Partida Rol por web

Al olvido los espectros, a Estigia las almas

Capítulo 1: Negación

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02/04/2021, 23:08
General Hertz

El mercenario que lleva a Doug y Leto dedican un saludo militar a este hombre, que está vestido con un uniforme gris y que porta en la solapa la insignia de la calavera sonriente. Su rostro tiene una palidez mortuoria, pero su aspecto parece reflejar la disciplina de una vida militar y la elegancia de una cuna noble. Ciertamente, su uniforme evoca una época más antigua, más ceremoniosa y el peinado de sus cabellos rubios y blancos un momento diferente.

Sin embargo, la mandíbula cuadrada, la nariz ancha y las manos nudosas del general le revelan como un soldado del campo de batalla. Al cinto lleva una espada ancha de hoja negra, cuya sola visión os causa estremecimiento. Sus ojos marrones examinan lo que suceden y con una voz firme deja salir un —descansen—.

—¿Qué está sucediendo aquí? ¿En dónde está el capitán Greene y por qué tenéis a esos dos infantes encadenados?— dice dando un paso hacia adelante mientras os examina momentáneamente.

"¡El marqués nos ha atacado...!" alcanza a explicar Leto y señala con el dedo en dirección a la estación del tren y la expresión de Hertz cambia de su seriedad disciplinada a una cierta furia repentina.

—¡¿El marqués?! Por Caronte...— le toma unos segundos llegar a una decisión —Descansad aquí unos minutos y llevad a los infantes a la ciudadela en la Fundación. Reuniré a los refuerzos para rescatar a quien pueda y dejaré una escolta para vosotros— dice mientras se gira y con un movimiento rápido se sube al corcel, haciendo que su presencia, de por sí imponente, sólo se multiplicara desde la altura.

Notas de juego

Último post del capítulo para vosotros.

No marquéis a Leah todavía.

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03/04/2021, 00:38
Peter White
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Master, paso de mi sombra, sorry Morg XD. Tiro para intimar, como no sé la dificultad lo pongo a 6. No se si en este caso puedo gastar FV, pero lo he puesto por si acaso

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03/04/2021, 01:27
Narración

Te concentras en el sujeto del machete. La tensión del momento, las emociones que sobrecargan ese instante, la presión de la voz en tu interior, la situación de Amelia. Todo parece conjugarse y alguna parte de ti, oscura, profunda y durmiente en algún rincón de tu humanidad parece despertarse. Observas fijamente los ojos de aquel mercenario y lo que parece un enfrentamiento antagónico pronto se hace algo más... íntimo.

A través de los ojos puedes percibir con claridad las urgencias de aquel soldado. En principio, está concentrado en recapturarte y es obvio que es lo que desea, pero las razones del por qué empiezan a aclararse en tu mente. Hay un sentido del deber, puedes verlo en la firmeza de su mirada, en la manera como te enfrenta, en el tono de su voz. Pero existe algo también detrás, un extraño temor que puedes sentir contagiándote a medida que compartes ese extraño vínculo. Es el temor a incumplir, a fallar, a no haberte recapturado. Ese hombre le temía a las consecuencias de no cumplir no llevarte como parte de la cosecha y eso hacía que fuese peligroso como adversario.

La expresión de los dos mercenarios de pie cambia por un momento. Si bien, todo esto ha transcurrido en tu mente, los dos hombres parecen haber notado algo, pues intercambian una mirada, como si estuvieran reconocimiendo algo en la situación y vuelven a mirarte fijamente. —No te muevas. Ven con nosotros por las buenas tío, de verdad no queremos hacerle nada a tu amiga— dice y el que tiene los puños cerrados mirándote da un paso hacia el frente. Amelia solloza lastimeramente en el suelo, sus ojos llenos de unas lágrimas transparentosas, gimoteando y suplicándote.

Notas de juego

He elegido el objetivo por ti (para que lo tengas en cuenta para la próxima), pero leer a cualquiera de los mercenarios dará un resultado similar. Normalmente la dificultad es la FdV del objetivo, así que lanza a dif 6, pero yo ajusto basado en quién hayas elegido.

Puedes anotar un punto de Intimar en tu ficha, que has desarrollado espontáneamente.

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03/04/2021, 03:23
Eric Kutner

Kutner no pudo evitar cuadrarse ante la figura militar; la costumbre...
Escuchó con atención cómo le daban novedades, y la respuesta airada del mando. Una vez que éste impartió sus órdenes, se dirigió a Leto.
—Hey... Antes no me respondiste, nos interrumpió "el marqués"... ¿Qué va a pasar con nosotros, después del Registro? ¿Y qué es eso de la Fundación?

Eric caminó cerca de Leto, para poder hablar en voz baja con ella: no quería llamar la atención, ni que la reprendieran por hablar con un prisionero. Porque eso es lo que eran: prisioneros, ¿o no? Mirando a la extraña concurrencia, así como la arquitectura de pesadilla que se alzaba en el puente, sólo pudo preguntarse qué más había cambiado en su ciudad, su querido Londres...

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03/04/2021, 11:35
Leah Veilchenduft

La ayuda que me ha prometido Hael me otorga mayor confianza en mi misma, no estoy sola, pero tampoco sé cómo me va a brindar ese apoyo. Es extraño, pero confío en ella. Mientras corro, sigo escuchándola y haciéndome a una idea de lo que es; una parte de mí, un trocito de mi alma y está aquí para cuidarme, para protegerme. Seguramente, no somos nada la una sin la otra. Sigo corriendo, todo lo que puedo, no quiero mirar a atrás, mas sin embargo, no puedo evitarlo. La curiosidad y el anhelo de analizar todo lo que ocurre a mi alrededor provoca que eche un último vistazo.

Sigo sintiendo miedo, más de lo que he llegado a sentir nunca, y ver la facilidad con la que ese monstruo acaba con la vida de aquel hombre me pone los nervios a flor de piel. Ni siquiera sé si de verdad ha terminado con su vida, tampoco si al estar todos en esta especie de pesadilla, lo que realmente somos todos, es lo mismo que el Marqués o cualquier otro, monstruos. No me lo pienso más, y vuelvo a mirar al frente para correr poniendo todo mi corazón en ello. Si ese es el verdadero final, no quiero quedarme a contemplar como se acerca a mí. Inevitablemente, mis ojos vuelven atrás y ya no hay nada. Da igual, prefiero correr e irme muy lejos que tomarme un descanso para recuperar el aliento; pero en el fondo sé que no tengo destino, ninguno que pueda visualizar como algo bueno. Quiero volver con mi familia, quiero volver a casa. 

Una vez cerca del puente, veo a más gente como yo, pero me dan miedo. No sé qué quieren o qué se hace en este lugar. Rebusco en mi cabeza esa voz, la de Hael, esperando que diga algo más sobre este sitio. Sé que me dijo que huyera, y tentada estoy de hacerlo, sino fuera por la invisible presencia del Marqués, que para mí sigue muy presente en las calles que he dejado atrás, creo que lo haría.

Entonces es cuando noto el tacto de una mano sobre mi hombro, doy un respingo. Una voz se dirige a mí, echaba de menos ese tono, muy distinto al que he percibido hasta ahora en el resto de los difuntos. Me giro hacia él, expectante. Como si el mero hecho de que él fuera mayor que yo le diera cierto conocimiento sobre la muerte que yo no puedo tener. Sí, es absurdo, ambos sabemos lo mismo, pero es inevitable pensar en que la experiencia de una vida te hace ver el mundo de una forma muy distinta, incluso cuando este es tétrico y oscuro, y se hace llamar Estigia. Su lógica es aplastante, hay soldados y estarán mejor preparados, es evidente que no podré huir de ellos. Solo soy una chica normal, igual que este señor.

¿También quiere que huya? ―pregunto, alzando una ceja, y luego mirando hacia arriba como si de alguna forma creyera que podría ver a Hael―. Bueno, es lógico que esa parte de nuestra alma haya despertado en ambos. ―Luego, miro a los lados, cerciorándome nuevamente de donde estoy―. Y también entiendo que el número nos haga más fuertes, pero… ―Vuelvo a mirar a mi alrededor, visiblemente nerviosa―. No estoy segura que fueran a hacer algo por nosotros, no nos conocen y no han sido amables hasta el momento, excepto uno, y tengo mis dudas de sus intenciones.

Me quedo pensando, no sé qué hacer, pero creo que puedo confiar en este hombre, pues ha llegado igual que yo, y además, si intenta algo, creo que podría vencerlo. Evidentemente, hay una cosa cierta, y es que dos es mejor que una, y aunque no parece fuerte, si parece bondadoso.

Vale, admito que me has convencido ―digo finalmente, esbozando una media sonrisa―. Aunque ahora, no sé qué debemos hacer. Aquellos hombres parecía que nos traían prisioneros, solo hay que ver que incluso llevaban cadenas y armas. Es posible que fuera por el Marqués, pero le he estado dando vueltas y creo que no nos deseaban bien alguno. ―Guardo silencio, y lo miro, es un abuelo, quizás incluso tiene una nieta como yo―. ¿Me acompañas a conocer esto?

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03/04/2021, 21:56
Doug Gibson

Doug atravesó la multitud trotando detrás de su carcelero, mirando a un lado y a otro para ver bien donde se encontraban. Pese a su apariencia discordante, con la argamasa por todos lados y la promesa de un derrumbe al acecho, el puente se parecía a Londres más de lo que se le parecía el Londres que habían recorrido. Todavía tenía que ver si eso era algo bueno: las multitudes ofrecían muchos sitios donde esconderse y medrar, incluso cuando eras un tío tan grande, pero necesitaba estar solo, pensar, hacer un plan, por una vez en su vida. «Al menos las voces han parado», se dijo.

Cuando llegaron donde se encontraba el famoso general Hertz y vio su caballo, hasta él se pensó dos veces el acercarse. Escuchó a Eric hablándole a Leto, pero estaba cansado del poli y su matraca. Decidió no echar más leña al fuego y le dio una palmada en el hombro al que le llevaba de la correa.

—Eh, tú —y levantó las manos, haciendo tintinear las cadenas—. Ya puedes quitarme esto. He cumplido, ¿no? Créeme, si ese marqués vuelve, cuanto menos encadenado me tengas, mejor. 

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05/04/2021, 00:19
Eric Kutner
Sólo para el director

"En un lado o en el otro".

El eco de aquellas palabras, pronunciadas con su propia voz, resonó dentro de su cabeza. ¿De verdad podía buscar a Lucy en los dos lados? Los mercenarios les habían explicado que los "Rápidos" no podían verles a ellos, pero ellos sí veían a los vivos de alguna manera. ¿Podría ver a Lucy, si estaba viva... y, si estaba muerta, también?

Eric se dijo que, de ser así, merecía la pena haber muerto: podría mirar en todos aquellos rincones que durante su investigación no habían estado a su alcance; no sólo si Lucy estaba muerta, sino testigos con los que no había podido hablar estaban ahora a su alcance, y sólo tenía que encontrarlos. Encontraría la verdad, y con la verdad, llegaría la justicia para Lucy y el consuelo para su esposa. Y el reconocimiento para Eric, claro: él era un buen policía, que había conseguido encontrar a su hija sin la ayuda de nadie. El cuerpo estaría orgulloso de él: Judie le perdonaría.

Sí... Era bueno haber muerto. Eric sonrió.

—Y, ¿cómo puedo encontrar a Lucy,en un lado o en el otro? — se preguntó Eric. Aquellos diálogos consigo mismo estaban siendo muy útiles para él. Aquella psicóloga tenía razón: debía aprender a “hablar consigo mismo”.

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05/04/2021, 21:01
Peter White
Sólo para el director

Sophie… el eco de la voz resonaba en su mente. Escapar corriendo a verla era lo que más deseaba en el mundo, y por un momento dudó. Pero cómo iba presentarse ante ella sabiendo que había dejado a la pobre chica a merced de esos hombres que amenazaban con… ¿matarla de nuevo? La idea se le antojó extraña, pero habiendo visto como el marqués había atacado a sus captores entendió que tal vez podía ocurrir, que podían dejar de existir por completo.

Entonces, al mirar fijamente al tipo que blandía el machete, pudo percibir que tan solo quería cumplir la tarea que le habían encomendado; llevarlos a todos al “registro”. Sus palabras le confirmaron que no deseaba hacer ningún daño a la chica. Decidió jugarse esa carta.

– ¿Se ha marchado?, ¿estamos a salvo? – preguntó, mirándolos con expresión confundida -No pretendíamos escapar de vosotros, ¡sino del tipo que nos ha atacado!. – mintió – ¡Menos mal que estáis aquí!, a vuestro lado nos sentimos más seguros. Iremos a dónde nos queráis llevar, no hace falta que nos pongáis esas cadenas…

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo hecha una tirada de Manipulación + Persuasión para intentar convencerlos de que no queríamos escapar

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05/04/2021, 22:07
Eric Kutner

Quien se fijase en Eric hubiera apreciado cómo, mientras contemplaba el paisaje del decrépito Londres fantasmal, sonreía, como si de pronto estuviera contento por algún motivo.

Al escuchar a Doug, intervino, levantando también ambas manos:

—¡Eh!  Si soltáis a éste, me soltáis a mí también: así podré defenderme si me vuelve a pegar a traición.

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05/04/2021, 23:14
Sombra de Eric

«Eso es lo primero. Que te suelten las cadenas», es el pensamiento que cobra fuerza como respuesta, «Y mantenerte lejos del convicto. Es escoria. Una vez seas libre podremos investigar, hacer todo lo que sea necesario para averiguar qué le pasó a Lucy. Y entonces Judie verá cuánto se equivocó contigo. Estás muerto, pero eso no tiene por qué ser malo. Aún puedes hacer grandes cosas».

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06/04/2021, 01:14
Victor

—Bueno, para ellos nosotros tampoco somos de fiar.— dice Victor como si para él, aquello fuese la cosa más evidente del mundo.—Todos hemos fallecido recientemente. Algunos están asustados, otros están confundidos. A la primera oportunidad has visto como algunos corrían y como esos dos han decidido continuar sus peleas a pesar de ya estar muertos y que no tenga sentido tratar de matarse mutuamente— dice negando lentamente con la cabeza. —Es un milagro que no nos hayan puesto las cadenas sin mediar palabra desde el principio— concluye el anciano.

—No todo el mundo es una joven tan simpática como tú— dice y guiña el ojo con una sonrisa amistosa, luego, asintiendo, te cede el paso para que avances frente a él camino al resto del grupo que comienza a reunirse frente al puente de Londres.

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06/04/2021, 01:21
Narración

Cruzas la calle, acompañada por Victor. Los alrededores del puente hierven de actividad. Soldados parecen guardar las entradas, y terminan rodeándote junto con tu compañero a medida que os acercáis a la entrada. También civiles transitan y observan con curiosidad a todos los recién llegados. Sobre una de las esquinas, hay una figura que evoca la autoridad y el porte que sólo podéis achacar a un líder militar. Está montado sobre a un corcel de gran tamaño y musculatura, negro como la noche misma, con rasgos humeantes y un aspecto que lo delata como no del mundo normal, pues sus ojos son agujeros aún más oscuros que su piel, y su respiración emana bocanadas de vapor. En vida jamás habías visto un caballo como ese y ahora en la muerte no estás segura de que en realidad fuese un animal de verdad y no alguna criatura salida de una terrible pesadilla. Y sin embargo, el hombre ataviado con elegancia no parece perturbado sobre su cabalgadura.

Este hombre, tiene un rostro cuadrado con una palidez mortuoria, pero su aspecto parece reflejar la disciplina de una vida militar y la elegancia de una cuna noble. Ciertamente, su uniforme evoca una época más antigua, más ceremoniosa y el peinado de sus cabellos rubios y blancos un momento diferente. la mandíbula cuadrada, la nariz ancha y las manos nudosas del general le revelan como un soldado del campo de batalla. Al cinto lleva una espada ancha de hoja negra, cuya sola visión te causa estremecimiento.

Alcanzas a escuchar como dice —Reuniré a los refuerzos para rescatar a quien pueda y dejaré una escolta para vosotros— y comienza a cabalgar en dirección contraria a la tuya, dándo órdenes y haciendo que los soldados comiencen pronto a ordenarse al son de sus palabras.

Contigo está el ex-presidiario todavía encadenado, el policía con quien se había peleado, la mujer rolliza y Victor, además de un par de mercenarios del grupo original, incluyendo a Leto.

—Hey... Antes no me respondiste, nos interrumpió "el marqués"... ¿Qué va a pasar con nosotros, después del Registro? ¿Y qué es eso de la Fundación?— pregunta Eric a Leto. Pero su pregunta es ahogada por la voz gruesa de Doug hablándole al enmascarado que lleva sus cadenas.

—Eh, tú —dijo hoscamente, haciendo tintinear las cadenas—. Ya puedes quitarme esto. He cumplido, ¿no? Créeme, si ese marqués vuelve, cuanto menos encadenado me tengas, mejor.—

A lo que Eric replica con un —¡Eh!  Si soltáis a éste, me soltáis a mí también: así podré defenderme si me vuelve a pegar a traición.—

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06/04/2021, 01:27
Leto

—¡Dejad vuestros parloteos, comportaos por un momento!— dice seria y mira a Doug sin cambiar la expresión neutra de su rostro. —No has cumplido nada. Las nuevas órdenes son esperar a la escolta e ir al edificio de la fundación y a menos que el general indique lo contrario, seguiréis encadenados— parecía perder un poco la paciencia. 

—La Fundación es la sede de las oficinas del Anacreonte.— pausa unos momentos, parece recordar que sois nuevos. — Algo así como el alcalde o uno de los alcaldes de la ciudad. Y con suerte, luego del registro os asignarán a una legión en donde podréis incorporaros a la vida de la Necropolis Eso suponiendo que el esfuerzo valga la pena tantos problemas...— dice mirando a Doug y haciendo una pausa larga e incómoda —... si no, es probable que os encuentren utilidad de otra manera su voz bajó el volumen al mencionar esto último, pero no dijo nada más al respecto. El mercenario enmascarado a su lado sólo emitió un sonido que os hizo pensar que se reía entre dientes.

—Vamos, no quiero descansar demasiado por aquí. En la Fundación estaremos más seguros y allí viene nuestra escolta. No nos déis más problemas, es por vuestro bien y el nuestro— dice y cuando un escuadrón de media docena hombres armados y ataviados con uniforme gris y la marca de la calavera sonriente os rodea, comenzáis nuevamente el camino.

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06/04/2021, 01:41
Narración

Los mercenarios se miran entre sí y asienten. El que estaba desarmado se acerca y te toma del hombro. —Vamos, camina entonces— dice, mientras ayudan a levantar a Amelia y esta musita un "gracias" entre lágrimas, a medida que la dirigen casi empujándola de regreso al punto del que habíais escapado.

No te cuesta ver que tu decisión fue la correcta. Tras unos minutos varios soldados con el mismo uniforme ingresaron en la estación, reagrupando y revisando lo sucedido, y se unen a la procesión que os acompaña. Afuera de la estación, quien los dirige es un hombre ataviado de forma más elegante y montando sobre un enorme corcel negro vigila las operaciones y movimientos. Alguien menciona "El general ha ordenado llevar a los infantes a la Fundación" y los mercenarios intercambian una mirada preocupada sin decir nada más. Asienten y cambian de dirección, mientras atrás queda aquella legión de soldados registrando toda la estación.

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06/04/2021, 02:43
Narración

Notas de juego

Fin del capítulo.

Continúa en Capítulo 2: Ira