Partida Rol por web

Se atraganta con el vino

- ¿Como dices? 

Le cruza la cara al esclavo

Enarca una ceja sorprendido y no puede evitar mirar a Lucio esperando ver su reacción.

Curioso giro en los acontecimientos...

-Lucio por favor... dejamos que explique lo que tiene que decir, para eso estamos aquí ¿Verdad? Sonríe, satisfecho pro el giro en los acontecimientos. Por cierto, tu no nos has dicho donde te encontrabas cuando sucedió todo... será la mejor forma de aclarar esto.

Mira a Glabro tras aguantar estoicamente el golpe

- Mi señor, vos estabais allí, os suplico que confeséis cuanto visteis... el Amo Bruto ha estado en grave peligro... 

Baja la mirada y guarda silencio tras eso, dejando responder a Lucio

- En una finca junto al lago, propiedad de Atrius... 

Se excusa

Se recuesta en la silla de nuevo, pasándose la mano por la barbilla pensativo. Alterna la mirada entre ambos sopesando que decir.

-La verdad...Parece recordar. Se parecía un poco a ti ese hombre, sí. Ya decía yo que te había visto antes.

Se indigna

- ¿Pero como os atreveis? ¿Que sentido tendría que yo hubiera estado dentro de esta propiedad en plena noche? ¿Como se supone que habría accedido?

-Sabes, esas son dos buenas preguntas. ¿Como harías para entrar aquí y por que hacerlo?

Entró detrás de Lucio con la cabeza baja e inmediatamente se dispuso a rellenar las copas con más vino. Mientras tanto, escuchaba atentamente todo lo que se decía, parecía que los ánimos estaban un poco alterados. Ahogó un grito al ver a Lucio agredir a Drek y como éste suplicaba a Glabro que hablara.

No me gusta nada esto. Lucio viene recomendado por el consejero y si tiene algo que ver en la agresión a Bruto, entonces... entonces... ¡no! no puede ser que Atrius haya traicionado a Bruto... Eso quiere decir que no está seguro en la finca. Pero... ¿y si digo algo y me equivoco en mi suposición? Me azotarán por mentirosa y puede que incluso me incriminen como cómplice. ¡Oh, dioses! por favor, ¿qué debo hacer?

Coge al esclavo del cuello

- Vuelve a mentir y te azotaré hasta arrancarte la piel de los huesos a tiras... - amenaza

Lo empuja con fuerza haciéndole retroceder

- Está claro que estas involucrado tu tambien - a Glabro

-Basta Lucio, ¿acaso quieres conseguir que diga lo que a ti te conviene a base de golpes?Indica al esclavo que se aleje de Lucio. Y encima me acusas a mi también, ya basta.

¡¿ Lucio?!

Parpadeando muy rápido se levanta de su asiento y empieza a dar vueltas de un lado a otro de la estancia, nerviosa y pensativa.

Es la palabra de un esclavo contra un señor, no valdría en ningún tipo de juicio... de momento sólo sirve para que las sospechas recaigan sobre Lucio, pero el testimonio de Glabro sí es válido en juicio.

Al ver que golpea a su esclavo

Levantando la mano - ¡ Alto! no tienes derecho sobre ese esclavo. ¡ Esta es mi casa y estás en ella ! ¿ queda claro ? - dice con desdén - que mi marido no esté en casa no te da derecho a comportarte como si fuera la tuya... claro que visto lo visto alomejor es lo que te gustaría - dice con segundas - Glabro. ¿ Es Lucio el hombre que viste ? Bien sabes que el testimonio de Drek no valdría para sustentar una acusación pero sí el tuyo apoyado por el suyo.- Levanta el puño amenazante y mira a Lucio con odio - ¡ Confiesa dí que fuiste tú  y confiesa quién era ese otro hombre!.

-Si albergaba alguna duda sobre su identidad se ha encargado de desvanecarla mediante sus acciones, está claro que pretende algo mi señora, la rabia en sus acciones y la fiereza en contra del esclavo que le delata lo demuestra.

Asiente sentenciando y se pone en pie. mira con cierta superioridad a Lucio durante unos segundos.

-Atia, deberías llamar a la guardia antes de que intente algo contra ti. Algo preocupado sugiere.

Asintiendo con la cabeza

Echa a correr dirección al patio como alma que lleva el diablo, parece mentira que una mujer de sus características pueda correr de esa manera...

- ¡ A mí la guardia! ¡ A mí la guardia ,proteged a vuestra señora !

La guardia se presenta en el lugar. 

- ¡No os atrevais! - amenaza

-¡Guardias! Es un traidor a vuestros señores que ha intentado asesinar en las sombras a vuestro señor, ¡intentad cogerle con vida!

Señala a Lucio colocándose de lado y extendiendo el dedo una vez que la guardia ha llegado.

Lucio desarma sin demasiada dificultad a uno de los guardias, cosa que ocasiona que otro de ellos lo atraviese de lado a lado con la gladius. 

Cae de rodillas al suelo llevandose la mano a la herida. 

- Pongo por testigos a los Dioses que tu eres el hombre que busco Glabro.... 

-¡Cuidado! no me extrañaría que usase hechicería contra nosotros y en especial contra Atia, seguro que así fue como consiguió entrar ¡Debéis protegerla!.

Retrocede colocándose tras los guardias, con un gesto asustado.

Ante la advertencia los guardias lo rematan, clavando la gladius desde su hombro directa al corazón. 

Lucio ha muerto.