Era un orificio perfectamente circular de unos cuatro metros de diámetro de tierra revuelta y oscura, los bordes tan perfecta y artificialmente recortados hizo que la imagen resultara irreal y no obstante y sin importar el tiempo que dedicara Takkar seguiría allí, había algo en el centro, parecía una enorme y desconocida bola negra.

Notas de juego

Atardecer
11º, Soleado

-2 de Hambre al Atardecer

Cargando editor
21/08/2021, 19:32
Takkar

La muerte se hallaba en cada paso de Takkar daba, a pesar de todas sus habilidades, el estar herido y hambriento lo convertía en una presa fácil y eso no podía continuar así. Debía empezar a priorizar sus objetivos, al menos al estar cerca del río podría sobrevivir, aunque tardara un poco más de tiempo en encontrar alimentos, se eso tenía una certeza absoluta. 

Los aullidos de los licaones parecían estar cerca y por mucho que quisiera carne de perro, al ir en manada Takkar no tenía ninguna oportunidad así que siguió avanzando a lo largo del río hasta que halló un cráter en el suelo y en su interior encontró una bola humeante y negra:-Mmmmmmm.-y entonces recordó que hace dos noches vio una bola de fuego surcar el cielo. Sería ese el objeto que cayó del cielo, era bastante posible, así lo dedujo Takkar al acercarse y notar el calor residual de la enorme roca. 

Posó sus manos en la dura superficie rocosa y al instante pudo notar que se trataba de un mineral excepcional. Tal vez podría hacer un par de cuchillos nuevos y tal vez una punta para mejorar la lanza. Takkar sacó su cuchillo de piedra y golpeó suavemente la superficie rocosa para comprobar su dureza, habría que aplicar una cantidad de fuerza notable para extraer los pedazos que Takkar necesitaría para mejorar sus herramientas. Cogió una piedra grande con la que golpearía el mango del cuchillo y así extraer los fragmentos. Respiró profundamente y empezó a golpear su cuchillo acompasando cada movimiento de brazo con la respiración adyacente y tras varios minutos golpeando el meteorito, extrayo unos fragmentos casi tan grandes como su mano. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si me dices que es obsidiana me vuelvo loco XD pero creo que me dirás mineral meteórico que también me mola mucho XD

Vaya par de críticos acabo de hacer XD. pero me voy a morir de hambre a este paso. No puedo hacer otra tirada para recolectar algo de alimentos? Cuantos alimentos contaría beber agua del río? 

Puntos de vida: 1/4

Estrés: 2/10

Locura: 0/3

Alimento: 3/10:-2 alimento atardecer: 1/10.  

Ya me dirás cuantos fragmentos extraigo. 

Cargando editor
24/08/2021, 15:53
Director

La roca parecía vibrar en manos de Takkar, habían gemas incrustadas que atrapaban el sol. Sin embargo la forma de la roca y su composición era algo magnífico. Para Takkar no existía nada sagrado salvo la propia caza así que se apresuró a buscar una rama con la que empezar a desgajar aquel magnífico hallazgo. Buscó piedras y las afiló, ayudó a su cuchillo a sacar una enorme lasca de aquel material que parecía reflejar al propio homínido, el cuchillo se partió y de nuevo volvió a confeccionar otro sin problema. La tarde avanzaba y Takkar estaba sudado y cansado, había arrancado varios trozos de aquel meteoro y los había esparcido a su alrededor por dureza y colores, tenía entre otras una gema transparente: una piedra que tenía en su interior un pequeño sol a ojos de Takkar al ver el reflejo del mismo en el interior. Necesitaba echarse una siesta.

Tras dormir un rato Takkar volvió a emprender la faena. Apoyaba todo su cuerpo contra el cuchillo para desmigajar aquel valioso hallazgo pero con el paso de las horas sentía que no estaba haciendo la fuerza suficiente. Se ayudó con palos y piedras durante las siguientes tres horas y echó un par de cabezadas más. 

Le dolía todo el cuerpo y no era capaz de concentrarse. Estaba cansado, muy muy cansado. Necesitaba comer. Llegó andando hasta el borde del cráter pero tuvo que salir gateando de él, y así, a cuatro patas alcanzó una madriguera de hámsters y roedores. Intentó meter la mano destrozando el agujero. La luna ya se dibujaba en el cielo aún claro del crepúsculo y Takkar observó su silueta perfecta y blanca allí tumbado en el interior de aquel arbusto. 

Un aullido lejano, típico ya de aquellas montañas en el crepúsculo, resonó por las colinas cercanas y Takkar quiso responder lanzando su propio aullido ahogado, entrecortado y apagado en aquella desolada llanura donde yacía y de donde jamás se volvería a levantar por muchas lunas que salieran.

Notas de juego

Al caer a 0 de Alimento, recibes +2 de estrés y -1 pv que en este caso supone el final de esta crónica.

Cargando editor
29/08/2021, 09:11
Takkar

La tarde fue avanzando con los esfuerzos de Takkar por conseguir un trozo decente del meteoro para utilizarlo en una nueva herramienta, fue extrayendo fragmentos de diversos tamaños y colores, unos más vistosos que otros pero el que más le obsesionó fue uno transparente que encontró, en el cual se reflejaba la luz del Sol, como si estuviera dentro de aquél pedazo de roca. Takkar paró varias veces a descansar y en una de las últimas se despertó con el aullido de un animal, ya rozando el alba de un nuevo día pero Takkar notó algo con lo que antes sólo había soñado, esa sería la última vez que vería la luz del Sol y notaría su calor sobre su curtido cuerpo. 

Se levantó del suelo ennegrecido del cráter y salió gateando de él, y lo que descubrió allí le sorprendió. 

Un pequeño grupo de lobos de montaña había bajado hasta la sabana ahuyentados por un depredador más grande pero se habían encontrado con un congénere más grande, con un pelaje rojizo que según los registros de la historia desaparecería varios cientos de años después de que Takkar muriera. Los lobos de montaña salieron corriendo al ser rechazados por sus congéneres y éstos últimos vieron a Takkar y él vio lo que los cuatro ejemplares de lobo gigante estaban devorando, el cadaver de un Uros, su sangre y carne le proporcionarían a Takkar una fuente de alimentos muy necesaria y estaba dispuesto a todo por conseguirla. Recogió del suelo varios de los trozos de mineral meteórico que había recolectado y formó una lanza de dos puntas, y dos cuchillos de dos puntas para matar a esos gigantes lupinos y conseguir nuevos alimentos. 

Con toda la determinación fue al encuentro de los lupinos y éstos al sentir la sed de sangre de Takkar se pusieron a la defensiva, rodeando el cadáver del uros. Era su presa y no la cederían sin pelear y eso era lo que Takkar pretendía. Como si estuviera poseído por un futuro artista marcial, Takkar sujetó la lanza de dos puntas de una manera nueva para él, puede que el cansancio acumulado y la falta de alimentos le afectaran de una manera nueva para él pero le pareció que debía darlo todo para conseguir alimento. Pasaron unos momentos en el cuál ambos bandos se estudiaron y el primero en mover ficha fue Takkar, lanzándose a la carrera, parecía que se movía más rápido incluso que los animales a cuatro patas por que de un par de saltos se plantó a distancia de ataque del primero de los lobos y lo ensarto en el cuello dejándolo muerto de pie sin que hubiera podido reaccionar si quiera. Pero los otros tres miembros machos de la manada sí que reaccionaron y saltaron los tres sobre Takkar que seguía parado frente al lobo muerto. Dos de los lobos fueron a por sus tobillos y ambos agarraron Takkar por dichos miembros y el tercer animal fue a por el cuello del homínido, al sentir las dos dentelladas Takkar salió de su asombro y vio al lupino animal saltar sobre él y le dio el tiempo justo de soltar la lanza para poner su brazo de por medio para evitar llevarse la dentellada al cuello y sacar uno de los cuchillos y empezar a clavarlo en el cuerpo del lobo gigante. Puñalada tras puñalada el animal se quejaba de dolor hasta que soltó el brazo de Takkar y se alejó para morir desangrado, los otros dos lobos seguía mordiendole los tobillos intentando desestabilizar al homínido para morder otras partes de su cuerpo una vez estuviera en el suelo. Takkar rompió la lanza de dos puntas por la mitad y dejó la mitad clavada en el fallecido cuerpo del primer lobo y golpeó al lobo de su derecha con la parte de manera en el lateral de su cabeza mientras le atizaba con el puño al lobo de su derecha. Ambos animales quedaron aturdidos por aquellos golpes tan inesperados que soltaron sus mandíbulas liberando a Takkar de su presa. 

Ensangrentado y dolorido Takkar volvió a ponerse en posición de ataque, pero esta vez era una posición baja, con medio cuerpo en paralelo al suelo, con una mano apoyada en el suelo y la otra sujetando la mitad de la lanza.

En ese momento Takkar saltó hacia delante impulsado por sus piernas y su brazo y esperó a que los lobos atacaran esta vez. El primero en hacerlo fue el de su izquierda y con sorprendente rapidez éste se precipitó a por el brazo de Takkar pero el homínido fue aparentemente más rápido al realizar un giro pivotante sobre una de las piernas y clavar la lanza en el costado del lupino animal y éste se alejo quejandose y cojeando por que Takkar había conseguido acertar y clavar la lanza en la omoplato derecho del animal. El lobo a su derecha aprovechó el ataque para saltar sobre la espalda de Takkar y morder su hombro derecho. Takkar puso las manos sobre la mandíbula del lupino animal para soltarse de su presa y vaya si lo hizo. Sin saber de donde, Takar sacó una fuerza sobrehumana y apretó sus manos y siguió apretando hasta que se escuchó un crujido de hueso y el lobo aflojó la mordedura y cayó al suelo inerte. Takkar había aplastado el hocico del lobo y parte del cráneo con sus propias manos y eso había provocado una oleada de dolor en el animal que lo había matado al instante. Con nuevas heridas, resollando del esfuerzo y perdiendo mucha sangre Takkar aún quería más. Cogió uno de los cuchillos dobles y se acercó al último de los lobos que seguía con vida, con paso lento y pesado llegó hasta el lupino animal que gruñía y soltaba ladridos y dentelladas mientras se acercaba el homínido. Takkar extrajo la lanza y usó el extremo de madera para controlar al lobo y colocarse a horcajadas encima para rebanarle el cuello con el cuchillo. 

Finalmente había logrado vencer a los cuatro animales a costa de su propia vida, Takkar cayó al suelo derrotado pero todavía seguía con vida así que gateando por el suelo de la sabana, mezcla de arena y sangre se acercó hasta el cadáver del Uros y bebió su sangre para saciar su sed. Con el estómago lleno de sangre fresca fue hasta un árbol cercano para descansar y esperar a que llegara su final. La herida en el hombro le había afectado más de lo que le hubiera gustado y notaba que era su final. Takkar se sentó en el suelo y apoyó la espalda sobre el árbol para ver el esplendor del amanecer en la sabana y aunque se había convertido en una presa demasiado fácil para cualquier depredador la sed de sangre en Takkar era suficiente para que ningún depredador que se preciara se acercara al moribundo cuerpo de Takkar. El último pensamiento en la mente primitiva de Takkar fue su família allí en las montañas y cerró los ojos para dormir eternamente. 

Ningún depredador se acercó durante varios días a aquel lugar hasta que el olor a sangre se desvaneció y aunque los carroñeros se alimentaron de los cadáveres de lo animales, ninguno se acercó al de Takkar, no por que su aspecto fuera aterrador si no por que la sed de sangre aún persistía en el cuerpo del homínido y parecía que volvería a levantarse y atacar a cualquiera que se acercara. No fue hasta que pasaron varias semanas que el olor desapareció pero la descomposición ya había hecho su trabajo y Takkar permanecería allí por los años venideros como un recuerdo de que hasta en los últimos momentos de la vida de un humano podían volverse seres verdaderamente crueles. 

 

                                                                                       FIN

 

 

Notas de juego

por qué será que me gustan tanto los lobos XD

Me he tomado la licencia de hacerlo un poco épico. Espero que te guste. 

La imagen es para que te hagas una idea aproximada de la posición que adopta Takkar.