Partida Rol por web

Al olvido los espectros, a Estigia las almas

Capítulo 2: Ira

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06/04/2021, 02:07
Narración

El trayecto fue rápido, más parecía un trote que una caminata, mientras la sensación de paranoia que vuestra "escolta" parecía tener consigo fue contagiosa rápidamente. El clima siniestro y la amenaza de la negra tormenta que se dibujaba furiosamente sobre el firmamento londinense tampoco ayudaban. Daba la impresión de que en cualquier momento la furia inclemente del clima estallaría en gruesos gotarrones, rayos, relámpagos y vientos aulladores que ya percibíais a la distancia.

De camino, un segundo destacamento de mercenarios se une a vosotros y con ellos, Peter y Amelia. El primero con cierto aire de resignación y la última, con un estado de alteración mayor al que habíais visto antes. Un intercambio de formalidades no demoró demasiado la caravana que caminó algunas calles más hasta llegar a un edificio antiguo de aire clasico, rodeado por una muralla de gruesas paredes de hierro levantadas al estilo de un fortín de guerra improvisado, altas y oscuras, que sólo añadían un aire de opresión a la estructura.


Imagen original de Lee Jackson

La entrada tenía una torre de vigilancia y dos gruesas puertas de metal abiertas de par en par, que al detallarlas os genera cierta extraña impresión de su función: si existían para mantener algo afuera de este edificio, ¿qué cosa tan terrible necesitaría semejante despliegue de hierro y vigías? Ciertamente toda esta infraestructura había sido construída por los muertos, pues del lado de los vivos, no recordáis nada semejante por este distrito.

El espacio interior, cubierto en concreto, está rodeado por la estructura que parece abrazarla con dos colosales alas. Dos hileras de ventanas oscuras recorren las plantas superiores del edificio, y todas parecen observaros de manera atenta, lanzando silenciosos juicios, mientras los ecos de los relámpagos arriba, pero demasiado cerca, se os antojan gruñidos de una bestia a punto de ser desatada sobre vosotros para devoraros. En el medio, una estatua vieja y oxidada, llena de un musgo negro y unas grietas que calan profundo en aquel cascarón que representa a un hombre anciano y cansado con expresión severa y punitiva.

Flanqueando la entrada del edificio, están apostados dos hombres con vestimentas algo más ceremoniales: túnicas blancas. Sus cabezas están ocultas en grandes máscaras de rasgos vagamente humanos, con dientes apretados y ceños fruncidos, ataviados con grandes sombreros. A pesar de que sólo se tratan de máscaras, los ojos de éstas se os antojan iracundos, llenos de una furia inerte e inexplicable que los artistas lograron imprimir de magistral manera en aquellas piezas de disfraz.

Doug y Eric son apostados contra el muro principal y sus cadenas son engarzadas en dos argollas de la pared. Más mercenarios que reconocéis del grupo inicial llegan. Todos los miembros de la cosecha están allí y tras algunos minutos, guardias enmascarados aparecen del interior del edificio, señalan a alguien y le escoltan adentro. Inicialmente eligen a uno de los soldados, luego a Caroline, luego a Amelia y finalmente a Victor. Quienes entran no vuelven a salir, y con cierta solemnidad, todos se resignan a entrar. Amelia tiembla y lanza una última mirada a Peter. Carolina camina con la mirada baja y Victor le pone una mano a Leah, y le dice "todo estará bien" mientras camina.

Leto está sentada cerca a la estatua, no os presta particular atención, pero se mantiene a distancia prudencial para escucharos y vigilaros. Los otros mercenarios están esparcidos en pequeños grupos por todo el patio, dándoos algo de privacidad para hablar, mientras esperáis intranquilamente quién será el siguiente en ser "acompañado" al interior del edificio de la Fundación.

 

Notas de juego

El objetivo de esta escena inicial es daros un respiro. Podéis hablar entre vosotros, haceros preguntas (o a Leto). Yo no avanzaré directamente la escena sino hasta el próximo lunes, pero mantened el ritmo. Si veo que preferís guardar silencio, pues daré el empujón y avanzaré.

Mi sugerencia es: empezad a conoceros, lo necesitaréis un poco.

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06/04/2021, 20:11
Doug Gibson

Las últimas palabras de Leto antes de marchar habían dejado a Doug pensativo, con el ceño estrujado por la concentración. Eran respuestas, no las que esperaba, pero respuestas, al fin y al cabo: fundaciones, oficinas, alcaldes, legiones… Incluso a las puertas de la muerte había considerado todos esos conceptos las comodidades o estorbos de una sociedad que no tenía un lugar para él, y ahora que se los había encontrado en el más allá… una parte de él hasta se alegraba. No eran mucho, pero sí algo reconocible, algo a lo que agarrarse. Estaba empezando a aceptar que con cada cosa nueva que aprendía de la muerte esta se parecía un poquito más a la vida, y no estaba seguro de como sentirse al respecto. «Si quisieran joderte, ya lo habrían hecho», se dijo, mientras meditaba acerca de lo dicho por la guardia. Si no le había mentido, entonces la pregunta del millón de libras era qué iba a hacer cuando le quitaran las cadenas.

Para él no tenía mucho sentido pensar que en ese mundo su historia fuera a acabar mejor que la que había protagonizado en el otro, aunque se había equivocado en el pasado. Al final se resignó a asumir que tampoco tenía una respuesta para esa pregunta y a consolarse con que el picoleto caminaba encadenado igual que él. «Eso de donde yo vengo no pasa muy a menudo», y rompió a reír él solo.

Su alegría se apagó poco después, cuando llegaron al “registro”. Al ver las argollas e intuir lo que iba a pasar Doug escupió un gargajo al suelo. De sus labios no salió otra queja, como si prefiriera seguir encadenado a pedir nada a nadie, y en su lugar se puso a observar la zona. El edificio era bonito, supuso, o podía considerarse bonito, pero no le decía mucho; la arquitectura no era lo suyo. Ahora bien, las murallas… las murallas eran otro cantar. Las únicas que había visto en toda su vida que no fueran las ruinas de otra época eran las de la prisión en la que mantenían encerrada a la gente como él, así que algo estaba claro: fuera lo que fuera lo que mantenían al otro lado, los que vivían en Anacreonte le tenían un miedo de cojones.

Cuando se cansó de las murallas, empezó a mirar a los demás. No pudo evitar escuchar a Victor despedirse de Leah, y se volvió hacia ella. 

—Si quisieran joderte ya lo habrían hecho —le dijo, repitiendo sus propios pensamientos de hacía un rato, e inmediatamente se sintió un poco estúpido.

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07/04/2021, 09:05
Leah Veilchenduft

Al final hemos terminado donde querían ellos, en un edificio que da un mal rollo tremendo, pero como desde que hemos llegado todo tiene un aspecto similar, pues ya empiezo a acostumbrarme. Nada va a cambiar, este lugar al que nos han destinado es tan horrible como la propia muerte, o incluso más, porque al menos esa ni la recuerdo. Miro a los lados, de nuevo todos reunidos, exactamente igual que al principio. Es incluso curioso que el monstruoso Marqués no haya acabado con ninguno de los que estamos aquí. «¿Cuál es la probabilidad de eso?», me pregunto, intentando llegar a una conclusión sobre lo que ha pasado; seguramente será totalmente desacertada, pero dejar de plantearme cómo es este mundo tampoco es una opción.

Ver que todos están siendo llamados y que de ahí no vuelven me resulta escalofriante. ¿Tanto cuesta explicar qué ocurre aquí? No puede ser bueno. Así que observó cada vez que alguno de ellos marcha con una especie de temor en la mirada, y a su vez, intento discernir un orden lógico de llamada, quizás sea por el apellido, al igual que en la sociedad de los vivos; y si es así, como siempre seré de las últimas. Más impaciencia, más incertidumbre. Llegados a este punto diría que solo quiero que se acabe, pero tampoco alcanzo a comprender el significado exacto de lo que significa eso.

Al sentir la mano de Víctor en el hombro, miro hacia él, y mis ojos casi parecen suplicar que se quede. Él es mucho más optimista que yo, pues no estoy segura de que si esto será un «hasta pronto» o un «hasta nunca». Intento mostrarle una sonrisa, y esta no es más que una simple mueca. No lo veo tan claro.

Espero que sí —respondo con un simple murmullo; y observo como marcha al mismo lugar que han ido todos.

Me quedo en silencio, jugueteando con los dedos y sin apenas darme cuenta, empiezo a morderme las uñas. Estoy nerviosa por no saber qué ocurrirá. Entonces él más grande de todos ellos se dirige a mí, entiendo que su intención es buena o eso espero, pero noto como todo mi cuerpo se encoge, intimidada por aquel enorme hombre. Sé que Leto nos está mirando, la veo ahí, y si no me causaran esa inquietud, le explicaría las razones por las que nos han jodido ya. Observo sus cadenas y lentamente voy subiendo la vista hacia su rostro.

Supongo que sí —contesto al hombre, y mis palabras salen temblorosas de mi garganta—. Parece que nos han escoltado hasta aquí. Em… Señor, ¿puedo hacerle una pregunta? —E intuyo su respuesta afirmativa, así que añado—: ¿Usted no ha sentido ganas de…? —Miró a Leto y bajo mucho la voz—. ¿Escapar?

Quizás es mucho más valiente que yo, aunque vista su constitución, creo que yo también lo sería.

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07/04/2021, 14:46
Eric Kutner

Kutner agradeció a Leto sus explicaciones: tanto lo que decía, como la forma de decirlo, le daba a entender que estaba cuidando de ellos, y que no quería que les ocurriera nada malo... al menos por el momento.

Recibió a Peter y Amelia con lo que intentaba ser una sonrisa. Le alegraba volver a verles y que estuvieran bien.

La fortaleza de la Fundación era imponente. No es que el policía no estuviera acostumbrado a entrar en edificios así; había tenido que hacer escoltas a alguna prisión, y tenían ese aspecto: pero era la primera vez que entraba esposado. El idiota del presidiario se reía: seguramente se sentía como en casa, y estaba deseando llegar a las duchas y tirar el jabón al suelo.

Aunque le disgustaban los grilletes, y tener que permanecer anclado a la pared, supuso que su estrategia de obedecer y no dar problemas seguía siendo válida, y eso fue lo que hizo. Además, la situación le recordaba a su reclutamiento en la Policía Metropolitana: el primer día todo eran nervios, papeleo, prisas, órdenes, gritos... y luego llegó una rutina estricta pero fácil de sobrellevar, hasta que terminaron su periodo de academia ya como agentes. En este caso, les elegían para una legión. Los legionarios eran soldados: los legionarios luchaban. Si les estaban reclutando para formar legiones, eso significaba que esa "Necrópolis" de la que hablaba Leto estaba en guerra.

Iba a preguntarle a Leto contra quién luchaban; ¿contra "el Marqués" y otros como él? ¿Quiénes eran?  Sin duda, las defensas del edificio eran para defenderse de ellos. Pero Leto se alejó, y Eric no quiso importunarla; además, la distancia era una ventaja para poder hablar con el resto de reclutas con cierta intimidad.

Cuando llamaron a Caroline, le dio ánimos:

—Tranquila, irá bien: luego nos vemos.

Le jodía decir cosas como "todo saldrá bien"; porque a veces era verdad, y otras veces todo se iba a la mierda. No tenía sentido dar falsas esperanzas. Pero sospechaba que parte del reclutamiento consistía en que las legiones les encontraran útiles; en caso contrario, quedaba la opción de ser usados "de otra manera" como había dicho Leto. Eric no sabía cuál era esa otra manera, pero estaba seguro de que era mejor el reclutamiento. Y una persona tranquila siempre parecería más útil que una mierdecilla temblorosa y llorona.

Lo cual le llevaba a Amelia. Cuando la llamaron, se despidió dándole una advertencia:

—Amelia, recuerda lo que te dije, por favor: paréceles útil. Si creen que eres útil te dejarán en paz. Cuando salgas, búscame.

Vio cómo las dos se alejaban, preguntándose si volvería a ver a alguna de ellas. Si Amelia sabía algo de Lucy, Eric debía averiguarlo.

Pasado un rato, uno de los reclutas inició la conversación: sorprendentemente, fue el reo. Debía haber acallado a sus demonios interiores lo bastante como para pasar por ser una persona, al menos durante un rato.

Además lo hizo con una apreciación que a Kutner le pareció muy sensata: si quisieran joderles, lo habrían hecho ya. Si no lo habían hecho es porque esperaban obtener algo de ellos. Seguramente a Doug le habían jodido tantas veces que ya era un experto en ello.

—Tiene razón — concedió Eric — Son más, juegan en su terreno y están armados hasta los dientes: si no nos han jodido es porque no querían hacerlo. Si sus legiones están haciendo un reclutamiento forzoso, eso significa que están en guerra. Van a evaluar si somos aptos para el combate y nos usarán como carne de cañón: y para eso nos necesitan vivos.

Torció el gesto en una mueca al darse cuenta de lo que acababa de decir.

—Bueno, nos necesitan enteros. Al tarugo y a mí nos podrían haber liquidado por dar problemas; pero pensarán que valemos más si nos ponen un arma en las manos y nos dicen en qué dirección tenemos que dispararla, en vez de que nos jodamos entre nosotros: por eso nos tienen así — zanjó levantando las manos y haciendo que la cadena tintineara.

Apoyó los antebrazos y la frente en la pared y miró al suelo, sumido en sus propios pensamientos.

—La disciplina siempre es más estricta al principio, cuando te reclutan y durante el adiestramiento — dijo bajando la voz sin levantar la vista del suelo — Si quieres saltarte "el reglamento", es mejor esperar a que se relajen y confíen en ti.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Intento convencer a Amelia para que me haga caso: añado los dados de "fin superior", porque la intención es interrogarla después sobre Lucy (si no aplica quítalos). Gasto FV.

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07/04/2021, 14:54
Eric Kutner
Sólo para el director

Si todavía fuera creyente, Eric hubiera rezado por Amelia. La chica era débil, y, en una guerra, los débiles estorbaban...  Por eso había caído en la heroína: las personas débiles, en circunstancias adversas tomaban las decisiones más fáciles, se abandonaban. La droga era una de esas decisiones, igual que la bebida: Eric lo había visto a menudo, en la calle y dentro del cuerpo.

Pero ya no era creyente. No se lo había preguntado desde hacía mucho tiempo, pero suponía que Judie, y su forma de ver todo tan pragmática, había tenido que ver en ello. Judie... la echaba tanto de menos.

Si la niña le hacía caso, quizá consideraran darle una oportunidad. Por desgracia, no creía que pudiera sobrevivir a un conflicto: pero al menos duraría lo suficiente como para poder preguntarle por Lucy.

—Si el Anacreonte tiene oficinas de reclutamiento, eso significa que hay una burocracia. Si hay una burocracia, hay archivos. Si hay archivos, tendrán las fichas de los reclutas — fue desgranando Eric; el haber servido en una estructura tan burocrática como la policía le hacía ver con claridad ese tipo de cosas — Si Lucy ha pasado por aquí, tendrán su ficha. Debo conseguir que me dejen acceder a los ficheros.

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07/04/2021, 21:31
Doug Gibson

Doug abrió muy lentamente la boca con intención de contestar, pero el poli se le adelantó. Resultó que habían llegado a conclusiones parecidas, y lo que decía, lo de la guerra, las legiones, todo eso… tenía que reconocer que tenía bastante sentido. Explicaba a la perfección por qué no les habían volado los sesos a ellos dos nada más recogerles: eran los más peligrosos del grupo, y les necesitaban, aunque solo fuera como carne de cañón contra el marqués. Los demás… él mismo lo había dicho, tenían que resultar “útiles”, fuera lo que fuera lo que significaba eso en el mundo de los muertos.

Entonces, ¿era por eso por lo que no le dejaba en paz Eric? ¿Porque quería hacerse el machote delante de la niña, de Leto y de todos? «Pues lo llevas claro, payaso», le contestó mentalmente, mientras este seguía hablando.

—Además —contestó en voz alta, sin hacer caso ni de la discreción de ella, ni de los insultos de él, hablando casi a trompicones, como si estuviera rumiando las ideas según le llegaban, pensando en voz alta—, escapar… ¿adonde?

Se quedó pensativo. Conocía más sitios a los que quería prender fuego que lugares en los que cobijarse, y las personas en las que confiaba se podían contar con los dedos de una mano. Pero, ¿podía reunirse con ellos? ¿Podrían verle? Ellos habían visto al vagabundo, ¿no? ¿Funcionaría en ambas direcciones? Todo el mundo había escuchado historias de fantasmas, de las que él en particular siempre había sido agnóstico. ¿Significaba lo que les había ocurrido que eran reales? 

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07/04/2021, 23:42
Peter White

Peter entró en el recinto con una mezcla se sentimientos encontrados, primero la sensación de haber fracasado en su huida, resignado ante el incierto destino que les aguardaba allí dentro. Triste por no haber tenido el coraje de seguir corriendo a ver a su hija. Por otro un sentimiento de seguridad el encontrase rodeado de altos muros, verjas de hierro y soldados, y cierta satisfacción por haber ayudado a Amelia.

Se alegró de ver al resto, les saludó, devolviéndole al policía la sonrisa, una sonrisa radiante, pero de ojos tristes. Esperó sin decir nada, sumido en sus pensamientos, hasta que empezaron a llevar a algunos de ellos al interior del edificio.

 – Hazle caso, demuéstrales lo que vales – le dijo a Amelia cuando la condujeron adentro. Esperaba que la chica volviera sana y salva...

Después, cuando se puesieron a hablar de legiones, guerra, reclutamiento… fue cuando empezó a tener dudas sobre su propia utilidad; jamás había disparado un arma, y no sabía cómo podría servir de ayuda en una guerra. Desechó esos pensamientos, pues preocuparse no le llevaría a nada, y no tardaría en averiguar lo que querían de ellos. Le preocupaba más otra cosa, algo más íntimo.

Fue Leah la que, con su pregunta, sintonizó con sus pensamientos – Yo sí…– contestó en voz baja, algo avergonzado. – Me gustaría preguntaros algo, puede que suene idiota, pero… – hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas. No encontró nada mejor así que lo soltó a bocajarro – ¿Alguno de vosotros ha escuchado voces en su cabeza? –

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07/04/2021, 23:57
Leto

—Escapar a ningún lado.— dice Leto, haciéndoos saber que está más atenta a lo que decís de lo que parece. No hay una expresión diferente en su rostro, y se acomoda desde la estatua para miraros fijamente durante un momento.

—Estamos en guerra, es cierto, pero no es el tipo de conflicto al que estáis acostumbrados... al que están acostumbrados los vivos. Si sabes empuñar un arma o dar una hostia no es tan importante como si la razón por la que habéis pasado del otro lado aquí es fuerte. Lamento informaros que de este lado, también tenemos apasionados burócratas.— dijo, y dejó escapar una leve curvatura de sus labios en respuesta a su intento de broma. —Luego del registro, suponiendo que todo salga bien, tendréis vía libre para mantener vuestra existencia como ciudadanos de bien del imperio. Si eso significa que queréis ir a visitar a vuestros familiares vivos, ir de paseo por el mundo, o lo que se os ocurra, podréis hacerlo. Si por otro lado, eso significa que trataréis de tomar vuestra nueva existencia como una segunda oportunidad para dejar atrás los errores, pecados y fracasos de vuestra vida del otro lado— Y mira a Doug sin ocultar su predisposición hacia el grandulón — y os unís para defender a otros como vosotros de cosas peores que la muerte... también seréis bienvenidos en las filas armadas de las legiones.— dice y por segunda vez parece que su gesto manifiesta una emoción además de indiferencia.

—Eso que escucháis en vuestras cabezas son vuestras sombras.— comenta en respuesta a la pregunta de Peter —Tomad lo que dice con cuidado, tiene su propia agenda. Puede que os parezca ser de ayuda por momentos, pero para cuando os déis cuenta de sus verdaderas intenciones, estaréis lamentando haber sido tan ciegos.— dice y relaja su postura sobre la estatua tranquilamente, mirando hacia el cielo, en donde aulla la tumultuosa negra nube que anunciaba desde hacía un buen rato una tormenta.

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08/04/2021, 20:43
Leah Veilchenduft

Decido mantener silencio mientras el policía ese se pone a hablar, de él es de quien menos me fío, y podría creer en sus teorías, pero sé que a la hora de la verdad, solo va mirar por si mismo. No digo que esté mal, solo que para mí, no es una persona con la que quisiera tener nada que ver. Eso sí, decido quedarme con la guerra de la que hablan, no creo que hubiera llegado a esa conclusión ni en un millón de años, bueno quizás en ese tiempo sí, pero una guerra en la que participan los que han muerto suena demasiado absurdo. Sería irónico morir en, por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial y acabar participando de nuevo en otra, en un mundo que parece una sombra rara del otro.

«¿Por qué iban a hacer eso?», me pregunto, y es que la cuestión más clara es el por qué de todo. Dar una explicación plausible a este mundo es lo primero que tengo que hacer, al menos así sabré cómo puedo ser útil. Así que ahora, quiero saber la razón por la que hay una guerra, si ellos la tienen, no tardarán en decírnosla.

Me llevo la mano a la cabeza. Este tío es, simplemente, estúpido. Eso, o un capullo, él será grande, pero yo no, necesito encontrar otras soluciones muy diferentes a las que podría llegar a idear él. Aunque ahora mismo, creo que con suerte consigue no mearse encima cuando le entran ganas. Menudo cerebro del crimen debía ser, no me extraña que acabara en la cárcel.

Al final, aquel con el que había intentado hablar, es el que me parece más sincero. Además de hacer preguntas útiles. Sí, he escuchado una única voz. Una que ha estado a mi lado cuando estaba sola.

Entonces interviene Leto, que nos ha escuchado gracias a la lumbrera, el gigante con cerebro de guisante. Su explicación sobre la guerra que parece estarse librando es reveladora, y se aferra al hecho de que la experiencia no es necesaria. Siempre es bueno saberlo, el sueño de toda universitaria, una oferta de trabajo en la que no se requiera experiencia, y si no te fueran a explotar, eso ya sería impresionante. Lo dudo, pero ya tengo algo más.

Finalmente habla de Hael, y la llama sombra. «¿Una sombra de qué? ¿De nuestra existencia?» A cada instante, me surgen más preguntas, pero me resulta curioso saber que tiene un propósito o que puede desear algo que lamentaré. Si está dentro de mí, por qué querría eso, es absurdo.

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08/04/2021, 20:44
Leah Veilchenduft

Me llevo, disimuladamente, la mano a la cabeza tras escuchar al grandullón y debido a su sutileza, supongo que no hace falta contestar. O al menos a mí, me ha dejado sin palabras. Sigo atendiendo, sumergida en mi propio mundo. Y cuando habla Leto, lanzaría una mirada reprobando su actitud al convicto si no fuera porque en el fondo me da miedo, y quizás ni siquiera tan en el fondo. Al menos así, puedo pasar de contestarle; evidentemente, la respuesta era lejos de aquí.

Señora —llamo a Leto—. ¿Y qué razón es esa? —pregunto, en referencia a la que nos ha hecho pasar al otro lado.

Sin embargo, hay cosas muy interesantes en todo lo que dice. Visitar a nuestros familiares es algo que me gustaría hacer, quizás así podría saber qué me ha pasado. Solo espero que el imbécil de Joel no haya tocado mis cosas. Estoy segura que no le ha importado lo más mínimo que me haya muerto. Sinceramente, me da igual, yo solo quiero ver al resto. Eso sí me causa curiosidad. 

Por último, cuando menciona a las sombras. Miro a Peter.

Solo escucho una única voz —le aclaro, antes de volver mi atención a Leto. Tardo un rato en tomar las fuerzas y la confianza que necesito para empezar a hablar, pero lo hago. Necesito saber, eso me hará mejor—. ¿Y cómo sabéis todo eso? Es decir, las sombras esas solo pueden hablar con una única persona. ¿Cómo habéis podido clasificarlas de esa forma? —Hago una pausa, ni siquiera sé qué estoy preguntando exactamente—. No sé, saber que tienen unos intereses propios. ¿Alguien se dedica a estudiarlas? Lo digo, porque parece lógico que si solo puedo escucharla yo, sea una parte de mí y que tenga unas intenciones que puedan perjudicarme, es extraño. No encaja con la lógica, al menos con la mía. ¿Qué son? ¿Alguien sabe de dónde provienen? ¿Qué pueden querer? 

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08/04/2021, 20:51
Hael

—Los cobardes temen aquello que no pueden explicar. —La voz habla de nuevo, con esa calidez envolvente—. Ten cuidado, nena. Yo estoy aquí para cuidarte, si a ti te pasara algo, ¿qué sería de mí? Pero ellos buscan carne de cañón para esa guerra absurda. ¿Y qué significa «suponiendo que todo salga bien»? ¿Qué es lo que tiene que salir bien y qué te pasará si no lo hace? Pregúntalo, tenemos que saberlo. Pregunta cuál es la alternativa. 

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08/04/2021, 20:54
Sombra de Peter

Una risa brota espontánea cuando preguntas por las voces y la mujer ofrece esa respuesta. 

Parecías más listo de lo que estás resultando ser. 

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08/04/2021, 22:40
Eric Kutner

A Kutner le sorprendieron sobremanera las revelaciones de Leto. No era un reclutamiento forzoso, sino una especie de prueba de buena ciudadanía. Si la pasas, eres un ciudadano del "Imperio de Necrópolis", y si no la pasas... ¿qué?  ¿Y esa... sombra? ¿Era eso, su propia voz dándole consejos? ¿Qué coño era eso de "su propia agenda"? ¿Los demás también tenían una?

Paseó su vista sobre los presentes.

Aunque aquellos aspectos del "más allá" eran los que, objetivamente, más debieran interesarles a cualquiera de ellos, el antiguo sargento se decidió a preguntar por otra cosa.

—¿Y qué hay de toda esa burocracia? ¿Podemos pedir acceso a los registros, de alguna manera?

En ese momento, a Eric Kutner le importaban poco el registro y la posibilidad de no superarlo, el Imperio de Necrópolis, redimirse por los errores de toda una vida o la guerra que libraba su nueva patria, y sólo estaba ansioso por poder echarle un vistazo a los archivos que esos chupatintas muertos guardaban.

—Hay alguien a quien me gustaría encontrar. A lo mejor está en esos archivos.

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08/04/2021, 22:56
Eric Kutner
Sólo para el director

—Así que tienes tus propios planes, ¿eh, hijo de puta?  — se dijo — A ver, cuéntale a Eric qué cojones pretendes. Tienes tooooda mi puta atención: como si vivieras dentro de mi jodida cabeza. A lo mejor nuestras hojas de ruta confluyen en algún punto, quién sabe.

Se quedó un instante en blanco, antes de regresar a su monólogo interior.

—Hablas solo, como los locos, Kutner: ese infarto debió joderte el cerebro.

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09/04/2021, 01:28
Sombra de Eric

«Y si no la pasas... ¿qué?», el pensamiento se repite en la cabeza de Eric, una vez, otra, «Y si no la pasas... ¿qué?», hasta tres veces, «Y si no la pasas... ¿qué?»«Planes... Tuyos. Nuestros. Lo primero es encontrar a Lucy. Lo sabes».

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09/04/2021, 17:11
Eric Kutner
Sólo para el director

—"Y si no la pasas, y si no la pasas"... — repitió Eric en tono de burla — ¿Y por qué cojones no la iba a pasar, si se puede saber?  Hasta el mierda de Frank la superó, y eso que se pasó la guerra escondido en un agujero como una puta rata.

La carencia de fe de su "sombra" le resultaba molesta.

—Tú déjame a mí. Ya, ya sé que tengo que encontrar a Lucy. No me he olvidado. No la he olvidado ni un puto día desde que desapareció. Mientras estemos de acuerdo en eso, vamos en el mismo equipo.

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09/04/2021, 22:23
Peter White
Sólo para el director

- ¿Tú crees? - se dijo a sí mismo, o mejor dicho, a su “sombra” - Al menos lo suficiente para darme cuenta de que mientes más que hablas...- 

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10/04/2021, 02:02
Leto

Leto observó a Leah ante su primera pregunta. Su silencio parecía dar a entender que buscaba la respuesta correcta. —Existir— dice finalmente. —O al menos, continuar existiendo— añade seriamente.

—Piensa en cuánta gente muere todos los días, y desde hace cuánto se muere la gente. No eres la primera persona que muere y llega al inframundo y se hace esas preguntas. Hay quienes se pasan estudiando todo, incluyendo las sombras. Seguro ellos pueden responder mejor que yo todas tus preguntas, si algún día te encuentras a alguno— dice con franqueza. Se encoge de hombros ante sus dudas, pero cuando habla de lo ilógico que una parte de ella quisiera hacerle el mal, la mira un instante. —¿En vida, jamás pensaste cosas terribles? ¿Jamás sentiste que no valías lo suficiente, que eras una inútil o que merecías lo malo que te pasara? ¿Jamás dudaste de ti misma?...— pero no te da el tiempo a que le respondas, mira hacia un lado y musita Pues que afortunada.— Parece tomar aire un momento y luego recuperar la cadencia con que os habla. —No tienes que creerme. Con el tiempo, todos nos damos cuenta de lo que te acabo de decir. Ya me darás la razón y a todos los que han muerto antes que tú— Leto no parecía especialmente interesada en debatir la naturaleza de las cosas con Leah.

Mira luego a Eric. —¿Qué hay? Pues...— dice mirando a su alrededor, como si fuera evidente por sí mismo. —Para empezar— dice, sin completar la idea. Cuando el sargento pregunta sobre los registros vuelve a encogerse de hombros. —No lo sé, nunca lo he intentado. Cada legión maneja las cosas de forma diferente y si buscas a alguien de este lado... te ayudaría que al menos supieras cómo ha muerto. Así sería más fácil saber a quién debes preguntarle— dice. Piensa unos momentos. —De lo contrario, te tomará bastante tiempo. Aunque bueno... tiempo es lo que tenemos de este lado... con suerte pronuncia lo último en voz baja y de forma casi inconsciente.

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10/04/2021, 18:41
Doug Gibson

Doug atendió en silencio a la conversación, tratando de congeniar su incredulidad y el peso de la evidencia. No podía decir que lo que Leto les contaba fueran gilipolleces cuando él mismo era un muerto andante al que unas cadenas mágicas le atravesaban las muñecas, por lo que acabó sintiéndose un gilipollas él mismo. Para más inri, la chica, Leah, no hacía más que seguir lanzando preguntas que a él nunca se le habrían ocurrido pero que le picaban la curiosidad como a cualquier otro, añadiendo más y más cosas a la ya de por sí nutrida lista de locuras que tenía que ir asumiendo.

De todo lo que hablaron, lo que más le llamó la atención fue lo que dijeron de las sombras. Tanto fue así que instintivamente se inclinó hacia delante para escucharlos mejor, provocando un sonoro tintineo de sus cadenas que bien podía interpretarse como un “sí, yo también he oído esas voces”. Se sentía bien saber que no había perdido la cabeza, pero no estaba seguro de que tener que compartirla con un maldito kamikaze fuera algo mucho mejor.

La pregunta de Eric le suscitó a él una que le encogió el estómago, o lo que fuera que estuviera ahora en su lugar.

—¿Entonces todos los muertos que han muerto, desde siempre, están por aquí? ¿En este sitio, apuntados en ese censo?