Partida Rol por web

Al olvido los espectros, a Estigia las almas

Capítulo 2: Ira

Cargando editor
16/04/2021, 10:08
Peter White

– No creo que eso sea necesario. Iré yo el primero – dijo dando un paso hacia delante en dirección a la entrada pero permitidme que me despida de los demás – Y sin esperar respuesta se volvió hacia donde estaban sus compañeros, aun encadenados a la pared, y continúo, bajando la voz hasta que fue apenas un susurro, con la intención de que sólo ellos lo escucharan – El general es un hombre de honor y no nos desea ningún mal. Es más, quiere protegernos y ayudarnos. No puedo explicaros por qué, pero lo sé… Y creo que haríamos bien en seguir sus consejos. A vosotros dos os arrastraron a toda prisa. Y tú – continuo dirigiéndose a Leah – saliste corriendo igual que yo. ¿Cómo podéis estar tan seguros de lo que presenciasteis en mitad de tanto caos?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo hecha una tirada de Carisma + Persuasión. Lo pongo a dificultad 6 y ya que el dire ajuste

Cargando editor
16/04/2021, 14:57
General Hertz

Peter sonó sincero y convincente. Sin embargo el general puso una mano frente a él y respondió firmemente con un —No.— dedicándole una mirada seria. —Seré yo quien decida el orden.— dice de forma autoritaria. El guardia en la puerta asiente en reconocimiento de la autoridad del general sin decir nada más. Sin embargo, Hertz no nombra a nadie inmediatamente, sino que vuelve su mirada hacia Eric, esperando irónicamente que él tomase una decisión definitiva.

Notas de juego

Mini-actualización porque la situación lo ameritaba.

Pequeño recordatorio: Eric y Doug siguen encadenados. Si Eric decide ir, el guardia le asistirá tomando el otro extremo de la cadena que está contra el muro.

Cargando editor
16/04/2021, 16:22
Eric Kutner
Sólo para el director

—Claro que quieren algo, joder. Todos queremos algo. ¿O tú no quieres nada, eh, hijo de puta?  "Tu propia agenda", ¿no, cabrón?

Eric estaba enfadado, porque sospechaba que, en aquel momento, Amelia seguramente ya no existiera. Era tarde, y él no había podido hacer nada más: si la cría le hubiera hecho caso, habría salido adelante.

—Ahora haremos lo que yo diga: ya te pediré tu opinión de mierda cuando la necesite.

Cargando editor
16/04/2021, 16:32
Eric Kutner

Eric miró a Peter y a Leah, y luego a Doug: a éste le examinó de la cabeza a los pies, con cara de asco y pensativo.

Luego, volvió a mirar a Peter y a Leah, antes de menear la cabeza. Confiaba en Peter: le había visto tener un comportamiento honorable, y eso valía más que las palabras. También quería creer a Hertz, después de todo: pero se veía en un "dilema del prisionero"... y había un prisionero entre ellos. Uno malo, uno capaz de romper la baraja jodiendo a todos los demás.

—Mierda — masculló — Puta mierda, joder.

Se volvió a Hertz, y se irguió para mirarle a los ojos.

—Me ha dado su palabra, mi General, y no tengo por qué no creerle. Como los demás están de acuerdo, y estamos juntos en esto, tiene la mía: no mencionaré lo que ha ocurrido aquí fuera. Yo no vi nada.

Dicho lo cual, miró a Doug.

—En cuanto a ti, no te hagas la doncella ofendida: si no me fío de ti es porque no eres de fiar. Venderías a tu puta madre por un cigarrillo, y nos venderás a nosotros si puedes: lo sabes tú, lo sé yo, y lo sabe cualquiera que te mire. Si alguien no cumple el trato sabremos que has sido tú.

Cargando editor
16/04/2021, 16:58
Bull

Cuando Eric dice eso de la “doncella” un rugido vibra en tu mente con rabia. 

«Puto poli cabrón de mierda. Nos está llamando bujarra otra vez el muy cabrón malparido delante de todos. Él es el puto chivato de mierda, se va a chivar y nos va a culpar. Deberíamos arrancarle esa lengua sucia y metérsela por el puto culo de una jodida vez».

Notas de juego

La Sombra ofrece 5 dados a Doug para comprobar la solidez del Corpus de Eric, arrancarle la lengua, arrearle en los morros, hacerle una cara nueva... lo que se tercie.

Cargando editor
17/04/2021, 11:21
Doug Gibson

«¡Bull, cállate, hostia!». Había momentos en los que no sabía si la voz que oía en su cabeza era la de él mismo o la de su sombra, de lo razonable que era lo que decía. Estaba empezando a perder los estribos otra vez, podía notarlo, y es que Eric le sacaba de quicio. El muy capullo se había lanzado a comerle la polla al general como si la tuviera de caramelo, ¿y todavía tenía los huevos de llamarle “doncella”? Se la iba a cobrar, y vaya si se la iba a cobrar, pero por el momento tocaba mantener la calma. La prioridad en ese instante era deshacerse de las cadenas. «Sangre fría, Dougie», se dijo una vez más.

Cargando editor
17/04/2021, 11:26
Doug Gibson

Doug escuchó a Peter defender al general con cierto escepticismo, pues él no estaba tan seguro de que fuera trigo limpio. Por muy empolvada que llevara la peluca y muy bien que hablara, no se podía juzgar a un libro por su portada, y eso lo sabía hasta él, que no había tocado uno en su vida. Cuando Eric reanudó su carga contra él el convicto apretó los labios y la mandíbula hasta que la mitad inferior de su cara se convirtió en una mueca de ira contenida. Por momentos parecía que le iban a saltar los dientes, de lo tenso que estaba.

—Vete a tomar por culo —le contestó, con gran elocuencia. En una cosa no se equivocaba, el muy cabrón: mataría por un cigarro. Después se giro hacia el general—. Diga lo que diga este, yo no pienso decir nada. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Edit: añado la respuesta al general, que se me olvidó 

Cargando editor
18/04/2021, 17:55
Leah Veilchenduft

Creo que lo he entendido bien y me gustaría que no hubiera sido así. Aprieto los labios, me siento mal por todo. Ha dicho que el único con el que he hablado y que ha conseguido caerme más o menos bien ya no va a estar. No alcanzo a imaginar que es lo que ha podido pasarle, pero por las palabras del general sé que no lo volveré a ver. Realmente no sé como sentirme, siento lástima, pero quizás no es solo por él, sino por mí y el hecho de que vuelvo a estar sola. Apenas puedo centrarme en la respuesta que me da y en la organización que presenta este lugar. Sí, me he quedado con lo dicho, pero no soy capaz de pensar en el significado de todo eso, solo en que debemos mentir para continuar existiendo. «¿Es así?», me pregunto, sabiendo que ahora mismo hacer caso a este hombre es posiblemente la única opción que tenga. Otros ni siquiera han tenido esa oportunidad.

«¿Eso nos hace más útiles?», me pregunto, dando una sacudida de cabeza. «Pobre señor...»

Mis ojos se mueven hacia Peter cuando se dirige a mí, pero tardo en reaccionar. Me cuesta hacerlo, siento que estoy ausente. Hago una mueca, como si eso explicara todo.

No estoy segura de nada —admito, encogiéndome de hombros—. ¿Qué versión debemos dar? —Me giro para preguntar al general—. Si estamos juntos en esto, deberíamos dar explicaciones que puedan encajar. ¿No es así?

Guardo silencio, esperando a que esos dos terminen con la discusión.

¿Qué deberíamos decir? ¿O basta simplemente con omitir esa parte de nuestro viaje?

Cargando editor
19/04/2021, 16:35
General Hertz

—¡Suficiente!— dice el general al presenciar el intercambio de insultos y pullas entre Doug y Eric. —Si queréis tener una oportunidad, vais a tener que aprender a colaborar.— menciona con firmeza. Su voz se levanta, dejando ver el tono militar de su cargo.

Cuando Leah hace la pregunta, el general vuelve a bajar y a suavizar su voz. Simplemente omitid cualquier mención al Marqués. No lo habéis visto, no sabéis que hizo, nada dice y luego se gira hacia el guardia.

—Entrarán todos y yo iré con ellos. Iremos a ver al anacreonte— ordena. Por un momento hay un silencio incómodo, como si el soldado enmascarado dudase. El general hace un gesto a otros dos enmascarados que están a cierta distancia y señala las cadenas de Doug y Eric. El guardia de la puerta asiente, y el general comienza a caminar, mientras os mira. Los dos mercenarios enmascarados toman cada uno uno de los extremos de la cadena y se posicionan detrás del ex-policía y del ex-presidiario respectivamente —Vamos— dice el general tomando la delantera.

El interior del edificio de la fundación es una mezcla extraña de barroco decadente y ruinas funcionales superpuestas en varias capaz de realidad. En el vestíbulo hay una recepción funcional que seguro usan los vivos. Un par de guardias con la marca de la Legión vigilan inmóviles vuestra llegada. Hay un olor reinante a madera vieja, polvo y óxido que llena el aire de un perfume áspero y desagradable. De algún lugar llegan ecos metálicos y rechinidos mecánicos acompañados de voces deformes superponiéndose. El guardia y el general giran hacia la izquierda a través de un pasillo largo flanqueado por varias puertas y oficinas. 

Hertz reduce su paso para que podáis escucharle. Al ser infantes y recién llegados aquí, sois caras nuevas para muchos de los residentes de Londres. Lo que os da una ventaja importante para recoger información con relación a... y aunque no termina la frase, no os queda difícil completar con "el Marqués" en la omisión deliberada. Eso os dará una oportunidad. En especial para encontrar la pieza faltante del misterio que necesitamos para entender la razón detrás de los últimos sucesos. Os digo esto para ahorraros la sorpresa cuando su señoría o yo mencionemos esto— dice. Cada ciertos metros hay un grupo de guardias presente en el lugar que, como estatuas armadas, no reaccionan a medida que pasáis.

Al llegar al final del ala principal, hay una escalera ascendente en la esquina y es allí hacia donde os dirigís. Por momentos los ruidos y rumores aumentan en intensidad un poco, y podéis percibir algunas expresiones angustiosas e incluzo algunas exclamaciones que se elevan por momento de las cacofonías extrañas. 

La planta superior es un espacio abierto que se extiende de extremo a extremo, dividido a manera de salones separados por grandes entradas custodiadas por vigías enmascarados que van de pared a pared, y decorados con una mezcla de material de exhibición y elementos de una oficina que parecen existir sólo en este lado. Las ventanas dejan ver el cielo oscuro de Londres, varios sillones y un par de mesas acomodadas con algunos libros sobre él. Mirando hacia una de las ventanas interiores se encuentra una figura ataviada con una túnica blanca y un sombrero ceremonial con el aspecto de una mitra abierta, parece observar concentradamente lo que sucede en el jardín trasero del edificio de la Fundación y no parece percatarse de vuestra llegada.

—Esperad aquí— Ordena el general y luego toma el hombro de Peter y le aleja unos pasos del grupo para susurrarle algo.

Cargando editor
19/04/2021, 17:05
General Hertz

—Lo que hizo hace unos minutos conmigo allí afuera, no lo haga aquí. La habilidad que ha usado está vista con desconfianza entre los Wraiths.— dice en voz baja. —Y quien sepa leer las señales podrá identificar el origen de su perspicacia. No hay un tono de amenaza en su voz, sino más bien de advertencia. Sea lo que sea que respondas, el general se apresurará a entrar al cuarto.

Cargando editor
19/04/2021, 17:09
Narración

Tras intercambiar algunas palabras sólo con Peter, podéis observar como el general ingresa a la habitación. El wraith que está mirando por la ventana no le reconoce hasta que éste no lo saluda con un ceremonioso "Su señoría" y una venia formal, a lo que éste responde con un "General, es un gusto inesperado verle justo ahora". El anacreonte, es un hombre de mejillas rollizas y cejas gruesas. Su expresión es más bien adusta, cargado de un cierto desagrado implícito. Su mirada os encuentra a la entrada y a distancia prudencial, y tomando la espalda del general, comienzan a hablar en un tono más discreto.

Os acompañan todavía los dos guardias que llevan las cadenas de Doug y Eric, el que os ha escoltado y los dos que guardan la puerta principal a la estancia en dónde se encuentra el Anacreonte. Sin embargo, si bajáis la voz y os alejáis unos pasos, podríais tener una conversación relativamente discreta y fuera del alcance de los otros soldados.

Cargando editor
19/04/2021, 17:22
Narración

Desde que pusiste un pie en el interior del edificio, tienes una extraña impresión, algo en tus tripas (si es que todavía tenías de eso) que te llena de incertidumbre y anticipación. La misma que recuerdas solías experimentar en vida cuando estabas en una de esas situaciones en la que no estabas seguro de si ibas a sobrevivir para contar la historia. Y ahora, frente a la habitación en donde estaba el anacreonte, la sensación sólo había aumentado de magnitud, confirmando en alguna medida el peligro del que bien os había advertido el general.

Cargando editor
19/04/2021, 21:50
Eric Kutner

—A sus órdenes — escupió Kutner en respuesta al General, y, girándose hacia Doug, añadió: — Tregua.

No era una pregunta: ni siquiera confiaba en que el presidiario fuera capaz de cumplir con un acuerdo tan básico. Era más bien una declaración de intenciones, sobre todo hacia Hertz. Tenía cosas más importantes de las que ocuparse que de ese soplapollas, y no quería que le distrajera.

Caminó escoltado, siguiendo los pasos de Hertz, y observando con curiosidad las oficinas a ambos lados de la comitiva. Escuchó la propuesta del militar... ¿Quería unos espías? Kutner no había sido un investigador: su trabajo había estado más orientado a la acción que a la reflexión, y había tenido que cambiar de mentalidad cuando empezó a buscar a Lucy. Pero al menos tenía experiencia: algo sabría hacer. Y también sabía qué podría pedir a cambio, si es que obtenía información de utilidad para sus nuevos jefes.

Al verse en la entrada del despacho del Anacreonte, Kutner intentó mantener la compostura todo lo posible, dadas las circunstancias.

Cargando editor
19/04/2021, 23:44
Eric Kutner
Sólo para el director

—Me pregunto qué traman éstos dos. Nunca es bueno que la mierda entre los jefes te pille en medio — se dijo.

Cargando editor
20/04/2021, 00:20
Doug Gibson

Doug no se achantó ante el exabrupto del general, ni tampoco contestó al comentario de Eric. «Colaborar, mis cojones. Juntos, pero no revueltos… y da gracias». Después fue donde le dijeron con esa misma docilidad tan inquietante con la que ya se había dejado llevar antes. Sin embargo, la actitud le duró exactamente hasta que entraron al interior del edificio.

Tras cruzar la puerta el grandullón se detuvo y alzó la cabeza, como si olfateara un rastro de sangre en el aire. Poco a poco se le tensaron los hombros, y se mantuvo allí hasta que le obligaron a reanudar la marcha. Su andar era más lento que el de sus guardias, pero las zancadas que daba las compensaba su gran estatura, y cuando llegaron a la puerta casi que parecía haberse olvidado del policía. Solo tenía ojos (u oídos) para el anacreonte, y mientras esperaba, estiró el cuello intentando hacer crujir sus vértebras.

Cargando editor
20/04/2021, 19:52
Leah Veilchenduft

Con la última respuesta del general me queda claro el asunto, al que no debemos mencionar es al ser llamado «El Marqués», algo sencillo de hacer, pero que me deja con esa malsana curiosidad por saber las razones por las que nada podemos decir de él, siendo, sin duda, lo que podríamos tildar como más relevante en nuestro corto viaje de llegada, eso si menospreciamos el hecho de que todos hemos muerto y yo ni siquiera conozco aún la razón. Sigue preocupándome a pesar de que una vez muerta, no parece relevante la forma ni el por qué, solo es que necesito saberlo también, darle una explicación a por qué he acabado aquí.

Sigo en silencio al General Hertz, fijándome en lo deprimente que es todo lo que nos rodea y ese olor que entra por mis fosas nasales, recordándome al desván de mis abuelos, pero mucho más desagradable. Entonces hace una revelación clara, nos van a hacer una petición y no parece que vayamos a tener opción. No me parece la mejor de las ideas, ni siquiera comprendemos lo que nos rodea, o al menos, yo no lo hago. Realizo un breve gesto con el rostro, en señal de entendimiento. Poco más puedo hacer. 

Observo como se separa nuestro guía y se reúne con la persona que seguramente vaya a recibirnos a continuación. Miro a los lados, fijándome en mis silenciosos compañeros. Chisto suavemente para atraer su atención.

Ey, me disculpáis un momento —murmuro, sin quitar el ojo a los guardias que nos acompañan y les hago un gesto para que vengan hacia mí—. Supongo que ya os habréis dado cuenta, pero creo que nos podemos fiar más entre nosotros que de cualquier otro. Al final, ninguno sabemos casi nada sobre este lugar, ¿no? —Me humedezco los labios antes de continuar hablando—. Le decimos que hemos venido hasta aquí hablando un poco sobre lo que nos ha ocurrido en vida y ya, por tener la misma versión, como en la pelis. ¿Os parece? —pregunto—. Así no dudamos ni nada. Y eso, si alguno tiene un plan mejor que lo diga, no hace falta que estemos como si esto fuera un funeral, ¿no? —concluyo, encogiéndome de hombros. 

Cargando editor
21/04/2021, 13:38
Peter White

- Gracias, ¿como…?-  dijo Peter ante la advertencia del general, pero sus palabras se quedaron en el aire cuando este se apresuró para entrar en el cuarto. Se preguntaba de qué señales estaría hablando... 

Cuando se marchó se acercó a los demás. Intentaba escuchar, sin éxito, lo que los dos hombres hablaban adentro cuando la chica misteriosa - que ni siquiera sabía de qué forma había muerto – interrumpió el silencio. Escuchó lo que decía y, cuando hizo referencia al funeral, se contuvo las ganas de estallar en una sonora carcajada. En cierto modo sí que era un funeral; el suyo propio, de todos ellos, visto desde el otro lado.

-Yo creo que con decir que algo nos atacó y que estalló el caos y salimos huyendo (o arrastrados) es suficiente, sin dar más detalles. Creo que lo que el general quiere ocultar es la identidad del atacante, no el suceso en sí. No va a colar que hayamos aparecido aquí charlando tan alegremente… - susurró.

Notas de juego

Edito: Algún errorcillo

Cargando editor
21/04/2021, 20:41
Doug Gibson

Doug observó a Leah y a Peter discutir acerca de la coartada. Él no era un gran mentiroso pero, joder, ellos estaban muy verdes, sobre todo ella, que parecía que no había roto un plato en su vida. Tal vez por eso le recordaba a Patty, y tal vez por eso, en vez de quedarse callado y de dejar que cada uno se las apañara como pudiera, dio su tajante opinión. 

—Este tiene razón —contestó, refiriéndose a Peter, su voz grave y ronca difícil de entender cuando hablaba tan bajo—. En cuanto empezó la pelea echamos a correr, y ya está. Nadie vio nada. Mi olfato me dice que el tío este es peligroso de verdad, así que no la jodáis. 

La advertencia no estaba fuera de lugar pero a él, que estaba acostumbrado a vivir entre ladrones y buitres de la peor calaña, si se lo parecía. No quería que nadie en el grupo se hiciera ideas raras. 

—Si me jodéis, os la devolveré —y miró a Eric—. Ojo por ojo. ¿Entendido? 

Cargando editor
21/04/2021, 22:34
Eric Kutner

Eric escuchó a Peter y a Leah con atención, mientras no quitaba ojo a los movimientos de los dos altos mandos en cuyas manos parecía que iban a quedar sus destinos.

Devolvió a Doug la mirada con gesto de desagrado, pero asintió levemente.

—Eso es. La mejor forma de que te pillen en un interrogatorio es hablar de más. Si no les damos ningún puto hilo del que tirar, no lo harán: "yo no vi nada", "no recuerdo eso", "no lo tengo claro", y repetir hasta que dejen de dar por culo con preguntitas.

Se quedó pensativo.

—Son el mando político y el mando militar aquí; y nos están metiendo en sus mierdas. Claro que son peligrosos. Si no hacemos lo que ha dicho Hertz, tendrá que eliminarnos para que no nos convirtamos en un problema... y, cuando lo hayamos hecho, es posible que también.

A Kutner no le gustaba ese politiqueo, que ya había conocido en la Policía Metropolitana: jodían a gente honrada para poder divertirse con sus putos juegos de poder. Le daba asco.

—No jodas a nadie, y nadie tendrá que joderte a ti. Si no hubieras jodido nunca a nadie no estarías aquí con nosotros. Y hablando de ojos — y esta vez se giró hacia Peter —¿Qué coño fue eso?  El truquito ese del ojo, y la luz verde...

Cargando editor
21/04/2021, 23:43
Peter White

Parecía que el general no había sido el único en darse cuenta del uso de su nueva habilidad. Ahí estaban las señales de las que hablaba, y el astuto policía también había sido capaz de leerlas… Se sintió desnudo; por las palabras de Herz le había dado la impresión de que solo aquellos que supieran lo que buscaban podrían detectarlo, pero parecía que era más evidente de lo que pensaba. No entendió muy bien a qué se refería exactamente con aquello del ojo y la luz. Necesitaba conocer los detalles, para saber a qué atenerse, cómo ocultarlo, pero no podía arriesgarse a discutir sobre ese tema en aquel lugar.

-Cuando salgamos de aquí os lo cuento- susurró, intentando poner fin a la conversación.