Partida Rol por web

La piscina bloquea el pasaje entero y es muy profundo. La única manera de conseguir a través es para saltar. Algun Héroe puede saltar a través de aquí de forma automática, pero en el otro lado de la piscina (que se muestra en el mapa) es una
foso cubierto. Si el Héroes se acercan a la fosa antes de la piscina, se permite una buscar trampas Trampas Si vienen a la piscina antes de la fosa, no hay posibilidad de detectar el foso , el primer héroe que salta por encima se sitúa automáticamente en el hoyo, y sufre una herida automática (ya que no solo cae sino que salto)

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-Estas bien? preguntó mientras tiraba de la cuerda al verle caer.

El mago miraba sin mucho interés como Atorellian saltaba la piscina. Era un elfo y como tal, un pequeño salto como ese, era muy fácil.

Pero la sorpresa fue verle desaparecer en una trampa-agujero. Por suerte Atlan asía con fuerza la cuerda que el arquero se había atado al cuerpo y gracias a ello el daño no fue mucho. 

"Auchie!" Dice el élfito de los bosques, herido. "Con todo, no es tan grave... creo que puedo seguir"

Durgrin miraba al elfo saltar, se esperaba que como en el anterior llegara sin problemas a su destino, pero al arecer estaba equivocado, por suerte no fue muy grave y el elfo parecía estar bien, así que esperaba poder continuar el camino sin muchos mas percances. 

UBICACIÓN I (QUEST ROOM)
La puerta de aquí tiene un gran ojo de la cerradura de bronce, y esta mágicamente bloqueado, y no puede abierto o romperse. La única manera de entrar en esta sala es consiguiendo la llave de latón del cofre del tesoro en la habitación H

UBICACIÓN H
Esta camara tiene al Señor de la Guerra Orco y 6 orcos el Orc Warlord tiene lleva un anillo de protección mágica, Nivel 2.

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-A por ellos no dejeis uno vivo!! Gritóel bárbaro en cuanto pasó por la puerta bajando su mandoble con fuerza para partir al primer orco en dos trozos -Pobrecitos todo un clan y solo quedáis vosotros *ríe* -Y pronto me haré un collar con vuestras orejas malditas bestias verdes le dijo a los orcos mientras recuperaba su pose de combate con orgullo por empezar tan bien el combate.

Atorellian ha abierto la.puerta de un soberano pasado nada y ve al señor de la.guerra
Tan bien armado. Tan bien pestrechado, tan acompañado...

"¡Hey Atlán! ¡No te los cargues a todos. Comparte con el resto!"

-Pides mucho novato! si quieres una de sus cabezas tendrás que quitármela de las manos le contestó el bárbaro mientras se centraba en su defensa.

Cuando Atorellian abrió la puerta, los sucios pieles verdes estaban cubriendo un cofre de una manufactura curiosa. Todos juntos formaban una defensa férrea que rápidamente Atlán trató de romper.

El mago vio su ocasión. Esta vez con un poco de suerte, su varita mágica acabaría con un par de horribles bestias y por fin sería útil para el grupo. No quería correr riesgos innecesarios y entro a la habitación por detrás del bárbaro, situándose en un rincón de la habitación. Mientras avanzaba iba concentrándose y siseando las palabras en el arcano lenguaje. Terminó la frase apuntando con energía hacia su objetivo. En ese instante un gran fogonazo se materializó en el extremo del palo nudoso y brotó una terrible bola de fuego chisporroteante que voló impactando en dos de los orcos, el jefe y el cofre.

En cuanto el arquero abrió la puerta se pudo ver a los jefes orcos de aquel lugar, el humano hizo lo propio y se lanzó a por ellos, aquel humano nunca dejaría de sorprenderle, era como un ariete. 

Durgrin esperó a que el mago hiciera su trabajo y en cuanto chamuscó un poco a los orcos con un grito de guerra Durgrin entró en la refriega, aunque su ataque se quedó en eso, solo un intento, pues fallo de manera estrepitosa y se quedo lgo expuesto a los enemigos restantes.

El jefe de los orcos ruge y suelta su hhacha contra el barbarbaro , lo que iba a ser un impacto seguro se convirtio en una sorpresa , pues el feroz guerrero musito unas palabras que igualaban al sonido del orco jefe en un rugido pero con palabras magicas y no solo paro el golpe sino que hizo que esta parada se convirtiera en un golpe mortal para un orco y luego otro casi mortal a un segundo que venia a sustituir al anterior

Bendecido por los vientos de magia del barbaro el enano tambien con poder divino mata a otro al que vino a sustituirle otro

-ANDE VAAAS CON LAS PRISAS! grito el bárbaro antes de darle al líder un inofensivo golpe en la cocorota con la parte plana del mandoble -Que se supone que somos nosotros quienes os hemos de matar cacho carne verde!

"Hey! ¿No te olvidas de alguien, piel-verde?" Atorellian ve al jefe, y sabe que es un enemigo peligroso. Uno al que mejor nos despachaos cuanto antes, pues un mandoblazo suyo puede acabar con uno de nosotros.

"Tengo un nuevo piercing para ti ¡Sonrie!" La flecha no es mortal de necesidad, pero poco le falta.

¿Que mania le habrá dado a los pielesverdes con los piercings? ¿Que es lo próximo? ¿Pendientes en los colmillos?

La habitación era un caos. Partes de orco saltaban por los aires, goterones de sangre negra salpicaban suelo, paredes y techo, golpes por doquier competían con rugidos, lamentos y gritos de todo tipo de bestias. Ladril, en su rincón, no sabía como actuar. A quien atacar. Por fin lo vio, un orco rodeaba al bárbaro para pillarlo por la espalda. No se lo pensó dos veces. Sacó su espada y ataco por la espalda a ese vil ser. Pero este pareció oír los graciles pasos del elfo y con un simple movimiento esquivó el flojo ataque del mago.

Durgrin volvió al ataque siguiendo a los demás tras el orco mas cercano, la escabechina que estaban haciendo estaba mermando cada vez mas a los pieles verdes y eso no hacía mas que sacarle una sonrisa al enano, matar pieles verdes se podía decir que era una de sus hobbies. 

Los orcos se vengan por sus compañeros caidos y justo cuando parecia que la cosa iba a decantarse mucho de un lado al haber caido su jefe...

Lanzan 2 sablazos al barbaro y al enano

Atlan se tambaleó unos segundos tras recibir el tajo en el costado, luego alzó su arma y propinó un tajo que cercenó un brazo y la cabeza de la criatura -Muere escoria! Gritó al hacerlo mientras pensaba en si la nueva cicatriz le quedaría bien con las otras