Partida Rol por web

Era más que evidente que los instructores nos ocultaban algo, aunque al parecer nos enterariamos pronto. Keileth, Sylvan, Kara y Maya. Sus nombres no me decian nada en absoluto, pero parecían diestros aventureros. No parecian una amenaza, aunque si un poco extraños como todos aqui. Como suele pasarme, pronto me encuentro perdido entre tanta gente y comienzo a retirarme para no llamar la atención; sin embargo y para mi alivio, el grupo se va al interior de la academia y el entrenamiento se reanuda.

Siguiendo las intrucciones de Kronnal, me situo delante de uno de los muñecos con los pies bien separados y lo golpeo con todas mis fuerzas.

mira a los demás

los magos no sirven para el combate

JODER, creí que balthus lo mataría de un solo golpe, acaso por ahora soy el mejor?

- Kronnal, ¿quiere que haga una demostración y les enseñe cómo se debe utilizar un arma? - pregunta Silvan, desenvainando su katana y mirando fijamente a dos de los muñecos. Parece ansioso por destrozar uno de ellos y rememorar viejos tiempos, aparte de querer alardear ante los jóvenes estudiantes

quien soy yo para hablar, pero parece que los demás podrán apañarselas, pero si tanto deseas blandir tu espada, porque no haces una pelea de demostración contra kronnal? dice entre risas

ey, quien quiere ver eso también?

Silvan se piensa seriamente la propuesta de Lightfighter.

- Hum... no creo que sea lo más apropiado para la clase... además vuestro instructor es un verdadero portento físico y estoy seguro de que yo terminaría molido a palos, y lo único que aprenderíais es a encajar golpes

Elmore mira a la izquierda y de reojo a la derecha. Comprobado que están solos comienza a susurrar.

–Verá señora. Seguro que ya sabe que en la escuela el régimen de comidas es exageradamente estricto. Cosas de Didian, ya sabe.- hace circulitos con el dedo cerca de su sién y pone ojos de estrábico. -Así que había pensado en pasarme por la biblioteca para buscar un conjuro que me permita hacer invisible la comida, algo que me permita comer donde quiera sin ser descubierto. Me preguntaba si usted podría enseñarme uno, o recomendarme uno, o al menos hacer invisibles los restos de este sblasnikfloyer.- Se lleva la mano a la barriga y pone su más patética cara de pena –Es que no creo que pueda sobrevivir hasta la clase de magia y hechicería.-

Maya mira extrañada a Elmore, ante tan extravagante petición.

- Hum... la mayoría de conjuros que domino no son capaces de aprenderlo un explorador por no estar orientados a la naturaleza - se queda pensativa la drow - Sin mencionar que el gesto de masticar te delataría, a no ser que aprendas el conjuro camuflaje... ¡Eso es!

Maya chasca los dedos y sus ojos se iluminan. Vuelve a mirar a Elmore.

- Espera aquí y termínate ese pavo. Busco a Harold, le llevo con mis compañeras y después volveré con ese conjuro para enseñártelo - la drow le dedica un guiño y desaparece corriendo

Elmore sonrió a la drow –Gracias señora, me pongo en sus manos.- y se quedó sentado chupeteando los huesos del  sblasnikfloyer mientras Maya iba a terminar sus recados.

-Has visto como no iba a destriparme y comerse mi alma.- le dijo a la mesita que había a su izquierda.

En cuanto Argorán cogió el arma notó que hoy sería capaz de comerse el mundo. Se acerca al muñeco y escucha a la espada silbar cuando le asesta el primer golpe.

Con el siguiente, el muñeco salta sobre su eje, desplomándose y haciendo demasiado ruido. Al ver que hay gente que le mira, se disculpa, deja la espada de madera en su sitio y se marcha.

Busca la mirada de Lightfighter, como para demostrarle que el no es el único que sabe pelear.

Cogí el arma con algo de torpeza, y miré durante unos segundos al resto de compañeros. Ellos parecían más ágiles y fuertes, a fin de cuentas yo era hechicera, y en mi sangre no iba el ataque cuerpo a cuerpo, pero estaba aquí para aprender.

Venga Syl... demuéstrale a los dioses lo que eres capaz de hacer con un arma.

Miré al muñeco, inmóvil, que estaba delante de mí. Le sonreí con algo de pena- Menos mal que no sufres daños, sino me daría lástima golpearte.

Le asesté tres golpes y el muñeco cayó. ¡Bieeeen!- dije dando un par de saltitos, mientras aplaudía. ¡Lo he logrado, yo sola!

Me fije en que ya algunos habían tirado sus muñecos, pero no me importaba. Esto no era una competición, así que debía estar feliz por haber terminado mi tarea. Sonreí a los que habían acabando moviendo una mano enérgicamente.

Hacía varios minutos que Leroy se había terminado el sblasnikfloyer y esperaba pacientemente por Maya. La drow le había caído simpática pero se estaba cansando de esperar. Sentado en el suelo, frente a él, estaba Karot.

- No va a venir. – gruñó el dios. – Seguro que ha ido a buscar a Kronnal. Te arrancará la piel y se hará una funda para el hacha de batalla. – Elmore empezó a sudar, miraba sin parar hacia la derecha y de reojo a la izquierda.

Varios minutos después regresa Maya, con un pergamino en su mano. Esboza una sonrisa de oreja a oreja.

- Siento haberte hecho esperar, pero requerían mi presencia para hablar con ese kobold. Aquí tengo el conjuro que te decía - entrega el pergamino a Elmore - Échale un vistazo y aprende la frase para lanzarlo... y recuerda hacerlo sobre ti mismo, ¿eh? Puedes probarlo después de comer, donde no te vea nadie. Ya me contarás cómo te ha ido.

Se gira con la intención de largarse.

- Bueno, tengo que irme, me espera mi compañera la paladín - le dedica un guiño al mediano y se aleja de él.

"Pobrecito... ¡jajaja! Ésta es de las mejores bromas que se me han ocurrido jamás" - piensa esbozando una sonrisa malévola, aunque eso ya no lo ve Elmore

Silvan mira con atención cómo golpean los muchachos a los muñecos y lo destrozan poco a poco, y avanza hacia un par de muñecos que están libres, desenfundando su katana y blandiéndola con fiereza... aunque solo da un tajo al aire y da una vuelta sobre sí mismo.

- Oooops... menuda pifia - se ríe nerviosamente, antes de volver a cargar contra uno de los dos muñecos, destrozándolo de un golpe y aprovechando el impulso para golpear con gran fuerza al otro muñeco, destrozándolo también. Los 2 en el mismo ataque - Así es como aprenderéis a destripar enemigos, si ignoráis la pifia inicial

Elmore se despidió con la manita mientras la Drow se alejaba. –¡Adios y gracias señora!- En la otra mano tenía el pergamino. Lo abrió y se dispuso a echarle un vistazo. –Dejame ver eso.- le cortó Karot. –Baaaah, paparruchas de magia para elfos.- el dios soltó una carcajada.  –Este hechizo necesita el toque Karot.- -Nooooo.- el mediano se apartó de golpe estrujando el pergamino contra su pecho. – Haz lo que te digo o cojo a esa elfa azul que tan bien te cae y le saco el hígado por la nariz.- Karot se cabreaba fácilmente. -Esta bieeeen.- respondió Elmore. Los dos se fueron por el pasillo mirando el pergamino – Donde dice pata de cabra tu di feto de foca monje, y al decir esto otro te tocas la oreja izquierda…-

Se metieron en la habitación y cerraron la puerta. Tres minutos después un humo denso y morado salía por debajo de la puerta y por la ventana del cuarto. Karot rodaba por el suelo partiéndose de risa. –aaaaay  mi píloro, me dueeeeleeeeee.- Elmore tenía toda la miel de color morada y una franja de llamas le recorría la cabeza desde la frente al cogote. En las manos sujetaba una longaniza que todavía era visible. Elmore se dejó caer de culo, le caían unos lagrimones por las mejillas. Le pegó un mordisco a la longaniza. –No llores Elmore. Bwahahahaha. Ya nos vengaremos de la hembra azul. Juajuajojojojo.-

Kronnal paseaba entre loa alumnos mientras atacaban a los muñecos de entrenamiento. La mayoría eran unos patanes, pero había que reconocer que le ponían empeño y tenían madera de héroes, con el tiempo serían unos buenos aventureros. Silvan estaba inquieto como de costumbre, le gustaba lucirse así que Kronnal le permitió actuar. Su actuación fue instructiva pues los alumnos pudieron ver a la vez lo fuerte que se le puede pegar a alguien y lo fácil que es fallar de manera estrepitosa.

- Muy bien piltrrafillas!! así se hace, perro aún quierro enseñarros algo antes de ir a almorzarr - tomó un garrote de gran tamaño, también de madera- necesito un voluntarrio parra el siguiente ejercicio.

Los alumnos no estaban muy seguros de lo que Kronnal quería que hicieran con ese enorme garrote, así que vacilaron antes de ponerse de acuerdo.

- Gracias Silvan porr tu actuación, quizá podamos hacerr una incursión a esos orrcos esta noche, así les dejarremos claro quien manda aquí - dijo Kronnal a Silvan en tono amigable

desde las filas de atras paso al frente el hombre enmascarado, -yo lo hare- al ver el ejercicio del garrote se sintio intrigado y el hecho de que todos vacilaran le dio la oportunidad de mostrar que aun mantenia su promesa "nunca mostrar miedo"

Kronnal se sorprendió al ver la decisión del hombre espantapájaros, tenía coraje. En realidad no iba a encomendarles ninguna tarea que supusiera un castigo físico, simplemente quería mostrarles algo, aunque era de esperar que tuvieran cierta reticencia dados los antecedentes.

- Muy bien, coge el garrote con las dos manos - dijo Kronnal a Scarecrow- en realidad no podrás empuñarrlo de otrra forrma, pesa demasiado parra que lo utilices con una sola mano... Ahorra vas a rrepetir el ejercicio perro utilizando este arrma... El resto, obserrvad y después os explicarré lo que quierro que aprendais.

Kronnal le hizo un gesto al alumno con la mano para indicarle que podía empezar.