Yo no tengo interés en rolear nada, sino en irme con el Rey Uther a matar sajones :D.
A mi esposa ya la conoceré el día de la boda. Pero oye, si hay que esperar a que Sir Flaín conozca a la suya (¡ah, qué muchacho más romántico!) por mí, ningún problema en esperar ;).
No, no, si eso nos vamos a matar sajones, que siempre es entretenido. Así potenciamos el "odio sajones", XD
Pues aun no conoceis a vuestras esposas. Sois caballeros y hay cosas importantes que hacer, antes de amorios y demas tontadas.
Perfecto. A matar sajones
Pos lo dicho, dextrero y sajones.
El dia de la marcha ha llegado. Los dias previos os habeis dejado llevar por el triunfalismo habitual de las tropas en estos casos.
Hasta tal punto hay euforia en los caballeros de vuestro bando, que dudais seriamente de que halla tantos sajones, como muertos han prometido matar vuestros compañeros.
La compañia expedicionaria, la comandará el principe Madoc, puesto que el rey se ha quedado rematando ciertos asuntos. Sir Ulfius, Duque de Silchester dirigirá las tropas de vanguardia. Sir Roderick Conde de Salisbury se encargara de la retaguardia.
Principe Madoc
Sir Ulfius. Duque de Silchester
Sir Roderick Conde de Salisbury
Vuestra lealtad a los Pendragon, os obliga a encabezar el batallon de vanguardia.
Os dirigis al condado de Hertford, pues es desde alli en el este, donde más han saqueado los sajones. Al parecer, las tropas de alli, incapaces de hacerles frente han pedido ayuda a la corona. Los sajones han avanzado sin piedad por aquellas tierras, y han contado con refuerzos constantes llegados desde sajonia.
La compañia vuestra no es pequeña, pero temeis que estareis en inferioridad numerica frente a los sajones. Vuestra superioridad tactica, y la tremenda caballeria acorazada de la que formais parte, deberian hacer no solo que la balanza se equilibre, sino que se vuelque claramente a vuestro favor.
Ademas, tambien se van uniendo tropas por el caminoy eso hace que adopteis un numero muy respetable.
El viaje se hace llevadero, pues abunda el buen ambiente, y no es dificil escuchar grandes hazañas vividas por vuestros compañeros de expedición. Ademas, las noches las haceis más en castillos o en ciudades, que al raso, por lo que estais en un ambiente más cómodo del que estais acostumbrados.
Por fin llegais a vuestro destino, a la mañana siguiente tendreis la contienda. en verdad los sajones no son pocos y creeis que os superan en numero. el lugar de la lucha esta elegido y solo resta prepararse y descansar.
El viaje desde luego resulta mucho más agradable que otros que hemos tenido. Con la moral por los aires y cabalgando en mi dextrero, escucho los comentarios de otros caballeros mientras mi mente vuela a diversas acciones heroicas en batallas. Yo de momento solo puedo contar la vez que me nombraron "Piel de Hierro" y lo sucedido en Cornualles.
Cuando nos paramos para hacer noche antes de la batalla siento los nervios bailar en mi estómago, previendo la batalla próxima. Sonrío a mi amigo. Mañana será el día. No te dejes matar o tendré que consolar a tu prometida digo a modo de broma.
Luego le pongo una mano en el hombro. Ahora en serio, mañana cuídate, ¿vale? No me gustaría quedarme solo ahora que vamos a ser vecinos.
No era mala cosa formar parte de la hueste de Salisbury en armas. La moral de la tropa era alta y todos se esforzaban por parecer más valientes y temerarios que los demás, jactándose con antelación de las hazañas que realizarían en la batalla por llegar. Cadwallon no se quedó atrás, y fanfarroneó como el que más.
La noche antes del combate, Sir Flaín le deseo suerte. Era un caballero valiente y esforzado, y era un honor tenerlo como amigo. - Cuidaos también vos, mi buen Sir Flaín. Pues también lamentaría perder a un buen vecino y, sobre todo, a un amigo como vos.