Partida Rol por web

Rodrigo habia bajado a regañadientes al pozo, pues sabía que lo único que le esperaba allí arriba era la muerte y sus compañeros aún podían necesitarle.
Pero durante todo el camino estuvo turbado, cabizbajo y callado. La preocupación y la culpa del superviviente estaban haciendo mella en su ánimo de general alegre.

Más cuando llegaron a su destino pareció sobreponerse. Habían sobrevivido para luchar otro día y vengar a sus hermanos de armas. No les defraudaría.
Pero Theus tenía otras propuestas. Ya que el vodaccio que había asaltado la casa del placer de la madre del pequeño les estaba esperando.

Has cometido el último error de tú vida. Vodaccio malnacido.

Desenvainó su espada y señaló a los soldados vodaccios.

Primero ellos. Después tú.

Nada más decir eso, el espadachín castellano se lanzó de cabeza contra aquellos hombres sin importarle su propia seguridad. Claro que también podría decirse que es que aquellos soldados no tenían ninguna oportunidad. Creían que su número les mantendría a salvo. Los aceros chocaron, pero la hoja castellana centelleaba rauda y veloz, mordiendo la carne de sus enemigos y dejandoles malheridos y tumbados en el suelo. Rodrigo estaba enmedio de todo ello, parando y esquivando las acometidas. La furía restallaba en sus ojos.
 

Álvaro caminó en aparente tensión todo el trayecto bajo aquellas extrañas paredes cuyos orígenes no atinaba a adivinar. Quizás esperase oír a los perros seguirles de un momento a otro al percatarse que no iban a salir de ese pozo, quizás fuese cosa de su mente jugándole un mal rato y hacerle creer que realmente podían salir monstruos de las sombras en cualquier momento… Era una idea absurda, pero Theus bien sabía que había cosas más allá de las que podía explicar un simple hombre de armas como él…

Al fin llegaron a la reja y un suspiro aliviado salió de sus pulmones al ver la reja entreabierta. Sonría con ánimo al acercarse al barco. Ya estaban cerca de su objetivo y podría descansar para curar sus heridas.

Mas el bastardo vodaccio los esperaba agazapado junto a sus cagalindes. Más aún aquel bellaco se atrevía a levantar por el cuello al rapaz que estaba bajo su protección.

Rodrigo fue el más raudo en saltar a la refriega dejando a la mitad de un grupo en el suelo. Álvaro le siguió a la zaga. Un salto, paso al frente, agachar, paso izquierda, hombro, giro, paso izquierda, pierna, el miedo reflejado en los ojos del último soldado en pie, y muslo. Un grupo menos.

Se giró al grupo que quedaba.

- Los perros no han podido con nosotros, ni lo haréis vosotros. Corred, petimetres, si queréis salvar la vida. ¡Corred!

¿Que se imaginaban que iba a pasar?

Habeis cruzado a través del mismo infierno de polvora, aceros y gritos. Habeis mirado a los ojos al demonio traidor. Habeis buscado en vuestras almas esperanza y redención.

¿Y ese idiota cree que un par de puñados de guardias van a deteneros?

Impulsados por vuestra justa rabia despachais al primer grupo de guardias. El segundo, que se encuentra cerrando la retirada a Mallory y Pierre mira, los rostros lívidos de terror, alternativamente a su capitán y a los aceros que los dos Compañeros que aún no han atacado sostienen.

Avanzo contra el único grupo de hombres que quedaban en la comitiva, ya que los castellanos habían acabado contra el otro grupo en un abrir y cerrar de ojos.

Por fin he encontrado gente para recuperar el honor.

Con un movimiento de mi espada ancha, consigo enganchar a dos de los hombres de un solo tajo, partiendolos en dos con la brutalidad típica de los guerreros eisenos, mientras una sonrisa se marca en mi cara.

Pensabamos que esto habia terminado, pero cuando un rayo de esperanza empezaba a iluminar nuestros corazones, el capitan que intentó detenernos al principio, aparece para amargarnos ese sentimiento y además reconociendo que para encontrarnos han torturado a mujeres, es un incentivo más para acabar con toda esta gentuza y quemar hasta esta maldita ciudad

Aun así la frase de " pero ahora que sé lo que sé sobre il bambino debo decir que ya no me interesais", que significa, quien es este niño, no lo sabemos y ahora no es tiempo para pensar eso.

Así que me coloco delante del grupo de malhechores que nos cierra el paso, beso mi espada sonrio y les miro.
hoy es un día triste para nosotros, nuestros hermanos han sido asesinados, pero su sangre y sus espiritus están con nosotros y van a guiar mi brazo para daros muerte así que rezar lo que sepais por que hoy vuestros pulmones tomaran aire por última vez

Salto en medio de ellos como si la locura y la fuerza de mis camaradas caidos me empujasen mi brazo y comienzo a cortar y cercenar a los enemigos que rodean mientras rio y en mi cabeza solo tengo una imagen la ejecución de Hans, un acto cobarde e innecesario

Je suis mort, votre amant, accepte un dernier baiser, un baiser et le froid qui vous plongera dans l'enfer

Sus compañeros remataban a los soldados vodaccios que comandaba el tipo que tenían delante, como ya sabía que harían pues les confiaría su vida y sabía que no le defraudarían.
Así que Rodrigo se adelantó hasta casi llegar al capitán y se lo quedó mirando fijamente. Su irá aun bullía dentro suyo, pero logró controlarla lo suficiente para actuar con cabeza y que el chico no corriera peligro.

Voy a darte la oportunidad que nunca darías tú. Y sólo voy a ofrecerla una vez.
Suelta al niño y te garantizo una muerte honorable enfrentandote a mí sólo. Y si me vences eres libre de marcharte. Si no lo haces, te mataremos como al perro que eres.
Tú decides.

Aprovechando la distracción del capitán de la guardia portuaria, quien solo había podido que asistir asustado a como esos extranjeros cubiertos de sangre y mugre despachaban a dos pelotones de guardias sin despeinarse siquiera, el rapaz decidió seguir el ejemplo de los Compañeros y tomar la iniciativa en su propia liberación.

Dió un potente mordisco a la mano que le sujetaba y mientras el capitán Varsini soltaba un grito mezcla de ira, sorpresa y dolor se escurrió de su presa.

Aprovechando la sorpresa agarró la pistola del cinto del capitán y le descerrajó un disparo contra la rodilla.

Grita ahora si de dolor el capitan mientras la sangre cubre su rodilla. Golpea con la parte plana del sable al muchacho y viendose herido mira a los Compañeros antes de retirarse saltando por la borda. Se despide con unas injuriosas palabras

Maladetti! Questo non é il ultima vez que nos encontraremos! Sufrireis la ira de Giacomo Varsini!

Y cojeando cruza la cubierta del barco hasta saltar por el otro lado.

Tras la teatral salida del vodaccio solo os queda subir a bordo del barco y tratar de descubrir que ha pasado con su tripulación. Y ver si el sablazo ha descalabrado a Micchelangelo claro.

Álvaro vio en cámara lenta como Micchelangelo le daba un mordisco en la mano al vodaccio (“Bien hecho, rapaz”), este le soltaba, aquel le descerrajaba un tiro en la rodilla y recibía un golpe plano de la espada del sucio capitán.

Antes de darles tiempo a reaccionar aquella rata se había arrastrado cojeando por la cubierta y había saltado al agua.

Al ver la huida de su capitán, aquel soldadito de juguete salió de allí como alma que lleva el diablo*.

Acabada la refriega, Álvaro guardo raudo sus espadas y se dirigió al muchacho.

- ¡Rapaz! ¿Cómo estás? ¿Te ha herido? Di algo, rapaz – en su voz se notaba una preocupación paternal de unos instintos de los que tal vez ni él mismo fuera consciente – Pierre, échale un vistazo, que tú sabes de estas cosas, amigo. – mirando al montaignés.

Habría que buscar a la tripulación, pero primero había que mirar al chico.

“Con suerte estarán atados en la bodega. Esperemos que no los hayan pasado a cuchillo ni los hayan encerrado en ninguna celda... ¿Nos apañaríamos nosotros para navegar la nave?”

Il Aventurero es una pinaza de dos palos. Una nave ligera y maniobrable aunque no tan marinera como un galeón u otras naves más grandes. Aún así costeando y navegando entre las islas de Vodacce no os cabe duda de que podrá llevaros rápida y discretamente a donde querais llegar. Está pensada para ser tripulada por entre tres y ocho marinos y cuenta con una pequeña bodega y dos o tres camarotes ubicados en el centro de la cubierta (aunque sobresalga un poco la casamata los camarotes están mayormente bajo cubierta).

La puerta que da a los camarotes y la bodega se abre lentamente y un brazo sosteniendo un pañuelo blanco (no muy limpio) se asoma por el hueco.

Pietà! Esos stronzi nos han encerrado qui, ma non siamo criminale. Un hombre con la piel curtida por el sol del mar y edad avanzada asoma poco a poco la cabeza. Fija sus ojos en Alvaro (el primero de los compañeros en abordar) y con cara de sorpresa pregunta Qui soi? Espero que albergue el signore mejores intenciones que ese cani del capitán de la guardia.

Rodrigo echa mano de su pistola al ver salir por patas, o pata, al capitán vodaccio. Pero esta sigue sin estar cargada después de su último disparo infructuoso.

Será malnacido. Así le parta un rayo.

Poco más podían hacer, así que lo primero era la salud del muchacho, y luego averiguar qué pasaba con el la tripulación del barco. La cual encontraron encerrada.

No se preocupen. No somos esos hideputas, ya se han marchado. Venga, salgan. Tienen un barco que governar.

Seguramente no tendrían mucho tiempo para zarpar. Pues en cuanto Varsini contacte con otros soldados vendrán a por ellos. Por no hablar que lo mismo los eisenos también les persiguen.

Asegurensé de que todo está correcto y zarpemos. Tenemos prisa.

El marino exhibe una sonrisa en la que brillan varios dientes de oro. ¿Castellano verdad? dice cambiando a un castellano lleno de acento aprendido en Theus sabe que puertos Bueno normalmente solemos hacer más preguntas pero al parecer tenemos intereses comunes así que ya haremos luego las presentaciones de rigor. Supongo que alguien además deberá informar al resto del pasaje Y volviendose hacia la casamata grita algo en un vodaccio tan cerrado que ni el académico Rodrigo entiende palabra.

Tres recios marinos salen de la casamata y proceden a desatar cabos y a aprestar aparejos mientras el tercero con la ayuda de una pertiga separa la nave del muelle. Impulsado por una leve brisa l'Aventurero empieza a coger velocidad y enfilais la bocana del puerto.

Tras acabar con los sodados de aquel tipo, el cual no sabía quien era, pero malvado seguro que ya estos hombres estaban en su contra, el maldito perro sale huyendo cuando el pequeño consigue escabullirse y pegarle un buen tiro en la pierna.

Uno de los castellanos encuentra al que parece ser el capitán del barco, aun que apenas comprendo lo que están diciendo, supongo que sería marcharnos de allí ya que salen tres hombres y hacen lo necesario para eso.

Me apoyo sobre la proa, observando el mar y la tierra que dejamos atrás. Era el auténtico momento del cambio, de recuperar la gloria perdida que me fue arrebatada por esos malnacidos.

Ahora que tenemos un momento de calma abro el hospital de campaña, comienzo con el niño revisando sus heridas y viendo que le ha hecho la puñalada del capitan, aprovecho y mientras delicadamente curo, desinfecto para hablar con mis amigos...
mon amis donde nos deberiamos dirigir? Ahora que no tenemos ningún tipo de plan, excepto la venganza?
Y otra cosa por que es tan importante le garçon o quienes son sus parents?

Ejem se oye una tosecita que pretende, de forma muy airada llamaros la atención. Veis que dos personas más han salido de la casamata. Una de ellas parece ser una dama mientras que la otra es su criada. La dama parece eisena o vendelia (a buen seguro que no es castellana por la ropa y el color de cabello y tez) y os mira con lo que a todas luces parece una cara de terrible enfado. Levanta el dedo como una maestra dirigiendose a un grupo de pupilos especialmente problemáticos. Habla un vodaccio gramaticalmente correcto pero con un acento del norte. Es menuda pero viste ropas que podeis apreciar de gran calidad, aunque demasiado abrigadas para el clima local. Su tono de voz va subiendo y su rostro se va enrojeciendo mientras el bajel coge velocidad y cruzais como un rayo la bocana del puerto y entrais en la mar.

¡EXIJO SABER INMEDIATAMENTE QUIENES SON USTEDES! ¿Se puede saber por que todo el mundo en este maldito pais de salvajes se cree con el derecho a abordar nuestra nave? ¿Acaso no sienten respeto por la ciencia? ¡BARBAROS!¡BANDIDOS!¡SALVAJES! ¡CAPITAN GAMBINO! Exijo que dé la vuelta a la nave y depositemos en tierra a estos, a estos...os mira sin acabar de saber como clasificaros, cubiertos como estais de sudor, polvo y sangre a estos...BANDIETEN!

Miro hacia de donde proviene esa voz estridente y veo que una dama vestida con ropas elegantes, nos llama de todo sin saber porque, estoy metido en materia pero tengo tiempo para levantar un poco la cabeza y decirle unas palabras
mademoiselle no somos bandidos, ni salvajes, es más si habla con el capitán del navío, le dira que les hemos salvado de unos salvajes que les habían tomado como rehenes y amenazaba la vida de este enfant, en este momento la ciudad esta en toque de queda, los soldados disparan y matan a todos los que ven y no es recomendable circular por sus calles y si me lo permite tengo aue cerrar esta herida y surar a este joven

Álvaro se dejó caer más que sentarse entre cajas y velas del barco. La noche había sido larga. Las heridas recibidas muchas y graves. Estaba extenuado y no tenía la mínima intención de preocuparse por una engreida ricachona de voz estridente.
En ese momento se acordó de Hans y como su labia les había permitido mantener con ellos sus armas en la casa del placer donde todo había arrancado. Sintió una punzada en el corazón que se sumó al dolor físico que recorría todo su cuerpo.

No esperaba que la eisena que les acompañaba ahora fuera a solventar la situación con su lengua, pero estaba seguro de poder confiar en las palabras de Pierre y Rodrigo.
Él se quedaría allí descansando esperando pacientemente a que fuera su turno para que Pierre lo tratara y por Theus, que esta vez no doliera tanto como en la capilla...