Partida Rol por web

un asco recorre su cuerpo al ver a elmore pancetilla relambiendose tras escuchar sobre cerebro de orco

estas mujeres estaban lindas, pero de seguro eran magas, odio las magas, no hay mujeres normales?

pero al menos estaremos más protegidos ahora hasta que sepamos luchar bien

- Te veo algo envejecido, maestro... aunque aun así impones más que antes - dice un humano de pelo moreno, con vello facial en su rostro que refleja su semblante serio. Mide algo más de metro ochenta. Lleva una especie de peto con un caballo rojo como emblema, encima de una armadura de placas. En su espalda cuelga una imponente katana, con la cual parece que ha liquidado a infinidad de enemigos.

Se acerca rápidamente a Kronnal, a quien le da una palmada en el brazo como si se tratara de un colega.

- Veo que AnyKiller no mentía cuando mencionó que estabas aquí - se gira hacia los estudiantes señalando a Kronnal - Soy Silvan Snyder, maestro de armas y antiguo alumno de Kronnal hace muchos años. Creedme, con él aprenderéis a valeros por vosotros mismos. Tan importante como lanzar conjuros es saber usar las armas, es vital para todo aventurero. Y a mí me enseñó lo necesario para liquidar orcos por decenas.

Detrás de Silvan iba otra chica, humana también, de cabello castaño. Llevaba una armadura completa color gris metalizado, de su cinturón cuelga una espada larga y en su brazo izquierdo lleva un escudo grande de madera. Iba con la cabeza gacha y callada, como si temiera alguna reprimenda por abrir la boca. Silvan se gira hacia ella y después se dirige a los estudiantes.

- Ella es Kara Aylomen, clériga de Ilmater. Evidentemente es tímida, pero es una excelente sanadora.

Kara se sonroja ante los cumplidos que le dedicó Silvan.

Cornelius se aproximo disimuladamente a Argorán. Esto no me gusta drow, muchos grandes heroes para solo tratarse de un ataque aislado.

- Silvan!!! maldito tarrugo!! - bramó Kronnal al ver a su discipulo- deberrías dejar de saquearr mazmorras y convertirrte en un hombre de verrdad, mis ejércitos necesitan un generral... mi herrmano Keldorn es un patán borracho y segurro que se dejarrá matar por los orrcos... Bueno, ya que has venido - dijo ignorando por completo a las damas- estaba dándoles una lección sobre arrmas a estos sacos de mierrda, así que por que no les cuentas algún truco parra sobrevivir? les hace mucha falta.

Dio un repaso a sus alumnos uno por uno para poner a Silvan en situación.

- Ese de ahí venía con una espada oxidada - dijo señalando a Leonel- quierre luchar parra vengar a no se quien; el elfo carrbonilla es otro exiliado como tu amiga - Kronnal le dedicó una mirada desdeñosa a Maya- ese es Krromen, un sucio hechicerro que no sabe ni empuñar la navaja parra afeitarrse, el espantapájarros (dice que es tan feo que no quierre quitarse la máscarra), Balthus es un barbarro del norrte, tiene mucho futurro; Ligthfighter es otro patán ladronzuelo perro acabarrá luchando como un maestro; el de la barrba falsa es Corrnelius (otro mago inútil); esa cosa gorrda, fea y enana es Elmorre Pancetilla y la chica es la que fue atacada... Son una panda de ineptos como puedes comprobarr.

- Vaya, veo que hay algunos diamantes en bruto... - comenta mientras repasa a los estudiantes, aunque al centrarse en Lightfighter se queda un par de segundos pensativo - ¡Ah, se me olvidaba! AnyKiller me ha pedido que os avisáramos de que va a estar ausente una temporada, ya que va a investigar las incursiones orcas y rebanar el cuello a algunos de ellos por el camino.

Después se dirige a los estudiantes.

- Un consejo para sobrevivir... un consejo para sobrevivir... ¡Ah, sí! Lo primero que debéis saber para sobrevivir (y muy importante) es que no conviene enfadar a Kronnal

Despues de la plena y elocuente presentación del instructor, me quedo quieto, en silencio con la espada larga de madera en mano derecha -...- y observo a la señorita que acavan de presentar como paladín.

Quizá cuando terminen las clases hoy, pueda pasar a saludarla y ella pueda explicarme mejor la senda de los paladines

cuando kronal me presenta, hago una reverencia y sigo parado en el mismo lugar, no hay nada que decir, trato de pasar desapercibido y nadie parece poner mucho interes en mi perfecto

Tienes razón Cornelius, huele bastante mal. No parece tener sentido tanto despliegue de medios, aunque tampoco creo que sea conveniente hablar de eso aquí, cuando parece que ellos son los interesados en que todo parezca estar en calma. Y espero que toda esta gente sólo sea eso, un "intentar mantener la calma" - le susurró a Cornelius.

Argorán se apuntó buscar a Cornelius cuando acabase la clase para hablar sobre todo esto con más calma.

-¿Elfo carbonilla exiliado?- Soltó Argorán, con un bufido de fingida indignación. -¿Ese soy yo? -dijo, continuando con su comedia.

Joder, con el maestro Kronnal, como se las gasta... Si tampoco soy tan mal alumno. Al menos, no que el sepa todavía.

El grupo cada vez se había hecho más y más grande: Después de escuchar a Kronnal, quien seguía hablándonos de las miles y millones de armas existentes,  empezaron a aparecer personajes que me sonaban de diversas gestas que había cantado con mis compañeros.

vaya...¡Sí que tienen amigos conocidos fuera de este lugar!- pensé. La primera que vino fue la drow, por la que no mostré interés alguno-  Se parece a Argorán, ¡así tendrá una compañera si se siente solo!- También había una chica rubia, muy guapa, pero desde mi posición no escuchaba demasiado-  Me pregunto qué hará tanta gente aquí cerca... ¿será por los orcos? ¡Más orcos! ¡no, no y no, te habrían avisado...! Quizá los dioses estén preparando algo duro, y por ese motivo vienen tlas chicas-. Los últimos fueron de buen físico, y una chica que le acompañaba.

Escuché el consejo que nos dio y sonreí.  Estoy segura de que algo malo está pasando... algo de orcos, sí. Seguro que vienen a por mí, pero no por mí, sino porque estoy maldita... ¡Tsk! ¡Maldita suerte!- Negué energéticamente con la cabeza, sin comentar nada.  Al menos ya no somos tan pocas mujeres aquí, eso siempre es bueno.

Elmore se frotaba la panza con desesperación, como si quisiera lanzarse algún tipo de conjuro. – Uno, dos, tres, cuatro, … quizá alguno más.  Por Karot esto es casi un ejército de bocas para alimentar, y no veo a nadie aquí con intención de rellenar las despensas. Me temo que estos pretenden dejarme morir de hambre. Para colmo hace horas que no veo a la gallina de la maestra Didian ¿Se la habrá comido? Seguro que la lagartija le ha hincado ya el diente, no me gustó como la miraba ayer. -

Pasó revista de nuevo a sus compañeros y a los recién llegados – Parece que a nadie le preocupa el desayuno. ¿Me pregunto si sería capaz de comerme a un humano? Esa Sylvana parece muy tierna. –

Sylvanna, quizá sintiéndose observada, miró hacia él. Al mediano le caía un hilillo de baba desde la comisura derecha de los labios. Elmore se relamió :PbPb y le dedicó una sonrisa bobalicona y la saludó con la manita antes de girarse para seguir prestando atención a las lecciones.

Kara echa una mirada tímida a los estudiante, y reconoce a Sylvana. La vio en una aldea cercana al bosque y la joven hechicera le pidió indicaciones para ir allí.

- Yo te recuerdo... ¿eres la chica que me preguntó cómo ir al... bosque? Lamento que te persiguieran esos orcos... si llega a pasar... a pasarte algo... yo... yo... - la cara de Kara se transforma, su gesto se vuelve aterrador y desenfunda su espada blandiéndola en el aire furiosa - ¡¡¡ABRIRÍA EN CANAL A ESOS BASTARDOS, EXTRAERÍA SUS ENTRAÑAS DE CUAJO Y ME BAÑARÍA EN ELLAS!!!

- ¡Oh, no, ya está otra vez! - exclama Keyleth, acercándose rápidamente a Kara. Silvan se prepara para placarla y Maya se dispone para lanzar un conjuro de dormir - Cálmate, Kara, cielo. Any se encargó de ellos, ¿recuerdas?

Kara se gira hacia Keyleth, con su mirada aterradora y espada en alto, pero al ver el relajado rostro de su compañera se tranquiliza rápidamente. Finalmente enfunda su arma y se gira hacia los demás, quienes están acojonados. Vuelve a ser la tímida clériga.

- Lo... lo siento, es que tengo una personalidad un poco... bipolar - a la clériga se le escapa una risita nerviosa.

- ¡Kara, por favor! ¡Es aún pronto para darnos esos sobresaltos! - protesta Silvan mientras oye cómo Maya se ríe. Le hace gracia ver a Kara enajenada y a sus compañeros acojonados

El arranque de ira de la humana le devolvió de nuevo a la realidad. – Karot, estos humanos están todos como regaderas. Por un momento pensé que iba a ensartar a Kronnal y acabar con esta tortura. –

Karot empezaba a inquietarse a su izquierda. De repente comenzó a caminar hacia el edificio. - Karot ¿a donde vas?, maldita sea. -

es muy raro decir que me siento orgulloso de las palabras de kronall? decir que yo llegaré a lucahr como un maestro ^^ que personalidades son estas que acaban de aparecer, no cabe duda de que anykiller conoce mucha gente de todos los tipos, cuando empezamos? no quiero adelantar el sufrimiento, pero no quiero hacer esperar a kronall

Elmore Pancetilla persigue a Karot hacia el interior de la academia, sin que los demás se dieran cuenta de su ausencia. Los demás están impactados por los nuevos personajes que acaban de llegar y todo tipo de cosas comentan entre los estudiantes.

Persigues a Karot a toda velocidad por el interior de la academia, y cuando quieres darte cuenta, éste se ha introducido directo a la cocina. Te encuentras en el comedor, vacío y bien recogido. Puedes escuchar algunos ruidos procedentes del interior de la cocina... algo temprano, ¿no?

Mientras correteaba por los pasillos de puntillas Elmore susurraba maldiciendo a su Dios – nononono, Karot. ¿A dónde vas? Me van a matar. –

Metía las narices en todas las habitaciones que tuvieran la puerta abierta pero Karot siempre iba un paso por delante. Finalmente se deslizó por el comedor hasta la puerta de la cocina. Los ruidos procedentes del interior le subieron el corazón a la boca. – ¿Será Karot que ha roto algo? ¿O quizá algún orco está intentando robar la comida? Después de tratar de comerse a una chica indefensa ¿se habrán decidido a atacar nuestra despensa?-

Se pegó a la pared derecha de la puerta. Agarró el marco con las dos manos y entre ellas asomó la cabeza hasta los ojos para saber que pasaba dentro de la cocina.

Elmore, intrigado y asustado, se asoma ligeramente por la puerta de la cocina. Puede ver un montón de cacerolas, ollas, cucharones, platos... esturreados por las encimeras, y la figura de un gnomo organizando aquello frenéticamente mientras farfullaba algunas cosas.

Era Harold, quien se había levantado temprano para arreglar esa cocina ya que AnyKiller y Redrak la habían liado parda el día anterior intentando hacer la cena.

En el fondo, el mediano puede ver una bandeja en la que había lo que antes era un voluminoso y jugoso pavo, que ahora está chamuscado y frío.