Partida Rol por web

You win at badassery.

Francamente a mí nunca me gusta poner la historia en público. He puesto un trozo de anécdota para que ciertos cotillas *ejem ejem* ¬¬¬¬¬¬¬ *ejem ejem* no me peguen luego. Pero vamos, que es evidente que mi personaje empieza sin conoceros a ninguno de vosotros xDDD

Yo confío en que no se hará metajuego, pero siempre es interesante leer cómo son los otros Pj, nos da más pie a saber cómo interpretar sus posts.

Además, que me curro una historia de dos páginas pa' que la lea solo el feo ese pues... si la publico y no pasa nada por hacerlo, mejor xD

Nombre:  Elamshin Phaedre
Nivel:  Explorador 1 / Clérigo 9
Raza: Drow
Alineamiento:  Caótico Bueno
Tipo / tamaño:  Elfo Mediano
Experiencia:  -

Características
Fue: 14
Des: 14
Con: 10
Int: 14
Sab: 18 (+2, Nivel 4 y Nivel 8)
Car: 12

Tiradas de Salvación
Fortaleza: +8
Reflejos:  +7
Voluntad:  +10

Aptitudes y Dotes
Empatía Salvaje
Enemigo Predilecto (Bestias, +1)
Rastrear
Competencias (Pesada, Marcial, Sencilla)
Expulsar Muertos Vivientes y Licántropos
Conjuros de Dominio: Luna y Viaje
Disparo a Bocajarro (Nivel 1)
Arquería Zen (Nivel 3)
Prolongar Conjuro (Nivel 6)
Conjuro Gemelo / Twin Spell (Nivel 9)

Combate
Puntos de vida: 10 + 9d8 = 10 + 49 = 59 PG
Ataque base: +7 / +2
Ataque c/c:
Ataque dist:
CA Normal:
CA Desprevenida:
Toque:
Iniciativa:
Velocidad:

Ataques meleé:
 
Ataques distancia: 

Habilidades (Negrita = claseas)

Tú como jugador, sí, pero tu pj no tiene por qué "saber cómo interpretar" lo que los otros dicen así que estamos en las mismas porque no puedes transmitirle lo que tú sabes XD

Nevermind, yo he puesto el trocito de anécdota ese también porque confío en que todos sois aquí lo suficientemente jugadorazos para ser unos super cotillas pero que no hacen meta.

Hay un par de cosillas mal:

- Disparo preciso necesita la dote disparo a bocajarro como prerrequisito.
- Tu TS Voluntad está mal: le falta añadir el bono de Sabiduría.

Aún no he revisado los puntos de habilidad. Sobre los objetos mágicos deberías estar cogiendo objetos mágicos +2 o por ahí. Una armadura +2, arma +2, presea de sabiduría +2, anillo de desvío +2 y amuleto de armadura natural +2 son las opciones obvias. Tampoco te vendría mal algún cetro de metamagia.

Si puedes hacer una explicación para que un drow tenga tanta magia, tanto mejor. Si no, lo mismo consigues el equipo que elijas durante el prólogo, ya veremos.

Y sí, menos mal que os blindo el dado de golpe porque tienes una suerte... xD

No, no. Elígelos tú. 

Lo que te dije es que los drow suelen ser pobres en este escenario. Que deberías hacerte una idea de por qué tu personaje tiene objetos tan valiosos. Y que si no pondría una "excusa" durante el prólogo para que te hagas con ellos. Pero equipa tú tu personaje a tu gusto.

Respecto a las fechas, nada concreto. Como vengo diciendo quiero haber empezado los prólogos durante este mes si es posible.

Bien, pues ahora por la noche te diré con exactitud los objetos mágicos, que no tengo el manual del DM físico :/

¿Alguien ya ha empezado el Preludio?

una cosa....estoy redactando ya la historia y me ha surgido una duda. ¿cuanto hace del enfrentamiento de los Hijos de la Luz contra Puño destructor o como se llame??? mi idea era que mi pj fuera adolescente o casi niño cuando la guerra con los drow y ahora sea ya un hombre maduro bien afincado en el seno de la iglesia. pero me tienen que salir las cuentas en cuanto a años ^^

Los últimos coletazos, escaramuzas y demás finalizaron hace unos 50 años o así :).

 No, nadie ha empezado aún. Pero este fin de semana o a mucho tardar la semana que viene iré empezando.

cual es la esperanza de vida media de un humano??? humm voy a tener que rehacer un poco mi historia ^^

 Unos 80 años o así. 

Esta es la historia de Kvothe Alma de Acero. Me he inventado algunos nombres o los que he puesto muy genéricos porque no conozco mucho de lo que es la organización de los Celestarum e Hijos de la Luz etc. Una vez leas la historia si te parece voy retocándola ^^ Siento el retraso.

***

En el momento que nos ocupa Kvothe es un hombre de mediana edad, rostro curtido y gesto adusto cuyos ojos de mirada severa y fría parecen examinar a los hombres como si fueran hormigas objeto de estudio. Todo en él, desde los movimientos de sus manos, la severidad que curva sus finos labios y su voz ronca y pausada revelan el duro acero del que está hecho su alma, la cual ha sido forjada y templada en el servicio a la Diosa desde su más tierna infancia. Guerrero hábil y cabeza despejada en el combate, paladín juramentado en los votos más sagrados en defensa del Pueblo y su Religión, todo en él está consagrado a la causa y quién le ve y con el tiempo le conoce pronto aprende que no hay persona más fiel a sus votos ni más honorable en el país. Sin duda, ese celo y esa desapasionada entrega han hecho de él uno de los mejores paladines al servicio de la Diosa y sus acciones en combate y sus palabras cuentan con el mayor respeto de sus hombres que, sin dudarlo ni un segundo, le seguirían al mismísimo infierno si se lo pidiera. Al verle ahí de pie en el patio de armas, su bruñida coraza metálica brillando al sol como si fuera un espejo del astro refulgente, las cicatrices de su rostro creando profundas sombras y su mirada dura y tranquila clavada en sus hombres mientras pasa revista, la fuerza e integridad que se desprenden de su persona no puede sino despertar la más sincera y pura admiración. Sin embargo, una pregunta acude a la mente ¿quién es en realidad? ¿Cuál es la historia que se oculta detrás de esos hombros fuertes y ese cuerpo macizo, de esa mente fría y calculadora? ¿qué es lo que puede llevar a un hombre a convertirse en una perfecta máquina de matar, desapasionada y tan servicial? Sentaos, amigos, y escuchad, pues esta es la historia de Kvothe Alma de Acero, y es una historia que merece la pena escuchar... 

Kvothe y su hermana gemela Erladia apenas contaban con tres años de edad cuando los Hijos de la Luz en nombre de Celestar por fin lograron acabar con las últimas huestes drow de Puño del Destructor, iniciándose así cincuenta años de reinado del bien y  la luz. Hijos de un humilde zapatero habitante de la capital, el triunfo de los Celestarum sobre el mal que los moradores de las sombras habían impuesto hizo de su padre un profundo creyente y servidor de la causa, cuya fe rozaba casi el fanatismo. No en vano, su padre, Roth, veía en el nuevo régimen el fin de lo que para él había sido una época de dolor y desesperación durante la cual no sólo había visto morir a sus amigos y familiares a manos de los elfos oscuros, sino que había tenido que enterrar a su propia esposa. Kvothe y Erladia aún eran unos infantes que se alimentaban de leche materna cuando su madre, Ildred, fue atacada brutalmente por uno de los servidores de Puño del Destructor falleciendo pocos días después fruto de las heridas recibidas. En consecuencia, Kvothe nunca recordaría ni su rostro ni sonrisa y en las noches oscuras en las que permanecía despierto le gustaba imaginar los ojos de su madre semejantes a los suyos y fantaseaba sobre si el sonido de su risa sería semejante al de las campanillas de la iglesia o si su piel olería a azahar o a jazmín. Fantasías de un niño solitario que subyugado completamente al fanatismo de su padre, le seguía  a todas partes bebiendo de sus palabras como si fueran el agua del único estanque del desierto. Por boca de Roth, Kvothe y su hermana aprendieron pues tanto a temer el nombre de Puño del Destructor y sus generales, cuyos rostros deformados se le aparecían en sus pesadillas y les atormentaban dormidos y despiertos cuando se portaban mal, como a honrar la gracia y magnificencia de Celestar la Diosa de Todos, grande y mil veces adorada que guiaba a sus hijos devotos en Su Salvación. Cuando agarrado firmemente de la mano de su padre, Kvothe alzaba el rostro en la iglesia y clavaba sus ojos en la imagen de Celestar veía en la doncella guerrera el rostro amante de su madre, la fuerza de su mano gentil e interiormente se juraba que no había honor más grande que poder servirla por siempre ni bendición más bella que seguir sus pasos en la lucha por el Bien y la Justicia. Así pues sus más allegados hijos, los Hijos de la Luz y Celestarum, eran para Kvothe las criaturas más benditas y honorables que pudieran existir, héroes de leyenda vivos que se erigían adalides del Bien, y no había día que no soñase con poder pertenecer a su Orden.

 Y así transcurrieron cinco, seis, siete años entre oraciones, promesas, juramentos y visitas al templo y mientras su sueño crecía más y más en su corazón, su camino como aprendiz de la profesión de su padre le iba alejando más y más de su deseo hasta que un buen día la propia Diosa intervino. Aquel día era un día cualquiera de invierno que no parecía augurar nada diferente en su transcurrir. Como todos desde que había sido considerado suficientemente mayor para tal responsabilidad, Kvothe se había levantado temprano para reavivar el fuego de la lumbre y había salido afuera a coger leña mientras su hermana preparaba el desayuno cuando el grito de ésta le hizo entrar sobresaltado en su humilde hogar. Con el pelo desgreñado y los ojos desencajados Erladia se hallaba de pie en medio de la alcoba de su padre, su enjuto cuerpo conmovido por los sollozos. Medio derrumbado en el lecho, los ojos sin vida abiertos al amanecer, Roth parecía mirar a un más allá lleno de dicha y contento pues su ya azules labios se hallaban curvados en una sonrisa de felicidad que resultaba a sus hijos una mueca extraña e inquietante en un ser que hasta el momento solo había hablado para hablar de las glorias de Celestar en un tono firme y fanático. Si ya poco quedaba de la infancia de Kvothe, en aquel momento los restos de ésta fueron dejados atrás por el niño que sin mudar su expresión seria e impertérrita abrazó a su hermana en mudo consuelo durante unos minutos.

-          -Sin duda debe haberse reunido con nuestra madre en la gracia de la Diosa- musitó haciendo el gesto de la Diosa ante sí lleno de respeto. Su mano estrechó el hombro de su hermana- Vamos, debemos avisar a la vieja Morna para que nos ayude con el entierro…luego…deberemos pensar en nuestro futuro.

Ni una lágrima se derramó de sus ojos, ni el tono resuelto de su voz fue roto por el quebranto mientras decía esto y conducía a Erladia fuera de la estancia. Aquello no era para él más que otra prueba que la doncella guerrera le imponía y estaba resuelto a superarla y endurecer su corazón para ser digno de ella. Quizás fue esta misma resolución la que hizo que finalmente sus pasos le condujeran hacia el cuartel general de la los Hijos de la Luz. De origen humilde y sin familiares cercanos, los dos niños se habían quedado solos en el mundo y podían contar con un escaso porvenir, pero Roth les había enseñado que el amor a la Gran Madre de su pueblo podía hacer milagros y movido por esa fe Kvothe se personó allí y con voz inocente pidió poder entrar a servir a Celestar. A su lado, firmemente cogida de su mano, su hermana asintió e igual de inocente pidió unirse al servicio de la misma como aprendiz de clérigo. Ella es la Madre de todos nosotros y solo su amor puede curar el mal y el dolor del mundo…por favor…permitidme unirme a su servicio, que mi Mano empuñe su espada, que mis Ojos guíen sus flechas, que mi Alma se alce en defensa de su pueblo…dijo él. Ella es la Madre de todos nosotros y solo su amor puede curar el mal y el dolor del mundo…permitidme en su gracia unirme a su servicio, y convertirme en sus Manos y en sus Ojos en este mundo dijo ella. Quiso la fortuna que el mismísimo Prelado que pasaba por allí oyese aquellas súplicas y notando de la sinceridad y el buen deseo que inundaba los corazones de aquellos niños los llamó a su presencia. Tras entrevistarles y oir de su mala fortuna y soledad, fue a hablar en persona con la Suma Sacerdotisa Celestarum y en aquella reunión el futuro de los dos niños y en lo que se convertirían de adultos fue sellado. Según sus ruegos aquella misma noche Erledia fue admitida como acólita aprendiza de los clérigos de Celestar iniciando así una prometedora carrera dentro de los Celestarum mientras que Kvothe, guiado por la mano gentil y amorosa del Prelado que hacía las veces de padrino, juró su fidelidad a la Diosa en el servicio de su cuerpo armado dando el primer paso del camino que le llevaría a convertirse en uno de los más famosos y honorables Hijos de la Luz que la Orden había creado.

Toda una vida ha pasado desde entonces y aunque los caminos de los dos hermanos han divergido hasta tal punto de que se han convertido en unos extraños el uno para el otro, el amor a la Diosa sigue siendo firme en sus corazones y el recuerdo de aquel momento permanece aún fresco en sus mentes. Movido siempre por su fe y su código de honor afianzado en la defensa del Bien y lo que es correcto, Kvothe ha sido siempre el máximo adalid de la causa de Celestar y gracias a la prosperidad que su nombre y acciones le han llevado a disfrutar logró hace ya casi veinte años a casarse con una mujer de buena familia, Liandhel con la que tuvo una hermosa e inteligente hija que es para él el más preciado de los tesoros. Sin embargo, una vez más la Diosa ha puesto a prueba su fe recientemente. Pues su hija, Eomere, a pesar de ser tan creyente en la fe como ellos, simpatizó con un movimiento defensor de la libertad y los derechos de los drow que le condujeron a llevar a cabo ciertas acciones que la pusieron en entredicho ante la Inquisición. Dividido entre el amor por su familia y su código de honor y su juramento, Kvothe asistió impotente al juicio de su propia hija y sin poder hacer nada e incapaz de defenderla permaneció de pie ante su cadalso mientras ésta era ejecutada. Ahora, el que es conocido con el alias de Alma de Acero se debate entre un mar de dudas pues algo del discurso de su hija ha llegado hasta su corazón y las últimas  palabras del Prelado Devere antes de ser ejecutado le atormentan por las noches insomnes, instándole a cuestionárselo todo. Una sombra de culpabilidad y tormento cubre su corazón mientras incapaz de encontrar el descanso vaga por los salones vacíos de su casa. Dolida y culpándole de no haber hecho nada su mujer le ha abandonado dejándole solo en su desesperación y más que nunca, su integridad y credibilidad pende de un delgado hilo.

Vale, la compro. Aunque es probable que altere el final, o quizá me remonte antes de que maten a tu hija. Creo que te podría ayudar a rolear tu personaje si precisamente roleáramos ese momento pivotante.

Y por cierto. Está bien lo de copiar nombres. Pero no copies nombres demasiado conocidos, o de protagonistas. Por mucho que te haya gustado El Nombre del Viento xDDDD.

En caso de duda, con los nombres coge nombres franceses históricos que irán bien.

jajaja si te digo la verdad me gustaba el nombre y ni me lo pense. Pero vamos lo puedo modificar sin problemas. Ahora Kvothe pasa a ser Marat, que mola más ^^ Eomere, el nombre de la hija me ha venido a la mente de repente pero sé que debe pertenecer al personaje de algún libro que haya leído recientemente, fijo.

En cuanto al final de la historia la verdad es que me parece bien si lo modificas. Inicialmente había pensado que quizás sería mejor que la hija esté en busca y captura por pertenencia a la faccion rebelde o algo así pero pensé que a lo mejor te parecía demasiado. Luego, he interpretado que los Celestarum son los clérigos de Celestar, espero no haberme equivocado. Por supuesto, dejo a tu elección el que decidas qué rango, puesto tiene la hermana gemela de mi pj. Ah! y si eso convendría que me digeras qué rango ocupo, si tengo tropas a mi cargo (yo he puesto que si pero a lo mejor prefieres que no). Según veas lo modifico. Ah! y Devere ¿qué edad tenía cuando falleció? ¿era muy mayor??? se me había ocurrido la idea peregrina que fuese el hombre que apadrinó a Marat cuando era niño en su ingreso en la orden el hecho de que fuese quemado en la hoguera le daría algo más en qué pensar respecto a lo que está pasando a mi pj. Por ultimo, ¿puedes decirme cómo es la jerarquía dentro de la orden de los Hijos de la Luz? ¿el prelado es el máximo cargo, hay más?? me ayudaría bastante a completar detalles de la historia. XDD

 Mientras voy mirando lo de la ficha, aunque sinceramente no descarto el pedir el comodín del público para hacerla :P

EDITO: una pregunta ¿qué características son claves en un paladín? me refiero para los hechizos ^^

Pongo este post también para Veldrin porque contiene cosas que también es útil para él.

Los Celestarum es el nombre genérico por el que se nombra a un clérigo de Celestar. 

Los Hijos de la Luz son el brazo armado de la Iglesia de Celestar. Se la considera una organización dependiente pero externa a la jerarquía eclesiástica. Hay algunos clérigos entre sus filas, pero la gran mayoría son simplemente servidores fervientes de otras clases, entre ellos paladines. Aquí es donde debería estar tu personaje, Lúa. En una nación tan militarizada como Rhevraine, los Hijos de la Luz ostentan tanto poder como los Celestarum, y poseen voz y voto en el triunvirato gobernante.

Después, dentro de los Celestarum hay órdenes. La orden más poderosa son los Guardianes de Mármol, que son algo así como los sabios de la fe y los guardianes de las reliquias de la diosa. Pero hay más: Las Hermanas de las Bendiciones Piadosas son un cuerpo inquisitorio formado casi exclusivamente por mujeres; Las Voces de la Luz son los predicadores y misioneros; Los Cazadores de Brujas los que se dedican a "reclutar" a niños con capacidades mágicas o a destruir a los apóstatas demasiado peligrosos o que no se quieran plegar a las enseñanzas de la Basílica; Las Manos Amigas son los curanderos y ha sido la facción que más poder ha ido perdiendo a lo largo de las años, de aquí es de donde podría venir tu personaje, Uve.

He situado a Clemence Devere sobre los 60-70 años, aproximadamente. Prelado es simplemente el clérigo a cargo de un templo concreto, así que tenía un rango no demasiado elevado. Su muerte sería el preludio de los actos que se narran en la partida, aunque algunos prólogos se remontan antes, cuando él estaba en vida. Clemence habría sido una Mano Amiga.