Partida Rol por web

Czorf:

Al notar que, evidentemente, algo ha alterado la percepción de Arnulf, algo... inmaterial, decides intentar abrir tu mente también, buscando ver lo que él ha visto...

Las figuras se superponen, tu cuerpo arde como sumergido en carbones ardientes, tus ojos quedan ciegos por el brillo de mil soles, y no puedes evitar temblar con furia mientras te derrumbas en tus rodillas.

Caes de rodillas, y sonoramente, vuelcas el contenido de tu estómago en el pasto. La cabeza todavía te da vueltas, por suerte la oscuridad ayuda a calmar el dolor en tus ojos, aunque no alivia el increíble dolor de cabeza. Re-comienzas con la Letanía, confirmando que tus defensas mentales están arriba e intactas... pero con temor de dejarlas bajar nuevamente.

- Hummmnnnggggaaagg... - Se lleva las manos a la cabeza, encogiéndose sobre el suelo, cubierto de sudor frío pero sintiendo en su interior un calor abrasador.

A penas pasan dos segundos pero para Czorf es casi una eternidad hasta que logra semi-incoporarse, jadeando, escupiendo bilis y con un pequeño rastro de lágrimas de sangre por el rostro.

Uno a uno veo como mis compañeros proponen planes, sin decantarse por ninguno, luego Arnulf parece ensimismado en sus pensamientos y da una opción valida, y de repente Czorf cae de rodillas vomitando.

Esto no debe ser bueno.

Sigamos lo que dice Arnulf, la mitad de vosotros con arco, la otra mitad agarrad las armas, a partir de ahora solo se dirá lo absolutamente necesario, guíanos Arnulf.

Parece que ya tenemos un lider Micah sonrió ante la autoridad que Rennard impuso a sus palabras. Palabras que obraron con un efecto tranquilizador en él. Su indecisión se evaporó, ya tenía una línea de acción. No sabía si sería la más adecuada, pero al menos no lo asaltarían más dudas por la inacción.

Rennard era un gran guerrero a los ojos de Micah y éste intuía que tenía pasta de líder; pero no sabía cómo reaccionarían los demás ante su autoelección como sargento. Por lo pronto, a él no le interesaba liderar la escuadra... ninguna escuadra en realidad... en ese momento sólo quería llegar a ser admitido como explorador, más adelante vería qué destino le reservaba el Emperador.

Con rapidez y soltura, recogió su arco y verificó la tensión de la cuerda, mientras esperaba la aceptación o no por parte de los demás.

Ya tenemos otro soldadito dispuesto a darlo todo, espero que no me diga de corrido las 4 salmodias que sabe, o le estampare la cabeza contra el suelo, de momento me parece buena idea movernos, pero;

-Nos han dado todo el tiempo que deseemos para terminar esta misión, no creo que tengamos que hacerlo en unas horas, asi que reconozcamos el terreno tranquilamente, y luego miremos un plan de acción, tampoco hay que precipitarse - mirandon a Rennard -  tú que dices, soldadito - con una voz bastante ironica, no tanto porque sea él, sino por dar ordenes, ... lameculos! 

Empiezo un suave trote con mi lanza en la mano, y asegurando cada poco que las hachas cortas, esten bien sujetas en la cuerda que rodea mi cintura, y a la vez las hachas. Echo miradas de un lado para otro, y busco un punto de referencia en el lugar, preferiblemente algo grande, para saber por donde volver aproximadamente.

Las sombras se alargan, el sol se esconde casi definitivamente y comienza a hacerse notar con fuerza la luna, que por suerte está casi llena y proporciona una nueva luz, más fría, realzando el tono sobrenatural del silencio que comienza a adueñarse del bosque.

Aguzando el oido, a lo lejos, oyen unos débiles rugidos y bufidos. 

Pues "tirillas", pensaba dejarte a ti como cebo, después de todo hablas más que no peleas, y aun aportas menos, hay un objetivo y hay una pista, si quieres perder el tiempo es cosa tuya, pero aqui Arnulf se está dejando algo más que la piel para darnos información y una presa, chico de ciudad esto es el campo, no la cloaca de donde te sacaron, ¿en todo este tiempo no has aprendido nada? Ya veremos si con la bestia también hablas o haces algo de provecho.

Me encojo de hombros mientras parece que Larkin se acobarda ante la perspectiva de tratar de cazar a Xvar.

Bien, decidíos, sinceramente no tengo todo el día.

bueno, al parecer ya tenemos un líder, mientras vaya con mis ideas no diré nada, pero las auto-proclamaciones de liderazgo por voz y no por méritos no me impresionaban en absoluto.

-Bueno Rennard, movámonos pues creo que es lo mejor, pero dejemos que cacen para que estén algo mas fatigados, creo que este es el mejor momento, si hay varios ellos mismos se quedaran cada uno con una pieza, o lucharan por la caza, asi que cuanto antes lleguemos donde ellos mejor, deberíamos separarnos en grupos de 2 uno de tres, una posible distribución seria la siguiente, Hideus y Rennard, Graven y Arnulf, Czorf y Mica y razor, larkin y yo, en todos los grupos hay arcos y espadas, venga vayamos ya y no perdamos tiempo.

dicho eso animo a los demás a empezar a seguir el rastro que nos proporcione Arnulf.

Pongo una espresión con el cuerpo de acongojo, y bajo la mirada, espero unos segundo y mientras sorbo por la nariz sonoramente, para que se me escuche, me chupo dos dedos de la mano y levantando la cabeza me los pasos por debajo de los ojos:

-Sniiifff!! ui! me perdonas, no queria herir tus sentimientos, mira como lloro - gilipollas - Si yo fuera el cebo tú que serias la mierda temblorosa que te escondes detras de un arbol, seguro que atraerias un monton de bestias con tú patetico olor, serias mejor cebo que yo entonces - moviendo mi lanza al rededor, muestro una sonrisa completa, la mas odiosa que puedo soltar. -Yo sere el cebo, no tenga ningun problema, me presto voluntario "señor" - dejo que cale lo que estoy diciendo

-Quizas te valga con un trozo de mi piel, ¿por que no lo intentas? ... jajajaja!! - doy unos segundo mientras recapacita y marco las distancias.

No me llegas ni a ras de suelo, asi que porque voy a perder el tiempo con un paria como tu, habiendo un animal que cazar.

Estos siempre igual, espero que cambien, sino no se que pasara al final. y para intentar terminar con las brabuconerias digo: Dejar de hacer el tonto y de poneros gallitos, si quereis cuando volvamos si aun teneis fuerzas para ello hay un buen gimnasio, alli os podeis desfogar, pero no gasteis fuerzas ante una caceria como esta en la que no solamente vosotros os jugais el futuro, podeis pensar un poco en los demas compañeros y no en vuestros hormonas alteradas quimicamente?, venga no perdamos mas tiempo, Arnulf guianos lo mas rapido que puedas.

Micah ve como parte Temán y un gesto de disgusto cruza por su rostro -Bien, como que ya perdimos a uno... Divide y vencerás he oído decir... Parece que el Xrar no necesita hacer el trabajo que nosotros solitos se lo estamos haciendo fácil peleando como niños estúpidos.- En su interior sabe que la mejor chance de vencer es permaneciendo juntos. Aún tiene fresco en su memoria el enfrentamiento de ellos contra Iah y el penoso papel que hicieron. Aquí no sólo está en juego el honor, si no que la propia vida es lo que están apostando. -No es muy sensato ir tras un enemigo sin apenas conocerlo, a pelear en su terreno. Aprovechemos sí la pista que nos puede dar Arnulf para estudiar cómo son estos "gatitos" y cómo se mueven en combate y luego decidamos inteligentemente cómo atacarlos.- El joven no tiene intenciones de decirle a nadie lo que deben hacer, pero tanta demostración de bravuconería lo ha sacado de quicio.

Bien, alguien decidido a hacer algo- piensa Rennard y parte en pos de Hideus siguiendolo, mira a Micah y hace señas para que ambos sigan a Teman.

Detras tuyo hermano Hideus.