Partida Rol por web

El enano bebe un trago de pocion e inmediatamente se pone a toser regurgitando sangre.

Agarra un brazo del silvano y le dice algo al oido.

Metiendo una mano en su zurron Loni saca un arrugado papel y una llave herrumbrosa.

Agradezco tu gesto, elfo. pero ha llegado mi hora. Ten este mapa: conduce a las estancias perdidas de mis antepasados en las montañas azules: la fabulosa ciudad de Belegost. Muchas riquezas aguardan alli entre los tuneles derrumbados. Toma lo que necesites como agradecimiento, pues yo no saldre de este agujero.

Loni se levanta a duras penas, saca una redoma de su zurron y se coloca frente a las escaleras por donde no tardaran en volver a subir los orcos y el troll.

POR MIS BARBAS!!! MORIRE LLEVANDOME A TODOS LOS ORCOS QUE PUEDA POR DELANTE. 

MARCHAOS DE AQUI SI NO QUEREIS SER BRASEADOS POR EL FUEGO DE LA MAGIA DE LOS ENANOS.

Anna se va en  pos de sus compañeros, sintiendose afligida por haber herido mortalmente al bueno de Loni.

Lo siento Loni, perdoname! Tu valentia no tiene parangón!

Bram levantó una de sus pobladas cejas ciertamente sorprendido por la combinación de poderes mágicos que habían conseguido que el troll reculase. El silbido de las flechas no lo perturbó hasta oír el gemido de dolor de su congénere enano. Desplazó su vista para observar el cuadro que se dibujaba tras el, y lo que vio; no le resulto nada esperanzador.

Loni era asistido por el elfo arquero mientras la dama elfa, a la que tenía aprecio. instaba al grupo a decidir su próximo paso, ya que tras ella se levantaba un remolino mágico, semejante al portal por donde habían entrado. 

Relajó su posición defensiva al tiempo que giraba sobre si mismo para intervenir. Sus primeras palabras fueron ahogadas por el ímpetu guerrero de Loni,que se daba prisa por  defender la huida de sus compañeros. Casi se permitió dibujar cierta mueca de orgullo,mas el tiempo apremiaba.

- Si huimos por los abruptos caminos horadados por los pieles verdes, tendremos que  abrirnos paso  mientras nos pisan los talones..- miro para Riwen buscando asentimiento:-... Temo que los elfos no estén a la altura...- el enano casi  se ríe tras sus palabras,mas permaneció  estoico: -...Quizás  es que  me he contagiado de  la locura elfica pero,  creo que es mejor salir de aquí con  ese conjuro que tenéis preparado...-

Tras esto, se dirigió has ta Loni,que se había colocado enfrente de la entrada por donde los orcos saldrían en tromba y le habló:

- No dudo de tu hombría, mi amigo,pero hemos perdido demasiados compañeros como para perder a uno mas. deja que ,por una vez, sean los elfos quienes demuestren lo que valen, devolviéndonos a un lugar seguro ,donde puedan salvarte tu estomago para que puedas volver a llenarlo de buena cerveza enana...-

Está bien, Bram es sensato, antes o después deberemos teleportarnos. El problema es que no sé dónde estamos. Subamos hasta que sepamos algo más. 

Miró a Lóni y le guiñó el ojo con complicidad. Su herida era mortal de necesidad. 

Loni, entreténlos, valiente. 

Pero antes lanzaría un rayo más al troll, aunque fuera para ablandarlo un poco más. 

Gwneud gwreichion!

Y salió corriendo escaleras arriba con la esperanza de encontrar una ventana o abertura al aire libre. 

¿No estar a la altura?¿ Precisamente él? El orgulloso elfo Noldor no pudo más que sonreír ante las bravuconadas de Bran mientras le observaba, mirando hacia abajo desde la atalaya donde reposaban sus grandes ojos. 

- Vamos hermana.- Le dijo con dulzura propia de dos hermanos unidos desde hace tanto tiempo. Emeldir tomó del brazo a Riwen cariñosamente, impidiendo que lanzara más conjuros. Se preocupaba por ella y porque no quedara exhausta después. Sin ella no tendrían nada que hacer allí.

La muerte de Loni estaba siendo tan deshonrosa que a Emeldir le daba apuro hasta mirar. Al menos se sacrificaba por el grupo y decidía quedarse a luchar hasta la muerte para darles algo de tiempo a los demás para salir de allí. Emeldir sabía lo que necesitaba su hermana. Una ventana, algo para determinar su posición con precisión.

- Tenemos que subir.

Corro detrás de mis compañeros buscando un lugar seguro a donde nos puedan llevar las escaleras, el combate me sobrepasa, mis capacidades apenas sirven para este momento, así que por ahora guardo mi arco y sujeto mi maza mágica con fuerza. - ¡ rápido, rápido, rápido ! -

Cuando Emeldir, trató de sujetar a Riwen, tras alcanzarla escaleras arriba, Riwen ya estaba más relajada y, aunque un poco tensa, toleró su inadecuado y inoportuno gesto... dos segundos. 

Vamos, Emeldir, no puedo correr si me coges el brazo. 

Tras un ultimo rayo al troll (que atraviesa el muro de agua y le mete otra buena sacudida)

los aventureros corrieron escaleras arriba dejando atras a Loni el enano.

No tardaron en escuchar el sonido de una explosion a sus espaldas.

Luego el silencio y una leve corriente de aire a medida que ascendian mas y mas por el pasadizo de piedra.

Llegaron a una sala con dos puertas cerradas. Ambas puertas eran iguales (de madera gruesa con herrajes robustos). No tenian cerradura, pero uno de los pomos estaba manchado de sangre y el otro no.

La brisa le dio crecientes esperanzas a Riwen. Buscaba una abertura para tomar una referencia. Pero, de repente, se toparon con dos puertas, cuya única diferencia, una mancha de sangre en el pomo, era seguramente, la clave. 

Qué extraño... Y el aire, de dónde ha salido?

Buscó el origen de la brisa humedeciendo su dedo índice. Lo hizo discretamente, lo que le dio al gesto mayor elegancia y sensualidad si cabe. 

Luego se acercó a las puertas. Tocó levemente, sin hacer ruido ambas con la punta de sus bastón. Quizá una podía ser una ilusión y llevar a un precipicio. O quizá una tenía algún resorte al tocarla.

Si no pasaba nada, seguiría probando cosas. 

Alto. Dijo Nymrael. no piseis el suelo antes de verificar si hay rastros en él, si alguien ha usado alguna de las dos y en qué dirección nos resultará muy útil. 

Observó con detenimiento el suelo y las paredes en busca de restos de huellas o de roces. 

Después se dirigió a los humanos. Pasadme una antorcha, el fuego va hacia donde va el viento... Y la arrimó a los huecos de las dos puertas.  Después usó esta luz para observar bien las puertas y los dinteles a ver si en su ornamentación había algo reconocible o alguna marca de uso. 

Después se puso a buscar en la estancia a ver si había algún agujero, mirilla, trampa... Una vez verificado se giró al resto. Para que pasasen una vez verificada el área. 

Se acercó de nuevo a la puerta sin mácula. Había otra diferencia.

Sí, la brisa sale de debajo de esta puerta. Es apenas un pequeño soplo, pero quizá quiera decir que da al aire libre o a una habitación con una abertura. 

Aunque antes de hacer nada, quiso detectar el olor que le traía ese hilillo de aire. Quizá fuera como el azufre y no sería buena idea. No había que precipitarse.