Partida Rol por web

Para cuando llegáis al rellano en el que habeis estado antes, podéis ver a Jennifer claramente preocupada. He visto a Brenda meterse en una habitación del tercer piso, no se que está pasando, pero no ha vuelto todavía, y solamente ha salido una de las enfermeras, !!!hay que ir a buscarla!!!

Unos segundos más tarde de que Jennifer os comente lo que ha visto, la alarma vuelve a sonar. Una sirena totalmente molesta comienza a ir y venir. Unas luces rojas parpadean contínuamente. Se trata de la alrma de incendios. Ahora mismo no tenéis la capacidad para saber si ha vuelto a ser una trastada de alguien, un simulacro o si es real. EL caso es que hay que hacer algo.

El guardia sigue inconsciente y tirado sobre la silla, mientras que del lugar del que habéis venido empezáis a escuchar aullidos, gritos, y alaridos incompresibles. Los zombies os siguen de cerca.

Bubba os mira a todos. Buscad ayuda, puede que los de fuera puedan echarnos un cable si es que la cosa no está demasiado mla allí. Yo iré a buscar a la pequeña Brenda.

Hugh, si no nos volvemos a ver, cuidate, has sido un amigo. Los demás, cuidaos también, es una lastima no haberos conocido mejor.

Dicho esto, Bubba va hacia las escaleras corriendo y desaparece. Jennifer va detrás de el.

La pequeña estaba estupefacta ante las palabras de la ... de esa maldita enfermera, era más mala todavía que las de las películas. No se podía creer todo lo que estaba diciendo. Parecía ser que One World no era el villano.

- Eres tan mala que...- en ese momento Sigourney sacó la pist... ese arma, sea lo que fuese. La pequeña llevaba el taser en el bolsillo pero no podría sacarlo a tiempo. ¿Que podía hacer?

De nuevo todo había sucedido muy rápido, el disparo, ella huyendo, la llave, el hilillo de sangre saliendo de la herida de Lucy. Al principio había sentido algo de pánico, pero no era momento para ese tipo de ñoñerías, Lucy se había arriesgado por nosotras y había salido herida, tenía que ayudarla, de echo tenía que ayudarnos a las dos. 

La pequeña pensó rápido y arriesgó, la puerta estaba atrancada, no podía mirar a Lucy, tendría que hacerlo ella. Pensó en lanzar la silla contra la ventana pero probablemente era demasiado pesada. Así que cogió la porra que se le había caído a Lucy la agarró fuerte con las dos manos y golpeó fuerte la ventana, apenas la resquebrajó en el primer golpe así que volvió a golpearla otra vez, y una tercera vez. 

-¡Aguanta Lucy ya casi estamos saliendo de aquí!- animó la pequeña a la enfermera que aún seguía en el suelo. 

Consigues romper la ventana tras unos cuantos golpes con la porra. Miles de cristales pequeñitos salen hacia el vacía que hay entre vostras dos y el suelo. Ahora puedes ver más claramente que ocurre fuera.

De momento lo primero que ves son luces, tantas que te ciegan momentaneamente. Cuando tu visión por fin se aclara, lo que ves te resulta entre espectacular y espeuznante. Los militares que os pretegían o mantenían cercados, segun como se mire, están entrablando un combate masivo contra una oleada ingente de lo que has legado a denominar como zombies. Esos seres ya no están infectados, estan totalmente muertos, y pretenden devorar todo lo que pillen en su camino. Un helicoptero llega, y aterriza en la azotea del edificio. A lo lejos, en el horizonte, una llamarada gigantesca sube creando lo más parecido al hongo nuclear. Ha sido una explosión, que de haber estado más cerca, hubieras notado el temblor.

Otra luz viene desde el cielo nocturno hacia vosotras, presumiblemente otro helicoptero.

Lucy sigue en el suelo, aunque intenta mantener su perfil bajo e intentar no quejarse demasiado, a pesar de que su herida tiene una pinta horrible.

EL fuego en la habitación se va haciendo más y más fuerte, aunque por lo menos has conseguido que el humo salga.

La pequeña miró la distancia que las separaba del suelo, era demasiada como para saltar, no podían arriesgarse.

-¿Lucy, que hacemos? Se que estás mal, lo siento, la vamos a coger, pero hay que salir de aquí primero- la pequeña se echó uno de los largos brazos de Lucy por encima para intentar levantarla. Se acababa de dar cuenta de que Darwin no estaba con ellas, no podía perderlo también a él, ¿donde se había metido?

De repente se echó las manos a la cabeza y notó el auricular del Walkie talkie, lo había olvidado por completo. Mientras miraba la distancia que las separaba del suelo y tanteaba las opciones comenzó a tocar los botones del walkie talkie alguno tenía que servir para algo. 

Mientras le daba a los botones del walkie talkie miraba en busca de alguna salida posible, no quería saltar, pero parecía que el fuego no les iba a dar muchas otras opciones. 

Por el auricular de walkie talki oyes voces. Es la de una chica, y te resulta tremendamente familiar. !!Es Jennifer!! ¿Brenda?, ¿Brenda?, te he visto subir, pero no se donde estas. Bubba y yo vamos a buscarte, hay que salir de aqui cuanto antes, no quiero preocuparte, pero...debemos salir de aqui ya. Dime, pequeña, ¿estás bien? ¿Donde estas? Nosotros estamos en la planta baja y vamos de camino hacia donde nos digas.

El fuego se va alimentando cada vez de más y más papeles, engullendo por completo uno de los archivadores. EL calor cada vez es más sofocante y comienzas a percibir la falta de oxigeno cercano. Saltar siempre es una opción. Al otro lado de la puerta Darwin ladra desconsolado, sabiendo que su mejor amiga está en peligro, y que no puede hacer nada por ella. Rasca con sus patitas la puerta mientras suelta de vez en cuando algún llanto.

El fuego se va acercando cada vez más al ordenador, y lo que menos te gustaría es que hubiera una explosión cerca de tí. La situación ya es suficientemente mala sin explosiones.

Por otra parte Lucy consigue incorporarse, y aunque sabes que la duele horrores el hombro, no duda en darte una de sus más amplias sonrisas.

Bueno pequeña, parece que estamos atrapados aqui. ¿Tienes alguna idea de cómo salir? Yo haré lo que pueda.

Al salir del almacén lo que véis os deja totalmente perplejos. El patio exterior está totalmente rodeado de luces. Los sonidos de disparos se oyen allí y acá, por todos lados. Los zombies han rodeado completamente en complejo y los militares se han visto completamente desbordados. Aun sabiendo que una mala relación entre One World y las fuerzas del ejercito, parece que ahora mismo han hecho una breve tregua, y estan disparando a la cantidad ingente de infectdos, zombies y muertos vivientes que asolan la clínica.

Varios luces en el suelo y los sonidos incomparables de helicopteros acercandose, os llevan a sentir una falsa sensación de seguridad.

Los muertos se levantan una y otra vez, frente a las balas convencionales que usan los militares, que parecen resistir a duras penas. Por otra parte, sea lo que sea que disparen los de One World afectan a base de bien a los zombies. Parece que mientras tengas munición puede haber esperanza.

Varias explosiones iluminan la zona más occidental del fortín improvisado. Parece que algunos de los camiones han reventado dejando un pequeño crater, y destrozando por completo la vaya que cerca la zona. Es solo cuestión de tiempo que empiecen a entrar por esa abertura los muertos.

La situacióncada vez es más dantesca. La sangre empieza a crear pequeños regueros. No solamente  hay sangre de humanos, una especie de brea negra y viscosa, que sale de los cadaveres más recientes se mezcla con los rios de sangre.

Las nubes cubren el cielo y no parece que vaya a tardar  mucho en empezar a llover.

Lo que parecía un camino hacia la salvación se convirtió rápidamente en algo que estaba fuera de control y que no parecía tener ninguna solución. Ni el ejercito mejor armado estaba en disposición de ganar esta batalla, y ellos no podía más que encontrar una solución para huir de este caos al que se enfrentaban.

Hugh rápidamente intenta evaluar la situación y comprobar si existe alguna posibilidad para salir de una pieza de este lugar. Busca algún lugar donde hacerse fuerte o algún vehículo donde emprender la huida.

¿Que demonios hacemos ahora? El ejercito parece que no va a aguantar. Tenemos que encontrar la manera de salir de aquí o volvamos al interior, a campo abierto no tenemos ninguna opción.

La situación era cada vez mas caótica y empezaba a recordarme a la última noche antes de que toda esta pesadilla comenzase. Los militares y los guardias de One estaban luchando contra la marea de zombies como una barrera de arena contra las olas del mar, tarde o temprano caerían. Esos helicópteros que empezaban a llegar podrían ser nuestra única solución.

- Lo primero deberíamos encontrar a Brenda.... señalo hacia el edificio .... - Ya está ahí dentro. Paro al escuchar el sonido del helicóptero pasando sobre nosotros. - Y ese bicho que se posa ahí encima podría ser nuestra última salida de esta mierda. ¡No podemos correr de un lado a otro toda la noche!.

Me giro hacia las puertas del edificio, ya decidido a entrar. 

- Vale. Vamos dentro. Buscamos a las mujeres y salimos hasta el tejado para hacernos con el helicoptero. No creo que aguantar aquí nos lleve a nada bueno. No se que me da que al final el perimetro no va a resistir.

Samuel sigue a Robert al interior del edificio y mientras tanto va buscando por si encuentra un arma de One World que al parecer era lo que mejor se hacía cargo de aquellos seres. No le hacía ninguna gracia avanzar por aquel edificio nada mas que con un revolver con 3 balas.

Finalmente y con toda claridad habéis llegado a una conclusión. También era bastante lógica. O enfrentarse a un caos y a una pequeña guerra a escala entre humanos y zombies, o intentar salvar el pellejo, de cualquier forma posible.

Al entrar de nuevo en la clinica, podéis escucharel inconfundible sonido de los zombies gritando. Aporrean cualquier tipo de objeto que se encuentran en su camino, y de alguna forma os recuerda a alguien que es prácticamente ciego, pero que todavía ve algunas formas. Se chocan contra todo tipo de moviliario, haciendo que las cosas caigan, y que estas hagan ruido al caer, o al hacerse añicos, lo que provoca más ruido que atrae a más zombies. Vamos un bucle contínuo.

Lo único que os salva de ser devorados ahora mismo es que parece que se han encontrado con un pequeño tentempié de camino. El guardia de seguridad que estaba inconsciente, ahora está más que eso, totalmente muerto. SU cabeza ha salido rodandoy ha llegado hacia vosotros imitando los botes aleatorios de un balón de rugby. Ha dejado un inmenso reguero de sangre tras de sí, que en otras circunstancias os habría horrorizado. Pero ahora, ya estáis más que acostumbrados a ver muerte, sangre y visceras por todos lados.

Al subir las escaleras al primer piso escuchas más alboroto. Voces de gente gritando, niños llorando, madres intentando consolar a sus pequeños para que no hagan ruido. Han construído una pequeña barricada con mesas, puertas, sillas y demás cosas que han encontrado por la clínica. Han trancado la puerta de acceso de las escaleras como han podido, y en el fondo es una buena idea, pero antes o despues cederá ante lo que se les viene encima. Desde el otro lado del cristal, el hombre de One World que había hablado con Robert, os mira, y agacha la cabeza. Puede que sus últimas horas en la faz de la tierra estén llenas de remordimientos.

No tardáis mucho en llegar al segundo piso. Todo parece tranquilo aquí. De hecho es una de las zonas donde se hacen pruebas, y solamente hay unas pocas habitaciones que contengan camas. SI hay un buen lugar para esconderse podría ser aqui, pero si lo que queréis es salir, habrá que seguir corriendo.

El esfuerzo de subir tantas escaleras, y de haber corrido tanto en un espacio de tiempo tan pequeño os pasa factura, y necesitáis tomaros un breve respiro. Lo justo como para coger algo de aire y seguir corriendo escaleras arriba, si es que Brenda y Bobby han coseguido abrirse paso hasta allí. Por casualidad paráis en el comedor. SI queréis podéis buscar comida agua, o algún arma dentro de la cocina, pero os llevará tiempo, y no es algo que sobre ultimamente.

Poco a poco el fuego va consumiento el oxígeno de la sala. EL ambiente cada vez está más cebado y se hace mucho más dificil respirar, a pesar de que la ventana esté abierto. EL calor empieza a ser bastante insufrible y los chorretos de sudor te caen a pares por la frente. SIentes como por momentos se te humedece la ropa por el sudor. Darwin ha dejado de ladrar, y sabes que no te va a dejar sola. Así que es posible que haya ido a buscar ayuda. Ayuda, algo que te vendría muy muy bien ahora mismo, tanto como para salir de aquí ilesa, junto con la enfermera Lucy, como para tomar una decisión.

Por la ventana, de reojo, ves como uno de los helicópteros que venían hacia la clínica se aleja, con un enorme y claro logo de GT. Sabes que Sigourney ha sobrevivido, y eso te cabrea a más no poder. Ella es la culpable de todo, de los zombies que atacan, del fuego, de la herida de Lucy, de que no estés con tus nuevos amigos. Ella y solamente ella.

Desde abajo de oyen disparos, gritos, explosiones, alaridos. Sonidos demasiado familiares, que te recuerdan al adiestramiento que tuviste que sufrir con tu padre. Videos, documentales, campos de tiro. No te gustaba al principio, pero te ha servido muy bien hasta ahora. De hecho, para ser una niña tan pequeña te las has apañado perfectamente en un mundo en el que muchos adultos ya han muerto. Puedes llamarte a ti misma, superviviente.

Y ahora toca sobrevivir.

Lucy te mira desespera. Eres su única opción de salir con vida del cocedero en el que os encontráis. Has demostrado varias veces tu valía, y ahora los adultos pueden confiar en ti plenamente, hasta con su vida.

Creo, creo, que lo mejor va a ser saltar pequeña. ¿Sería muy disparatado hacer una cuerda improvisada con nuestra ropa para intentar bajar lo máximo posible y así no caer desde tan alto?. Se que puedo lograrlo aun teniendo el hombro así, y si hay un momento en el que arriesgarse, es ahora. ¿O eso es solo cosa de las películas?

Samuel se detuvo en la puerta de la cocina jadeando. El esfuerzo de subir las escaleras corriendo casi le deja fuera de combate. Maldito tabaco. A su lado sus compañeros muestran que también les ha costado lo suyo llegar. Por un momento mira a la cocina y se siente tentado de entrar y buscar algo de comida que quizás pudieran necesitar posteriormente pero enseguida desecha la idea.

- No se si podríamos buscar algo de comida que poder llevarnos por si la necesitamos luego pero si lo pensamos bien es mas importante salir de aquí. Si no logramos salir del edificio la comida no va a servir de nada. Y en una cocina no creo que haya nada mas que el palo de una escoba que podamos usar. ¿seguimos hacia arriba a toda prisa?.

Samuel no era partidario de quedarse haraganeando mientras los infectados se les acercaban a toda prisa.

Estábamos en una carrera a contra reloj, los zombies se acechaban sobre nuestros pasos y no se detenían ni cuando encontraban un suculento bocado. Otro guardia mas estaba dormido en su puesto de trabajo, la conspiración de la que nos habían hablado estaba detrás de este ataque. La carrera escaleras arriba empezaba a pasarse factura y en breves instantes tendríamos que parar aunque fuese solo a tomar aire.

 - Esos bichos no van a parar ni para comerse a mas personas. Estoy con Samuel, no podemos perder tiempo. Y hemos de ganar toda la distancia que podamos entre los infectados y nosotros.

Pues ya somos tres, sigamos corriendo hacia delante. No creo que nada que podamos encontrar aquí no sirva de nada ante esta horda.

Hugh de acuerdo con sus compañeros no hace más que respirar profundo en esta pequeña parada que han hecho, preparado para continuar cuanto antes en su huida.

Hacía mucho calor. La adrenalina circulaba por vuestros cuerpos mientras varios chorretones de sudor recorrían vuestras caras y brazos. Las camisas y camisetas están empapadas, y es que no habíais enido que correr así en mucho tiempo. Además estaba siendo un Septiembre bastante caluroso, al igual que ese maldito Agosto infernal.

Habeís parado por un momento. Eso siempre está bien. Hay veces que mantener la cabeza fria y pensar dos veces es mucho más efectivo que actuar a lo loco.

En el comedor todo esta muy tranquilo, muy silencioso y oscuro. No eran horas de que nadie estuviera o bien trabajando o bien cenando, pues podrían ser facilmente las 3 de la mañana. Además, no podeís fiaros de que la gente que estuviera de guardia siga en su puesto, manteniendo una estricta disciplina para con su trabajo.

Hay un enorme reloj banco que marca las horas en el centro del comedor. Tiene algunos números marcados con colores. Cada vez que el segundero se mueve, oís un golpe devastador. Otro, y otro. Por un momento pensaís que hay una guerra de verdad ahí abajo, hasta que os dáis cuenta de que vuestras mentes os juegan una mala pasada. La adrenalina otra vez, hace que aumenten los sentidos, y en especial el oido. Tic, tac, tic tac, el tiempo corre y os habéis tomado un pequeño descanso. Pero,  ¿ y ahora?

La situación cada vez era más crítica. Estabas rodeada por el fuego, y Lucy te abrazaba fuertemente, en un intento por protegerte de la cercanía de las llamas.

El calor era ya del todo insoportable, y el humo empezaba a cegaros y a meterse en vuestros pulmones, obligandoos a toser de forma descontrolada.

De repente alguien llamaba a la puerta. Brenda!! Brenda?? La voz inconfundible de Jennifer y de Bubba, y tras ellos había alguien más, ladridos, Darwin no te había abandonado, había ido a pedir ayuda, y siendo todo lo rápido que es, a pesar de estar herido, ha encontrado a amigos que pueden intentar sacarte de aquí.

Lucy sonríe y llora a la vez, pues es un rayo de esperando en uno de los sitios más críticos que se ha encontrado jamás.

Varios golpes secos hacen que las visagras se muevan, y es que Bubba es alguien fuerte y corpulento. Parece que le cuesta bastante, pero no se da por vencido. El fuego ha alcanzado el ordenador, y en el mismo momento en el que Bubba consigue abrir a golpes la puerta, explota lanzando varios fragmentos de metralla al aire. Tu pareces estar bien, y no has sentido nada, pero Lucy es otro cosa. Tiene varios trozos de cristal clavados en la espalda y uno ha cercenado parte su cuello. La sangre comienza a emanar profusamente, y tu solo quieres cerrar los ojos. Pero es demasiado tarde, ya has visto los efectos del cristal en su cuello, y comienzas a sentirte muy mareada, tanto que quieres vomitar. Un pánico irreflenable aumenta de repente y tu cabeza no puede evitar recordar la imagen de tu padre, en el Bowling Paradise, de pie, muerto, con un cristal atravesando su carganta por completo, mientras sostenía su cartera para pagar la cuenta. La imagen a continuación de la mancha de sangre en el suelo en donde debiera estar tu madre. Tu cabeza es un caos.

Lucy sonríe, y te dedica unas últimas palabras. Vive pequeña....vive por todos...nosotr.....s

En ese momento Jennifer os saca a las dos, aunque solo una de vosotras vive.

Busco alguna escoba, la pata de una de las sillas o mesa que pudiera encajar entre las dos asas de las puertas. Aunque no espero que les detenga mas que un empujón al menos sabríamos que distancia les sacamos.

- Hay que seguir. No podemos pararnos mucho tiempo, no sabemos cuanto estará el helicóptero en el tejado. Y esos seres no paran de correr

Un leve rumor se va convirtiendo cada vez más rápido en un estruendo. Varios alaridos y gritos de desesperación, de pánico y de dolor se van sumando poco a poco al caos general proporcionado por los zombies. Han llegado a la primera planta, y sabéis que no tardarán mucho más en llegar a la vuestra.
De momento parece que los no muertos se estan poniendo las botas con los otros supervivientes del piso de abajo, ya que cada vez se oye menos ruido.
Es cuestión de tiempo que os descubran, y si lo que queréis es escapar de allí, solamente hay una opción viable, el helicóptero. No tenéis ni la más remota idea de si llegaréis a tiempo, o de si siquiera os dejarán entrar, pero es vuestra última carta, así que mejor que os deis prisa.

Ahora mismo estas en estado de shock, aunque realmente te reconforta saber que no estas sola, aunque todavía tienes que intentar salir de la dichosa clínica. Darwin esta contigo, al igual que Jennifer, mientras Bubba se encarga de vigilar.

El fuego se come por completo la habitación en la que estabas, y el calor es insoportable, aun estando unos metros alejados. EL humo se sigue filtrando por la ventana rota, aunque también está exparciendose por el pasillo, y os dificulta tanto la visión como la respiración. Comenzáis a toser, y habéis llegado a la conclusión de que hay que irse de ahí cuanto antes.