Partida Rol por web

- ¡¿ Laberinto de tuneles ?! mi no querer perder en laberinto de túneles ?! - un escalofrío de terror recorrió a Elmore.

En Chucultepe, para castigar a los esclavos, solían abandonarlos a su suerte en los laberintos bajo las pirámides. Allí aguantaban como podían comiéndose unos a otros. Incluso había una leyenda de una casta que había logrado sobrevivir y reproducirse, ahora eran caníbales ciegos de piel transparente. Los padres asustan a los niños amenazándolos con arrojarles al laberinto para que se los coman los esclavos caníbales ciegos de piel transparente y la mayoría de los niños les cogían fobia a los laberintos. Elmore no era una excepción.

- No quiero que me coman los esclavos caníbales ciegos de piel transparente. - afirmó muy convencido. Entonces recordó la fábula del esclavo que había escapado del laberinto utilizando un ovillo de hilo. Pero él no tenía ninguno. Rebuscó a su alrededor sin ninguna fortuna, inspeccionó su ropa, pero la armadura estaba echa de cuero. Entonces reparó en la armadura de Syl. Si quizá pudiera servir (yo lo intento, a ver si cuela XDXD). Ojeó minuciosamente la espalda de la muchacha en busca de algún hilo suelto y después lo enganchó a un saliente puntiagudo entre dos rocas.

Avanzaban por el laberinto con Deekin en cabeza, en cada cruce y giro Elmore perdía mas y mas la orientación, y conforme esto ocurría aumentaban su miedo y sus temblores. Entonces Deekin se detuvo a olisquear el aire. Tras un instante Elmore lo imitó - Snif, snif. - ambos se miraron muy serios. Si, habían olido lo mismo y sólo podía significar una cosa. Elmore asintió con la cabeza - Si, parece que Anykiller ha estado cocinando sblasnikfloyer otra vez. -

-que es ese olor?-

- Si... ser cierto, oler como sblasnikfloyer... - dijo Deekin distraido- pero parecerse más a carne chamuscada... seguir Deekin!! ya estar cerca!!

Deekin siguió corriendo a través de las cuevas mientras el resto del grupo lo seguía. Pronto lo que había sido cueva natural volvió a ser pasadizo excavado y en seguida comenzaron a ver como las paredes y el suelo de ese pasadizo estaban manchadas de sangre, sangre oscura como la que habían visto en el suelo de la cocina. Siguieron avanzando hasta que Deekin paró en seco señalando al suelo justo delante.

- Cuidado!! trampa delante, intrusos caer en trampa - advirtió Deekin

El grupo se acercó al agujero que había en el suelo y que ocupaba casi la totalidad del pasillo. Al asomarse se podía ver un cuerpo ensartado en una infinidad de estacas que había en el fondo del agujero, no era fácil distinguir quien o que era aquel cuerpo, todo estaba lleno de sangre...

"Que diablos ser sblasnikfloyer?-pensó Deekin"

¿De verdad habrá algún tesoro mágico aquí? ¿Será un instrumento musical que te hace tocar como un artista profesional? ¡Eso sería genial!-Seguí con paso ligero a Deekin, sin darme cuenta de que mi compañero Elmore había cogido uno de los hilos de esa vieja camiseta, haciendo que parte de esta se fuera deshilachando a medida que avanzaba.

Al llegar al lugar me quedé sorprendida- ¿Eso es una trampa, Deekin? Espero no aparecer por estos pasillos sin darme cuenta, no me gustaría acabar así...- murmuré esto último, mirando con curiosidad.

Seguí corriendo siguiendo al Kobold bardo. ¡Eh! ¿No te habrás perdido, no? Cogo un poco de aire, ya me estaba cansando eso de correr. Llevamos ya mucho tiempo... corriendo... Respiro por la boca y de repente escucho a Deekin advirtiéndonos de una trampa. Me paro en seco, siguiendo sus pasos para no caer en ella. ¡¿Dónde?! ¡¿Dónde?! ¡No puedo verla, joder!

Marcus estaba tan nervioso no se había percatado por el olor. No le gustaban mucho los lugares oscuros y cerrados. Se fijó en el gran agujero que había en el suelo y en toda la sangre que se había derramado. ¿Qué es eso?

Elmore se detuvo al borde de la trampa. Temblequeaba compulsivamente, ahora no sólo tenía que preocuparse por los caníbales sino que también había trampas mortales. Se arrodilló y, echando las manos al borde del abismo, asomó la cabeza para intentar averiguar que era aquello que había ensartado en el fondo de la trampa -¿Creéis que es un esclavo caníbal ciego de piel transparente? -

Al asomaros al borde del agujero veis con claridad el cuerpo sin vida de una criatura que os resulta familiar: se trata de un orco. Todo el agujero y las estacas están cubiertos por esa oscura sangre que está por todas partes. Por lo que parece cayó en una de las trampas más burdas que se pueden construir, algo que no dice mucho en favor de su inteligencia... Lo que es imposible es que toda la sangre que habeis visto pertenezca a un mismo orco, es evidente que había otros con él... y el olor a quemado es cada vez más intenso...

Miro con asombro al agujero a toda la sangre que hay ahí. ¡Es un orco! ¡Hay demasiada sangre ahí! Deben de haber más...  Pero no sé de dónde viene ese olor a quemado... maldita sea. Este cuerpo perfecto no podía tener una inteligencia maravillosa, no habría nacido humano entonces... debería de ser un dios o algo de eso. ¡Exacto! Yo debería ser un dios... Empiezo a embaucarme en mis pensamientos narcisistas sin nada más que añadir.

Apenas le dio tiempo a mirar cuando Marcus con su comentario le ahorró el esfuerzo. Mejor, seguro que no es agradable de ver. La situación lo iba tensando poco a poco. Jugueteó nervioso con el bastón mientras miraba de lado a lado en busca de peligros.

Di un respingo, asustada al darme cuenta de la imagen que estaba viendo- ¡Orcos! ¡Otra vez Orcos no!- me llevé las manos a la cabeza y me moví de un lado a otro, nerviosa- ¿Y si han vuelto a por mí?- me pregunté a mí misma en voz alta. El problema, como había dicho Marcus, es que parecía haber más de uno, al menos por la cantidad de sangre encontrada- ¡Maldita sea! Estoy muerta de miedo...- me froté los brazos, pensando en si podría escaparme de ese sitio. No, no lo haría, estaba ahí junto a mis compañeros y pensaba acabar con esto, aunque el resultado quizá no me gustara. Realmente estaba casi segura de que saldría corriendo si un montón de orcos me atacaba, como ya pasó mientras me dirigía a la escuela de Héroes.

Ains... ¿Y qué pasará ahora? ¿Y si nos tienden una emboscada? ¿Podremos contra ellos? Los orcos son muy temibles, según cantaban los bardos. Además, huelen mal. Ugh, no me gustan ni un pelo- Tenemos que continuar... este olor no me gusta nada, Deekin. Tenemos que encontrar de dónde viene.

Miré a mis compañeros, sin darme cuenta de que mi camiseta se había acortado. Los nervios me impedían pensar con claridad.  ¿Y que es un esclavo caníbal ciego de piel transparente, Elmore?

Elmore miró a Marcus como si se hubiera tirado un pedo. - ¡Eso que va a ser un orco, los orcos son tontos !¿Crees que un orco sería capaz de llegar hasta aquí por si mismo? - Se dirigió a Syl, que parecía nerviosa - No te preocupes por los orcos. Sin embargo los esclavos caníbales ciegos de piel transparente ya son otra cosa. Son muuuy astutos y conocen las cuevas como si vivieran en ellas porque ... bueno, porque viven en ellas. -

-creo que a lo que elmore se refiere es a fantasmas, aunque se me hace algo muy supersticioso, en cuanto a los orcos, me sorprende que una creatura tan poco inteligente llegara hasta aqui, o se perdio o alguien lo mando, eso lo averiguaremos pronto-

Deekin se asomó al agujero para comprobar que efectivamente era un orco empalado, pero el olor a quemado venía de más adelante.

- No subestimar inteligencia de orcos, trasgos y otros - dijo Deekin ofendido- cerebro de Deekin ser más grande que muchos estúpidos humanos... Seguir adelante, ya estar cerca.

El grupo continuó avanzando por la gruta, que pronto se convirtió en un auténtico museo de los horrores. A ambos lados del pasadizo fueron dejando atrás cadáveres ensartados de orcos. Se habían dispuesto un sin fin de trampas a lo largo del corredor, los que no estaban empalados por una lanza estaban agujereados por un montón de flechas, algunos incluso tenían los miembros hinchados y negruzcos, no hacía falta ser muy listo para saber que eso había sido provocado por algún tipo de veneno. Dejaron atrás un gran número de cadáveres mientras el olor a quemado se hacía cada vez más fuerte. Finalmente llegaron frente a una inmensa puerta, que estaba entreabierta, y pudieron apreciar de primera mano la procedencia del olor.

Cerca de la puerta había una montaña de cadáveres parcialmente calcinados y aún humeantes, sumados a algunos más que se repartían por todo el corredor, las paredes estaban ennegrecidas por lo que con toda seguridad había sido una explosión. El hedor a carne quemada era nauseabundo.

Continuaron la visita a las catacumbas con su particular guía, Deekin. A medida que avanzaban por los pasillos entre cadáveres de orco, charlas sobre cerebros e olorcillo a sblasnikfloyer, el miedo de Elmore se fue tornando en apetito voraz. Hasta que se encontraron de frente con la pila de cadáveres.

-Esto es realmente repugnante- comenté a mis compañeros después de haber presenciado lo que serían los cadáveres de bastantes orcos, repartidos por los pasillos que recorríamos. Jamás intentaría entrar aquí, después de ver esto...- murmuré mientras hablaba conmigo misma- Oye, Deekin. ¿No hay posibilidad de que a nosotros nos pase algo, no?