Partida Rol por web

*Encuentro Táctico: B9: Las Minas en la página 74. 

Después de superar o pasar por alto a los guardias, las PC pueden seguir las indicaciones de Jukkeam hacia la caverna sostenida por los dolgaunts.Los guardias de Kundarak protegen los túneles que conducen a las minas. Cuatro guardias bloquean las actividades de doce prisioneros y dan servicio al equipo de la sala.

A la vuelta de la esquina, cuatro enanos guardan la caverna polvorienta, charlando ociosamente.: Uno de los guardias te ve y grita: "¡Intrusos!" Los tres enanos con él rápidamente cierran filas y se preparan para atacar

Caracteristicas de la sala: Iluminación: Las antorchas colgadas del andamio proporcionan una iluminación brillante a 20 pies y una iluminación oscura a 40 pies. Los enanos tienen visión oscura a 60 pies. Grava: grava suelta y pedregal cubre el piso en esta área, y puede causar que los combatientes pierdan pie. Cualquier persona que se involucre en un combate cuerpo a cuerpo en la cámara debe hacer un control de balance de DC 10 exitoso o gastar una acción de movimiento tratando de mantener un equilibrio estable. Si la verificación falla en 5 o más, el atacante cae boca abajo. Los personajes también son propensos cada vez que lanzan un 1 en una tirada de ataque cuerpo a cuerpo. Cajón: debajo de uno de los andamios hay una caja con diez máscaras de filtro. Cada uno otorga un bonificador +2 a Fortitude saves contra toxinas inhaladas durante 1 hora. La caja también contiene una pequeña caja con ocho viales de antitoxina.

Al vernos superados en número decido que es hora de emplear los conjuros fuertes, así que sin perder tiempo empiezo a concentrarme y concentro mi vista en el enano gritón.

A ver si con esto dejas de armar jaleo maldito esclavista hijo del Khyber. - le increpo al enano mientras cinco proyectiles de fuerza surcan el aire hacia el gritón.

Los cinco proyectiles arcanos impactan de lleno en el barbón y sus compañeros dándoles una buena golpiza, esperando que ello baste para bajarles un poco los humos.

Señores enanos, no nos ataquen, dijo Panacea, levantando las manos desde su montura dinosaurica para que todos la vieran.  Venimos a rescatar a sus compañeros que fueron llevados por los tentáculos.  Venimos a rescatar a los mineros.

Déjenos pasar, y salir tranquilos, y si hay algún compañero vivo suyo se los traeremos. 

Si nos impiden realizar nuestra acción benéfica, nos veremos obligados a entrar por la fuerza, pero de verdad que no les queremos hacer daño innecesario.   Creanme de corazón.

Era persuasiva la halfling, cuando quería. 

Si los enanos no respondían, les invocaría un rayo* para que entraran en razón. 

Los ruidos de chachara llegaron a través de los tuneles pero no les dio tiempo a ser sigilosos ya que uno de los enanos les localizó rápidamente y el resto de sus compañeros se prepararon prestos para el ataque. Miro a Valinor y vio como desplegaba su magia mientras la pequeña mediana trataba de negociar con ellos. Quizá no tuviera sentido después del ataque del mago pero lo que decía era cierto y tendrían que apostar por aquel intento para ahorrarse tiempo en magullar a los enanos. No tenía intención de matarlos pero se estaba cansando de que opusieran resistencia.

Dio un paso adelante con el alfajon al frente amenazador y con su mano libre sacó la varita con la que se imbuiría en un escudo protector mágico que le ayudaría a evitar la primera descarga de aquellas ballestas si el plan no surtía efecto. Les daría aquella única oportunidad si querían pelea esta vez la iba a tener y no se iba a contener, estaban perdiendo demasiado tiempo y tenía ganas de salir ya de aquella prisión. Con tono serio y voz tensa les dijo lo siguiente:

- Haced caso a la muchacha, no queremos haceros daño, así como al resto de vuestros compañeros a los que hemos perdonado la vida por interponerse ante nosotros. Pero estamos perdiendo demasiado tiempo. Si no atendéis a razones, esta vez no contendré más mi mano.

Julius estaba algo confundido con respecto a que hacer, había una parte del equipo que ya había atacado, como siempre nuestro mago había tomado la iniciativa de atacar, lo cual parecía sumamente acertado, Panacea había intentado la parte diplomatica del asunto haciendo una exposición de motivos digna de un orador profesional, pero sin saber si sería efectiva después del ataque puesto que, puede que no sea muy fácil dialogar cuando ya haz lanzado una piedra pero en fin, lo que termino de definir la posición de Julius fue Shahnaz, quien secundo a la Druida.

El paladin se dispuso a cubrir a sus amigos y quedo atento a cualquier acción ofensiva para reaccionar con mayor velocidad. Ojala esto funcione, pensó para sí.

No habiéndose encontrado con actitud comprensiva, Panacea, como de rayo, pidió un rayo sobre la cabeza del enano líder.  

Última advertencia!   Ayúdennos a rescatar a sus compañeros. Si no, otros 7 rayos os golpearán.  Dijo esto mientras la nube druidica relampagueaba sobre las cabezas y barbas de aquellos. 

El paladin ante las palabras de sus compañeros, se extraño un poco, siempre acostumbrabamos a dar el primero golpe pero esta vez no fue así, solo le quedaba ponerse a la defensiva a esperar la reacción de los enemigos.

La mayor habilidad y potencia de fuego magica de los heroes al irrumpir en la habitacion hace que los enanos se vean sobrecogidos por la palabra de mando de la druida y al ver semejante despliegue de habilidades suelten las armas, sobretodo pensando , que solo tener que pasar atreves de ellos y que impediroslo significaria la muerte de algunos de uno u otro bando.

Conscientes de ello os dejan un pasillo abierto, para que podais continuar ya que un ataque de las PJ es lo último que esperaban estos guardias. Pelearán para defenderse, pero no arriesgarán sus vidas por el bien de la operación de Figlamn. Si se les da la oportunidad de escapar o ceder, lo harán. Los doce prisioneros aquí están medio muertos de hambre y casi mueren. Sin embargo, después del reciente asalto dolgaunt, temen más a las minas que a sus celdas, y huyen al ala de los prisioneros a la primera oportunidad.

Mas adelante en el camino de enrevesados tuneles en el arcado como B10 en el mapa... una gran pila de escombros se extiende a lo largo del costado de este corredor. Dos cadáveres momificados se extienden por las piedras. Los cadáveres son dos mineros esclavos que fueron asesinados por los dolgaunts y colocados aquí como una advertencia a los enanos.

Malditas aberraciones, tenemos que andarnos con cuidado, estas criaturas son pérfidas y agresivas. Traten de evitar que los tomen por sorpresa.

Al parecer pueden extraer la fuerza vital de sus víctimas. - digo señalando a los cadáveres momificados. 

No había que ser un maestro en nigromancia o respecto de las costumbres y facultades de algunos no muertos, para poder reconocer los efectos de una consunción de energía, más aún si se trataba de un tan evidente.

Fueran lo que fuesen estas aberraciones, era evidente que se alimentaban de la fuerza vital de sus víctimas.

Panacea echó aquí a andar su impulsivo plan de invocar el enjambre de murciélagos, ¡e iluminarlos con faerie fire para detectar a los dolgaunts! 

Los murciélagos salían de sus manos como una nube negra que se fuera concretando en jirones de terciopelo de ese mismo color.  S se confundía a los pocos metros con las sombras, las paredes, todo.  Sólo atinaban a ver algún batir de alas cubriendo algún reflejo metálico allá a lo lejos, o lo que fuera. 

Sin embargo la druida, muy estratégica, pensaba iluminar ¡a sus propios murciélagos!.  Con esa luz móvil que proviene del pacto de las hadas, los cocuyos y las luciérnagas con los druidas, iluminaba cual nube consciente y veloz aquella sala cavernosa.

Confío en que los detecten con su sonido y visión nocturna, y los rodearán.  Eso evitará que nos sorprendan y probablemente dejen a alguno aturdido.  Tengan sus ataques a distancia listos, en cuanto quede uno apuntado y resaltado por la luz, -les dijo, muy sabedora de su estrategia.   Moveré en ese momento al enjambre, y en ese mismo instante sueltan ustedes flecha y lanza cual muerte que avanza. 

Conviene lo más posible a distancia atacar para librarnos seguros de su agarre tentacular.

Los enanos hicieron caso de la druida y sus amenazas. Pensaron con la cabeza en vez de con sus armas y eso les salvo su vida. Pudieron avanzar sin problemas entre ellos internándose aún más por los corredores. Le llamó firmemente la atención las figuras momificadas que estaban colgadas ante ellos, eran una advertencia hacia aquellos que siguieran adelante.

- Habrá que evitar que nos toquen entonces. contestó al elfo. Un espectáculo mágico apareció ante ellos con el poder druídico de la pequeña Panacea. - Buen trabajo Panacea. Con ese plan podrían atacar a distancia a los dolnaugts y librarse de ellos. Sin embargo sus hechizos a distancia estaban limitados y tarde o temprano tendría que ponerse ante ellos para defender a sus compañeros.

Dejando tras de sí los cadaveres momificados, drenados de sus fluidos vitales, el calor iba en aumento. Los túneles continuaban serpenteando hasta que terminaron en una cavidad mayor. Se terminaba por fin el deambular bajo tierra y delante se veían apilados más cadaveres. Un pequeño montículo de cuerpos momificados y sobre ellos el cuerpo inerte de un gnomo con numerosas marcas de tentáculos drenadores. Unas marcas visibles apesar de los extraños tatuajes que cubren su torso y su espalda.
El montículo se asemeja a la despensa de cualquier animal salvo que un dolgaunts era más peligroso.
Los murciélagos iluminados proyectaban sombras y esperanzas. Los movimientos por los túneles eran más sencillos y la bóveda con los cadaveres, la comida dolgaunts se hizo visible para todos.
Nadie vivo estaba en el lugar y tampoco se veían más salidas salvo los túneles por donde los héroes se acercaban

Mientras recorremos los túneles de la mina, empiezo a recordar más cosas sobre esas aberraciones. 

Esas cosas son extremadamente resistentes al acero común así que si no tienen armas mágicas, mejor absténganse de combatir directamente a esas cosas.

Quizá Pana pueda bendecir nuestras armas para volverlas más efectivaa contra esos seres de lo contrario la vamos a pasar mal. - comento con seriedad.

Panacea activó su visión mágica. 

¡Debe haber alguna puerta escondida por aquí cerca!  -les dijo a los elfos.    ¿Atra-a-ás de la pila de cadáveres?  No se oyó como muy entusiasta de la idea de escarbar entre el jale de todos esos pobres mineros. 

Confiaba en que sus murciélagos, con su eco-detección, encontraran a los dolgaunts si es que estos estaban escondidos ahí.  

O si algún no-muerto decide moverse.   -tembló un poco de sólo pensarlo.  Su dinosaurio sólo olfateó, queriendo morder hueso. 

Es-estoy lista para aplicar bane a las armas, en cuanto sepamos a que nos enfrentamos en esta gruta, Valinor.  -Podría hacerlo dos veces, sólo necesitaba saber si sería vs. aberraciones o no-muertos, lo que les apareciera primero.

La druida y sus aliados animales otearon, oyeron, vieron y ecolocaron todo peligro y puerta que estuvieran otrora ocultas, en sinergia.