Partida Rol por web

El tiempo pasó en la corte de manera muy fructifera, se hicieron contactos, se conoció a ilustres caballeros y se recibió regalos y gloria.

Aun asi, no estaba todo resuelto alli, puesto que quedaba un tema no menor, esto es el casamiento de ambos caballeros  y sus circuntancias.

Sir Cadwallon de Catterick, tenia una idea más o menos clara de su esposa y de su suegro. Ella era la hija del  de un castellano, del de Du Plain.

En cambio, Sir Flaín de Figsbury "Piel de Hierro", poco sabia de su futura esposa ni de la familia de ella, solo el compromiso de ser "honesta y leal". al parecer con esto mismo le servia.

Cierto dia, sir Neyen, futuro suegro de Sir Cadwallon, presento a cierto hombre. sus ropa sorprendian pues eran radicalmente distintas a las de los alli presentes.

Ese se os presento como Abil. es escribano y contable y tiene como cargo llevar la cuenta y supervisar ciertas minas que dan algo de carbon y minerales de baja calidad al condado, y que se hayan cerca de Du Plain.

En la charla, amena y distendida, a pesar de la evidente diferencia de rango entre Abil y vosotros, comprobais su buena disosición a entregaros a su hija como esposa.

Haciendose a un lado Abil y sir Flain, pero no lo suficiente como para no ser oidos por los otros, hablan y de esta manera:

No habeo problema ninguno en entregaros a la mi filia como esposa et que sea casada por el rito vuestro, pero tambien quisieremos hacer ceremonia judia por ser tradicion en la mi familia.

Por un momento me quedo pensando. Es cierto que confío en el criterio del Señor castellano de Du Plain, pero ¿un judío? Quiero decir, no tengo nada en contra de ellos, pero yo soy cristiano. Aunque es cierto que no suelo demostrar demasiada devoción. Y además está el tema de la diferencia de rango. Yo soy noble y el, por muy enriquecido que esté, no dejar de ser un siervo. Pero, por otra parte, sir Neyen prometió que sería una esposa leal y de confianza, buena esposa y madre. Y si eso que he oído va sobre la hija de Abil, yo también creo que podría ser una buena esposa.

Finalmente afirmo. No tengo inconveniente en hacer también el rito judío con vuestra hija. Confío en el criterio de Sir Neyen, y estoy seguro de que vuestra hija será una buena esposa y madre de mis hijos.

Así pues, acepto vuestra petición, si vos me aceptáis como futuro yerno, y aceptáis que nuestros hijos serán criados conociendo vuestras costumbres pero al amparo de la religión cristiana.

Tras escucharle, le pone la mano en el hombro en señal de amistad.

Tras oirlo sir Neylin interviene:

Bene est, pues habemus casamiento et doble.

Que sepais ambos caballeros, que el casamiento trae consigo el cuidado, mantenimiento et si es posible engrandecimiento de un señorio, pero ya se fablará mas tarde de aquesto.

La idea de casarse con la hija de un judío le pareció a Cadwallon... peculiar. No tenía nada especialmente en contra de los judíos, aunque era cierto que en Catterick no acostumbraban a salir de sus barrios y no había tenido nunca demasiado trato con ellos. En cualquier caso, aunque no sabía qué problemas le podrá acarreara a Sir Flaín este matrimonio, lo cierto es que no era asunto de su incumbencia lo que decidiera hacer Sir Flaín. Y si contaba con la aprobación de Sir Neylin, para él era suficiente garantía.

Sin embargo, al escuchar que él también tendría un señorío en propiedad, Sir Cadwallon olvidó sus posibles reticencias. Tener tierras que sus hijos pudieran heredar era, sin duda, una de sus más grandes aspiraciones, y parece que pronto se cumpliría. Sir Cadwallon procuró que no se notara en demasía su entusiasmo, por miedo a ofender a su futuro suegro. Pero se le notaba. 

Sonrío a ambos y afirmo. Entonces me parece que lo que nos queda es celebrar el compromiso doble con una botella de vino. Si os parece bien, claro, pero me parece una ocasión especial para ello.

Me giro hacia mi futuro suegro. Espero poder conocer pronto a vuestra hija. Si no me equivoco, ¿Sir Cadwallon ya conoció a su futura mujer, verdad?

Mientras mantengo la conversación, voy dirigiendo nuestros pasos hacia la cocina para pedir una botella de vino y beber por el éxito de nuestros matrimonios y de nuestra gestión de los señoríos.

Tras el beneplacito de los caballeros a los enlaces matrimoniales, la maquinaria de  protocolo comenzó a funcionar. algo que de usual puede durar meses, esta vez se resolvió en un par de semanas, como si alguien tuviera mucha prisa en celebrar tal enlace, o como si tambien, la cosa viniera gestandose de lejos.

No obstante, cierto dia , muy de amanecida, os juntais con vuestros suegros, y los 4 , con el sequito correspondiente tomais un paseo matutino. el paseo es cabalgada y os lleva hasta lo que seran vuestro señorios.

Los señorios estan uno al lado del otro. Se os supone capaces de defenderlos y mantenerlos.

Tu señorio es ese, puedes añadir algun recurso, alguno son gratis pero la mayoria cuesta dinero.

En función de tus ingresos base, puedes decidir comprar o no. Anualmente haré una tirada sumando los bonus/ malus y habrá unas consecuencias.

Es que nunca has tenido un señor como tal, bastante que anualmente te daban sustento y cambiaban de ropa y cabalgadura.  ahora tendras que tomar decisiones.

Ouch! Ok, pues vamos al lío.

Para sir Flain: 

Esta bien que le hayas echado un ojo al terreno para adelantar trabajo. recuerda que estabais dando un paseo y os lo han presentado. Cuando recibas el dinero del año y tomes posesión de el, ya podras hacer efectivo esos cambios.

Sir Cadwallon de Catterick  ¿ todo bien? no se nada de ti 

El señorío que Cadwallon iba a conseguir por su matrimonio se llamaba Oak Creek y estaba situado en el bosque de Harewood, al este del castillo de Du Plain. Su principal fuente de ingresos eran unas minas situadas al norte, en una zona de agrestes colinas, y los cultivos y artesanía del pueblo de Oak Creek. Había un camino principal que transitaba cerca del pueblo y cada mes, un mercado que suponía también una buena fuente de ingresos.

Junto al pueblo había un gran lago que proporcionaba pesca a los campesinos y que a Cadwallon le pareció muy agradable de contemplar. El bosque de Harewood era otra fuente de ingresos, por la madera que se podía lograr de allí y, en general, al caballero de Catterick le parecieron estas unas tierras ricas y fértiles, un lugar donde criar hijos fuertes e hijas sanas y perpetuar su linaje. ¡Ah, si su padre lo pudiera ver ahora!

Aunque su suegro le indicó que le prestaría dos soldados curtidos como escolta de su hija, Cadwallon supo que tendría que contratar más gente. Probablemente bastaría al principio con conseguir a unos cuantos mozos fuertes en los alrededores, y entrenarlos para que supieran por qué lado se cogía la lanza. 

Respecto al señorío de Pendleton, situado al norte del castillo de Du Plain y también colindante al bosque de Harewood y al condado de Oak Creek, tiene como principales fuentes de recursos las colinas de dónde se extraen piedras y minerales, el bosque de dónde se obtiene caza y madera, y el comercio que llega a través del camino que cruza el condado en dirección al de Oak Creek.

Nada más verlo, lo primero que me llamó la atención es una torre, antigua pero bien mantenida, ideal para guarecer el camino utilizando relativamente pocos soldados.

También me llama la atención la zona de campos abiertos que tiene más al sur. No creo que fuera muy difícil acotar una parte que mezcle campo y un poco de bosque para hacer un coto de caza y empezar a labrarme un nombre entre los otros caballeros. Podría ser algo interesante.

Aunque también hay otra cosa que llevo pensando desde hace tiempo y de la que cada vez estoy más seguro: nombrar a mi escudero, Darren, primer caballero de este señorío. Es aún novato, pero tengo su lealtad garantizada. Creo que podría ser algo bueno.

Tras el paseo por el que serán las futuras tierras, nuestros caballeros y sus suegros, acompañandos por una escolta generosa, retornan al castillo. Al parecer todo seguirá los procedimientos adecuados en este caso, preparativos de los que los caballeros estaran ajenos, pues tarea  de sobra tienes estos de por si, la tarea de las armas.

Por tanto cada uno a los suyo.

Los dias desde aquel primer contacto con las tierras que seran las de nuestros caballeros, han pasado tranquilos para estos. No han faltado los paseos por la zona.

Ya pasado el mes de febrero, comienzan a percibir movimiento en el castillo. Primero jinetes, muchos , que salen en todas las direcciones, y que cabalgan veloces. Luego la llegada de caballeros y mesnadas varias. Efectivamente, se avecina movimiento.

Al parecer, en el este ha habido sucesivas oleadas de sajones asolando aquellas tierras, y los nobles de alli, incapaces de hacerse cargo, han pedido ayuda al rey. Y se prepara para eso, un ejercito. Al parecer lo comandará el principe Madoc.