Partida Rol por web

Después de agradecerle las buenas palabras sobre su futuro casamiento, charlaron con Sir Meadow de diversas cuestiones relacionadas con Salisbury, tanto de la mesnada del conde como de las tropas que cada uno de sus abanderados podía proveer en caso de necesidad. Y burla burlando, Sir Cadwallon fue llevando la conversación con sutilidad hacia la lealtad que castellanos y oficiales de Salisbury tenían hacia el Conde Roderick.

Non sabria decir.  pero de puertas para afuera, nadie tiene fama, ni se presta a mostrar postura critica con los Pendragon.

Et yo diria que la su lealtad no es poca. No obstant, la virtud se mide mejor en la adversidad, et estamos aun lejos della, a pesar de los Cornicos et los sajones en ostigarnos.

¿Y respecto al pueblo llano? Aún recuerdo que los de Cornualles tenían una espía, que se hacía pasar por pueblerina o que lo era pero además les informaba, que huyó antes de que pudiéramos apresarla. ¿Cabe la posibilidad de algo así en estas tierras, o el resto de aldeanos le delatarían por su lealtad hacia el rey?

Sir Meadow parecía caballero prudente, poco dado a hablar más de sus superiores. O eso, o el Conde Roderick era un buen señor que lograba generar lealtad entre sus vasallos. Ambas eran buenas noticias, por lo que Sir Cadwallon prefirió no insistir más en el tema, so pena de que sus preguntas fueran tomadas por un interés malsano en buscar traidores al Conde entre sus allegados. Mejor dejarlo correr y ver qué respondía el caballero a la pregunta de Sir Flaín.

¿Y respecto al pueblo llano? Aún recuerdo que los de Cornualles tenían una espía, que se hacía pasar por pueblerina o que lo era pero además les informaba, que huyó antes de que pudiéramos apresarla. ¿Cabe la posibilidad de algo así en estas tierras, o el resto de aldeanos le delatarían por su lealtad hacia el rey?

No entiendo muxo de asnos, ni de gochos, ni de campesinado, pues a menudo mesma cosa son.

El dinero es siempre un buen motivo para delatar si se tiene muxa necesidad dél, y si la catadura moral es mejorable. Muxos os diran, que la moral, et la lealtad es solo para cuando se tienen la panza llena, y de aquestos como en botica, de todo hay.

No nos costa la existencia de agentes de Cornualles en aquestas tierras , pues parecen andar muy lejos de ese reyno, et tampoco parece  la discreción et la prudencia, cosas de sajones et si de espias. 

Sonrío a Sir Meadow y afirmo levemente en algunas de las cosas que dice. Buenas tierras parecen entonces, lejos de problemas y conflictos. Buen sitio para pasar los tiempos en que no tengamos actividades, Sir Cadwallon.

Cierto dia, en uno de los pasillos del castillo, sir Ulfius Duque de Silchester, ve a sir Cadwallon. al parecer el duque anda de buen humor, y con sonrisa amistosa aborda al caballero en estas palabras.

Non sus conozco caballero, pero si estais en aquesta corte, sin duda es por buen merito y  virtud no poca. ¿ quienes sos vos?

El joven caballero se inclinó respetuosamente al reconocer al poderoso Duque Ulfius de Silchester. - Mi señor, mi nombre es Sir Cadwallon, y nací en Catterick, donde fui nombrado caballero. Desde hace años sirvo al Rey Uther con lealtad. Por mis trabajos y afanes al servicio de Salisbury y Logres, el castellano de du Plain, Sir Neylin, me ha prometido la mano de su hija, a la cual espero desposar este mismo año. Si las tierras que estos esponsales me otorguen como feudo están cerca de du Plain, como así espero, pronto seré vecino del famoso y poderoso Duque de Silchester - El Castillo de du Plain estaba cerca de la frontera entre Silchester y Salisbury, y las tierras que el joven caballero esperaba conseguir con su matrimonio no debían estar lejos del castillo, aunque aún no había considerado apropiado preguntar dónde estarían situadas exactamente. 

Imito la inclinación de Cadwallon ante el duque. Por mi parte mi nombre es Sir Flaín, de Figsbury. Me temo que no llevo tantos años como mi buen amigo Sir Cadwallon al servicio del rey Uther, pero lucho día a día para estar por lo menos al nivel de mi amigo.

Yo también espero próximamente contraer matrimonio, aunque en mi caso desconozco dónde se localizan las tierras del padre de mi prometida. Si es que puedo llamarla así, dado que las cosas todavía no se han hablado y estoy esperando a la intercesión del castellano de Du Plain para poder reunirme con él.

Aunque dudo que las tierras estén demasiado lejos de Du Plain, ¿no crees, amigo? digo mirando a Cadwallon.

Sir Cadwallon de Catterick, Sir Flaín de Figsbury ,tras pronunciar vuestros nombres pensativo, prosiguió:

Dicen de ambos que armasteis revuelo en Cornualles, aunque tambien hay quien habla de vuestra valia contra los vasallos del rey de Cornualles.

En fin, bienvenidos seais.

Dicho lo cual, hizo ademan de seguir su camino, y eso hará si no le preguntais o charlais más con él.

Cadwallon se inclinó ante el Duque respetuosamente cuando este hizo ademán de marcharse. Le molestó darse cuenta de que se sentía un poco intimidado ante la presencia de tan alto caballero, y le dio la impresión de que no supo aprovechar la buena disposición de Ulfius para obtener un mayor rendimiento a este encuentro.

Aunque, en ocasiones, no decir nada y dejarle la duda a tu interlocutor sobre si eres un patán era preferible a abrir la boca en demasía y confirmarlo sin lugar a dudas.

Una pequeña sonrisa asoma a mis labios ante las palabras del Duque. Que alguien de su clase sepa sobre nosotros siempre es buena señal. O eso creo.

Tan solo atrapamos y matamos a un traidor, aunque el conde no pareció verlo de ese modo. Pero si hubiera seguido entre sus caballeros, Portius podía haber hecho mucho daño.

Hago yo también una reverencia al duque cuando hace intención de irse, dándome la vuelta para proseguir nuestro camino. Estoy contento, los más grandes del reino empiezan a conocer mi nombre y mi apellido se verá engrandecido por ello.

Pocos caballeros que matan a otro caballero fabaln bien del difunto, traidor, fornicador...  Poco importará ya al difunto la su muerte, pues fiambré quedó.

No quiso esperar ni oir conversación de los caballeros, y siguió a lo suyo, no sin antes despedirse con un adema´n y sonrisa amistosa.

El tiempo pasó en la corte de manera muy fructifera, se hicieron contactos, se conoció a ilustres caballeros y se recibió regalos y gloria.

Aun asi, no estaba todo resuelto alli, puesto que quedaba un tema no menor, esto es el casamiento de ambos caballeros  y sus circuntancias.

Sir Cadwallon de Catterick, tenia una idea más o menos clara de su esposa y de su suegro. Ella era la hija del  de un castellano