Partida Rol por web

Por fin, después de largos y aburridos dias de viaje llegais a vuestro destino.

Embarcais en una playa desierta. Una playa muy larga, que parece no terminar nunca. Todo recto empieza a crecer una meseta enorma y alta, cuya cima se pierde entre las nubes. Una imagen simple del gargantuesco escenario en el que estais apunto de adentraros.

- Bueno chicos, hasta aquí llego yo. No puedo acompañaros. Aunque puede que me quede unos dias por estos lugares. Si quereis volver en mi navío, intentad no retrasaros mucho. Cuidaros.

Y con estas palabras, el viejo lobo de mar se despide. Aunque aguarda un momento antes de marcharse por si alguien quiere decir algo.

 Jono agradece el poder pisar de nuevo tierra firme, nada más parar el navío Jono salta, seguida de Rantanplan, eufórico como la druida, de poder depender de nuevo de sus piernas.

 - Que alegría, tierra firme de nuevo bajo mis pies!!! Jejejeje- Ríe alegre.- Venga compañeros una gran aventura nos espera!

 Desde abajo, con los pies desnudos medio submerjidos en las cristalinas y frías aguas de la mar pregunta.

 - Con cuantos días tenemos que contar que estarás por aquí Capitán?- Va preguntando mientras sus compañeros van bajando del navío y las provisiones y útiles para la exploración.

- Digamos que unos cuatro dias.

 Jono asiente con gesto de la cabeza. Mientras empieza a enfundarse la armadura de escama. Mientras mira a su alrededor contemplando el paisaje inmediato.

 - Si no te importa, Capitán, tal vez vayamos a dar un rápido vistazo a las inmediaciones, antes de descargar del todo las provisiones. Te parece bien.

 Cuando termina de vestirse la armadura enfunda una barda de cuero tachonado a Rantanplan. Mientras terminan de bajar y prepararse sus compañeros de aventuras.

Tras llegar a tierra, me arrodillo en la arena, cojo entre mis dos manos un puñado de arena y lo lanzo a aire como gesto de alegría por haber abandonado ese barco que no hacia mas que moverse.

Estoy contigo Jono, es una inmensa alegría el haber tocado, por fin, tierra. Ahora debemos de empezar cuanto antes a hacer todo lo que hemos venido a hacer.

Me uno al jolgorio desplegado por mis compañeros, acompañándoles con saltos piruetas y demás por la arena.

Espero que la vuelta no sea por mar... Pienso, olvidando los peores momentos vividos en la travesía.

Compañeros, estamos más lejos de lo que nunca nadie me ha hablado en la ciudad.

Dirigiéndome al capitán:

Si váis a permanecer por la costa estos días, ¿os podríamos dejar algo de pergamino para confeccionar un mapa de la costa y cuál ha sido nuestra ruta? Como ya sebeis, nuestro destino no es otro que llevar a nuestros hermanos algo de luz sobre el mundo en que nos hallamos. Una referencia de a costa puede ser un buen comienzo para nuestra labor.

 Jono asiente ante la propuesta de Omar.

 - Bueno nosotros traemos pergaminos, pero vuestra experiencia y conocimiento de las costas nos serían de inmensa ayuda para ubicar el punto de partida de esta exploración.

El capitán reflexiona un instante antes de soltar:

- Emm, digamos que me irá bien por si me aburro. Hace tiempo que no le doy a la tinta. Y sí, podeis dejar la mercancía en el barco. Yo me voy a hechar una siesta.

Respecto al paisaje. Estais en una playa immensa. La arena se adentra unos doscientos metros medio cubierta por una gélida agua cristalina. Más allá hay cuatro o cinco rocas negras repartidas por toda la lejanía y un frondoso bosque tropical repleto de palmeras hace de cortina de los primeros quilómetros de vista.

 Dejando atras el navío, y una vez bien pertrechada, con la mochila y el escudo colgando de su espalda, apoyada en se cayado Jonova contempla la exhuberancia y estallido de vida que ha yante sus ojos, siendo esta la primera vez que siente en el aire el aroma de tanta vegetación, el trinar de los pajaros tropicales...

 - Guaaaaauuuuu, es fantástico chicos...- Y sin mucho más empieza a andar hacia el linde.- Vayamos en busca de un lugar elevado desde el que poder hacernos una idea del entorno.

 Rantanplan la sigue olisqueando todos estos nuevos aromas...

Me pongo a caminar detrás de Jonova en busca de un lugar elevado para admirar el lugar en el que nos encontramos, es una caminata penosa y complicada, pero de mi boca no sale ninguna protesta.

Jamal camina detrás de Jona, admirando el paisaje y la vegetación que le rodea. Para el, criado en el desierto, esto parece como otro planeta.

 Antes de avanzar mucho en la espesura, Jono da unos vistazos por el suelo en busca de rastros que le puedan ofrecer información de la zona.

Crumod baja a tierra y simplemente se desploma en la playa. Se queda inmóvil en el suelo. "Por fin, la cabeza no me da vueltas y el suelo se queda donde debe."

Escucha des de su posición la conversación del resto. Se levanta de un salto y hace algún que otro estiramiento.
Luego sigue a Jono y al resto hacia tierra adentro.

Todo está la mar de tranquilo. Encuentras un par de pisadas de cangrejos y demás animales similares. Nada sospechoso.

 Señalando con el cayado una elevación relativamente cercana.

 - Vayamos allí, cuando lleguemos tendremos una buena perspectiba de la zona. Una vez allí eligiremos el camino a emprender. Os parce bien compañeros?- Tras mirar los escasos rastros del suelo.- No parece ser que haya depredadores grande cerca, pero aún así no bajemos la atencion camaradas!

Examino el lugar hacia el que señala Jono con el rostro serio, evaluando si me parece apropiado o no el dirigirnos hacia allí

Me uno a mis compañeros en su camino. Además busco algún indicio de vida humana en la zona o en la distancia...

 No encontrais más que pequeños mamíferos y pájaros autóctonos. Lo normal según la zona. Algunos os parecen más increíbles que otros.