Partida Rol por web

Los prisioneros realizaron su aparición por el túnel, corriendo, empujándose y tratando de liberarse de sueño perseguidores dolgaunts y sus tentáculos. Los guardias enanos se sorprendieron de los gritos que les pedían ayuda a ellos, los vigilantes. Pero al escuchar y tomar conciencia de la situación real, fueron trotando para formara barrra solicitada mientras dirigían una fugaz mirada al su compañero degollado.
Ocho dolgaunts corrían tras los presos, ahora liberados de sus celdas, algunos comenzaban a caer al suelo pero no por los ataques sino por los tropezones y empujones. El miedo paraliza las mentes de muchos hombres en las batallas.
El ogro continuaba protegiendo a su líder, Finglamn el Enano mientras reculaban para acercarse a la pasarela. Todo era observado por Valinor tras cortar la cuerda de la balista desde su privilegiada posición, alejado del peligro inminente o por los menos de la primera oleada.

Al observar la situación, decido que es hora de largarnos de allí porque sin importar que bando ganara es lucha, los grandes perdedores seríamos nosotros, así que sin detenerme a pensarlo empleo la magia de mis botas para llegar a la cubierta de la Dama Risueña y desde allí le hago un señal a mis compañeros para que se apresuren a abordar el navío.

¡Venga daos prisa!  - grito mientras me giro para empezar a impartirle órdenes a la tripulación de Hellscurvy

Ustedes preparad las armas, abran las troneras y apréstense a abrir fuego a mi señal y antes que se te ocurra contradecirme Damog, déjame decirte que mis amigos tienen a nuestros amigos y si no los ayudamos a abordar ahora, es poco probable que nadie salga de aquí con vida. - le  digo al capitán mientras me pongo en marcha hacia la bodega a recuperar mi bomba, pues tenía nuevos planes para ella.

En efecto, Panacea esperaba que los enanos dejaran pasar a los prisioneros, al menos a los no enredados ya en los tentáculos dolgaunts, y subirlos todos al barco y zarpar lejos de ahí.   Los corruptos opresores operadores de la mina ilegal habrían de enfrentarse con los horrores del plano de la sinrazón, ellos solos. 

Vamos vamos, dejenlos pasar, si, -con la mano iba dejandolos pasar a los prisioneros y apurándolos hacia el barco, y.... ¡cierren filas! ¡ahora! ¡apresten armas!  

Vio con gusto que Valinor dejaba listo el barco para zarpar.

Unos rayos haré para que os ayuden, desde aquí atrasito lo hago para que les peguen bien a esos dolgaunts.  ¡Serais victoriosos!

Se fue al barco y desde ahí invocó precisamente una tormenta de rayos*, que flanquearía a los dolgaunts, y tenía enseguida preparado el pergamino de "gust of wind" para impulsar las velas de la nave que los trajo y que rápidamente se fueran lejos de ahí.  Lo leería en cuanto soltaran amarras.

Su dino la miraba desde cubierta, con ganas de atacar al horror que chocaba como ola contra los enanos, pero haciéndole caso de mantenerse ahí.  Llevaba el cadáver del gnomo encima, y su tatuaje seguramente contenía la clave del diario que buscaban.  Dura realidad pero pensaba que eso era, por la reacción de su informante rescatado. 

Mientras lo enanos avanzaban para cerrar filas y defender la salida de la cueva, el elfo aprovechó para conjurar sobre si mismo un conjuro que le haría salir más rápido de allí y dirigirse hacia la pasarela. No miró atrás y esquivó a los guardias enanos mientras las extrañas criaturas comenzaban a emerger de la salida.

El caos que habían liberado los prisiones le dio ventaja a la hora de moverse hacia la pasarela pero no subió a bordo del barco, se quedó en puerto a la espera de que le dieran la orden de echar la pasarela abajo.

Miraba con recelo al enano que estaba junto al ogro. Se dirigirian a defender el puerto de lo Dolgnauts o querrían entrar al barco.

Las aberraciones llegaron al muro formado por los enanos y el combate a muerte comenzó mientras os dirigías a la cubierta de la embarcación. Sobre las maderas de la Dama Risueña, Damog comenzó a impartir ordenes para salir del puerto, las indicaciones de Valinor surtieron efecto así como la aparición de los dolgaunts.
Figlamn, el lider Enano era inteligente, puede que su lucrativo negocio estuviera en riesgo pero su vida era más importante. Le hizo una señal a su guardaespaldas ogro para que dejase pasar a Shahnaz, él quería lo mismo, subir a la embarcación. Con todos en cubierta el ogro, que fue el último en posar sus enormes pies en el barco, ayudó a retirar la pasarela.
Los gritos de la tripulación se mezclaban con las ordenes de Damog que a su vez se superponían con los gritos de los enanos, estaban perdiéndo la lucha. El hechizo de Panacea ralentizó la agonía y la más que muerte segura que iban a sufrir. Cuando la Dama Risueña se separó unos 20 metros del puerto, ya no quedaba ningún Enano en pie, sus fluidos estaban siendo succionados por las aberraciones.

El viaje hasta el puerto Verge comienza con las pulsaciones elevadas todavía por salvar las vidas y el rescate de los prisioneros

Una vez con todos en la embarcación, desciendo a la bodega y desarmo la bomba para luego guardarla de vuelta en mi mochila, el procedimiento era sencillo y rápido, sólo tenía que girar una llave que me dio el artificiero y presionar un botón.

Listo un asunto menos del cual ocuparme ahora a lidiar con el ogro y el enano, pues creo que es hora que se reúnan con sus creadores.

Ya con la bomba asegurada me puse en dirección al camarote de Damog, pues tenía un trato para él, uno que sin dudas le gustaría.

El ogro sería duro de pelar, de eso no había duda, pero él era uno,  nosotros por otro lado, pues bien, eramos los suficientes como para aniquilarlo casi sin esfuerzo.

Estaba consciente que mis tratativas con Damog no iban a gustarle a Julius, pero eso no iba a impedirme hacer todo lo posible por ver que ese maldito enano recibiera su justo castigo.

Si estaba en lo correcto y mi plan tenía éxito, Julius muy probablemente terminaría por perdonarme, después de todo, ese maldito esclavista no podía irse de rositas y la muerte era algo demasiado bueno para ese sujeto.

Panacea dejó el cadáver del gnomo Traxis en buen resguardo, echándole un hechizo para que no se echara a perder en el camino, aunque reseco y rechupao estaba.   Pobre chico.   Cuando vio a Valinor salir, mandó a su dinosaurio a que lo siguiera, y le sirviera de guardaespaldas escamado.

Mientras el elfo se encargaba de ver qué con el director de la mina, ella copió los tatuajes del gnomo en un pergamino, para evitar el olvido, y luego, cuando terminó todo salió a alcanzar a Valinor y el resto, a ver en que andaban.

Al ver que Panacea mandaba a su dinosaurio con Valinor, él se quedó con ella para protegerla. Su plan inicial era no haber dejado pasar al enano ni al ogro. Pero para evitar un combate con un enemigo tan terrible echandoseles encima no pudo evitarlo. Una pena no haber podido echar abajo la pasarela y haber usado posteriormente la dracomarca que le había aparecido.

- ¿Entiendes algo de lo que pone o qué significan todas esas rayas, Pana? dijo a la mediana mientras revolvía entre la ropa de Thraxis buscando el mapa. Quizá aquello que estaba copiando Pana estuviera relacionado con las dracomarcas. La dejó seguir haciendo su trabajo mientras vigilaba que el enano y el ogro se mantuvieran a raya.

Buenas tardes capitán, vengo en son de paz y con la intención de hacerle una propuesta mutuamente beneficiosa. 

Como bien sabrá usted, estamos llevando de paseo a dos pasajeros ilustres, el enano y el ogro, sin embargo creo que el padre de Jukkeam pagaría muy bien por el miserable que esclavizó a su hijo. 

Al menos yolo haría, por lo que le propongo algo, si sus hombres son capaces de encargarse del ogro, mis amigos y yo nos encargaremos de su patrón y luego usted puede vendérselo al padre del chico por una buena suma.

¿Le interesa?

Vítores de júbilo llenaron la cubierta. Los prisioneros no dejaban de gritar hasta que las fuerzas les comenzaron a flaquear. El capitán Damog estaba orgulloso y facilitó pasaje gratuito para todos siempre que lo necesitasen y estén cerca de las islas. Él sabe que se ha realizado un gran favor a la casa Enana Kundarak y que podrá mantener su embarcación. Como buen patrón se retira para dejar que su tripulación, los prisioneros y vosotros mismos, podáis celebrar vuestro éxito.

Figlamn, es el Enano que posee el rostro más triste. Ha salvado la vida, si, pero el precio que deberá pagar comienza a aparecer en su mente. La casa Kundarak no perdona y querrá saber todo lo relacionado con la mina. El guardaespaldas ogro se alejó unos pocos paso de su anterior protegido. Daba a entender que ya no le servía, estaba liberado de su contrato. Continuaba con sus facciones rígidas y curtidas por las peleas que seguramente habría vivido desde que que dedicaba a su profesión.
Panacea no tardó en copiar los tatuajes del cuerpo del Gnomo mientras Valinor se alejaba de cubierta.
Shahnaz Comprobó dos cosas, que el diario no aparecía por ningún lado y de que el ogro no le quitaba la mirada. Había visto como degollaba al Enano y sabía lo que debía temer de el

Los tatuajes son el diario, los escritos de Sarlonan en old common, son las propias notas del artífice. En ellos se hace referencia a los glifos e inscripciones que se encuentran alrededor del pilar que indica la entrada de la tumba. Su traducción indica que la tumba permanecerá sellada hasta que lleguen “los que portan el poder del Ojo del Dragón”.
Sin embargo aún con el diario completo, no indica el lugar de Trebaz Sinara para comenzar la búsqueda de la tumba. Solo se mencionan 3 puntos de referencia, el cementerio del dragón, las fauces del leon y la rueda del fuego. Poca información para alguien que no sea un experto explorador de Trebaz Sinara

Damog era un ser avispado, era capaz de oler el dinero y la propuesta que se le presentaba era jugosa. La casa Kundarak estaría en deuda con él y eso siempre era bueno.
Hummm, puede ser un buen trato. La casa enana Kundarak podría sufragar varias de mis expediciones- Daba ligeros rodeos con sus palabras, se rascaba la barbilla dando la sensación de que sopesaba lo que se le comentaba. Un trato que desde el principio estaba más que aceptado -Mi tripulación se encargará del ogro... Quizás logremos que se enrole- Sonríó maliciosamente -Esperaremos tu señal y lo reduciremos-
Hizo llamar a varios de sus hombres para comentarles lo que debían realizar cuando subiesen a cubierta y te ofreció su mano para sellar el acuerdo

Estrecho la mano de Damog y salgo a cubierta seguido de los piratas, listo para darle su justo castigo a ese miserable esclavista.

Al regresar a la cubierta salmodio un conjuro, sin previo aviso, los vítores de la tripulación me ayudan a que la conjuración pase desapercibida, con el conjuro listo, me acerco a Filgamn y le doy la señal a los piratas para que sometan al ogro mientras yo poso mi mano sobre el hombro drl esclavista, al tiempo que una bruma plateada me rodea.

Finalmente recibirás tu justo castigo cerdo esclavista. - anuncio mientras los piratas someten al ogro y el enano se retuerce de dolor.

Cuando lleguemos al puerto, responderás por todos tus crímenes ante la casa Kundarak.

Bien Valinor.   Pero los cerdos son bonitos, seres de la naturaleza y la granja, no los ofendas comparándolos con el esclavista.

Dejen al ogro, parece que su contrato acabó, o su esclavitud comprada acabó.  Pero ustedes ex-prisioneros juzgarán que justicia se merece. 

Luego de lo que trascendió, Panacea llamó a sus amigos al camarote.  Les habló en voz baja, pero convencida de guardar el secreto, la emoción se le salía al contarles. 

Descubrí que ¡los tatuajes son el diario!   Los escritos de Sarlonan están en común antiguo; son las propias notas del artífice. En ellos se hace referencia a los glifos e inscripciones que se encuentran alrededor del pilar que indica la entrada de la tumba. Su traducción indica que la tumba permanecerá sellada hasta que lleguen “los que portan el poder del Ojo del Dragón”.

Sin embargo aún con el diario completo, no indica el lugar de Trebaz Sinara para comenzar la búsqueda de la tumba. Solo se mencionan 3 puntos de referencia, el cementerio del dragón, las fauces del leon y la rueda del fuego. Poca información para alguien que no sea un experto explorador de Trebaz Sinara, así que ¡tendremos que ir nosotros!

Ahora bien, -pareció dudar la mediana-, como tenemos que entregar el cadáver por ser lo pedido, podemos borrar los tatuajes, o disfrazarlos.  Permítanme hacer una obra de arte sobre la piel del pobre difunto.  Sólo cambiaré algunas palabras para confundir a quien lo quisiera seguir.   Aunque ya se hayan robado el libro original, no está de más ser precavidos, ¿verdad? 

En los bolsillos de Thraxis no encontró nada, esperaba que lo que transcribía Panacea fuera útil para lo que habían ido a ese lugar, ya que tal y como habían salido de allí les resultaría difícil volver a buscar el diario. Sintió que alguien le vigilaba y al darse la vuelta vio como el ogro no le quitaba el ojo de encima. Le levantó la cabeza a modo de desafío. No le gustaba tener a aquel ogro en el barco pero al final se había colado.

Una sonrisa se perfiló en sus labios al dar Valinor la orden de acabar con aquel ogro, había avisado a todos los piratas pero él sólo bien se hubiera podido enfrentar a él. Hubiera sido más interesante. Mientras se acercaba con el alfajón en la mano dispuesto a alimentarla de sangre de ogro. Panacea les llamó la atención y la diversión acabó. Confiaba en su buen juicio que les había echo salir de más de una y la respetaba por lo que guardó el alfajón y se dio la media vuelta de nuevo hacia ella.

La seguía a modo de protección, era un miembro valioso del equipo y no podía dejar que nadie la amenazará así que cuando les llamó al camarote fue tras ella.

Portaba buenas noticias, por suerte aunque no tuvieran la localización exacta.

- Buen trabajo Pana. Imagina que los que portan el poder del Ojo del Dragón somos nosotros con estos tatuajes que aparecieron de la nada.

Pana me disculparás, pero yo no recuerdo haberme comprometido a entregar ningún cadáver, nuestro contrato original era por un artefacto, no por un cuerpo inerte, lo mejor es quemar el cadáver y olvidarnos del problema, de ese modo sólo existirá un mapa, el nuestro.

El capitán Damog y sus hombres vinieron aquí por el joven Jukkeam, quien está justo allí, tenemos todos nuestroa compromisos cumplidos y no estoy dispuesto a darle la más mínima oportunidad a los agentes de la garra esmeralda.

Así que, en cuanto termines de transcribir los símbolos, voy a quemar este cuerpo y esparciré sus cenizas al aire para que nadie pueda acceder nunca más a sus secretos. - anuncio con voz firme, dando a entender que no iba a discutir mi plan con nadie.

Mis conocimientos arcanos me decían que donde queda un cuerpo, queda un cabo suelto quebun nigromante bien podría aprovechar.

Los seguidores debla Garra Esmeralda son adoradores de una liche y por lo tanto versados maestros de la nigromancia, no, ese cadáver debía ser destruido y cuanto antes mejor.

De acuerdo Valinor 

¿Jukkeam sera cabo suelto? ¿Puedes alterar su memoria?

No puedo hacer eso, pero lo que si puedo hacer es darle un susto de muerte, al menos eso bastará para mantener su boca cerrada. Dame un instante. - digo con una sonrisa maliciosa en el rostro.

Rápidamente salmodio un conjuro, el cual deja mi mano cubierta de un pigmento verde, luego golpeo los talones de mis botas y abro un portal que me permite ubicarme al costado del muchacho.

Sin previo aviso cojo a Jukkeam del brazo y le susurro unas cuantas palabras al oído.

Hola muchacho, acabo de poner una maldición sobre ti, ahora llevas mi marca. Ahora escúchame bien porque sólo lo diré una vez.

Tu nunca me has visto, ni a mi, ni mis compañeros, por lo que si alguien alguna vez en tu vida te pregunta sobre nosotros o tu escape de esta prisión, dirás que todo fue gracias a Damog y a nadie más que él. 

Si alguna vez le cuentas a alguien sobre mi o mis compañeros sufrirás una enfermedad mortal y tras tres días de agonía que serán peores que el infierno mismo, morirás.

Ya me has visto en acción, sabes que mi magia es muy real y mis escrúpulos casi nulos. ¿Estoy claro? - pregunto con voz amenazante y serena.

Tranquilo, la marca desaparecerá en una hora cuando mucho, pero la maldición vivirá en ti para siempre. Y recuerda que si hablas con alguien sobre esta maldición, no harás más que empezar tu propio tormento.

Si acatas mis indicaciones y no mencionas mi nombre, el de mis compañeros o el de Thraxis a nadie, durante cierto tiempo, prometo liberarte de la maldición, hasta entonces manten la boca cerrada. - añado mientras veo al chico palidecer por la mancha verde en su brazo, la misma que no era más que tinta indeleble bioluminicente que desaparecería en una hora.

Sin mediar más palabras con él, me alejo del chico con una sonrisa maliciosa en el rosto.