Partida Rol por web

- Ishram, esto es el mundo real, nadie se preocupa por los mendigos salvo personas como el sacerdote aquí presente, si alguien necesitara personas para cualquier propósito malvado los mendigos serían el objetivo ideal, nadie los vengará ni los echara de menos, pero eso nos da ventaja, seguro que el que este detrás de esto no espera que lo estemos buscando, pero tenemos que ser rápidos.

Como los demás espero que el padre tenga respuestas a las preguntas.

-Lo poco que se sabe , es habladurias , por aqui y por alla , pero nada confirmado, siempre hay alguno que dice el conocido de un conocido.. o me han contado que , pero el sentimiento general es que falta gente , pero al ser de la clase social mas baja posible estas desapariciones, casi nadie lo tendria en cuenta 

Hace una pausa dramatica , mirando al suelo como estoico pero parece realmente apenado por la situacion

-Me temo que no soy un hombre de armas sino de espiritu, es mas los ciudadanos de los que me encargo son desfavorecidos de dinero y comida, no soy ducho en la materia de la guardia y defensa y poco mas os podria ayudar . La mejor manera que tengo de ayudar es a los indefensos llenando su espiritu, pero vosotros deberiais de ser su fuerza 

"Evasivas" piensa Al-Haren "Es imposible que no le cuenten aun mas de sus penas. O incluso que el mismo no eche en falta a alguien" elucubra el semigigante, agazapado en un incómodo techo demasiado bajo.

"No se si es miedo, o si o tiene interes. Pero debo de ser el único psionico de la unidad que era incapaz de leer las mentes ajenas" piensa algo decepcionado de si mismo, y jurandose que estudiara esos poderes para ser mas util en el futuro. Pero por el momento solo tiene su perspicacia... y no es que sea mucha.

"En fin, su eminencia. Usted conoce las calles" pregunta esta vez en voz alta "¿Por donde cree que deberiamos empezar a buscar, y a quien tendriamos que preguntar y a quien evitar?"
"No todos los que viven a pie de calle se alegran al ver pasar la guardia, al fin y al cabo. Por eso le pregunto, señoria"

Hay poco que nos pueda ofrecer el sacerdote, quizás alguna de las almas que vienen aquí en busca de cobijo o comida sepan algo más que el prelado.

- Gracias por los datos señor, puede que alguno de sus parroquianos sepa algo mas de la zona donde desaparecen las personas - busca al azar entre los que no parezcan demasiado sonados o desesperados - perdone buen hombre nos han informado de que están ocurriendo extrañas desapariciones por la zona, no sabría algo que pudiera ayudarnos a resolverlo? 

El mercenario suspiró. Más de lo mismo. Quejas y críticas veladas pero no grandes aportes e información para empezar la investigación con un trecho ya andado.

Entre la desidia de unos y la renuencia de otros, la casa sin barrer y la gente desapareciendo. Fantástico, pensó el nuevo guardia con cierto hastío. Y es que no era la primera vez. Ishram ya había sido ayudante de alguacil en algunos pueblos destartalados. La gente pedía, rogaba o exigía ayuda, pero pocas veces se involucraban demasiado.

- ¿Podría indicarnos exactamente donde queda ese hostal del farol rojo? - preguntó. Eso sería todo lo que sacarían de ese hombre. Tras esperar la respuesta, asintió.

- Está bien. Creo que tenemos por donde empezar - dijo a sus compañeros, dando la conversación por terminada y haciendo entender al resto de la patrulla que no iban a sacar de ese hombre mucho más -. Gracias por su colaboración - agradeció de manera metódica al hospitalario, como se acostumbró a hacer en sus tiempo de alguacil de aldeas, hubieran o no ayudado en algo los pueblerinos tras preguntarles o hacer pesquisas.

Tras ello, abandonó el hospital de los pobres e hizo un gesto claro con la barbilla a los suyos: hacia la polémica esquina.

Kami no recibió respuesta a su pregunta, e Ishram decidió que era momento de mover, hecho con el que Kami estaba de acuerdo.

- Muchas gracias por todo en lo que nos ha podido ayudar. Como dice nuestro amigo es hora de marchar en busca de lo que sucede con esa pobre gente. - Se despidió y emprendió la marcha en pos de su compañero.

Lo único que sabian era que la gente desaparecía en la zona pobre, pero al no haber denuncias por las desapariciones seguramente fuesen vagabundos o gente sin familia que los pudiese echar en falta.

Lionel no solo tuvo la genial ocurrencia que desatascaria y avanzaria la investigacion por mucho, tambien tuvo suerte y encontro a la persona adecuada

DC 20 "Después de que un comerciante perdió a su hija, fue cuando la guardia del pueblo se involucró. Sin embargo, nunca encontraron nada. Pregúntale a los lugareños. Te lo contarán. Sin embargo, no puedo decir que recuerde su nombre".

Esa pista , ya preguntando con ello , les llevo a seguir preguntando y 

"El comerciante Farnagen rompió con su hija. Son comerciantes respetados. Farnagen todavía está vivo. He oído que ha contratado a hombres de fuera de la ciudad para encontrar a su hija".

La investigación de los asesinatos trae muy poca información. Nadie ha sido acusado de ellos, no hay motivos aparentes, y las víctimas no son bien conocidas (al menos, no por nadie quien los PJ , conozcan en primera instancia ). Los cuerpos no están disponibles

[color=#990066]"Supongo que los cadaveres se han sumado a las pilas anonimas en fosas comunes"[/color] Musita el semigigante [color=#990066]"Lo que no entiendo en absoluto es que tiene que ver el comerciante en todo esto. A ver, estábamos preguntando por El Farol Rojo. ¡Y no sabemos ni que clase de establecimiento es!"[/color]

[color=#990066]"Pero lo extraño es ¿Realmente la desaparición de la hija de un comerciante está relacionada con la sangria de indigentes? Si es así, eso desmonta la teoría de que atacaban a gente de la que nadie preguntaría"[/color]

Sin mas pistas, sólo queda preguntar por el comerciante, y quizá por sus mercenarios busca-niñas.

Con la nueva información de Lionel todo cambiaba. Para empezar, según sus pesquisas, ya no hablaban de desapariciones sino de asesinatos.

La desaparición de la hija de un comerciante llamado Farnagen podría arrojar más pistas y luces al caso.

- Podemos buscar al comerciante. No debería ser complicado si preguntamos a varios de ellos. Seguro que siendo del mismo gremio se conocen entre ellos y pronto daremos con él. Si lleva tiempo buscando a su hija, sin duda tendrá parte del camino que nosotros pretendemos recorrer ya hecho. Busquémosle - dijo el mercenario, invitando a sus compañeros a dirigirse al mercado de la ciudad.

Un golpe de suerte no viene mal de vez en cuando, pero la cosa se complicaba más, la hija de un comerciante? Eso no encaja con el resto de la historia.

- Bien al menos tenemos una dirección clara, con eso deberíamos ser capaces de interrogar al comerciante y tener más detalles, partamos hacia el mercado cuanto antes.

Hay que ser raudos, ya estamos preguntando mucho y podemos llamar la atención.

Kami asintió y siguió al grupo. Como bien decian, era la única pista sobre una desaparición que tenían. Aunque ahora faltaba ver si encontraban al comerciante y si las personas contratadas compartían la información que poseian.

- Entonces emprendamos la marcha y busquemos a ese comerciante. Seguramente esté más cuerdo que el pobre hombre que hemos dejado. -

Vais a su tienda y la fina cámara con paneles de madera huele a tabaco y té. Al otro lado de la habitación cuelga un retrato de una mujer joven y hermosa con cabello oscuro. Los sonidos de una conversación te dicen que Farnagen está con un invitado. Un joven con una fina capa de lana se inclina sobre un escritorio. hablando con un hombre viejo y bien arreglado. "Padre, sé que puedo hacer esto. Ya no soy un niño. No has confiado en mí ... desde que desapareció Oulween, tu fe se conmueve y yo no ..." "Papá, sé que sientes que esto está dentro de tu poder, pero por favor, le insto a que no siga por este camino. No deseo perder a mi hijo. Pero silencio, ahora tenemos compañía ". El hombre mayor agita al más joven a un lado y lo impulsa a avanzar. "Entra, por favor. ¿Dices que tienes noticias de mi hija?"

"Traenos noticias"

"Un grupo de cinco vmbravos jóvenes de lamciudad han decidido buscar a su hija, cuese lo que cueste"

"Por favor, cuentenos lo que sepa. Lo que podamoa usar para librar esta tierra de la sombra que la aplasta"

La conversación entre el joven y el anciano tiene algunos matices extraños, poder? Perder a su hijo? No es el momento de ponerse a interrogar a la gente pero no hay que descartar que este gente sea más de lo que aparenta.

- Saludos, dado la ineficacia de la guardia y ante la ola de criminalidad que sacude la ciudad nosotros, un grupo de aventureros de variados talentos hemos tomado la decisión de solucionar estos crímenes, siendo el más importante el relacionado con su hija, así que por favor cualquier detalle que pueda darnos será de gran ayuda.

Aparte de una respuesta clara afinaré mis sentidos para comprobar sus reacciones.

Enarcó una ceja entre extrañado e incrédulo ante las palabras del elfo al presentarse al mercader.

¿Aventureros e ineficacia de la guardia? Ten cuidado con lo que dices, que la gente no es ciega y ve perfectamente tu emblema de la Espada negra que te convierte en un "ineficaz guardia", pensó con ironía el mercenario.

- Lo que mi compañero quiere decir es que ante la escasez de guardias sus actuaciones eran ineficaces - intervino corrigiéndole en cierta medida, aunque pudiera tener un punto de verdad. El caso era no echarse piedras contra su propio tejado -. Como sabréis, tras los juegos, una nueva cantidad de guardias al servicio de los ciudadanos está disponible - afirmó dando a entender que ellos lo eran.

Y al servicio de una buena paga, admitámoslo.

- Por ello tiene, por fin, una patrulla entera dedicándose a la investigación de la desaparición de su hija, tal y como mi compañero le ha informado. Dado que llevamos escaso tiempo con el caso le agradeceríamos que nos informara de todo lo que usted ha averiguado por su cuenta al respecto, que nos consta de que así es. Eso hará que nuestras pesquisas sean mucho más rápidas y no tengamos que empezar desde el principio, demorándonos - le pidió al hombre, reafirmando la solicitud de Lionel y prestando atención a lo que decía... o no decía.