Partida Rol por web

- Es un sueño es un sueño es un sueño es un sueño es un sueño- la niña no paraba de balbucear esas palabras acelerada. 

Aunque la imagen aterradora le heló la sangre aunque finalmente lo único que salió fue una pregunta - ¿Por qué ese señor sin mandíbula sin ningún tipo de máquinas de ayuda vital puede seguir moviendose... Y por qué ataca al sheriff...? No me gusta este sueño, seño... -se había dado cuenta de que la chica no le había dicho su nombre aún -¿Tampoco me has dicho tu nombre aún?- la niña estaba como en shock, como si hubiese algo que se estaba perdiendo, había algo que no entendia," ¿por qué estaba teniendo este sueño ahora?"

- ¿quiero que se acabe ya este sueño... Porfa...- las palabras sonaron lastimeras. Cerré los ojos con fuerza para que todo acabase.

A Bobby Joe se le abrieron los ojos como platos en cuanto escuchó el disparo, y sin pensárselo dos veces, salió corriendo hacia el interior, sacando de camino la pistola reglamentaria y quitándole el seguro.

- ¡Esperad fuera! - les alcanzó a decir, aunque se temía que ninguna de las dos le iban a hacer caso. Sin embargo, su preocupación principal no era esa. Esquivó de un salgo el creciente charco de sangre del exterior y entró de golpe en el restaurante.

De forma apresurada, temeraria, y despreocupada, el ayudante del Sheriff irrumpió de golpe en el bar del Bowling Paradise abriendo la puerta con el hombro, pistola en mano, y mirando a todos lados para saber qué acababa de suceder.

Pero que cojones....!!!

Mientras se afanaba en trasladar los cadáveres oyó un grito y al volverse pudo observar la escena mas dantesca e increíble de su vida. El conductor del vehículo estrellado estaba atacando al sheriff! Pero si estaba muerto!. No podía reaccionar, su cerebro era incapaz de procesar lo que estaba viendo, era como una película de terror.

Solo cuando el sheriff hizo dos disparos y la cosa aquella continuó su ataque logró salir de su parálisis. La pistola del sheriff no había logrado mucho así que igual era mejor algo mas contundente. Con un rápido gesto sacó su porra extensible de kevlar y con un leve giro de muñeca lo extendió en toda su longitud dando un largo salto hacia el Sheriff y asestando a la cosa un mazazo en el centro de la cabeza con todas sus fuerzas.

L a atención del Blutter se centra ahora en Parker. El golpe que éste le ha intentado dar en la cabeza no ha hecho nada más que enfurecer, si se  puede a éste iracundo y hambriento cadáver. Dejando caer el cuerpo sin vida del Sheriff, el cuerpo no-muerto de Blutter se abalanza contra Parker. El conductor  contra todo pronóstico todavía puede gritar, aunque vagamente, y  sólo entiendes una palabra:

 ¡!!!caaarr—neeeeee!!!!!

Parece que el Sheriff no ha sido suficiente comida ya que le has interrumpido la hora de su cena, y ahora va a por ti.

Observé horrorizada como el cuerpo muerto del conductor, tras matar al sheriff, se abalanza contra uno de nosotros. Con el arma en la mano, y evitando que la niña diese ni un solo paso más, apunté con ella al hombre.

Tras la heroica* entrada de Bobby Joe, comprobó con horror que, si las cosas hubieran sucedido de forma distinta, quizás ahora mismo sería él quien estaría fiambre... ¿qué estaba sucediendo?

En lo que primero se fijó el joven era en que el hombre que se había estrellado contra el Bowling Paradise se había levantado, incluso tras haber confirmado que estaba muerto, y ahora estaba atacando a la gente. Una mente racional y científica, rápidamente habría intentado sacar conclusiones acerca de algún tipo de afectación psicológica, tras la cual una persona que milagrosamente vuelve a la vida, se vuelve agresivo y errático. Una mente racional y científica, habría intentado encontrar una solución que no lastimara al afectado, inmovilizándolo y buscando respuestas.

Pero la señora Marie Sue no había criado a un niño racional y científico, así que lo primero que hizo Bobby Joe cuando vio a aquel tipo abalanzándose contra Parker, tras haber acabado con el Sheriff, es alzar su revólver. Como buen sureño.

Las pastillas me han dado una extraña calma irracional.

Cuando veo al Sheriff amenazado avanzo con el recio palo de escoba que he cogido en la cocina y golpeo a Blutter, que se está comportando como un demente rabioso, con intención de apartarlo de Coltran.

Leches, no solo no le he hecho nada sino que se lanza a por mi... pero que demonios pasa....

En un alarde de preparación  física y mental, el ayudante del Sheriff Walter D. Woodrow, al ver la inminente muerte del que hasta ahora fue su jefe y superior al mando, hace uso de su única e improvisada arma, un palo de escoba de madera, con la que pega en el pecho al conductor del vehículo. A este no parece haberle afectado mucho el golpe de la madera en su cuerpo, y sigue centrado en ir a por Parker.

Había visto suficiente. Ese tipo, estuviera enfermo, enloquecido, o lo que fuera, había recibido una paliza y seguía sin inmutarse. Además, Walter estaba en medio, y si el tipo del coche acababa con Parker, no tardaría en lanzarse contra él. Pero el problema era que ese hombre había recibido dos balazos en el pecho y seguía avanzando...

- Walt, al suelo! - gritó, abriendo fuego contra la cabeza del enloquecido conductor.

Nada más entrar en el local la escena no solo se presenta fantasmagórica y acojonante si no que además todo el mundo parece haber sido transportado por una histeria colectiva de violencia, la gente atacándose entre ellos, disparándose...

"Menos mal que todo es un sueño..." volví a mirar hacia el cadaver de mi madre "todo parece tan real" por un segundo mi mano soltó el cuerpo de la chica pelirroja que me había prometido descanso "no puede ser un sueño... o sí..." estaba confusa, desorientada y por si fuera poco mi cabeza todavía seguía zumbando. No sabía que hacer, si moverme o no, si salir corriendo o que hacer. Darwin estaba a mi lado en posición defensiva, no se movería a menos que yo se lo dijese o fuera atacada, al menos eso es lo que haría el verdadero Darwin en este sueño... no lo tenía tan claro. 

Paralizada contemplo la escena sin tener muy claro que hay que hacer, había gente tirada en el suelo, heridos, podría echar un cable si todo eso fuera real... pero solo era un sueño, la chica pelirroja lo había prometido, aunque en su cara se veía el miedo reflejado a duras penas manteniendo la compostura, los sueños siempre habían sido raros, pero nunca tanto, no sabía que pensar, el olor, los sonidos... el dolor, todo parecía muy real, el cadáver de mamá... no podía ser todo eso así...

Solo quería dormir... descansar... despertarme como la chica había prometido...

- Cof,cof,cof. ¿Que coño esta pasando? ¿Donde esta esas ambulancia?. De repente todo a mi alrededor eran gritos y carreras. En el suelo a unos pocos pasos de mi ahora se encontraba el cuerpo del sheriff. Mientras los ayudantes del ahora muerto sheriff y la chica pelirroja estaban apaleando a un hombre salido del coche que se empotró contra el cristal, empiezo a arrastra me fuera de su alcance....Con la suerte que tengo seguro que agravan mi herida...... 

Comienzo a estar preocupado. Le he dado a ese tipo con el palo de la escoba más recia que he encontrado en la cocina. Ha sido un golpe en el pecho que debiera haberle dejado sin respiración, pero apenas me ha hecho caso y sigue concentrado en atacar al Sheriff...

Siento una creciente incredulidad ante lo que está pasando. El salvajismo de Blutter, esos mordiscos, su aspecto animal... El hecho de que le esté golpeando y se quede como si nada...

- "¡Maldición! ¡No dejo de darle con el palo y como si nada! ¿Qué cojones le pasa a este tipo?" -

En medio de lo aleatorio del combate, Samuel saca una porra de la nada y atiza un golpe en el pecho a Blutter, el conductor iracundo del coche. Éste retrocede un poco, y vuelve a cargar contra Sammuel. Si Blutter siente o no dolor, desde luego a vosotros no os lo parece en absoluto. En un rápido movimiento, Blutter se abalanza contra Samuel, intentado morder su cuello y arañarle los ojos. No se mueve igual de veloz que antes, pero sigue siendo muy deprisa. Es posible que hayáis conseguido hacer algo de daño interno, aunque no lo podéis saber con seguridad.

La situación era totalmente irreal, una verdadera locura. Ese hombre había recibido golpes capaces de destrozar a cualquier persona pero seguía en pie, atacando a otro de los presentes tras haber asesinado al Sheriff. Esto no puede estar pasando.

Levanté mi magnun hacia el hombre pero no disparé, tenía pocas balas, no entendía lo que pasaba y había demasiadas personas entre mi objetivo y yo. Por ello preferí colocar el botiquín delante de la pequeña y la obligué a retroceder, mirando a mi alrededor buscando el lugar más alejado del conflicto