Partida Rol por web

El pozo por fin esta abierto y nuestra oportunidad de salir de esta madriguera con vida por fin parece que se va a cumplir, ahora hay que bajar y con cuidado. Miro a Alvaro y Rodrigo..

mes amis yo os cubro bajar vosotros primero que estais mas endommage, cuando tengamos un momento de tranquilidad, ya revisaremos vuestras heridas

Saco mi pistola, la ultima que me queda cargada y calculo por si se acercan demasiado los cabrones traidores que nos han apuñalado en el corazon, creando una herida que temo no se curara nunca, hasta que nuestra sed de venganza este lo suficientemente saciada con la sangre de esta compañia de perros.
Cuando los dos castellanos comienzan a bajar, miro a hans
como vas a bajar tu solo sin peligro ahí abajo?

La mujer no le aclara mucho sus intenciones, pero sus actos hablaron antes por ella. Por lo que al menos tiene el beneficio de la duda de momento. Cuando ve como baja el chaval, y después la eisena, se asoma a mirar.

Supongo que nadie tiene una mísera vela siquiera ¿no?

El caso era que todos sabían que el último que bajara sería el que más peligro correría, y claro está nadie quería dar su dado a torcer. Y no podían perder tiempo discutiendo.

Amigos, compañeros, hermanos. Todos sabemos lo que va a pasar, y todos queremos estar aquí para salvaguardar al resto. Pero no podemos perder tiempo. Dejemos que Theus decida.

Sacó unos dados de su falquitrera y se quedó con uno en la mano.

Alvaro el uno, Hans el dos, Pierre el tres y yo el cuatro. Cinco y seis repiten.

Álvaro había limpiado a Almudena y Victoria en las ropas de los perros caídos mientras Rodrigo se encaraba con la eisena. Álvaro se había acercado hasta él y le había puesto una mano amistosa en el hombro.
- Hermano, ha sangrado con nosotros y si hubiera querido rajarnos el cuello le habría sido más sencillo mantenerse junto a los perros. Ya tendremos tiempo de conocer sus motivos. Vamos, no queda tiempo.

Los perros habían comenzado su carga. El pequeñajo ya estaba abajo y Mallory ya descendía. Pierre parecía dudar esperando a que los castellanos bajaran a pesar de las indicaciones de Hans y Rodrigo quería gastar el tiempo en jugarse a los dados el honor de ser el último en bajar. Álvaro negó con la cabeza, no había tiempo para aquello. Le dio una palmada en la espalda a Rodrigo.
- Rodrigo, en verdad amáis el honor jajaja Mas no tenemos tiempo que perder. Dejad que Hans, el primero en ofrecerse, tenga el honor. Él es el más fuerte de nosotros y quien mejor podrá afianzar la cuerda. No perdamos más tiempo o menos tendrá Hans para bajar tras nos.

Dicho lo cual Álvaro no esperó a recibir respuesta, pues en verdad ya habían perdido demasiados instantes. Miró la cuerda, luego el pozo y se encogió de hombros con una sonrisa.
- ¡Os dejo la cuerda libre!

Comenzó a bajar raudo el pozo apoyando la espalda contra una pared y las piernas y brazos contra la otra. A esta altura las paredes estaban secas y tenían muchos salientes que aprovechar para bajar raudo, por lo que pronto estuvo a la altura de Mallory, a quien adelantó pasando a trepar él por los asideros de las piedras.
Tras adelantarla sí se cogió ya a la cuerda y pudo bajar incluso aún más rápido, soltándose al final de la cuerda para caer sobre el agua.

Micchelangelo ya se encontraba en la relativa seguridad del fondo del pozo, Mallory descendió con sus recios brazos por la cuerda y el Bachiller en uno de sus alardes bajó con gran estilo. Para su desgracia al agarrar la cuerda le faltó fuerza en los brazos para sostenerse. Así pues resbaló y cayó con gran estrepito y remojo al agua, pero sin hacerse daño alguno.

Pierre, Hans y Rodrigo seguían junto al pozo mientras los eisenos cargaban y lo mas preocupante los primeros virotes de una nueva ronde de arbalesteros volvían a repiquetear en las piedras como una lluvia maligna y mortal. 

Me quedo a cuadros cuando Rodrigo dice de jugarnoslo a los dados
amigos no tenemos tiempo de jugar, hans y yo somos los mas enteros y seremos los últimos si o si, Rodrigo estás herido, baja ya o sino bajo yo, cuanto más tardemos esos-señalo a los eisenos-nos darán caza y nos matarán, no seas cabezon
Estoy apunto de saltar al pozo, pero espero dos segundos para ver la reacción de Rodrigo, que con los dados en la mano los agita, preparado para lanzarlos, mientras un grupo de locos eisenos disparan contra nosotros

Por primera vez no ya en toda la noche si no en las semanas que lo conoceis parece que Hans se relaja. Una media sonrisa acude a su rostro cuando pone la mano en el hombro de Pierre y lo empuja de manera amistosa. Habeís pasado mucho juntos en esta noche infernal y ahora el escapar parece cerca. No vendrá de unos segundos.

Pierre, amigo, deja que Rodrigo se quede mientras tu y yo bajamos ocupa en ese momento la posición junto al pozo que Pierre ocupaba apenas hace unos segundos listo para bajar Si llego al fondo antes que tu...

La sangre de Hans, caliente y pegajosa salpica la cara de Pierre. Tanto Rodrigo como el montaignés tardan una fracción de segundo en darse cuenta de que la parte trasera de la cabeza del eiseno es ahora una amalgama sanguinolenta. Casi instintivamente volveis la cabeza y veis inmovil, separado de vosotros por más de cincuenta pasos y la muchedumbre de Perros, a von Lüdlow.

Sosteniendo con el brazo extendido la pistola, aun humeante, con la que por la espalda acaba de asesinar a Hans.

Ois como alguien golpea un pedernal y al cabo de unos segundos se enciende una pequeña antorcha. Sosteniendola con el brazo estirado y con el agua hasta el pecho el pequeño rapaz ilumina el fondo del pozo. Ahí os dais cuenta que en realidad el pozo no extraia el agua de una cavidad en la piedra si no de lo que parece ser un canal subterraneo. Las paredes sorprendentemente dan la impresión de que no se trata de una gruta natural sino de algún tipo de pasadizo. Pero nunca habeís visto piedra tan finamente trabajada, pues no alcanzais a distinguir las junturas entre bloques, ni una arquitectura que tan elegantemente curve las paredes de tal manera que os da la sensación de estar de pie dentro de un catalejo.

El agua fluye claramente en una de las direcciones y podeis ver como el tunel sigue perdiendose en la oscuridad. Si quereis llegar al mar es de esperar que sea necesario seguir el agua que fluye. Signore Alvaro...andiamo? pregunta el rapaz.

Con una mirada que fundiria los mismos alpes miro al cerdo que comanda esa unidad de putos deshonrosos, miro a rodrigo y diriguiendome al pozo
rodrigo baja ya prefiero que vivas y luches mañana que luches ahora y tenga que ir mañana a tu entierro en una fosa comun
Y vosotros cerdos juro por la sangre de mi compañero que si os cruzais alguno de vosotros en mi camino, os mandare directos al infierno donde estan mis compañeros esperandoos para que sufrais durante toda la eternidad en ese momento cojo el guante lo unto mis dedos enguantados con sangre de Hans y los beso para cerrar mi juramento

Y a toda prisa Bajo por el pozo como alma que lleva al diablo

Saltas por el pozo y aterrizas en el agua fria, has entrado limpiamente y no te haces ningun daño en la caida. Miras a tu alrededor y ves a Mallory y a Alvaro junto a Micchelangelo que sostiene una antorcha.

Ahí te das cuenta que en realidad el pozo no extraia el agua de una cavidad en la piedra si no de lo que parece ser un canal subterraneo. Las paredes sorprendentemente dan la impresión de que no se trata de una gruta natural sino de algún tipo de pasadizo. Pero nunca has visto piedra tan finamente trabajada, pues no alcanzas a distinguir las junturas entre bloques, ni una arquitectura que tan elegantemente curve las paredes de tal manera que da la sensación de estar de pie dentro de un catalejo. El agua fluye claramente en una de las direcciones y puedes ver como el tunel sigue perdiendose en la oscuridad. Si quereis llegar al mar es de esperar que sea necesario seguir el agua que fluye

Sorprendido por haber aterrizado como un gato, miro a mi alrededor y veo a alvaro a la misteriosa mujer que nos ha ayudado, aunque de momento no sabemos por que y al joven cuya protección estamos obligados, tras salvarnos su madre, ahi que reconocer que es una noche dificil de olvidar por la cantidad de cadáveres inocentes que hemos dejado tras nosotros, por culpa de esta traición
Saco mi pistola y apunto esperando ver que cae por el agujero, si es rodrigo o algun otro

Observo como el pequeño niño enciende una antorcha y mira al castellano con cara de a donde ir, justamente cuando otro de los suyos baja.

Me adelanto al pequeño y miro al grupo.

Yo delante, más fuerte.

Tras eso comienzo a seguir el fluir del agua.

Antes de que Álvaro tenga tiempo de darle la orden a la mujer, tanto por su fuerza como por no fiarse de darle la espalda aún, ella misma es la que se ofrece, a lo que se limita a asentir.
- Avanza un poco rapaz, para no estar a descubierto quien venga, pero esperemos aún. Rodrigo ha de bajar – mientras piensa “baja, maldito cabezota, baja” – Seguiremos el curso del agua. Al final siempre va a parar al mar.

Malherido por las heridas acumuladas en la noche, aprovecha los instantes para apoyarse en una de las paredes para recuperar el resuello. Es entonces cuando puede realmente aprovechar para admirar la construcción en la que se haya y preguntarse cómo y quien construyó aquellas paredes. Dista mucho de cualquier cosa que haya visto en su vida, lo cual le hace sentirse intranquilo; un escalofrío recorre su espalda.
- Pierre, ¿y Hans y Rodrigo? ¿Se han quedado jugándose a los dados quien sería el último en bajar?

Esa pregunta hiere mi corazon como si me hubieran metido un carbon ardiendo por la boca, con la tension del momento queria centrar mi cabeza en escapar y ponernos a salvo, luego ya habría momento de llorar

Rodrigo esta arriba y debe de estar perdiendo el tiempo, por que sino no se que esta esperando, Hans...-paro para pensar bien mis palabrasA Hans lo ha matado el traidor de Von Lüdlow y puedo prometer que los tres vamos a centrar nuestras vidas en conseguir que ese perro acabe haciendo amistad con los gusanos de tierra, pero ahora debemos centrarnos en salvar a ese joven, curar vuestras heridas y despues matar a esos perros

La noticia de la muerte de Hans le cayó como un jarro de agua fría pero que a diferencia de aquella le hizo hervir la sangre. Cerró el puño iracundamente e hizo un gesto demasiado rápido que le lanzó andanadas de dolor punzante por todo el cuerpo por las múltiples heridas recibidas, lo que le obligó a volver a apoyarse en la pared.

- Maldito hijo de la gran puta. Juro que no pararé hasta que matemos a ese mal nacido y acabemos con esa compañía de perros sin honor.

Al fin bajó Rodrigo y Álvaro se acercó hasta él para darle un abrazo tras apartarlo de la abertura del pozo.

- Tras la noticia que nos ha dado Pierre, temí que tú siguieras el camino de Hans. – se separó de él, aún con la mano en su brazo – Me alegro de que estés con nosotros, hermano.

Luego se dirigió a todos.

- Vamos, sigamos el curso del agua. La mujer quiere ir delante y a mí me parece bien. Creo que deberíamos ir dos delante y dos detrás, con el rapaz en medio. ¿Os parece?

Tras lo que se giró a Rodrigo.

- Rodrigo, ¿prefieres ir delante o detrás? – parecía claro que asumía que Pierre debería ir detrás. 

Emprendeis la marcha guiados por la luz de la antorcha y el ruido del fluir del torrente subterraneo. Tratais de no mirar hacia los lados donde, deseais que sea vuestra imaginación, os parece intuir las formas de horribles monstruos que observan vuestro paso.

Para vuestra fortuna no os encontrais con ningún desprendimiento ni ningún camino sin salida y finalmente llegais a una reja que da al exterior. Parece que Theus os sonrie pues la reja está abierta sobre unos oxidados gonzes y podeis ver al otro lado, iluminado por las luces del amanecer gris las siluetas de los barcos amarrados.

Micchelangelo os hace una seña y susurra Questo é mientras señala un barco. Barco que al parecer será vuestro camino a la libertad. Sin más dilaciones abandonais las catacumbas y caminais hacia el muelle y la nave.

Entre las brumas os acercais a la nave que señala el muchacho. Es una pinaza de dos palos, rápida y ligera. Algo más reducida que las que se usan para navegar por ejemplo de Castilla a Vodacce pero especialmente adecuada para la navegación costera e ir escondiendose de cala en cala por la costa vodaccia. En un lado podeis ver claramente escrito su nombre Il Adventurero.

Impaciente Micchelangelo empieza a subir por la plancha hacia la cubierta de la nave y justo en el momento en el que sobrepasa la borda oiis un grito y una conmoción. Una omniosa figura se yergue en la borda sosteniendo a Micchelangelo mientras que un pelotón de guardias os cubre la huida por detrás. Los bellacos os esperaban y se habían escondido entre cajas y redes.

Volvemos a vernos stronzi reconoceis la voz del inicio de la noche, el malvado capitán que no dudó en dispararos con un cañón. Ahora con un pie en la borda sujeta a Micchelangelo por el cuello manteniendolo en vilo mientras que con la otra mano os señala con su sable Reconozco que habeis satisfecho tutte le mie expectativas. Ya creía que huiriais como ratas de la paliza que se han llevado vuestros compinches en el cuartel. Y un poco de "persuasione" ha bastado para que las puttane confesasen donde os escondiais suelta una infame carcajada pero ahora que sé lo que sé sobre il bambino debo decir que ya no me interesais. Arrivederci signori recuerdos a los diablos en el infierno.

Y haciendo un gesto ordena a sus secuaces que se avalancen contra vosotros. Mientras rie y Micchelangelo patalea.