Partida Rol por web

Tankman no parecía haberse dado por aludido ante la animadversión de los conductores del Chevy por los chinos.

Incluso seguía sonriendo y movía la cabeza al compás de Ricky Martin.

¿Falta mucho pala llegal? Mi plostata pedil un bleve descanso.

-Disculpa Wendy- le dice a Nadya, pero a saber porqué la ha llamado Wendy- ¿me dejas esto?- pregunta educadamente aunque ya esta poniendo las manos sobre la palanca de la rusa y se a quita para volver a asomarse por la ventanilla, esta vez saca medio cuerpo por ella y mantiene las dos piernas dentro y una mano agarrada a la cosa esa que está sobre las ventanas para que uno se agarre cuando se caga en los pantalones. Mientras con la otra mano y medio torso fuera empieza a agitar la palanca en dirección al Chevy- ¡eh hijos de la gran puta! tik tok tik tok ¡el cocodrilo viene a por ti capitán garfio sucio cabrón! ¡nunca volverás a ser joven, eres un viejo! ¡ERES UN VIEJO! ¡ERES UN VIEJO! ¡ERES UN VIEJO!- les grita una y otra vez de manera incansable mientras se prepara para golpear el otro vehículo o alguna cabeza cuado vuelvan a intentar chocar con su furgo.

Hay un momento en que todo hermano llega a un punto en el que no puede aguantar más. Escuchar éxitos de Ricky Martin de los 90 era uno de esos momentos. Ezekiel estaba ahora cagándose en Ricky Martin, en el armario, en la niña, en el perro y en el tarro de mermelada, peor sobre todo en aquellos Bonnie and Clyde modernos que estaban dándole bien a su bonita furgo.

-¡Échalos de la carretera, Greta! ¡Échalos! ¡Por el bien de nuestros oídos! -gritó, a pleno pulmón, incentivando a la famosa niña autista a que diera rienda suelta a sus habilidades automovilísticas para acabar con esos blanquitos-. ¡Imagina que esa arpía de rubios cabellos es Donald Trump con otra peluca!

—¡Ponte mala Greta! ¡Rompe con las reglas y dales duro! —la insto a lidiar con su Toc.

Es divertido porque esa canción de Ricky Martin hace que mi cuerpo se mueva un poco y lo disfrute, estamos yendo un poco rápido, entre gritos e insultos. Nada que envidiarle a una película de Mad Max y su legendaria persecución con esos tipos todos armados. Es hora de tomar las riendas de la situación y sé que Greta puede con sus diversas taras equilibrar la balanza mientras nosotros somos la distracción perfecta de esos tontos de libro. 

Que Peter Pank  la llamara Wendy no la puso de buen humor, y la situación se puso peor con la palanca. Oyeme machista si vuelves a arrebatarme la palanca te denunciare por maltrato a la mujer. Esas palabras sonaban como un sermón de advertencia y no como amenaza. Pero igual esos blancos me tocan la moral. En vista de que no había alguna otra cosa más útil, busco en el fondo de un asiento y encontró un palo de escoba. Creo que sirve, he hecho más con una cuchara. Intentando asomarse de forma amenazante como el inmaduro de Peter. Lo empujo para que entraran los dos en una misma ventana. Oye estas algo gordo. Le dice al Punky mientras se acomoda. 

Ahora estoy mejor. Vamos Greta golpealos para que les caiga a palasos en el parabrisas. Agitando y agitando el palo de escoba, no cesaba en sus intenciones de provocar a esa pareja que parecían tener esquizofrenia.

-¿Gordo yo? Ja! Si estuviera gordo no podría volar, como le pasa a ese viejo de ahí.- dice Peter deteniendo su cantinela para hacer hueco a la mujer, aunque tuviera que meter barriga- si no cabemos será por tus tetas, Wendy, eso si que es gordura.- añade como una observación casual, ni siquiera parece un comentario sexual, lo dice como quien comenta el parte meteorológico, sin pasión ninguna. 

Entonces ahora eran dos en la ventanillas armados con terribles  instrumentos largos preparados para golpear las cabezas de los ocupantes del chevy.

Su copiloto parecía una maraca con tanto vaivén, el chino se iba a mear encima, el negro parecía salido de una peli de zombis, el punkarra no desaprovechaba para meterle ficha a la rusa que se hacía la princesa ofendida y Carola le decía algo tan incomprensible como que se pusiera mala y menstruara. 

Aquello no podía acabar bien, dado el carácter de Greta. El parpadeo nervioso de su ojo izquierdo se convirtió en un rápido morse desacompasado con el del otro ojo, empezó a enrojecer como si estuviera conteniendo la respiración en un acto de protesta y cuando parecía que iba a explotar, abrió la boca y gritó. 

-¡MALDITOS HIJOSDEPUTAAAAAAAAAAA! ¡MORIROS TODOOOOOOOOS! -si lo decía por la pareja desenfrenada del coche o por sus compañeros, sería un enigma eterno como el de las pirámides, pero al ritmo de la vida loca y coincidiendo con lo que debería haber sido el movimiento pélvico del Martin, dio un nuevo volantazo al tiempo que se encomendaba a la virgen de Fátima y le juraba internamente dedicarse a hacer mantelerías a bolillo y repostería casera el resto de su vida si lograba su objetivo. 

Tankman, Carola, Rey Ezekiel, Peter Pank y Wendy Nadya pudieron ver por la luneta lo que quedó del chevrolet después del último envite. El capó se había levantado y salía humo del motor. Patricia y Mark salieron del coche de muy mal humor, agitando los brazos en alto, dando saltos y pateando las ruedas. Les habían dejado atrás, como hizo "Luz de luna" con "Remington Steele" o el cine en color con el blanco y negro (salvo cuando por pedantería y fingida grandielocuencia, necesitas grabar en un faro o en la Europa de la guerra fría una historia de amor entre dos personas que se pelean y se desean). Fue una decisión sabia dejar que condujera la niña del TOC.

Tankman pudo ver a través de la ventanilla que el último volantazo de la más joven había causado el final de la versión absurda de Mad Max.

Lica, ¿podel palal ahola? Algún local con letlete selia pelfecto.

Si no estuviera sentado en la posición del loto, probablemente estaría dando saltitos. Como no era el caso, la única muestra de urgencia era su pacífica y absorta insistencia.