Partida Rol por web

Al olvido los espectros, a Estigia las almas

Capítulo 2: Ira

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22/04/2021, 12:56
Leah Veilchenduft

Cuando por fin empiezan a hablar, miro hacia Peter y tomo nota mental, quieren hablar del ataque, pues que así sea, lo único que eso abrirá nuevas preguntas y nos situara en el momento en el que ya sabe que apareció «El Marqués». Creo que nos podría poner en una posición más difícil, pero tampoco tengo la seguridad para llevarle la contraria. Y menos aun cuando Doug le da la razón, asiento nerviosa, intimidada por el inmenso hombre.

No, no —murmuro, alzando las manos para mostrarle las palmas y dando un involuntario paso hacia atrás—. No quiero molestarte, solo quería que todos tuviéramos la misma versión.

Por eso, cuando habla el policía dando una forma de proceder, asiento rápidamente. Memorizo lo dicho por él: «Yo no vi nada», «no recuerdo eso», «no lo tengo claro». El resto de lo que dice no me gusta nada de nada, no entiendo por qué son así, pero está claro que ya les han hecho algo a todos los que habían muerto en el mismo momento que nosotros y ahora solo quedamos los cuatro.

Me pica la curiosidad cuando habla de unos ojos, un truco y una luz verde. Miro directamente a Peter, a los ojos, no veo nada que me parezca inusual. No sé de qué habla, pero el mismo Peter nos confirma que sí hay algo que contar.

Vale —respondo al hombre, sin quitarle el ojo de encima por si finalmente consigo ver algo como ha hecho Eric—. Entonces salimos corriendo y no pudimos ver nada —comento para asegurarme, volviendo a repetir la versión—. Todo claro —confirmo, mirando de soslayo al grandullón. 

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22/04/2021, 21:58
Peter White

- Por cierto, ¿Leah? Ese era tu nombre, ¿verdad? - preguntó a la chica - Antes me preguntaste a qué me dedicaba, no lo he olvidado. ¿Conoces el Pokhara? ¿El club? Es mío, yo lo monté. - O al menos lo era, cuando estaba vivo. Joder! pensó; tenía que salir de allí y volver al club, por algún motivo esa idea le atraía como un imán, casi tanto como ver a su hija. Esperaba que todo siguiera bien por allí, que su socio no la cargara.

Notas de juego

Edito: un error, no hace falta releer.

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23/04/2021, 10:43
Leah Veilchenduft
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Club Pokhara: Has escuchado del club. Quizás alguna vez algún compañero te comentó que había ido, o lo escuchaste en una conversación. Estaba in cuando estabas en vida, aparentemente, y era la sensación entre los jóvenes. Sin embargo, no estás segura de dónde queda, quién es el dueño o nada más en específico al respecto.

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23/04/2021, 16:01
Sombra de Peter

Era tuyo —corrige esa voz, con cierto tono burlón—. Pero ahora es de James. ¿Cuánto crees que tardará en llevarlo a la ruina mientras tú sigues aquí perdiendo el tiempo? 

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23/04/2021, 16:45
Leah Veilchenduft

Me giro hacia Peter cuando me nombra, asintiendo con claridad a su pregunta sobre mi nombre. Me sorprende un poco que se acuerde de eso ahora, con todo lo que ha pasado, yo sí lo había olvidado. Muestro una tímida sonrisa, evidenciando ese hecho y luego me centro en lo que dice a continuación; necesito un momento para recordar el nombre de ese club, incluso me parece que ha transcurrido una eternidad desde la última vez que escuché hablar de él.

Sí, lo conozco —respondo—. Una vez fueron unos colegas de la uni, dijeron que estaba bien. —Se encogió de hombros, sonriéndole un poco más—. Vamos, que se lo pasaron genial. 

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23/04/2021, 17:27
Eric Kutner
Sólo para el director

—¿Pokhara?  No sé si me suena... —pensó Kutner — Pero si los jóvenes van allí, puede que me interese: quizá Lucy haya estado en algún momento...

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23/04/2021, 17:28
Eric Kutner

Kutner miró a Peter: parecía que la conversación de pronto le interesaba.

—¿Qué es eso del Pokhara? ¿Un garito?

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23/04/2021, 21:20
Peter White

Algo le distrajo un momento y, sin darse cuenta, plasmó sus pensamientos en voz alta -¡No permitiré que eso ocurra!- dijo, y al momento de hablar se dio cuenta de su torpeza. -Perdonad, otra vez esa maldita voz...- No había prestado atención a la respuesta de Leah, pero sí escuchó la pregunta del madero.

-¿Un garito?- rió - el Pokhara es “el garito”- contestó con orgullo - No puedo creer que no lo conozcáis, es un referente en la escena independiente. No sólo en Londres, sino a nivel mundial. Os debería sonar al menos por la radio o los carteles de los conciertos...

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23/04/2021, 22:55
Doug Gibson

Doug seguía tenso, con la mirada clavada en lo que podía ver de la habitación donde el general conversaba con el anacreonte. Sin embargo, el diálogo de los demás le fue distrayendo cada vez más, y poco a poco el nombre del garito del que hablaba Peter empezó a resonar en su cabeza. Exhaló una risa que pareció un gruñido, y miró a Peter. 

—El Pokhara. Así que tú lo llevabas, ¿eh? —y apretó los labios a la par que asentía, como si estuviera callando algo más de lo que sabía. 

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24/04/2021, 00:42
Anacreonte Morceas

—Por favor, pasad— dice una voz nueva. Una voz tersa y suave, que no necesitaba elevarse para transmitir autoridad. Era la voz del anacreonte, junto al cuál, se encontraba el general con una expresión severa. Morceas no era mucho más alto que el general, pero su atuendo le hace parecer imponente. Ambos están muy cerca a la ventana, por la que entra escasa o casi nada de luz. Los soldados que llevan a los encadenados no dudan en ponerse en movimiento, y los guardias vigilan muy atentamente el movimiento del resto. El anacreonte se queda observándoos de pies a cabeza, con un gesto difícil de descifrar, torciendo sus labios. Desde donde estáis también escucháis con más claridad gritos y lamentos que vienen del exterior, acompañados de ruidos metálicos y pesados. Pareciera que observando desde la ventana podríais dar un vistazo a su origen, pero os detienen a unos pasos.* 

—Vosotros...— dice dirigiéndose a los dos enmascarados —Dejadnos por ahora. De salida, informad a Samantha que le necesito aquí, ahora— sus órdenes son suavez, sin esforzarse, y arrancan una reacción inmediata y casi automática por parte de los soldados que caminan hacia fuera de la habitación. 

 

 

—Permitid que os de la bienvenida, infantes. Mi nombre es Morceas y soy el anacreonte de la Legión Siniestra, represento a su alteza, el Señor Sonriente, en Londres y sus alrededor.— Hace una pausa.

—Lamento que vuestra llegada a la Tierra de las Sombras haya tenido tantas dificultades, pero me temo que las cosas funcionan diferentes del lado de los muertos, como bien os habéis percatado— deja escapar una leve curvatura en la comisura de sus labios, que borra rápidamente. Sus ojos pequeños y astutos parecen medir cada expresión y gesto de vuestra parte. —Sin embargo, habéis dejado una fuerte impresión en el general Hertz. Positiva, claro está. Ha hablado muy bien de vosotros y de cómo habéis sobrevivido al ataque de ese espectro con capa y máscara veneciana. Ha debido ser una experiencia horrorizante estar tan cerca y verle en acción. Hombres más experimentados han caído bajo su acero— comenta, su voz parece suave y os transmite cierta empatía. —Francamente, es una historia extraordinaria y quisiera escucharla de vuestra boca por favor. Me temo que cualquier información para dar con esa amenaza nos será muy valiosa— añade asintiendo. El general, a su lado, os mira a los ojos cuando habléis con la misma expresión seria, sin revelar nada, quieto como una estatua, sin que nada delate lo que esté pensando. 

—Oh, y cuando habléis, comenzard con vuestro nombre, apellido, y causa de muerte, por favor— pide el Anacreonte con amabilidad, pero aún sin sonreír.

Notas de juego

*Lo que significa que tendréis que moveros conscientemente hacia la ventana, ante la mirada del general y el ancreonte.

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24/04/2021, 11:15
Peter White
Sólo para el director
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25/04/2021, 21:38
Doug Gibson

Doug escuchó el familiar tintineo de unas cadenas distintas de las suyas mezclarse con alguna que otra queja en la distancia, pero ignoró la ventana sin que le costara mucho esfuerzo. «La curiosidad mató al gato», se dijo, mientras contemplaba a la pareja que formaban el Anacreonte y el general.

En vida se habría echado a reír al ver a esos dos y las pintas que llevaban, pero las cosas habían cambiado mucho en muy poco tiempo. No sabía si todavía tenía algo que se pareciera a unas tripas, pero podía notar un aguijonazo cada vez que Morceas abría la boca, como si cada palabra que decía escondiera una mentira o una amenaza velada. O a lo mejor era aquel puto sitio, no lo sabía, pero siempre había tenido buen ojo para el peligro y de lo que sí estaba bastante seguro era de que se lo había llevado con él al más allá. Por eso cuando el muy cabrón intentó jugársela, decidió hablar él el primero, no fuera que los demás cayeran en su trampa.

—Douglas. Gibson. Asesinado —la escena se asemejaba a otras muchas que ya había vivido en el pasado, durante su servicio en el ejército, por lo que decidió aprovechar ese recuerdo y transformarse una vez más en el soldado Gibs—. Yo no pude verlo, señoresa última palabra le costó horrores pronunciarla—. El que me llevaba de las cadenas salió corriendo tan rápido que me perdí todo el combate.

- Tiradas (1)
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26/04/2021, 00:00
Leah Veilchenduft

Me sobresalto un poco ante el grito de Peter, pero enseguida me doy cuenta de a qué se debe, no digo nada, tampoco tenía demasiada importancia lo que estábamos hablando. Así que espero hasta que nos llame el anacreonte, y cuando lo hace, camino despacio, con paso tímido y miedoso. No sé que esperar de este encuentro. Los gritos y lamentos que oigo desde el exterior me ponen aún más nerviosa, lo que me imagino seguramente es peor que lo que hay ahí, pero bajo su atenta mirada me siento incapaz de ir a echar un ojo por mucho que desee saber qué está pasando fuera. Aprieto los labios, no puedo hacerlo.

Después de escuchar al anacreonte pienso que evidentemente es una trampa, sino dónde están el resto de los que venían con nosotros. Inevitablemente mis ojos se mueven hacia la ventana, si ese es el destino que les ha guardado contar esa historia está claro que lo mejor es no hacerlo, igual que ha dicho el general. Me aclaro la garganta e intento erguir la espalda, pero me siento increíblemente pequeña al lado de todos ellos.

Leah Veilchenduft. Causa de la muerte: desconocida —admito, realizando una mueca. Cada vez que pienso en ello me molesta, es muy desagradable no saber lo que me ha pasado, es una sensación extraña, ¿quién querría saber como ha muerto? Más fácil es no saber nada de lo ocurrido y seguir el camino, pero no, yo deseo saberlo.

»Yo tampoco vi nada, señor —digo, mostrando esa culpabilidad de quien no puede cumplir las expectativas—. Salí corriendo tras el señor Gibson. Eso es todo lo que recuerdo, fue todo muy rápido.

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26/04/2021, 21:18
Eric Kutner

Kutner se mantuvo impávido frente a los gritos y lamentos del exterior, pero no pudo evitar un pensamiento lúgubre al respecto. Prefirió no asomarse: no era el momento de destacar.

Cuando el anacreonte se lo requirió, dio un paso al frente, casi poniéndose firme al presentarse, en parte por la costumbre al hayarse frente a una figura de autoridad, y en parte para añadir firmeza a su declaración.

—Eric Kutner, señor. Infarto.

No se le había pasado por alto cómo el recluso llamaba "señor" al anacreonte. ¿Sería así como llamaba a los carceleros cuando todavía respiraba? Kutner se dijo que lo mismo daba: aquel mierda estaba manteniendo la compostura, lo cual le quitó su primer motivo de preocupación. No parecía que fuera a joderles... no en ese momento, al menos.

—Mi situación es la misma que la suya — dijo refiriéndose a Doug de forma neutra, sin un gesto de desagrado ni una definición injuriosa hacia el presidiario — El legionario que llevaba mis cadenas corrió, y no alcancé a ver nada: todo el mundo corría, eso es todo.

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26/04/2021, 22:37
Peter White

Peter se sintió extrañamente reconfortado cuando hablaron del club; sintió como una corriente de energía se extendía por su cuerpo, su figura se hizo más nítida, más enfocada, como si una luz lo iluminara desde dentro.

No le pasó desapercibida la sorna con la que el grandullón le contestó, y se quedó con las ganas de que compartiera el chiste. Pero no tuvo oportunidad de seguir con la conversación, pues el Anacreonte les indicó que pasaran.

Una vez dentro escuchó sus palabras, y las de sus compañeros -demasiado escuetas, se veía a la legua que querían ocultar algo-. Mientras estos hablaban se sintió tentado de acercarse a la ventana, pero permaneció en su lugar hasta que llegó su turno.

 -Gracias por recibirnos, su excelencia... -dijo al fin-  Mi ni nombre es Peter White, y la causa de mi muerte fue sobredosis de narcóticos. En cuanto al incidente, siento que no podré serle de mucha ayuda. Yo iba detrás cuando nos atacaron y apenas pude distinguir gran cosa. Algo apareció de la nada, los soldados le hicieron frente y se desató el caos...  y entonces escuché a alguien gritar que huyéramos. No me siento orgulloso, pero eso fue lo que hice, me di la vuelta y salí corriendo lo más rápido que pude en dirección contraria.

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27/04/2021, 00:49
Anacreonte Morceas

El anacreonte escuchó silenciosamente y asintió ante cada testimonio. Sus ojos sólo se detuvieron de más en Eric, pero no dijo nada. Cuando los cuatro testificaron, este se quedó en silencio pensativo. El general, que os miró serio, no cambió su expresión, aunque su cabeza se movió unos milímetros en lo que parecía un muy sutil asentimiento de aprobación.

—Tenía usted razón, general, por supuesto— interrumpe el anacreonte y luego os mira de regreso. —Me excuso. El general expuso honestamente que ninguno de vosotros habíais visto el ataque. Sin embargo, nunca se es precavido en exceso. Ya sea vosotros, o vuestras sombras, podéis haber engañado los siempre agudos sentidos de un curtido veterano— dice y con un movimiento circular de su mano derecha llega a una conclusión. —Me disculpo por haberos mentido. No volverá a suceder— dice restándole importancia al hecho. 

—El general me ha relatado la posición privilegiada en la que estáis. Recién llegados y dispuestos a prestaros voluntarios por el bien de la ciudad y del imperio. Rara vez los infantes demuestran tal... iniciativaenuncia mientras da un paso y él, a diferencia de vosotros, se acerca a la ventana a observar lo que sucede allí. —¿Cuánto tiempo será prudente cumplir con el encargo del general? ¿24 horas?— dice, girando el rostro para hablar, pero con su mirada hacia lo que sucede en el exterior.

—Ah, me estoy adelantando a las cosas. General, por favor, explicadles en detalle su propuesta.— dice mientras musita algo entre dientes, algo ininteligible, pero que parece repetirse con una cadencia un par de veces hasta guardar silencio.

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27/04/2021, 00:59
General Hertz

—Como guste, su señoría— dice el general, quien sigue observándoos. —Como os habéis enterado, ahora mismo nuestros ciudadanos se han visto amenazados por la presencia de este atacante. Las máscaras no son raras entre miembros de las legiones, pero el atuendo y las armas que usa este, al que popularmente llaman como "el Marqués"— dice y de inmediato Morceas interviene con un gesto de desagrado.

—Como es llamado por otros espectros.— aclara, sin miraros, el anacreonte.

—Ef... efectivamente— prosigue el general. —Usa armas de acero estigio y una reliquia capaz de causar daño mortal en nuestro corpus. Acabar con nuestra existencia es difícil, pero nuestro enemigo está equipado con todo lo necesario para lograrlo.— añade severo

—Sus ataques han sido metódicos y planeados, emboscadas, asaltos por la espalda, todos a miembros prominentes de las legiones en toda la ciudad y en los últimos días, del West End, bajo la jurisdicción de su señoría. Detrás de estos ataques hay una estrategia, una intención, más allá de los caprichos de un maniaco violento. Pero entre los wraiths de alto rango sólo existen preguntas, y entre los ciudadanos de a pie, hay muchos rumores y poco deseo de involucrarse en los asuntos más violentos. Oficialmente.— El general habla con un tono serio, sin interrumpir o dudar, incluso cuando algún grito del exterior sería capaz de desconcentrar o estremecer al más valiente.

—Los rostros de nuestros soldados, centuriones y capitanes, son reconocibles. Los vuestros serán novedosos al menos por algún tiempo. Lo cuál queremos que aprovechéis para recoger información, cualquier pista que nos permita dilucidar la naturaleza de los ataques y del perpetrador. Si tiene una guarida, si tiene aliados, si tiene puntos débiles. Cualquier cosa que nos permita sacar conclusiones concretas basadas en la evidencia que poseemos— añade, dando una mirada de reojo al anacreonte, quien no comenta nada.

—A cambio de vuestro servicio, tras el periodo de 24 horas su señoría ha aceptado proceder con el registro y transferiros a vuestras legiones o a vuestros posiciones— dice mirando a Doug.

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27/04/2021, 01:17
Anacreonte Morceas

—Suponiendo que alcancéis las altas expectativas que tiene el general de vosotros— añade el anacreonte. Guarda silencio unos momentos, todavía no os dedica la mirada. —¿Y bien? ¿Qué decís?—

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27/04/2021, 19:29
Doug Gibson

El interrogatorio al que se les estaba sometiendo terminó y, como no podía ser de otra manera, llegó la “oferta” que el general ya les había augurado. Llamarla así era cuanto menos irónico, pues no solo les tenían cogidos por los huevos, sino que el poli y él estaban literalmente encadenados. De entrada, el encargo no le gustó nada a Doug. Lo que les pedían se parecía bastante a convertirse en ratas, y lo único que él detestaba más que a un chivato era un madero... pero su rechazo se fue suavizando cuando comprendió que, en realidad, jodiera a quien jodiera, tenía la casi absoluta certeza de que no iba a ir en contra de sus seres queridos. Hasta donde él sabía no tenía a nada ni a nadie en ese sitio más que a sí mismo, e igual que no tenía nadie, tampoco tenía intereses. Lo que sí empezaba a ser bastante obvio era que allí, al igual que en el mundo de los vivos, también había jerarquías. «Y estos dos cabrones, están en lo más alto». 

La mirada que el general le dedicó justo antes de ceder la palabra por última vez al Anacreonte no se le pasó por alto, pero no entendió a qué se refería, no del todo. Se limitó a asentir porque, ¿qué otra cosa podía hacer?, y después levantó las muñecas para que le quitaran las cadenas de una puta vez.

—¿Tenemos elección? —preguntó, mientras aguardaba una reacción por parte de cualquiera de ellos. 

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27/04/2021, 19:42
Eric Kutner
Sólo para el director

—"No volverá a suceder" — pensó sobre cómo el anacreonte admitía haberles mentido — Y una mierda: y una puta mierda. El que es un mentiroso, es un mentiroso: volverá a hacerlo. Seguramente lo esté haciendo ya. No me fío de este hijo de puta... pero el otro hijo de puta, el presidiario, tiene razón: no nos quedan más cojones que aceptar. A la mierda.