Partida Rol por web

Antes de que pueda siquiera moverse el líquido impacta en Cornelius.

El líquido te impacta de lleno y ves cómo disuelve tus prendas rápidamente. Antes de que pudieras hacer nada Arthur te quita la ropa y lo tira lejos de ti, antes de alejarte de la araña.

La araña terrible desciende del árbol y os persigue, cuando algo se abalanza sobre ella y la distrae a picotazos. Es la lechuza de antes, la que parecía dormida y que se ha lanzado al ataque para distraer a aquella sabandija, mientras ésta intentaba atacarla inútilmente. Cuando quisiste darte cuenta, viste cómo una daga volaba hasta la sabandija, clavándose justo en la unión entre la cabeza y el tórax.

La araña se revolvió dolorida, tambaleándose, hasta que acabó en el suelo, boca abajo y con las patas encogidas. Estaba muerta. Arthur se acerca al cadáver de la araña y arranca la daga de su cuerpo para limpiarla y volver a guardarla.

- Vaya, te ha faltado poco, ¿eh? - dice con una sonrisa de oreja a oreja antes de mirar a la lechuza, quien ha vuelto a posarse donde estaba antes - Deberías ir a agradecérselo, te ha salvado el pellejo.

Se acerca a la lechuza. Muchas gracias, te debo una. Se esta un rato antes de continuar con voz mas tímida ¿Te gustaria venir conmigo? Cuidaria de ti todo lo bien que pudiera. Seriamos como dos compañeros inseparables. Respetando tus ratos de descanso claro. Observa a la lechuza, esperando ilusionado su respuesta.

La lechuza te mira atentamente, inclina su cabeza curioso y después se da media vuelta para acicalarse.

- No pienso salvarte el culo todas las veces, aprende a ser más cauteloso. Aparte de eso, no me vendría mal viajar contigo - sentencia finalmente el ave, ante la sorpresa de Cornelius

Oye! Fui con cuidado, pero esa araña parecia un danzarin sombrio por como se escondia. Ya veras como no me vuelve a ocurrir. Mira Arthur, he hecho un nuevo amigo!! Sonrie satisfecho, te importaria ir un momento a la mina?, así ya tendria el dia perfecto. Para en seco al caer en la cuenta de algo. Por cierto, muchas gracias por todo.

- Odio las minas, paso. Prefiero quedarme aquí, que tengo sueño - afirma la lechuza, antes de proseguir - Cuando me necesites solo tienes que invocarme. Estaré allí en un instante

- Sí señor, una lechuza con las ideas claras - afirma Arthur