Partida Rol por web

Cuando veo a Hiroko coger con fuerza la carta, al tiempo que sus ojos parecen estar al borde del llanto, procedo a abrazarla con la intención de confortarla y darle fuerzas, pues desconocía que es lo que decía la carta que Hellen le había escrito, pero sabía perfectamente que ella necesitaba de mi y por más dolor que sintiera en ese momento por la partida de Hellen, yo debía ser ahora la roca de Hiroko y darle la fuerza y estabilidad que necesitara para superar esta crisis.

Ya habría tiempo de conversar sobre esto y empezar a sanar nuestras heridas, ahora teníamos una ceremonia a la que acudir, una en la cual le rendiríamos tributo a todos nuestros compañeros caídos.

Los tres jóvenes se acercaron a la mayor Volger y le entregaron un sobre cerrado, el cual la alemana abrió y revisó a detalle para luego observarlos minuciosamente.

Así que nuevos pilotos enviados por la ONU, bien antes de decidir a que unidad se les asignará, necesitan pasar un examen médico, así que síganme. - ordena la mujer mientras le hace una señal a un grupo de soldados para que la acompañen.

Strauss, Nosenko, McKenzie muevan sus traseros aquí, los quiero en la escolta ya. - ordena la mayor mientras otros cuatro soldados con rifles de asalto se acercan al grupo de los recién llegados.

Al resto de la escuadra, os susurro

"Pst, gentes. El chico fornido. El de las gafas en la frente"
"Si, ese que se cree el prota de esa serie de dibujos, dagi... digi... dogimon... Como sea. ¿Ese tio es HUMANO? Mirad sus orejas. Parecen como de animal"
"El chico tuerto... que demonios, es raro un recluta que tenga un defecto visual tan grande. A un soldado veterano y probado es algo que se le deja pasar: Tiene servicios, pero ¿Un recluta? Es raro"
"La chica parece normal"

Una vez más, Kyooga es alguien doblemente atento: Contra un enemigo invisible, toda precaución es poca.

"No me fijo del bajito"

Tanya miraba atenta el devenir del recibimiento, en guardia esperando que algo malo pasase, la adrenalina de lo que había pasado ahí ayudaba a estar mucho más en guardia que lo habitual. Observó a los tres nuevos pilotos.

En el momento en que la mayor requirió su presencia en la escolta de estos tres nuevos reclutas se estiró y realizó el saludo marcial.

- Ahora mismo, Mayor - dijo apresurándose a cumplir órdenes para colocarse en un flanco del grupo que conformaban la mayor, y los tres nuevos reclutas.

Llevó la mano a la funda de su arma, para soltar la cinta que la mantenía sujeta, para tener más fácil acceso a ella.

Alanya estaba un tanto apática tras la ceremonia. No se había planteado el futuro de su escuadra tras la muerte de Hellen, obviamente necesitaba refuerzos aunque nadie podría sustituirla. Se sentía como si le faltase el brazo izquierdo.

Observó a los recién llegados, pero prefirió no hacerse una idea por su aspecto exterior, eso solo le serviría para prejuzgarlos sin tener en cuenta su potencial real. El que fueran o no de la ONU a la muchacha le era indiferente, solo quería buenos refuerzos para atacar el núcleo de los kaijuus.

Volger no se había presentado a los nuevos, así que tampoco lo hizo. Sin decir una palabra y con el gesto serio ocupó su puesto en la escolta, con la mano bien cerca de su pistola y un poco retrasada. Confiaba en su puntería y reflejos para acabar con cualquiera en un instante. Estaba de mal humor.

Le necesitaba a mi lado. A Michael, a Alanya... no sé, a alguien que me permitiera hablar con él. Pero no va a ser posible, los dos han sido llamados para escoltar a los nuevos reclutas.

Dedico a Michael una caricia en la mano y una sonrisa buscando darle ánimos para luego girarme hacia el resto. Nosotros deberíamos estar atentos por si se produce un nuevo ataque. Si alguno fuese un Ancient, no lo descartaría. Así que estad todos atentos.

Al escuchar que Volger me llama, me pongo en atención y me apresto a acudir a su llamado, no sin antes dirigirle una mirada a Hiroko.

Tranquila, ¿Por qué crees que la mayor nos ha seleccionado a nosotros tres? Ella nunca deja cabos sueltos. - le digo a Hiroko con una leve sonrisa.

Yo sabía que tanto Alanya, como Tanya y yo no tendríamos ningún inconveniente en tomar las acciones que resulten necesarias para salvaguardar la seguridad de la fortaleza.

 La bienvenida no fue precisamente la esperada, al menos no antes de ver las bolsas espaciales, siendo que una vez en aquel lugar solo pude dirigir una mirada a todo el personal presente, armados, con la mirada clavada encima nuestra...

 -¡Ahhh! ¡Es demasiada presión! -grité a mis adentros, sin poder soportar más intentar pasar disimulada y respetuosamente, siendo que el hecho de que la mayor llamase a aquel trío en particular fue la gota que colmó el bajo. -. ¡Strauss! -de la manera menos agresiva, pero bastante invasiva, me acerqué al chico en cuanto este se unió al grupo, dispuesto a extender ambas manos para alcanzar una de las suyas y tomarla "suavemente", dándole lo que seguramente seria el saludo más energético que alguien le habría dado nunca. -. ¡Soy un gran admirador del León Blanco! -dije en notable acento sueco haciendo una leve pausa para ver al resto. -. ¡De todos! -volviendo entonces mi atención a Strauss, mostré mi mejor sonrisa, llena de emoción, alegría e inocencia. -. ¿Luego de examen médico crees que podrías darme tu autógrafo? Vale, es un poco raro que otro piloto lo pida... ¡Pero es que eres mi ídolo! -nuevamente, dirigí mi atención a los demás, excepto a los que dos que llegaron conmigo, por supuesto. -. ¡Y todos ustedes también!

 ¿Que podía decir? No podían esperar que tantos pilotos estuviesen reunidos a unos pasos de mi sin nada de por medio, además de las armas cargadas, y no les fuese a pedir un recuerdo...

 Por supuesto, para todo había tiempo, y primero debíamos dirigirnos a hacer el examen médico...

Me pongo de inmediato alerta, incluso llevando la mano a la pistola, ante el movimiento del joven... que en realidad tiene mi edad, pero con todas las cosas que he pasado siento como si tuviera 80 años.

Ni aun cuando hablas termino de relajarme. Hemos sufrido hace poco un ataque, lo han podido comprobar. Así que les pediría y se quedaran dónde están y solo sigan las órdenes hasta que comprobemos que no son enemigos, por favor digo, dispuesta a sacar el arma en cualquier momento.

Tanya retrasó un pie para ponerse en guardia y se llevó una mano a la pistola.

- Ehmm, entiendo que este no es el recibimiento que pudieras esperar, pero por favor, deja las muestras de afecto y respeto para después - le dijo al chico con acento extraño la rusa.

Se contuvo de acercarse para apartarlo de Michael, Hiroko también había hablado y no era necesario machacar a aquel chico más.

No tardamos mucho en bajar de la lanzadera, con evidente gesto serio y preocupado por todo ese escenario tan... curioso, de afuera.

Tan pronto llegamos, dejamos la correspondiente misiva y pronto, tal vez. Demasiados soldados decidieron escoltarnos, claro. Desconozco como son esos tal Ancients, pero era comprensible porqué estaban así de tensos.

Luego cuando vi a Robin, musité tenso al verlo actuar, quería sujetarlo pero era tarde, de por sí desde antes de llegar me ha resultado incómodo esta persona, igual no había hablado mucho con ellos, así que solo me limité a esperar lo peor pues dudo mucho que nos quisiesen recibir con flores y presentaciones.

- De acuerdo, de acuerdo. Calma por favor, este chico de por sí tiene su actitud. Sean pacientes - Dije visiblemente tenso, en especial notando el claro gesto de varios que estaban por disparar.

- Solo vamos, Robin. Por dios, ya te dije que no seas tan precipitado - Le dije al chico con evidente molestia, ahora no había tiempo para juegos, solo esperaba que el parche en mi ojo derecho no me hiciese ver más amenazante de lo normal.

¿En serio acaba de pedirme un autógrafo? Este chico está loco. - musité mientras sopesaba la posibilidad de hacerlo caminar a la fuerza, aunque Hiroko dejó más que claro que el ambiente en la base no estaba para tonterías.

La herida de mi hombro aún me dolía, lo que me tenía de peor humor que nunca, así que me limité a fulminar al sujeto con la mirada mientras me erguía lo más que mi estatura me lo permitía.

Puede que mi metro setenta y ocho no impusiera mucho para el estándar europeo, pero mi musculatura sí que imponía, no en vano había pasado buena parte de mi tiempo puliendo mi físico en el gimnasio en continuos combates de entrenamiento con cuatro de los rivales más duros de la base.

Será mejor que obedezcas y no des problemas, no sé que idea tengas de nosotros, pero todos somos soldados y no estamos para ese tipo de cosas, así que, si la mayor te ordena avanzar, pues avanzas. ¿Entendido? - pregunté en un tono que no admitía replica.

Eliza no quería discriminar a alguien, pero precisamente era el peor momento para presentar a alguien, en medio de un funeral, además de la amenaza ancient, estaba el asunto de la frágil confianza en otros.

Luego de eso sumaba que por ellos la habían separado de Tanya, cosa que no le hacía nada de gracia por lo que los comentarios de Kyoga le eran bastante acertados al calor del momento.

Es cierto.

Quiso musitar, pero solo miraba a la rusa con cariño, lo ocurrido la última vez después de la batalla era la causa de que su humor no fuera tan malo aun con todo lo que ocurría.

Carne nueva….

Si me dieran la lotería por asegurar que para los ricos éramos remplazables, ahorita tendría en mis manos el premio mayor, ni siquiera a terminado bien el funeral y ya tenemos remplazo de los compañeros caídos.

Además, elegían a Michael, ya sería la segunda vez que me cruza la idea de meterle una bala en el hombro, aun me debía haberle salvado la vida.

-¿Alguno de ellos será un ancient infiltrado?

Solté al aire mientras veo que sigue, si me dan el tiempo libre podría buscar a Ekaterina para saber cómo esta.

La mayor los conduce hasta el ala medica en estricto orden y silencio para luego entregarlos a la Dra. Parenti quien, al verlos saca unas probetas con sus respectivas lancetas y demás aditamentos para extraer una muestra de su sangre la misma que coloca en un escáner molecular.

Limpios, son humanos, bienvenidos al Avalón pilotos, la ONU ya me envió sus historias médicas, en breve les traerán sus PDA, por favor tomen asiento y no molesten a mis pacientes, porque de lo contrario los haré conocer el infierno.

Strauss, Nosenko, serían tan amables de ayudarme a poner ese conejillo de indias en la mesa de disección. - dice la doctora señalando al cadáver de una ancient, la misma que se encontraba totalmente desnuda y lista para pasar por el bisturí de la doctora.

La ancient era excesivamente atractiva y voluptuosa, por lo que no pasa desapercibido para nadie en la sala, en especial para Michael y Alanya quienes lejos de quedar cautivados por su belleza, la observan con rabia y asco, era evidente que ambos sabían quien era esa ancient y sentían un absoluto desprecio por ella.

No muy lejos de allí, yacía Ekatrina Vailiév recuperándose de sus heridas de manera satisfactoria, al igual que el capitán Khumalo, y otros suboficiales que resultaron heridos durante la batalla.

Por lo que podían apreciar, la batalla por la Avalón fue bastante intensa y violenta.

Listo doc, ya pusimos ese costal de mierda donde quería, dígame si necesita algo más como por ejemplo que le arranque el corazón o que le meta otra bala en la cabeza que con gusto lo haré. - digo mientras contemplo el cadáver de la asesina de Hellen.

Ahora si me disculpa, voy a montar guardia en la puerta, confío en que Tanya y alanya son perfectamente capaces de manejar cualquier inconveniente que pudiera surgir. - añadí con rabia mientras me dirijo hacia la puerta para no volver a ver ese cadáver.

Mientras los recién llegados pasan su examen médico, los demás son conducidos a la sala de operaciones en dónde el comandante los espera en su sillón de mando y tras tomar una gran bocanada de aire, el comandante procede a explicarles la mejor situación en la que se encontraba el equipo.

Este día hemos perdido a dos buenos pilotos y Ekatrina se encuentra incapacitada para pilotar de momento, esto me lleva a considerar devolver a la alferez Baker al servicio activo, aunque estoy consciente que eso le haría más daño que bien al escuadrón Excalibur.

Lo cierto es que tenemos  tres nuevos pilotos que se pueden incorporar a los escuadrones afectados, quiero conocer vuestras opiniones, al tiempo que les presentaré las nuevas unidades que se incorporarán al escuadrón, confío en que actuarán con la madurez que les caracteriza para tomar la presente decisión - dice el comandante mientras pone en pantalla los hologramas con los nuevos mechas un titán y dos ligeros.

Con premura y bastante animadversion, tomo asiento en esta sala de juntas.

Me hierve la sangre al ver al comandante, aun postrado en la silla de ruedas y temo que su condicion pueda incluso ser permanente. Pero que demonios, me atrevo y hago publica la misma cuestion que tiene el resto.

"Señor, el pelirrojo, ese que su placa identificativa dice SHAD .." no termino la frase pero es evidente lo que quiero preguntar

" ¿Que demonios es ese ser? Porque no parece humano!

Esta claro: A ninguno de nosotros nos temblara el pilso por derramar nuestra sangre o la del enemigo por nuestros seres queridos. Y estamos entrenados en cubrirnos y protegwrnos los unos a los otros, pero necesitaremos poder CONFIAR los unos con los otros, y ya sea mutante, alien o híbrido, no vamos a jugarnosla en cubrir a quien no es digno de confianda

Miro a Kyoga y luego al comandante. Tenemos dos pilotos que, incluso sin ser Ancient, no sabemos hasta qué punto pueden ser confiables; la alférez Baker y ese tal Shad. Quizá se les podría poner en un equipo con dos pilotos más experimentados para que los vigilen, y repartir a los otros dos pilotos en las escuadras que lo necesiten. Asumiendo que ninguno sea un Ancuent, claro.

Creo que sería la mejor opción, aunque uno de los equipos quede con cuatro pilotos. Pero eso garantiza que, incluso si la alférez Baker vuelve a huir, quedarán tres miembros en el equipo. Por cierto, igual sería interesante poner un sistema de autodestrucción en el mecha de Baker para, si vuelve a huir dejando atrás su máquina, asegurarnos que no cae en manos enemigas.

Murmuro por lo bajo

"Eso eso, uno en el Mecha de Baker, y otro en la propia Baker!"