Partida Rol por web

Abierto toda la noche

El día Z

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25/09/2013, 09:55
Director

Bienvenidos a Lawrence, Kansas. El verano toca a su fin. Ha sido muy caluroso y ha durado casi un mes. La temperatura ha llegado a ser de más de 37 grados durante el día y no ha bajado por debajo de los 26 grados durante la noche.

De vez en cuándo se levanta un viento caliente que azota brevemente la región, cargado de nubes de polvo e insectos. Nada aplaca ésta sofocante atmósfera. La gente de Lawrence viste con escasa ropa, los chicos más jóvenes con sus pantalones cortos y sus camisetas de grupos de música, y las chicas con tops muy ajustados y minifaldas. EL color de moda de éste año se ha repetido, y la mayoría de ellas visten clónicas de rojo y blanco, alternando cada día el top o la minifalda. Las reservas de agua de la ciudad empiezan a escasear, y es que, por lo que podéis oír de los ancianos locales, Hace más de 20 años que no teníamos un verano tan seco.

Lawrence es un pueblo  que linda con el borde de la interestatal 70. Su gente tiende a ser amable  y tranquila, aunque a veces hay algún altercado, del que tiende a ocuparse alguno de los ayudantes del Sheriff Coltran.

Es un pueblo cercano a una ciudad universitaria, con sus pequeños locales, y algunos bares y pubs.. La zona más prolífica y beneficiosa del lugar es sin duda alguna el Bowling Paradise..

En medio de los amarillentos campos de cereales, se encuentra éste complejo de cristal y cemento rodeado por un inmenso parking que puede albergar a más de doscientos vehículos, aunque ahora mismo podéis contar una treintena cerca de la entrada. El resto de la explanada, iluminada por farolas que emiten una luz azulada, está desierta.

Una carretera recta y monótona atraviesa los campos y se divide en dos caminos, uno que lleva hasta la interestatal 70 y otro que conecta con la localidad de Lawrence.

Hay aproximadamente sesenta personas ésta noche y, aunque sea entre semana, el establecimiento parece particularmente vacío.

A bowling Paradise se entra por lun largo corredor central que discurre a lo largo del edificio. Se articula en torno a una gran sala principal donde se encuentran las pistas de bolos.

El ala derecha corresponde al restaurante que podría acoger más o menos a sesenta personas, las cocinas son adyacentes a ésta y dan al exterior donde se deposita la basura. En el ala izquierda está el cine, que puede llegar a acoger a 120 personas y la sala de conciertos con su escenario y equipo de sonido. Hay varios baños para hombres y mujeres en cada una de éstas alas.

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25/09/2013, 10:27
Director

Aunque el edificio es un tanto viejo, el Bowling Paradise sigue siendo un lugar confortable y particular, el orgullo de su gerente, Michael Simmons.

Recientemente se han instalado unas televisiones  nuevas, último modelo, una en el restaurante y otra en el bar. Emiten permanentemente videoclips y música de moda que no son del gusto de algunos asiduos que se quejan ostensiblemente ante la falta de " auténtica música americana". A veces, también se pueden ver retransmisiones de eventos deportivos cómo la NBA, NHL, NFL o la NBL. Se pueden sintonizar canales de cadenas locales de información, pero Simmons no está dispuesto a pagar por televisión por cable.

Todos los ventanales están cerrados con cerrojos y unas puertas correderas d cristal separan las diferentes partes del establecimiento. Sobre la sala de conciertos se encuentran las oficinas de la dirección y el puesto  de seguridad.

 

Son las 21: 00 del 28 de Agosto de 2012,  os encontráis dentro del Bowling Paradise. Hay gente jugando a los bolos, cómo suele ser, y la gran mayoría se encuentra hoy en el restaurante.

 

Vosotros os encontráis en el interior del Bowling Paradise, concretamente en el bar, disfrutando de lo poco que queda de verano, que se va acabando, mientras se apaga la sed a base de buena cerveza de malta, o refrescos en caso de los menores. El camarero parece bastante ocupado, y tiene su camiseta empapada en sudor, debido a la larga jornada que lleva ya a sus espaldas.

En una de las mesas podéis ver a una pareja, y tal y cómo se miran, se podría decir que están locamente enamorados, pues no hacen más que sonreírse, cogerse las manos, etc.

En la barra hay un sujeto con unos pantalones vaqueros, una camisa de cuadros, y su sombrero apoyado. Se está tomando un filete que diríais es de los más grandes que puedan llegar a servir. Parece cliente habitual, ya que normalmente la comida sólo se sirve en el restaurante, aunque el bar también tiene capacidad para hacer perritos calientes y bocadillos.

Hay un tipo, que está rondando continuamente por la barra, y los alrededores, aunque no esté trajeado, no hace más que apuntar pequeños detalles para mejorar su servicio. Juguetea de vez en cuándo con su pantalla de Tv nueva, con lo que los lugareños podréis adivinar es Michael Simmons.

Una de las mesas está ocupada por alguien que parece se ha olvidado de que los años 60 han acabado hace bastante. Su indumentaria  es Hippie.  Tiene el  pelo largo y enmarañado, viste con ropas de colores y lleva hasta un poncho. A su lado una guitarra bastante destartalada, y dos vasos. Uno grande y de cristal, lleno hasta arriba de lo que parece cerveza negra. Y otro más pequeño, también de cristal pero más compacto, que contiene un líquido color marrón parduzco. Está cómo embobado mirando la tele, y mira muy a menudo su viejo reloj.

En la barra, y con actitud de derrotado podéis ver a un latinoamericano con unas esposas en la parte trasera de su cinturón, y un walkie talkie. Está apoyado sobre sus brazos en la barra,  no parece tener muy buena cara.

De detrás de la barra, de una de las puertas contiguas a ésta, aparece un tipo alto, delgado, con su cara inmaculadamente afeitada, mirando con asco y desprecio hacía el hombre apoyado en la barra. Más te valdría cambiar esa mierda de actitud, mamarracho,  le espeta. A ver si espabilas de una vez o te vas a tomar por culo de aquí. Joder, das pena.

Notas de juego

Bien, antes de empezar:

Vuestros pjs no saben de la existencia zombie

Los comentarios a pie de página o en notas hacedlos siempre que podáis en el off topic para no emborronar esto demasiado.

Los resultados de las tiradas sí se pondrán, al igual que la iniciativa en notas, salvo que las tiradas sean ocultas, en cuyo caso, no lo sabréis ni vosotros.

Mucha suerte.

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30/09/2013, 09:22
Brenda Symon

Llevaba mirando la pantalla de mi nuevo Ipad un largo rato, la lectura era increíblemente interesante, desgraciadamente cuando subí mi vista hacía la mesa donde estábamos sentados mi helado de chocolate estaba completamente derretido. 

- ¿Por qué... por qué...? ¿Por qué no me avisasteis?- miré con inocencia a mis padres que me miraron de reojo ya que estaban hablando entre los dos muy de cerca. Ambos estallaron en carcajadas, aunque nadie me dijo que había pasado con mi helado. - No, no quiero otro helado- dije con algo de melancolía en mi tono algo chirriante de niña. - ¿Vamos a jugar a los bolos? ¿Mamí, he mamí? ¿Podemos he podemos?- la mujer de pelo moreno y tez blanca miró de reojo al grandullón de color que parecía ser su marido, dando a entender que se estaba dirigiendo a la persona incorrecta si lo que quería era jugar. Dejé el Ipad en la mesa, por supuesto antes y como medida de precaución metí el cacharro en su funda protectora, cogí de mi regazo al señor "little bear" y me dirigí a papá - ¿Vamos papá papá papá papá papá papá papá papá papá papá? Veeeengaaaaa, vamos a jugar - la mirada del hombre de color era cortante como el frío, sabía lo que quería, no hacía falta que hablase, siempre era claro, hasta cuando no hablaba - Porrrfiiiii, señor, ¿vamos a jugar señor? ¡¡veeengaaa!! - nunca funcionaba, siempre o era a su manera o no era de ninguna otra forma. Me puse en posición de firmes, con el señor "Little Bear" cogido por el cuelo con el brazo. - ¡Señor pido permiso para realizar una partida de bolus con mi querido y amado papá, señor!- la frase tenía un tono entre seriedad y sátira, aunque la niña blandía una sonrisa ante la que no muchos podrían negarse. La sonrisa de su padre demostraba satisfacción, estaba segura de que ya casi la tenía. 

- Yyyy... pensandolo mejor igual si que quiero ese helado...- dijo con un tono bajito, mientras juntaba la cabeza con su pequeño hombro. 

Finalmente me froté los ojos resecos "Tengo que parpadear más, las radiaciones me dejarán ciega, al menos eso dice mami, parpadear, parpadear, parpadear" los ojos, grandes para esa niña tan pequeña, parpadeaban con fuerza, aparentemente sin un motivo. 

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30/09/2013, 09:38
Samuel Parker

Sam estaba enojado. Había acabado su trabajo diario y se disponía a darse un pequeño homenaje en el Bowling cuando recibió un mensaje de su jefe. Cada vez era mas frecuente el que tuviera que llevar varios casos a la vez pero este le desagradaba profundamente.
Jefe otra cerveza, por favor.
Se había colocado en un extremo de la barra desde donde tenía un buen punto de vista de todo el local, si miraba a la televisión podía observar de soslayo a casi todos los clientes. Buscaba entre los parroquianos una pista pero era casi imposible, ¿el hippie? raro pero no imposible, ¿el tipo del filete? pudiera ser. O quizás no fuera ninguno porque no había llegado.
Joder. ¿Que iba a tener que hacer ir preguntando el nombre da cada uno? Menuda mierda. Le dio un trago a su cerveza y siguió masticando su indignación.
La actitud del latinoamericano y el comentario del tipo alto le habían llamado la atención, quizás fuese una buena opción para intentar obtener algo de información.
Vaya, ¿un mal día amigo? dirigiéndose al latino.

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30/09/2013, 09:51

¿Malo?,  respondió el hombre abatido sobre la barra, mirando de reojo a su nueva  conversación. Peor, diría yo. Por su aliento se nota que no se ha bebido solamente una copa, y que debe llevar un rato largo sumido en sus pensamientos. Aunque últimamente parece que todos los días son malos.

Lo más probable es que se me acabe mi contrato en un par de meses. No creo que me renueven, y eso que soy el cuñado del jefe. Joder, si me lo hubiera currado mejor seguro que no estaría así. Pero es que así, entre tú y yo. Ella es una arpía. Solo le interesa el dinero. Que si gasto esto, que si he gastado en lo otro. No tengo libertad alguna desde que me casé. Y antes era tan simpática. Pero ha cambiado, y a peor, muy a peor. Parece que ha pasado demasiado tiempo con su hermano, y éste le ha comido el coco. No sé qué voy a hacer.

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30/09/2013, 10:00

Gregg, no les des la paliza a los clientes hombre. Ya sé que te han preguntado, pero no está bien contarle tus penas a todo el que viene por aquí. ¿Qué van a pensar de ti?

Compañero, aquí está su cerveza. Fresca y buena, recién tirada del barril. Además unos cacahuetes para que pique algo. Si tiene hambre, tenemos unos bocatas que son buenísimos. Y también hacemos perritos calientes al gusto del cliente. Pero si quiere algo más contundente, puedo darle la carta de la casa.

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30/09/2013, 10:07

Había sido un día bastante aburrido y caluroso, como la mayoría de los que habían tenido que soportar en Lawrence. A Bobby Joe no le gustaba tener que llevar el sombrero del uniforme, y su frente se había perlado de sudor constantemente. Afortunadamente, eso le sirvió de excusa para casi llevar a rastras a su colega hacia el Bowling Paradise.

- Venga hombre, que nos vendrá bien tomar algo y refrescarnos… y alegrarnos la vista – dijo, con una sonrisa traviesa.

Se había situado en el centro de la barra, cerca del grifo, donde pudiera hablar con el camarero si lo necesitaba, y le daba la espalda a la entrada. Un gran vaso de Coca-Cola con hielo, a falta de una buena cerveza porque aún estaba de servicio, se había convertido en su remedio para la sed. Un platito con nachos con queso, regalo de la casa, calmaban el apetito antes de cenar.

Alzó la ceja cuando aquel tipo empezó a llamar la atención, deseando con todo su corazón que aquel tranquilo día no se estropeara justo al final…

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30/09/2013, 10:25

Cecille miró severamente a la niña, que parecía un sinfín de deseos. A pesar de haber tirado el helado, aun quería otro, y aprovechaba la oportunidad abierta de jugar una partida de bolos.

Brenda, no se puede tener todo. Decídete, otro helado, o la partida de bolos, aunque por otra parte, un juego en el que carece de importancia la habilidad y destreza de un jugador, no tiene demasiado atractivo para mí. Además, no tardando nos iremos que mañana, aunque no tengas colegio, sí tendrás entrenamiento y deberás estar descansada. Así  que pronto a dormir hoy.

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30/09/2013, 10:29
Roy Munson

Roy entró justo en el momento en que Cecille criticaba el maravilloso e increíble arte de jugar a los bolos. Ya habían discutido por eso anteriormente, aunque nunca habían llegado a tener palabras mayores. Simplemente una diferencia de opinión en la cual cada uno veía el asunto de forma extremamente diferente.

Roy entró como de costumbre con su bolsa en la mano derecha. La dejó en el suelo acercándose a la barra. Una mano de goma revelaba un brillante anillo de campeón, que éste lucía a todas horas.  Hay que joderse, esa Cecille nunca dejará de tocar los cojones con eso de la habilidad y la destreza, dijo en alto, y se aseguró de que se le oyera bien.

Mírame, yo, que he sido campeón nacional de bolos, ninguneado por una cualquiera. Dijo mientras alzaba su mano de goma, mostrando bien alto el anillo.

Josh, amigo, espero que hayas tenido un buen día. Ponme un Whisky y prepárame la pista 8.

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30/09/2013, 10:53
Jennifer Palmer

Tras aparcar mi deportivo rojo en el casi vacío parking recogí mis panfletos y caminé hacia las puertas de el Bowling Paradise. Tenía un rato para descansar y pensaba aprovecharlo tomando un sabroso y refrescante helado y, ya de paso, colgar un par de carteles de las jornadas.

Nada más entrar di un rápido vistazo al lugar, buscando alguna cara conocida. Nadie conocido o de importancia. No, espera, ¿ese no es Bobby? Noté como el corazón se me ponía a cien al ver al que yo creía era Bobby, dado su uniforme. Sin embargo no estaba segura y tampoco quería ir a hablar directamente con él, no estaba desesperada ni mucho menos, simplemente era un chico muy mono.

Me acerqué a la barra, a unos metros del ayudante del Sheriff, y busqué con la vista a uno de los camareros -Buenos días ¿podría ponerme un helado de vainilla y fresa? Te importa que cuelgue un par de carteles en las puertas, son para unas jornadas que organizamos para los jóvenes, son bastante interesantes.

Tras hablar con el camarero miré a la derecha y me hice la sorprendida al ver a Bobby -Buenos días Bobby, no te había visto ¿que tal va todo?

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30/09/2013, 11:09
Brenda Symon

Estaba casi segura de que tenía convencido a su padre, lo estaba, estaba casi seguirísima de que iba a acceder. Al menos claro, hasta el momento que su madre entró en acción. Siempre pasaba lo mismo. 

- Pero mamá... porfiii, no quiero tantas cosas, solo dos, veeengaaa, además me habías dicho que hablase con papi... porfiiii, porfi porfi porfi!! Además hoy me he portado muy bien, lo he hecho todo mejor que ninguna otra, y me esforcé mucho, veeengaaaa, solo un heladito y una partida, además aún es temprano, y según mi peso corporal la cantidad de comida que ingiero y metabolismo no debería necesitar más de cinco o seis horas para dormir mamá, venga porfi, así que es como si aún fuese temprano nos da tiempo a todo, porfiii. Además he visto, ahora mismo no sé donde, pero que los bolos no son tan absurdos como pueden parecer a primera vista, hay una conexión músculomental que conecta la mano con los pensamientos y esta energía que creas debe ser transmitida, eso sí con un buen transformadormediantetupropiamano para imprimir la dirección y fuerzas correctas a la bola para que finalmente acabes haciendo...- las palabras pasaron tan rápido por su cabeza como por su boca, pero no sabía por qué tenía una mala sensación- pleno- dijo finalmente con los ojos bien abiertos poniendo cara de pena. 

- ¡¡AAalaaa!!, ¡mira mami ha dicho una palabrota!- dijo señalando al hombre que acababa de pasar, la pequeña Brenda aún no tenía demasiado claro porqué no se debía señalar a la gente, aunque la primera vez que vio a Roy, le señaló la mano de goma preguntándole a gritos que le había pasado, y lo guay que debía ser tener esa mano tan molona. Bueno, él no se lo tomó mal del todo, pero su madre...

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30/09/2013, 12:06

Thomas prendió el freno de mano y, por fin, había logrado aparcar el coche. El aparcamiento exterior estaba a rebosar de vehículos, y ni se le había ocurrido pensar que en el interior habría algún hueco libre. Pero, por suerte, logró encontrar un buen sitio, ¡y con sombra! No entendió como a alguien se le había podido pasar aparcar allí, se agradecía que el coche se mantuviera fresco en días tan calurosos.

- Ya hemos llegado. - Les indicó a sus tres hijos mientras se aseguraba de coger la cartera, las llaves y el teléfono móvil. Hal, que iba a su lado, ya se había desabrochado y estaba abriendo la puerta, mientras detrás Ben ayudaba a Matt a quitarse el cinturón y se disponían a bajar del coche. Una vez abajo y cerrado el coche, Tom suspiró al ver cómo de rebosante estaba aquello en cuanto echó un vistazo alrededor.

- Y aquí estamos, en Bowling Paradise. - Aquello era mucho más grande de lo que recordaba. Era su imaginación, aquello no crecía, pero ya hacía como un mes que no se pasaba y aquel lugar, que se había convertido en parte de su vida, pues lo echaba en parte de menos. Poniendose la mano encima de los ojos para evitar que el sol le cegara puso la otra en el hombro de Matt mientras les indicaba. - ¿Quién tiene hambre?

El pequeño salió corriendo y en un arrebato de niñez y competividad de hermanos Ben y Hal salieron detrás de él tratando de picarlo. Thomas hizo evidente su felicidad al ver a sus hijos tan contentos. Aquel era su mejor regalo de aniversario. A un ritmo bajo salió corriendo detrás de ellos hacia la bolera con una gran sonrisa en su cara: ¡Ey, chicos, esperadme!

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30/09/2013, 12:57

Hola guapa, dijo Josh a una más que estupenda pelirroja. Claro, no tengo ningún problema en que cuelgues algún cartel. Mira, ahí mismo tenemos una corchera para que los puedas colgar. Puedes ponerlos encima del cartel de la reunión de moteros, que ha sido y no me sirve de nada ahí.

Uno de vainilla y fresa, marchando. Josh  además puso unas pequeñas virutas de chocolate en helado, sabiendo que a la chica le encantaría. Se lo sirvió en un cucurucho enorme con una pajita y una cucharilla de plástico rosa.

Aquí tienes guapa. Son 2.50 $

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30/09/2013, 13:02

Cecille, cariño, yo creo que por un día no pasa nada. Brenda, conguito, ¿de qué quieres el helado? Ya sabes que no es bueno empacharse por la noche o luego tendrás pesadillas con los monstruos. Pero claro tú ya eres una niña mayor ¿verdad? Cada día me asombro más de lo rápido que estás creciendo.

Espera aquí un momento mientras voy a por tu helado.

La cara de su madre todavía mostraba el ceño un poco fruncido, pero sabía que en el fondo Orwen quería pasar un buen rato en familia, y ella no sería la que lo interrumpiera.

Tras unos minutos Orwen volvió con un cucurucho con dos bolas de helado, una de chocolate con sirope de frambuesa por encima, y otra de stratciatella. En éste había dos cucharillas de plástico color verde y azul.

Toma, pero tómatelo con calma no te vaya a sentar mal.

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30/09/2013, 13:08

El pequeño Matt salió disparado como una bala hacia la puerta de entrada del Bowling Paradise. Al llegar, se quedó totalmente asombrado al ver el tamaño del complejo. Mucha gente deambulaba de aquí para allá. Algunos comían, otros jugaban a los bolos en una cantidad de pistas increíbles y llena de colores muy llamativos, y otros estaban sentados hablando.

Por la ventana vio cómo una niña de color, recibía de su padre un helado con dos bolas que parecía enorme.

¿Pero donde se va  a meter todo eso? Si el helado es más grande que ella.

En un rápido vistazo, observó que su madre, o la que parecía serlo, no era negra. Matt asombrado no dudó en preguntar a su padre, mientras toda la familia entraba en el recinto interior.

¿Papa, porqué esa niña es negra y su madre es blanca?

Para sorpresa de Tom, muchos esperaban con ansia la respuesta del padre, esperando o bien algo ejemplar, o por el contrario una lamentable respuesta.

La gente, miraba con atención, mientras Orwen sonreía, y sus hermanos se llevaban las manos a la cabeza, incredulos de lo que estaba pasando.

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30/09/2013, 13:16

- "Bobby, ¿por qué te empeñas en traerme a este sitio? Cada vez que entro aquí me deprimo más aún." -

No está de servicio porque todavía se encuentra de baja por depresión. Viste con ropas corrientes de civil: camisa a cuadros de manga corta y vaqueros.

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30/09/2013, 14:28
Robert Harpper

El viaje en avión hasta el pueblo había sido bastante aceptable, los jefes aun confiaban en mi e incluso había tenido pistachos y comida en el transcurso del viaje. Con el bajar del aparto recoger las maletas y alquilar un coche para llegar desde el aeropuerto hasta el pueblo había comprobado el tipo de personas que habitaban. Después de pedir unas indicaciones y cargar la dirección que me habían dado del hotel del pueblo así como del Bowling Paradise  en el GPS del coche me dirijo por la interestatal 70 hasta el pueblo. Pongo una de las múltiples cadenas de radio deportivas del país a ver que tal ponen las apuestas de los partidos. Había dejado una buena suma por los Yankees, mascullo entre dientes....- Que no me fallen joder, que no me fallen.....  

Llego al Bowling, allí varios coches ya se encuentran en el aparcamiento de entre ellos veo pasar a un hombre pasada la treintena con tres chicos de diferentes edades, antes de bajarme del coche llamo al hotel para confirmar que tengan mi habitación lista cunado acabe la reunión. Abro la pequeña maleta con los datos del cliente que vengo a visitar, nombre y descripción. Me miro al espejo retrovisor central del coche y repito. - Vamos a vender, vamos a vender....tu puedes, eres cojonudo..... y esta vez no la cagues.    

Saco todas mis cosas del coche....solo faltaría que me robaran en este pueblo de mala muerte..... y me dirijo al local. El establecimiento era grande y a esas horas de la tarde parecía que tenía bastante publico. Me acerco hasta la barra pudiendo observar mientras paso a una pareja multi-racial y a su hija sentada en una mesa. Llego hasta la barra donde el camarero esta atendiendo a una belleza pelirroja, varios policías se encuentran también allí así como un trabajador y un hombre vestido con un traje.

Saludo al camarero con la mano para que me atienda. - Perdone caballero, podría decirme donde esta el Sr Simmons. He quedado con él.  

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30/09/2013, 16:49

El hombre que estaba jugueteando con el mando de la tele, arquea una ceja, y mira hacia el hombre que acaba de entrar por la puerta.

Un momento, ya voy.

 

Hola, encantado. El hombre te da la mano, y a continuación una tarjeta con su nombre. Me llamo Michael Simmons, gerente y orgulloso dueño del Bowling Paradise, creo que me busca. ¿En qué puedo ayudarle?

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30/09/2013, 16:53

No mucho más tarde de la entrada del hombre de negocios, hace su aparición una belleza morena, con la piel pálida. Lleva un vestido rosa y gafas de sol. Su pelo aunque un poco despeinado, sigue mostrando un vigor digno de una quinceañera. En seguida entra a la barra y se pone su delantal y una inmaculada cofia en el pelo, haciéndolo resaltar algo más. Al quitarse las gafas de sol, deja entrever un pequeño moratón que ha intentado disimular sin mucho éxito, a la altura del ojo. Su esbelta figura hace que más de uno piense si realmente se casó con la chica adecuada cuándo lo hizo en su momento.

Hola Carla, ¿te has vuelto a tropezar con la puerta por las prisas otra vez?  Dijo Josh con una sonrisa, intentado animar un poco a la chica, que parecía bastante alicaída y triste.

En el momento en que entró a su puesto de trabajo, su cara cambió radicalmente, y puso una actitud desenfadada y positiva.

Si, ya lo sabes bien Josh Takai, las prisas nunca han sido buenas, respondió con una sonrisa un poco forzada.

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30/09/2013, 16:59
Director

Notas de juego

Vosotros dos sabeis de sobra que lo que lleva Carla en la cara, es culpa de su marido Burt, un tipo bruto y corpulento, al que siempre se le ha acusado de no ser muy listo, y siempre violento.

Sabeis por las quejas de los vecinos que Burt suele pegar a Carla a menudo, pero ésta nunca lo ha denunciado. No sabeis si por temor a recibir una paliza de muerte, o porque realmente Carla no aspira a más, o quizás porque esté muy enamorada.