Partida Rol por web

Tras una hora de viaje en Vaina, Rushán comenzó a ser visible en el horizonte. Era tal y como la había descrito Arktus, un enorme pilar que se alzaba hacia los cielos hasta que era tragado por las nubes. Pero lo que en el horizonte se parecía más a una torre, empezó a volverse algo imponente conforme más se acercaban, hasta mostrar una estructura natural colosal. El mundo era realmente un lugar lleno de maravillas.

Karestya volvió a incorporarse y tomó de nuevo los mandos de la vaina. Ésta empezó a recudir poco a poco la velocidad y giro hacia la derecha, para rodear la isla buscando el mejor punto para atracar (o si no hubiera) fondear la nave. Entonces la vaina se vio violentamente sacudida.

—¡Nos atacan!—gritó alarmada la piloto señalando con uno de sus brazos.

Junto a la isla había, oculto entre dos rocas, había una carraca. Tenía la cabeza de un toro en el mascarón de proa y en el palo mayor ondeaba una bandera negra con el cráneo de un bovino, la bandera de los Piratas del Minotauro. La híbrida de acuátido y pajárido tuve que hacer un extraño giro a izquierda y derecha para evitar el impacto de una nueva andanada de cañones y la vaina volvió a sacudirse violentamente.

Esto era una bienvenida pirata en toda regla.

La conversación se corta de golpe cuando Karestya nos anuncia que estamos llegando y se vuelve a poner a los mandos. No me quejo, la verdad. ¿Cómo hemos acabado hablando de domesticar dinosaurios? Había oído que en algunas de las islas cerca de hibórica, una casta especial de criadores que empezaban a domesticar su propio dinosaurio desde los 10 años había tenido exito domando algunas especies e, incluso, hacíendolas luchar entre sí como entretenimiento.
 

Probablemente, cuentos de viejas para entretener a los niños. No se domestica a un retelhyn, punto. Tienen un cerebro totalmente distinto de los nuestros, si es que lo tienen.

Los pelos de la nuca se me erizan de golpe. Me parece oir una especie de silbido en el aire. A menudo sé que no es un sonido real, sino el instinto que toma esa forma para advertirme, y mi cuerpo se tensa en reflejo. Y efectivamente, uno o dos segundos después, toda la barca se ve sacudida por un golpe de mar. No necesito escuchar lo que dice Karestya para saber lo que está diciendo, así que miro en la dirección de la que vino la sacudida.

Y ahí está. Una... bueno, un barco. Las palabras para barcos no son mi fuerte. Para mi, si flota ya me vale. Los piratas nos han ahorrado el ir a buscarles, aunque sinceramente dudo mucho que teniendo una isla natural tan defendible cerca, hayan puesto todos sus huevos en la misma cesta. Probablemente sean una panda de pardillos en patrulla para dar la alarma.

Nuestra vaina parece mucho más rápida y agil que esa cosa, y esos probablemente son idiotas en patrulla y no una fuerza de combate. Acércame hasta donde pueda saltar unos... 20 metros, y ya me ocupo yo de que dejen de disparar. Y dejaré a alguno con vida para que podamos interrogarlo. O lo intentaré por lo menos.

A pesar de la reputación de los hybóricos, no soy especialmente partidario de la matanza sin necesidad. Pero es algo bien sencillo: si me intentan hundir a cañonazos, está claro que es una situación en la que somos o ellos o yo, y asegurarse la supervivencia es algo que no se hace medias. Al que no lucha cada batalla como si le fuese la vida en ello, normalmente acaba... bueno, yéndole la vida en ello.

Llegar, infiltrarse sigilosamente, entrar, capturar y salir sin.ser detectados. Un plan sencillo que se fue al traste 2 min despues de llegar a Rushan.

-Preparada para tu primera batalla？- Le espeté a Lumi con una sonrisa mientras me recolocaba las gafas de sol que se habian movido a causa de las turbulencias provocadas por el impacto.

Bronan fue el primero en ofrecerse a actuar y yo le seguí con una sonrisa -No querras quedarte tu solo con toda la diversión？20 metros？puedes saltar a esa altura conmigo a la espalda？

Me gustaría poder estirar las piernas un poco despues del viaje y saltar a los hombros de un compañero seria una buena forma de hacerlo.

Tiendo la vista alrededor. Más o menos las reacciones que esperaba. Todo el mundo parece estar tenso y alerta de una forma u otra. Si se les paso algo más por la cabeza, la verdad es que no lo sé. No soy especialmente bueno leyendo las expresiones de otra gente. Las presas no tienen cara. Es fácil cuando son animales, especialmente los dinosaurios de las islas. Cuando son humanos... bueno, el no poner caras lo hace más fácil. No piensas en ellos como humanos.

De hecho, no piensas en ellos, punto. Es la mejor política. Yo lo he hecho así toda la vida, y todas las noches duermo bien. 

Salvo en las que pienso en hyborica. El rugido del volcán, las miradas de los demás aldeanos cuando intentamos explicárselo. "Este es nuestro hogar", decían. Imbéciles. Como si no fuera también el mio. No llegué a oir sus gritos o ver sus caras. Cuando llegó el magma ya estabamos lejos. Pero a veces, me parece ver el brillo de la lava en la distancia coger... formas.

El hombre del extraño traje- Eddie- me habla. Este no es momento de lamentarse.

Bueno, depende de los cohetes. En principio están hechos para impulsar mi peso, nunca he probado a usarlos con nadie más. Pero puede ser util saber si funcionaría, quizás pueda usarlo luego si necesitamos llegar a un lugar alto o sacar rápidamente a un herido. Si nos quedamos cortos... bueno, creo que puedo bucear a pulmón la distancia que falte sin problemas. Y supongo que podría lanzarte desde arriba sin mayor dificultad, si no vas a hacerte daño en la caída.

No es un forma muy ortodoxa de hacer un abordaje, pero puede darles la ventaja adicional de la sorpresa. Y además...
no es como si alguna vez pelease según las reglas.

Charlábamos sobre la mascota que Eddie quería añadir al grupo cuando las cosas empezaron a ponerse serias, parecía que desde el planeta objetivo nos daban la bienvenida, ¿la verdad?, no esperaba menos. Al fin podría poner en práctica mis tácticas de combate, así vería si de verdad funcionaban y si yo saldría indemne, esperaba que sí, sino es que algo había hecho muy mal.

- ¡Yo también me apunto! ¡Estoy más que preparada!- exclamo contestando a Eddie para luego girarme hacia el bebé- ¿crees que podrías cogerme y bajar los dos juntos? - sola quizás no podría conseguirlo pero junto con mis compañeros era todo pan comido, estaba segura de que saldríamos vencedores de nuestra primera batalla, después de todo éramos un gran equipo, ¡el equipo Alpha!

Y la cháchara más que animada acabó siendo truncada por el aviso de la piloto del grupo.

—¿Nos atacan? —en mi rostro apareció una sonrisa, así como un brillo especialmente llamativo en los ojos—. ¡Pjé! ¡Ya era hora! ¡Empezaba a aburrirme...!

Todos se apuntaban a luchar... ¡y yo tampoco pensaba perderme la diversión! Así que hice algunos calentamientos rápido de hombros, luego cuello, e incluso algo de piernas... todo a la velocidad de la luz. Estaba dispuestar a repartir sopapos a diestro y siniestro contra todo aquel que decidiera luchar contra mí.

—¿Preparados, chicos~?

Al bebé le agradó que les atacaran, aunque pueda sonar macabro, pues no hacían más que hablar de un bebé dinosaurio y para su gusto dos bebés eran demasiados... Entre su rival dino y el ataque, los ojos de Wickelkind se endurecieron, su dulce mirada de bebé pasó a ser una mirada cargada de furia y determinación. A fin de cuentas para eso se había alistado a la Fuerza Alpha-Mu-Omega. 

De repente, sin que nadie se percatara, el chupete del bebé había cambiado de color, ahora era negro. El color de la muerte, de la muerte de sus enemigos.

Uno de los brazos robóticos agarró a Alumi delicadamente por la cintura y la subió al hombro. Agárrate donde puedas querida. Dijo con su voz chirriante el doctor. Puedo llevar a otro más. Se ofreció al resto como buen compañero de equipo.

Desafortunadamente su robot no tenía una forma de llegar desde ese distancia, Bronan era un suertudo, aunque confiaba en la habilidad de la piloto para acercarles. Afortunadamente, su robot se podía modificar y tenía en su hombro a la persona indicada para ello. Giró su cabecita hacia la pelirosa y le dijo señalando las botas de Bronan. Me tendrás que acoplar también algo como eso, nos habría venido bien ahora. Mordiendo el chupete por un lado, una pícara sonrisa surgió en su rostro por el lado de la boca. A cada habilidad nueva que descubría de sus compañeros, más mejoras quería hacerle a su mecha para ser más útil.

—Veo un hueco...—dijo Karestya—¿Por qué acercarme a veinte metros cuando puedo pasar por el lado del barco?

La vaina volvió a ganar velocidad mientras se agitaba de un lado, aunque ya no estaba claro si era por los disparos o el pilotaje de la híbrido. El ruido de los disparos era continuo y ensordecedor. Parecía que de un momento a otro serían alcanzados, pero a la pata-pulpo lo único que le interesaba era llegar a ese hueco que había visto entre el barco y las rocas.

—¡Preparáos para saltar!

Karestya pulso un botón y la escotilla izquierda del vehículo se abrió. El agua embravecida entró en la vaina salpicando a todos los presentes. Estaban a punto de llegar y entonces la vaina saltó por los aires. ¿Le había alcanzado una bala de cañón? ¿O había sido el golpe de una ola?

—¡JODER!

La verdad es que mientras la vaina estuviera entera poco iba a importar, y de hecho... todavía podían saltar hasta el barco.

Bueno chicos, lo siento pero Karestya a fallado su tirada de pilotaje entre cañonazos. Todos vosotros me vais a hacer una tirada con dificultad 18 para saltar desde el barco. Si acertáis lo alcanzaréis, sino falláis caeréis al agua. Como atributo siempre usareis DIN por aquello del equilibrio para poder saltar bien con el barco moviéndose, pero usaréis dominios diferentes:
- Alumi: DIN + DREC
- Bronan: DIN + DREC
- Dr. Wickelkind: DIN + DFIS
- Eddie: DIN + DFIS
- Yo-yo: DIN + DFIS

Si creéis que podríais usar una combinación diferentes, estaré dispuesto a escucharos por el canal de off-topic.

(se redactará en breves- Tirada FALLO)

Sonreí al bebé mientras sentía que su mano robótica me cogía por la cintura alzándome en el aire.

- ¡Claro que sí! Estoy segura de poder hacerlo, esta primera aventura nos dará para pensar maneras de mejorarte, voy a tener mucho trabajo a la vuelta ¿eh?

Si algo me gustaba más que salir de aventura era inventar cosas, desde pequeñita se me había dado más que bien, y sabía que aunque lo mío no era la lucha, con mis artilugios sería de gran ayuda a mis compañeros, o al menos eso era lo que tenía en mente.

Planeando lo que haría cuando aterrizásemos me quedé esperando el gran salto en medio de aquellos terribles cañonazos.

El bebé alucinó con la maniobras y capacidad de pilotaje de la pata-pulpo, incluso aunque al final pasará algo que no supo si era una ola o una bala, Karestya logró ponerles en situación de poder abordar el barco. ¡Así se hace! La felicitó emocionado.

Con unos torpes pero eficaces movimientos de manos, el Doctor hizo moverse al robot. ¡Mucho sí! Pero bien pagado. Jejejeje. Respondió a Alumi, con la que parecía que iba a formar una sociedad a futuro. Quien sabe lo que podrían hacer dos mentes tan brillantes juntas.

El mecha corrió al borde de la vaina, dobló su mecánicas piernas y saltó como un muelle. La capacidad de salto del robot no pareció ser suficiente, por lo que rápidamente al ver que no iba a llegar, Wickelkind movió un mando para volver a agarrar a Alumi y ayudarla a llegar al barco de la mejor forma posible. Asegúrate de caer bien. Le advirtió. La mano metálica lanzó a la inventora con la fuerza necesaria para llegar al barco enemigo.

Diría que el zambombazo fue fácil de sobrellevar. Que apenas me mojé el pelo y tal... pero lo cierto es que tragué más agua de la que recomendaban los médicos beber en toda una semana... Pero eso daba igual, había llegado el momento que tanto deseaba: ¡era hora de demostrar quien mandaba aquí!

—¡Al abordajeeeeee! —grité, sin pensármelo demasiado al tiempo que cogía carrerilla para dar un salto.

¡Y tanto que salté! Algunos se quedaron por el camino... ¡pero yo no! Yo di un salto espléndido con una pirueta mortal hacia delante y aterrizando en pose súper molona. Ahora sólo quedaba una cosa...

...¡repartir mamporros!

Mi idea original era saltar junto a Bronan, mas concretamente desde su espalda. Por lo que cuando él saltó yo me agarré a él para coger velocidad e impulsarme. Habría sifo una maniobra perfecta, Bronan caeria con toda su furia destrozando todo a su paso y yo caeria en la retaguardia para cogerlos desapercibidos.

La estrategia habria sido un exito de no ser por dos factores que no tuve en cuenta: El primero fue no decirle a Bronan mi plan, por lo.que cuando me agarré a su espalda lo desestabilicé completamente. El segundo fallo fue no darme cuenta que Bronan no usa ningún tipo de ropa, y sus tersos musculos no proporcionan mucho agarre. Por loque me resbalé enseguida y no solo fastidié mi salto, sino tambien el de mi compañero.

La vaina cayó violentamente al agua mientras los cazarrecompensas saltaban de ella. ¿Había sido impactado el vehículo? ¿Se hundiría? Para Karestya no sería un problema, su condición de híbrida de acuátido le daba la capacidad de respirar bajo el agua, pero quedarse sin vehículo sí.

Bronan, el doctor Wickelkind y Eddie no consiguieron llegar al barco y acabaron zambulléndose en el agua. No era nada que pudieran recriminarles, saltar desde una vaina descontrolada y dando vueltas en el aire no era nada fácil. Por su parte, Yo-yo y Alumi si llegaron a la cubierta del navío. La primera cayó elegantemente mientras que Alumi tuvo que esforzarse por no darse de bruces contra la madera.

En la cubierta les esperaban siete piratas, seis de ellos eran los que se habían dedicado a dispararles desde los cañones mientras que el séptimo estaba desde el castillo de popa sin duda dando órdenes. Alumi y Yo-yo no tuvieron problemas en reconocer del cartel de Se Busca a ese hombre con el cabello blanco lleno de rastas y pistolas por doquier. Sin duda ese hombre era Diez Pistolas Ten'Bingerer, contramaestre de los Piratas de los minotauro. Recompensa: 5.000.000 de doblones.

Ten´Binger tenía la misma sonrisa cruel en su rostro que en su cartel de Se Busca. El pirata dirigió sus dos manos al frente, apuntando a las cazarrecompensas.

—¡MATADLAS!—ordenó mientras de las mangas de su camisa salían dos pequeñas pistolas para abrir fuego contra ellas.

Bueno, ¡comienza nuestro primer combate! El objetivo es que vosotros aprendáis las nociones básicas del combate y entre todos (y aquí me incluyo yo) establezcamos una buena dinámica para la lucha.

Ahora mismo tenemos dos frentes:

- Bronan, Dr. Wickelkind y Eddie: Realizad una tirada con dificultad 15 de FUE+DFIS para subir el barco. Podéis escalar por el casco, la cadena de ancla o coger impulso desde el agua y dar un salto. Si se os ocurre otra combinación de Atributo y Dominio, sentíos libres de proponerlo. Si acertáis la tirada os unís en el siguiente turno, si falláis tardaréis dos turnos.
- Alumi y Yo-yo haced vuestra TCOM al mismo tiempo que hacéis algo molón como en un buen anime. Recordad que con la TCOM calcularemos luego Iniciativa, Ataque e Impacto. Una vez tengamos todas las iniciativas ordenaré y empezaremos la lucha del mismo. Recordad declarar vuestros bonos adaptables, ambientales, azarosos o cualquier otra efecto especial que se tenga que informar al comienzo. Otros como las técnicas, ojo veloz o embate se pueden declarar en su turno.

Por suerte, el mecha del Doctor no tenía ningún problema con el agua, por lo que tras zambullirse, sus grandes brazos metálicos no tardaron en alcanzar la superficie, tan sólo necesitó unas pocas brazadas. 

El bebé movió la cabeza con rapidez, había visto que varios habían caído, por lo que los que hubieran llegado estarían en desventaja. ¡Había que subir rápidamente! Para su fortuna, la cadena del ancla le quedaba cerca y además parecía el mejor lugar por el que subir con un robot de gran tamaño. 

El mecha agarró la ancha cadena, que era perfecta para el tamaño de sus grandes manos, al igual que le permitía colocar los pies con efectividad, al ser bastante anchos los eslabones. Por todo ello, fue progresando con relativa facilidad y a un periquete asomaría por arriba preparado para ayudar en la batalla.

Y... ¡bum! Un poco más y mi entrada es una catástrofe, así que rápidamente y me pongo en pie y miro a lo que nos enfrentamos, ¡un montón de piratas! Y por lo que veo alguno con una bonita recompensa, empezábamos una buena pelea, y estaba más que lista para enfrentarme a ellos.

- ¡Vosotros si que váis a saber lo que es bueno!

Y tras aquello y observando el terreno me subo sobre el borde del barco e intento escalar hacia una de las velas, lo suficiente como para tirarme después sobre alguno de los piratas y tocarlo, para poder desatar todo mi potencial sobre él, se iban a enterar esos piratas de lo que era bueno.

Tras mi aterrizaje espectacular en la cubierta del barco, alcé la mirada para ver cuántos oponentes y... ¡vaya sorpresa! ¡Teníamos a nada más y nada menos que un saco de carne que valía 5.000.000 de doblones frente a nosotros.

—¡Ten'Binger, date por capturado! —dije, al tiempo que me ponía en posición de combate y le guiñaba un ojo.

¡Estaba claro! Pensaba hacerme con su cabeza...

Así que, en cuanto el muy canalla dio la orden de que... ¿nos mataran? (¡qué exagerado!), yo pegué una carrerita de calentamiento en dirección al primer piratilla de pocamonta que se me acercara con la intención de darle una patada voladora en toda la cara que lo mandara directo a freír espárragos.

La velocidad de verdad la dejaría para Ten'Binger...

Bueno. Mi primera idea de ataque no habia resultado de lo más espectacular que digamos. A pesar de que había calculado el salto y que durante el entrenamiento con las botas en la isla había practicado hasta tener una precisión más que aceptable on aterrizar donde quería, el hecho de saltar dando volteretas en el aire y con el súbito desequilibrio que el peso de Eddie había supuesto había demostrado que mi habilidad no estaba tan desarollada como creía.

Algo que habría que arreglar.

Que no hubiera pensado antes demostraba que me estaba volviendo complaciente con estos... dones de esta tecnología extraña. Y el que se vuelve complaciente, no suele tardar mucho en volverse almuerzo. A los drökken de los volcanes les gusta especialmente la textura de los humanos complacientes.

Bueno, me preocuparé de eso cuando toque. Ahora tenemos cosas más urgentes que atender. Un rápido vistazo me revela al Doctor dirigíendose a buen ritmo hacia el ancla. Veo a Eddie nadando también hacia el barco. Ellos tiene cubierto este lado, así que yo iré por el otro, para coger por sorpresa a los que tengan su atención fija en este.

Cojo aire hasta sentir los pulmones llenos y me zambullo. Estoy acostumbrado a bucear en el mar para buscar peces o moluscos, o a pasar por secciones totalmente sumergidas de cavernas persiguiendo a los edeks cuando intentan retirarse a sus madrigueras a descansar. Puedo hacer el tramo bajo el agua sin emerger sin mayor problema. Pero tengo que pasar bajo la quilla y trepar sin retrasarme demasiado para ayudar a los demás, así que en cuanto estoy sumergido por completo empiezo a impulsarme con todas mis fuerzas.  La respiración se me ha acelerado bastante para cuando emerjo, pero ha dado sus frutos. Para cuando he pasado bajo toda la quilla y emerjo por el otro lado, los ruidos sobre cubierta me dicen que la pelea no lleva mucho empezada.

Hora de ganarse los cuartos.

Saco la espada y presiono el interruptor. Una hoja de brillante luz, tan fina que podía ver a traves de ella, salió proyectada. Sin más ceremonia, la alcé sobre mi cabeza y lancé un golpe diagonal hacia arriba con las dos manos. La hoja atravesó la madera como si no estuviese y se quedó profundamente hundida. Tensando mis hombros y pecho, levanté mi propio peso de un solo impuso hasta sacar la cabeza por encima del mango de la espada. Mis pies y mi mano libre se lanzaron hacia las junturas entre los tablones del barco, hundiéndose sin problemas en la brea que los aislaba. Es lo que tiene ser capaz de estrangular un toro con ellas. Un vez me he afianzado, desclavo la espada con la derecha y vuelvo a clavarla todo lo arriba que puedo, alzándome a pulso una y otra vez, cada vez más cerca de cubierta.

Escalada estilo hybórico. ¿Para qué necesitas cadenas, cuerdas o intrumentos, cuando tienes tus manos y un buen acero?

Caí de plancha contra el agua pero en vez de salir a flote me puse a bucear, lo peor de la caida no fue el impacto, ni lo horrible que era secar el traje Synchro después de un chapuzón; sino que había notado como mis gafas de sol se soltaban y se empezaban a hundir. Por suerte mi reacción fue rápida y pude recuperarlas antes de quedarme sin oxigeno. El único problema es que Bronan y el Doctor ya estaban escalando.

"Me llevan ventaja? El gran héroe Barako no puede ser el último en entrar en combate!"

Empecé a nadar con la mayor velocidad que pude y justo cuando llegué vi que Wickelkind estaba usando el ancla para escalar, mientras que el hyborico se valía de su acero para escalar a puro musculo "Como le gusta vacilar de pectorales" pensé mientras cogía aire para mi siguiente hazaña física.

Durante los entrenamientos en el imperio mundial, los portadores de Synchro trajes debíamos pasar pruebas sobrehumanas que nos obligaban a llevar al límite las capacidades de los trajes y nuestros propios cuerpos. Muchos de mis compañeros no sobrevivieron a los entrenamientos debido a su dureza y a la presión física y mental que estas ejercían sobre ellos. Pero había uno en concreto que a mi siempre me encantó: Correr sobre una pared vertical, me hacia sentir como un héroe de la justicia. Y eso era precisamente lo que pretendía en aquel momento!

Usando mis capacidades físicas aumentadas salte de forma vertical del agua y realicé media voltereta para reposicionar mi cuerpo contra el casco del barco y empecé a esprintar hacia cubierta al grito de: -Aquí lega Baraaaakoooooo!!!