Partida Rol por web

Álvaro reaccionó a tiempo para esquivar con elegancia el cascote que el exceso de fuerza de Mallory había arrojado en su dirección, teniendo a la vez el suficiente cuidado para no pisar donde no debía. La parte positiva es que, como siempre, había huido hacia delante, por lo que al esquivar el trozo de piedra avanzó otro trecho de la escalera.

Miró hacia arriba reprimiendo una frase ingeniosa sobre su torpeza. Suficiente tenían con seguir avanzando por las cuerdas.

Rodrigo vio como Alvaro subía gracilmente por las escaleras talladas en la roca, aunque se fijó que tuvo que esquivar alguna que otra piedra que se le venía encima, pero se alegró de que al menos le fuese bien.
Después de un vistazo abajo a Pierre y Mallory y comprobar que también iban bien, siguió el ascenso. Cada vez costaba un poco más, era obvio, pues los musculos se cansaban. Pero creía que llevaban un buen ritmo.

Mientras miraba a su meta le pareció percibir algo arriba, lo cual no le gustó nada. Si aparecían los cazatesoros en aquel momento lo iban a pasar mal.

Atentos, puede que tengamos compañia.

También trató de que Alvaro le viera y le hizo señas, señalba con uno de sus brazos hacia el lugar donde estaban atadas las cuerdas y después a sus ojos. Esperaba que entendiera el mensaje.

Sigo subiendo detras de Rodrigo,a un paso seguro, por que la impaciencia es mala consejera, pero ante la impresión de que algo arriba se mueve, hace que me replantee empezar a moverme por la escalera, que tampoco es segura y me podría matar igual pero por lo menos no está la opción de un desgraciado tenga la tentación de cortar nuestro medio de subida.
Aunquebde momento no veo nada, as8 que continuo poco a poco

Seguía escalando paso a paso, sin quererme meter presión a mi misma, y en cuanto me di cuenta ya estaba a medio camino.

En ese momento podeis ver como una figura se asoma por el borde del boquete al que van a dar las cuerdas. En la distancia te parece que por las ropas puede ser otro de los malandrines que trataron de acabar con vostros asaltando il Aventurero. Puedes ver como hace señas a alguien antes de llevarse al hombro el mosquete que porta y adoptar una posición de disparo contra vosotros. Tiene a tiro a Mallory, Rodrigo y Pierre. Y dispara contra la eisena. El disparo pasa peligrosamente cerca y os dais cuenta de lo expuesto de vuestra posición

Estais ya a la mitad de camino  y por suerte no ha habido desprendimientos. Alvaro por su lado llega a un punto donde le resulta imposible seguir por las escaleras y debe o escalar libremente o seguir subiendo por las cuerdas que han dejado los cazatesoros junto al resto del equipo.

Veo como un hombre se asoma al final del camino y saca un mosquete y dispara, contra mí!

De repente un fuego se enciende en mis ojos, era claro que ese hombre iba a morir, y solo nos separaba la mitad de un camino, que en cuanto recorriera se lo haría pagar caro.

Y de nuevo me puse en camino, haciendo un buen trecho, ansiando cada vez más la sangre de ese malnacido.

Álvaro vio el gesto que le hacía el de Gallegos. Miró en la dirección que le indicaba, mas no vio nada. Sin embargo, no era él hombre que dudase de sus compadres que habían sangrado junto a él y habían arriesgado sus vidas junto a la suya.

Con su habitual gracia siguió subiendo los escalones, esta vez de dos en dos, teniendo quizás un poco menos de cuidado en mirar donde pisaba, mas seguía teniendo el paso firme de una cabra montesa. Al menos hasta que llegó a una zona donde la escalera estaba tan maltrecha que no permitía continuar el camino. No quedaba más opción que subir por las cuerdas.

Aquel cobarde eligió ese preciso momento para asomarse y disparar a Mallory. Esta vez sí vio claramente lo que Rodrigo ya había intuido.

Con redoblado esfuerzo subió la cuerda presto como un mono. Sabía que sus amigos tardarían más en alcanzar el boquete. Quedaba pues su defensa en sus manos y en su velocidad para llegar antes de que los agujereasen, y quizás les hicieran perder el asidero.

Los tirones que le dio a la cuerda fueron demasiado fuertes para aguantar siendo esta de tan ínfima cálida y tan ajada por los años. Cuando apenas le quedaban tres palmos para poner su mano de nuevo en el saliente de la roca, la cuerda se rompió.

Mas tuvo él los reflejos necesarios para asir una cuerda vecina antes de precipitarse al vació. Ahora cubrió los últimos centímetros como una centella, casi alcanzando la cima saltando con el último impulso.

Cayó sacando sus aceros gemelos, Victoria y Almudena, y mostrando su sonrisa más confiada.

- Veamos que sabéis hacer contra alguien que no está indefenso. ¡Hoy dormiréis en un lecho de algas y rocas!

Alvaro llega de golpe a la cima de la escala y entra por el enorme boquete en lo que antaño fuera una pared del castelo. Frente a él encuentra a una docena de los malandrines que ya antes trataron de asaltar su barco. Estos estan echando mano de arcabuces y mosquetes, seguramente con la aviesa intención de coser a disparos a sus Compañeros, cuando el castellano desenfunda sus dos espadas dispuesto a de nuevo escribir con sangre su mortal poesia.

¡Acabad con él antes de que lleguen los demás! grita uno de ellos y como un solo hombre todos ellos se lanzan a la refriega.

Veo como Alvaro se adelanta a nosotros, y rápidamente me pongo a trepar, de una manera mucho menos segura, pero confiada ya que hasta ahora se me había dado bien.

Mallory logra llegar a la cima y se encuentra con Alvaro enfrentandose contra una docena de cazadores de tesoros armados con mosquetes y arcabuces. Rapidamente trata de desatarse la cuerda de la cintura para entrar en el combate en cuando antes mejor.

Empezamos a subir deprisa porque Alvaro subio deprisa poniendo en peligro su vida,asi que comienzo a acelerar el paso, aunque no se si eso sera mejor o peor, comienzo a agarrar las cuerdas con fuerza y me intento impulsar hacia arriba

Rodrigo ve como Alvaro se ha dado cuenta de su advertencia y sube raudo como una centella a conseguirles tiempo. El espadachin de Gallegos sabe que su compadre no le defraudará, por lo que continua la ascesión todo lo rápido que puede.
A pesar de lo peliagudo de la situación no quiere arriesgarse, pues sabe que un mal paso puede hacerle caer y eso no serviría a nadie.
No, tenían que ir a su ritmo.

Alvaro podrá contenerles el tiempo que haga falta.

Mallory y Rodrigo siguen subiendo de forma cautelosa por la pared de roca junto a Pierre. Pero cuando ya han subido tres cuartos de la pared el de Montaigne da un paso en falso y pierde agarre con la pared. Empieza a caer con tan mala fortuna que la cuerda no aguanta la subita tensión y se rompe.

¿Logrará Pierre agarrarse de nuevo a la pared? ¿O se estrellará contra las afiladas rocas del borde del agua? ¿Pueden sus compañeros hacer algo para salvarlo de tan aciago destino?

Mientras tanto en lo alto de la escalada Alvaro despacha a la primera media docena de enemigos con su habitual precisión pero los otros logran, mediante el sistema de apartarse cuanto pueden al otro lado de la habitación, escapar de sus terribles espadas gemelas.

Ahora las tornas se han vuelto en contra del castellano pues los bucaneros aprestan sus armas de fuego y lanzan su ráfaga mortal. Pero agil como un gamo el Bachiller salta hacia un lado en el último segundo y esquiva la descarga de balas. Rueda por el suelo y se levanta listo para su asalto. Una pavorosa figura entre el humo de las armas y el polvo del yeso arrancado de la pared por los disparos.

Asustados los cazadores de tesoros tratan a toda prisa de recargar sus armas o blandirlas como garrotes para tratar de salvar sus vidas.

Las balas pasaron muy cerca del Bachiller, pero él era ágil como un gato. No se había despejado aún el aire del humo y el yeso cuando ya estaba dispuesto a continuar con su baile.

En un baile tan rápido como mortal acabo con cinco de los seis hombres, dejando al último desarmado y con la espalda en el precipicio, delante de su espada.
- Ahora vas a contestar unas preguntas. ¿Ves a esa dama? - haciendo un gesto de cabeza hacia Mallory - Tú u otro de tus estupidos amigos disparó contra ella. Te puedes imaginar su humor ahora mismo. Así que o me contestas a mí o a ella, y que no te engañen sus tetas. Es capaz de desmembrar a un hombre con sus propias manos. ¿Tengo ya tu atención?  - arqueando las cejas - Bien. ¿Cuantos hombres de los vuestros hay dentro del castillo?

El pobre desgraciado balbucea mirando al barranco, a los cadaveres de sus compinches, a Mallory y finalmente de vuelta al acero de Alvaro.

Gotas de sudor frio perlan su frente, dudando sobre si callar y sufrir un mal ahora o hablar y probablemente sufrir un mal aun peor luego cuando su empleador se le eche encima.

Álvaro nota la incertidumbre del hombre, así que decide darle un pequeño incentivo extra.

- Habla. Dinos cuanto queremos saber y te dejaremos vivir. Incluso te heriremos, sin matarte, para que tus compañeros piensen que caíste junto a los demás y no sospechen de ti. O calla - acerca dos dedos más el acero que sujeta con la siniestra hasta que este toca el cuello del hombre que no puede retroceder sin temor a resbalar y caer – para siempre.

El castellano no era hombre que gustase de matar sin necesidad, pero la información les sería útil más adelante y era una oferta que sabía que no rechazaría aquel malnacido.

Per favore signore  dice en un vodaccio propio de los arrabales más inmundos de esta zona del mundo solo soy un pobre hombre que busca ganar unas monedas. El signore Caligari nos contrató para que lo acompañasemos a saquear este castelo juro que no tengo malas intenciones en contra del signore e sus amicci. Solamente estamos aquí para ayudar al signore Caligari a cargar pesos, mover piedras y embalar cacharros ¡Pieta signore! ¡Piensen en la mia povera mama que llorará al saber que han muerto a su hijo!

Se sorbe los mocos mientras lloriquea con grandes lagrimones en su cara fea y cubierta de suciedad.

esto era lo que me esperaba, me toco la cuerda mala y en un momento de movimiento extremo, no aguanto mi peso y se rasgo MERDE, en ese momento mi cuerpo inicio una caida libre y mis ojos comienzan a ver como el suelo empieza a acercarse cada vez m´as.
mi cerebro en ese momento se decanta por tres opciones, mearse encima por el miedo, comenzar a gritar como animal que va al matadero o hacer que mis manos se agarren a lo mas cercano para evitar estrellarse contra el suelo.
finalmente controlo mi cabeza e intento agarrarme a la escalera, lograndolo pero a la vez estrellando mi cuerpo contra la pared AAAY,
cuando yo digo que son m´as peligrosas les femmes et la nature que la bataille

comienzo a usar mi fuerza para subir a la escalera y por lo menos dejar de estar colgando, cosa que consigo y por fin puedo respirar tranquilo