Partida Rol por web

Han sido convocados a la sala del rey desde hace un mes, tuvieron que dejar todo lo que estuvieran asiendo para atender este llamado. Ya estaban hay, en el majestuoso palacio de la capital del imperio Saturdan, el hogar del rey.

Mientras caminaban por los amplios pasillos del palacio escoltados por los guardias, se encontraron unos con otros antes de entrar a la sala del rey, no se hablaron, solo se miraron unos a otros y esperaron el momento para conocerse. Entonces cuando ya estaban todos, entraron a la sala del rey, donde la corte real y los guardias del palacio los reciben con trompetas y aplausos mientras se acercan al trono para que el rey les de su misión, en lo que se acercan a unos 20 pasos del trono, el rey les ordena que se detengan, y con ustedes paran la música y los aplausos y solo queda la voz del rey.

- Bienvenidos sean valientes aventureros. De seguro ya saben la causa por la cual os he llamado a este mi hogar. El reino de Midlehelm ha caído ante las bestias que se supone estaban extintas, y hoy en día moustros de todo tipo están sembrando el caos por todo nuestro mundo. Por eso os he llamado aquí, necesitamos que esto pare, y ustedes son una de nuestras esperanzas, aunque me temo, no sera suficiente solamente con ustedes... Pero por eso, vuestra primera misión sera conseguir toda la ayuda que sea posible, y no hay mejor opción para estos tiempos, que los mejores guerreros de todo el mundo, los Guerreros Errantes, ellos son junto a ustedes son los únicos que nos pueden salvar de estas fuerzas malignas. Si se preguntan porque no podemos mandar a alguien mas, les diré que ya lo hemos echo pero ninguno de nuestros soldados ha estado capacitado para tan gran tarea y ninguno ha regresado. Por eso os pido que ustedes encuentren la causa de este mal para para poder combatirlo y destruirlo. Lo mas seguro es que no regresen todos los que están en esta sala pero les daré una gran razón para volver con vida de su gran travesía... ¡El trono mismo del imperio de Saturdan!, así es os haré reyes de mi imperio como recompensa por salvar nuestro mundo, Esa es la única recompensa que podrá compensar los sacrificios que tendrán que hacer. Así que, mis aventureros, ¡váyanse ya! desde este día les dejo nuestro futuro en sus manos.

Los aplausos y las trompetas tardaron en empezar de nuevo, la mayoría de las personas en la sala se sorprendieron tanto al saber la recompensa de los aventurero que se quedaron en duda y solo aplaudieron por el deber que tenían al estar hay. Al salir de la sala los esta esperando el campeón del rey, Albert el Sanguinario, y el junto a otros guardias del palacio los escoltan a una sala donde habían armas y armaduras, de seguro era la sala donde se planeaban las estrategias durante las guerras, aunque ahora estaba vacía. Albert hizo que se pusieran alrededor de un mapa que estaba pintado en una mesa, y estando hay les explico su misión con mas exactitud.

Veo directamente a cada uno de los aventureros que estaban reunidos al rededor del mapa, se ven como personas a quien se les puede encomendar algo como esto, me lleno un poco mas de confianza y les comienzo a explicar mas sobre su misión.

- Escuchen su misión consta de tres partes, por ahora. Primera parte, localizar a los guerreros errantes. Segunda parte, con la ayuda de ellos deben investigar el origen de los dragones y de las criaturas extrañas. Y tercera y ultima eliminar tanto a los dragones como a las otras criaturas. Si por alguna razón esta no es una tarea que puedan llevar a cabo solos, se les proporcionará un ejercito si es necesario, tendrán toda la ayuda de todos los reinos a su disposición... Antes de mandarlos a su misión, ¿tienen preguntas o algún comentario?.

Aquella pomposidad no iba demasiado conmigo. Prefería las reuniones privadas y no dar bombo a mis actuaciones a todo aquel que lo oyera. De todas formas, acepté la llamada del rey, porque el ataque de los dragones era algo que podría interferir en mis planes futuros.

Allí estaba rodeado de un grupo de desconocidos, dispuestos a salvar el mundo y llegar a ser reyes. La recompensa no me interesaba demasiado, ya que no me gustaba atarme a ningún lugar y no había nacido para mandar tropas de gente viva.

Al pasar a la sala de mapas de palacio, me encontré con un mapa de la región donde se mostraban los lugares más representativos del mundo conocido.

Encontrar a los Guerreros Errantes. Sería más fácil encontrar al señor de los muertos que a ellos.

¿Por dónde se supone que deberíamos empezar? Supongo que tenéis alguna noticia de por donde están actualmente o si poseen alguna fortaleza, sabréis su ubicación. Empezar sin tener al menos un lugar por donde empezar sería como buscar una aguja en un pajar.

No creo que fuera necesario montar este espectáculo para darnos el encargo. Y seguro que la mitad de los que estamos aquí no hemos venido a por la recompensa, y menos la que nos ha ofrecido... Podemos ser "héroes para el pueblo", ¿pero reyes?

Escucho atentamente el discurso de Albert el Sanguinario para no perder detalle de nuestra misión, la cual me suscita ciertas dudas. Una de ellas ya es comentada por una de las personas que han llegado conmigo a la sala. ¿Dónde?

Y, en el caso de encontrarles, ¿qué hemos de ofrecerles? ¿Esperáis que nos sigan sin más? Además, ¿vuestra intención es que viajemos en compañía o que nos dividamos en esta primera parte de nuestra misión?

Miro a albert líder de la guardia persona con la que me encuentro relacionado, sin dudar de ninguna de ninguna de sus ordenes,y me doy la vuelta para observar las armas de la habitación centrándome en las lanzas mirando las con un amor especial. 

pienso en mi misión con excitación ni siquiera   ni siquiera  a el la recompensa eso me da igual no aceptaría el trono de los hombres ni aunque me lo regalaran, pero cazar dragones como lo hicieron los míos hace años eso podría borrar la vergüenza  de aquel duelo.

digo con una voz que trae consigo una gran cantidad de pasión

-cuando empezamos -

Caminaba hacia el salón del rey muy irritado por los tambores y trompetas,  estaba por hacerlas callar yo cuando el supremo mandatario intervino por mí. Me sentí aliviado cuando se escuchó el silencio y demostré mi alivio aflojando mis cejas, aunque mi gesto de tranquilidad no iba a durar mucho, pues después de escuchar que estaba dispuesto a dejar su puesto a cualquiera que sea capaz de detener a los dragones –Ser el representante de la estirpe humana, será una herramienta muy útil para programar mis planes a largo plazo…- No presté mucha atención a todo lo demás, las palabras que usaba para adornar su discurso político eran muy triviales y nunca había simpatizado con reyes o líderes de sangre.

Salí de una sala enorme para pasar a otra sala no tan enorme. Ahí tuve que volver a escuchar a… ¿Elvert? A él le preste incluso menos atención que al rey, podía ser el mejor soldado del rey, pero la falta de testículos, esa falta de coraje que hacía que él, en vez de estar al lado nuestro listo para dar la vida por una causa, estuviera del otro lado dándonos órdenes. Me caía muy mal.

Nos dieron las órdenes, fueron tres órdenes claras y firmes. Solo tres pasos tan fáciles como pasar un cuchillo por cada circunvolución del cerebro, y viendo la falta de organización del grupo, parece que lo mejor sería que yo empezase a actuar.

Parece que los modales se los pasan por alto, aunque bueno, vamos a hacer caso omiso de críticas y ordenes que nos den. Buenos aunque no tan buenos días, me llamo Andrew e iré a dar una vuelta, parados no haremos nada, si no consigo información, cosa que es muy poco probable, volveremos al amanecer, si consigo algo volveremos antes.

Y dí media vuelta, derecho a hacer un recorrido turístico por las tabernas del reino, después de dar el tercer paso volví a dar media vuelta y con una sonrisa en mi cuidado rostro dirigí la palabra a Alvert. -Antes de irme, necesitaría dos recursos para comenzar, un acompañante, no se si alguno de los seleccionados quiera acompañarme y algunas monedas, creo que los motivos son obvios.

Después de todo el espectáculo del rey y escuchar el sermón de Albert "el presumido" escucho interesadamente las palabras de Andrew y le digo

-Jah... no sobrevivirias ni 15 segundos en esos bosques... pero si tanto quieres ir te acompañare patética excusa de humano ...

Aunque todavía faltaba que uno de los aventureros dijera algo, tuve que intervenir con esos dos vampiros compulsivos.

- ¡Hey!, nadie va a ninguna parte, ¿quienes cree que somos?, por supuesto que sabemos a donde los vamos a enviar. Solo quería saber a que clase de personas les estamos confiando nuestro futuro. ¿¡Creen que si fuera por mi ustedes estuvieran aquí!?... Escuchen los guerreros errantes no se unirán a nosotros, el pacto de sangre de los guerreros prohíbe que se unan directamente con algún reino pero a cambio, ellos toman cualquier encargo que se les de siempre y cuando tenga combate y les paguen aunque sea una sola moneda. Así que no importa que les ofrezcan ellos aceptaran. Ahora, respondiendo a tu pregunta, paladín. No se tienen que separar en grupos, sabemos con exactitud la ubicación de Cod Frivur. Como sabrán, los guerreros errantes rara ves están reunidos todos juntos, así que es casi imposible encontrarlos a todos, pero aun así, la única persona que los puede reunir a todos es el líder, y ya sabemos donde encontrarlo. Sabemos que esta cerca de los limites del imperio, no muy lejos como a un día de aquí -señalo un punto en el mapa de la mesa-, en un pueblo llamado "Gullird" hay es donde los buscaran. Nosotros les daremos el equipamiento, las armas y una carreta, o caballos si prefieren, pero ustedes tendrán que llegar solos... ¿Algo mas?.

-algun día te vas a callar y nos vas a dejar hacer nuestro trabajo? Jajajaja...

me coloco a pensar sobre lo que dijo Albert el presumido y le pregunto a andrew

-eres un vampiro?...

Instintivamente eché mano a donde guardaba mis dagas. Habia dos vampiros en el grupo y no me gustaba demasiado. Habría que andar con cuidado con ellos.

Yo por mi parte no necesito nada más. ¿Donde está la armería? Cogeré un par de cosas. Y el escriba. Necesitaré pergaminos. 

No había más que hablar. Buscar al líder de los Guerreros Errantes y convencerlos.

Si. Y la luna. - pensé - pero si saco algo de valor y habrá valido la pena

No me gustaba que me insultaran de forma humana, mucho menos que lo hiciera un vampiro, pero lo que me volvía loco era que me dijeran vampiro. Yo no soy como ellos, no soy un loco que obedece a una mujer... bueno, quizás si, pero no a la zorra de la reina.

Me acerqué con el propósito de invadir la privacidad de Dracrio y cuando estuve lo suficientemente cerca me quité los lentes de contacto verdes, dejándose ver un rojo atardecer en mis iris. -Quizás seas tu quien no aguante mas de 15 segundos, pobre criatura sin mayor destino que complacer a una golfa como lo es tu reina- Y acto seguido, di dos pasos largos, rápidos y amenazantes, y mi cara quedó a pocos centímetros detrás del cuello de Carghan -Sabes, las malas lenguas se inventaron que los vampiros somos capaces de oler el acero afilado, pero también dijeron que volverse un vampiro es un proceso tan largo y doloroso, que ni siquiera eres capaz de gritar, y te aseguro que tienen razón en cada palabra. solo el vals puede describir lo que se siente ese proceso y con gusto podría enseñarte para que tengas mas empatía con nosotros... - El cuello de Carghan quedó húmedo y frío  cuando terminé de hablar, pero demostré que no me dejo llevar por instintos salvajes.

Acto seguido di los mismos dos pasos largos y amenazadores para terminar en el mismo lugar donde empecé y miré a Albert el presumido con mucho descontento -Y si ya sabían adonde debían enviarnos, ¿por qué no lo dijiste antes? Yo por mi parte necesito un pequeño kit de bisturíes, un mapa y una brújula, ademas del caballo.

No acabo de terminar de ver un espectáculo y ya me muestran otro... Al menos este es cómico.   Un grupo bastante curioso el que me a tocado... 

Espero a que dejen de juguetear para presentarme. 

Perdonad el despiste, ha sido todo muy rápido y entre el recibimiento ruidoso y la emoción de una misión difícil no me he presentado como es debido. Mi nombre es Garrett,  Garrett Hawke.  Espero que podáis relajaros hasta el punto de llevaros bien o al menos no mataros antes de que acabemos..  Nos queda un camino largo y duro por delante como para estar preocupandonos no solo de lo que podamos encontrar sino también de la gente que tenemos al lado... 

Dicho esto me dirijo a Albert. 

Aclarado el tema de la primera parte de la misión, ansío el momento de comenzar.  A mi me gustaría echar un vistazo también a la armería y, como Andrew, me dacanto por un caballo. 

Sentía en el cuello aún el aliento del vampiro. Eché mano allí para secar la humedad que había dejado en él.

Vuelve a hacer eso y clavaré una daga en tu corazón.

Aquello no empezaba bien y no acabaría bien, pero parece ser que debíamos colaborar para solucionar el tema ese de los dragones y los Guerreros.

Escondiendo un escalofrío debajo de las ropas, busqué la salida de la sala.

Al ver las "frías palabras" del mago vampiro lo tomo del cuello y lo alzó unos centímetros y lo estampo contra la pared y le digo

-No vuelvas a decirle a mi reina así maldito parasito ... soy capas de matarte con los ojos cerrados así que ten cuidado con lo que dices

voluntariamente suelto a Andrew y me alejo de el para calmarme ... tomo un espadon y me lo echo al hombro para salir del lugar y en la puerta exclamó

-Nos vamos excusas de guerreros yo dirigire este grupo conozco el camino

En lo que veo la actitud de idiota del estúpido de Dracrio y lo veo diciendo esas ultimas estupideces salgo corriendo y le pongo una mano en el hombro, y en lo que el voltea la cara para ver que quería, lo único que vio fue a el campeón del rey con toda su furia desatada que estaba a punto de darle un golpe a la cara mientras le gritaba.

- ¡Tuve que haberte matado cuando tenia la oportunidad, maldita sabandija!

Lo golpee tan fuerte que salio volando hasta la pared del pasillo por el que entramos (que estaba como a 3 metros). con el golpe soltó el espadón, lo recoji del suelo y me le acerque caminando con intenciones de matarlo. El se levanto antes de que yo llegara a el y vi que iba a decir algo cuando yo estaba cerca de el. en ese momento y lo apuñale en el estomago de manera tal que lo clave en la pared y le enterré el espadón hasta que lo único que se veía del arma, era el mango. En lo que lo tenia enfrente de mi, escupiendo sangre y gritando de dolor y furia, le dije con molestia.

- De todos en esa habitación, tu eres el único que jamas sera el líder de nada, y si tienes dudas de eso, te las aclaro, no vas a ser el líder de nada porque te matare en este instante.

Saque una daga de plata que tenia en mi cinturón y me dispuse a rebanarle el cuello hasta decapitarlo, pero en ese momento escuche la voz de el mago del rey.

Ven que llega un hombre viejo acompañado de dos soldados. Al principio no reconocen quien es el viejo pero cuando se acerca mas, reconocen la cara del gran maestro de la magia, el mago y consejero del rey, Baldarar el Viejo

- Tranquilo Albert, no queremos matar a uno de nuestros heroes antes de que nos salven. -veo que Albert me escucha y se aleja del vampiro y me acerco al aventurero empalado- Disculpa a nuestro compañero por su comportamiento, es que no a tenido una buena semana -le empiezo a hablar al resto del grupo que estaban asomados por la puerta- Verán Albert quería ir a cumplir esta misión pero debido a varias inconveniencias el no puede cumplir esta labor.

Le sugiero a Albert que "despegue" al vampiro de la pared, pero el no me hace caso y se va por el pasillo, entonces le ordeno a los guardias que iban con migo que la saquen el espadón del estomago al vampiro. Mientras los soldados se encargan de eso me vuelvo a dirigir al grupo de los aventureros.

- Déjenme presentarme, me llamo Baldarar, sol el mago y consejero del rey Jordan... Vengo a mostrarles el camino a el establo para que seleccionen al caballo de su preferencia, y para darles unos cuantos "regalos" de despedida... Por cierto he estado escuchando la conversación desde lejos y ordene que llevaran las mejores armas, armaduras y equipamiento al establo para entregárselos hay. Ha, pero hay que esperar a que despeguen a su compañero. Mientras podemos hablar... Y respondiendo a tu pregunta vampiro -miro al vampiro que no esta clavado a la pared-. Albert no les dijo toda la información por ordenes mías, solo quería saber quien era el mas indicado para ser el cerebro del grupo.

Mientras estoy clavado en la pared le exclamo a Albert (con la boca llena de sangre y una mirada baja)

-Ja eso es todo lo que tienes presumido... *escupo algo de sangre* cualquiera de estos enclenques lo hubiera echo mejor maldito inútil

Me inclino semi desmallado pero aun asi me sostengo en pie