Partida Rol por web

Después de una mirada de abajo a arriba que en otra época os hubiera provocado un miedo insoportable os habla de la misma manera desagradable de siempre.

¿Qué estáis tramando?

Os dice al veros a todos en el establo a estas horas de la noche.

Aron podía ver como Tanis le había reservado parte de la limpieza del establo antes de que llegara Berthold, una vez este hizo su aparición Tanis dio un paso al frente para explicarlo todo. Nada viejo, estamos dando de comer a los caballos y limpiándole las heces mientras nos preocupábamos por ti.

A pesar de las palabras utilizadas se podía notar un tono de respeto y una mirada nada burlona mientras intentaba ceñirse más el abrigo para que se pasara la sensación de frío.

Al ver la llegada de nuestro mentor un suspiro de alivio se me escapa de la boca. Sin terminar de cuadrarme ante la figura de Berthold le miro de arriba a abajo queriendo comprobar que no tiene ninguna herida. Estabamos intranquilos por tu tardanza "triste", y mientras ellos terminaban las tareas del establo, yo fui a cambiarme para salir en tu busca. Prefería recibir una regañina por decir la verdad a sabiendas que el hombre era bastante reacio a estas muestras de afecto por nuestra parte que azuzarle con una mentira que llevaría a otra cosa que otra de nuestras interminables discusiones. Pero ahora que ya sabemos que estás bien, volveré a la habitación a cambiarme y terminaremos nuestros quehaceres.

Ire a preparte algo caliente y a avivar el fuego de la chimenea salgo con gesto serio aunque dentro estoy feliz porque este bien. Vuelvo al interior del castillo mirando a mis dos "hermanos" No se como los aguanto, pero no podria vivir sin ellos

Espera Aron, te he reservado una pequeña parte del establo para que seas tu quien la limpie, justamente la de tu caballo, aunque Sigrid ya le ha dado de comer, así que no queda demasiado trabajo que hacer. Tanis señaló con la mirada el rincón que aún estaba sucio por las heces de caballo mientras se acercaba a la salida de los establos.

Bueno Triste, si no tienes ninguna reprimenda que soltarnos preferiría ir al castillo, corre menos viento.

Tras escuchar las palabras de Tanis, me acerco a Sigrid. Muchas gracias por haber hecho parte de mi trabajo hermana. Digo mientras la miro con dulzura y acaricio su tersa mejilla. En cuanto me cambie de ropa terminaré mi parte. Tras esto me dirijo a las escaleras que lleva a mi habitación

“Triste” coge su petaca de vino y echa, como de costumbre, un largo trago, sin embargo parece que ni siquiera os ha escuchado ya que en otras ocasiones os abría dado un capón y seguidamente os hubiera mandado a la cama como a unos críos, sin embargo su reacción esta vez a sido muy diferente. Después de limpiarse la boca con la sucia manga de la camisa vuelve a dar a relucir su tosca voz…

Mañana quiero veros a todos en el comerdor principal

Seguidamente desaparece en la oscuridad de las ascendentes escaleras sin dar detalles ni dirigiros la mirada.

Pasáis la noche algo inquietos, no es normal que “el triste” se retrase y aunque fuera sido un retraso sin importancia tampoco es normal que no os hubiera echado la bronca, pues mas de una vez lo ha hecho por cosas mucho menos insignificantes, la noche se os hace larga y dormís a destiempo.

A la mañana siguiente cuando accedéis al comedor, observáis que tenéis preparado el desayuno, a su lado esta Berthold, pensativo junto a él su inseparable petaca.

Tanis apareció bastante más preocupado que la noche anterior, ahora Berthold estaba en el castillo, pero se comportaba de una manera muy rara.

Cansado y con ojeras se sentó en el lugar que solía ocupar en silencio y sin dirigir la mirada a Berthold por si volvía su habitual carácter, esperó un poco a los demás antes de empezar a comerse el desayuno.

Bajo de mi habitación a desayunar. Sigrid no está en la mesa. Esta dormilona... siempre apurando los minutosBuenos días Tanis, digo mientras me quedo parado viendo como el desayuno está en la mesa.

Bajo las escaleras he estado intranquila toda la noche pero no se porque exactamente. Al ver el desayuno sobre la mesa me pregunto quien sera al que abronque o si hicimos algo para que nos lo haga a todos

Al ver a mi hermana bajar las escaleras: Buenos días Sigrid, hoy parece que vamos a tener un entrenamiento un tanto fuerte, has vistoo que festín?

Si, he visto hermano pero no se yo si no sera por otra cosa niego encogiendome de hombros, miro a Tanis y luego al triste antes de sentarme en mi asiento de todos los dias

Tanis saludó con la mano a sus amigos cuando llegaron, aunque de normal le gustaba bastante parlotear no se sentía tan animado en presencia del "triste". Si, hoy nos espera un día duro, me pregunto porque habrá preparado un desayuno tan completo.

Y bien triste, ayer nos dijiste que querías hablar con nosotros. De qué se trata? Pregunto tratando de enmascarar mi curiosidad. Si, yo también pienso como tu hermana, pero de momento me haré un poco el tonto, quizás así duela menos lo que todos esperamos que nos vaya a decir. Hace mucho tiempo ya que está con nosotros, mucho tiempo, y este día tenía que llegar tarde o temprano. Pienso mientras espero la respuesta del triste sirviendo un poco de café a los cuatro.

Después del innecesario comentario de Aron el triste sube la mirada y os clava sus ojos en los vuestros, ante este echo notáis un leve escalofrío por el cuerpo y no tardáis tiempo en apartar vuestras vistas de la suya.

La hora ha llegado… dice mientras vuelve a tomar un trago de su petaca ...creo que ha llegado el momento de que sepáis la verdad, de que sepáis el porque de aquella guerra, de que sepáis quienes sois, incluso quienes vais a ser a partir de este mismo instante… Berthold hace una pequeña pausa mientras se levanta mira por la ventana, hacia la destruida ciudad de Avertad …la cosa no ha cambiado mucho desde entonces, como bien sabéis Lustria* esta dirigida desde Niberlin** por el Rey Waldemar hijo de de Gottfried… de repente el triste gira su cuerpo y su mirada vuelve a clavarse en vosotros que aun no os habéis atrevido a levantar la vuestra …todas las ciudades de este nuestro imperio están gobernadas por personas de confianza de Waldemar, sus generales, sus amigos mas apreciados, incluso sus familiares… ¿todas las ciudades? Se pregunta el triste así mismo con una sonrisa irónica ¡no!, desde hace años, casi desde vuestro nacimiento, Gondor*** cuyo gobernador es Adelbert hermano de Waldemar e hijo de Siegfried, es, en secreto, el mas fuerte de enemigo de su hermano… este echo aunque os sorprende, tampoco os parece tan raro, sabéis que desde hace muchos años los reyes han sido asesinados por miembros de su familia …Adelbert continua el triste sin daros tiempo a pensar en nada mas, tiene previsto atacar a Wildemar, pero sabe que este ultimo tiene mas poder, por lo que la mejor manera es arrasar los pueblos bajo su mandato…, Morgul, Grismerie, Bordeleux… estos pueblos han sido arrasados eficaz y rápidamente de una manera brillante en pocos días, pero nadie sabe quien ha sido los asaltantes, nadie sobrevive a ninguno de esos asaltos en ese momento recordáis todos que el triste es uno de los supervivientes de esas guerras, concretamente la de vuestro pueblo, Avertad, antes de que Wildemar ejerza su poder en descubrir a los asaltantes, Adelbert se ofrece voluntario y pone a un hombre de su confienza para reconstruir el pueblo, este hombre después de un tiempo siempre asegura encontrar a los asaltantes que normalmente son inocentes campesinos, también les echan las culpas al ejercito de Acebeda****, esto hace que como premio reciba el titulo de noble, lo cierto es que cada vez mas ciudades de Lustria son gobernadas por personas de confianza de Adelbert… otras ciudades… continua el triste mientras os rodea con pasos lentos pero decididos, como… ¡Avertad! son arrasadas de tal manera que no conviene reconstruirlas, en este caso Adelbert no gana un aliado pero si se quita de en medio un enemigo…

Vuestros ojos se llenan de alegría y rabia al saber por fin quien es el asesino de vuestros seres mas queridos.

Mis puños se cierran encrespandose, mi rostro pierde la serenidad y golpeo la mesa con furia maldita sea, todos muertos por...quiero mi venganza, los quiero muertos y si tengo que llegar hasta el rey o cualquier otro y apuñalarle con mi propia daga lo hare

Miro a mis hermanos esperando que se unan a mi

Así que Adelbert, hermano del Rey Waldemar, es el culpable de la destrucción de este pueblo y de todas las muertes que aquí se han sucedido, amen de otras en otros pueblos. Un halo de ira empieza a inundar mi persona. Mis puños se aprietan con fuerza, y como azuzado por un rayo, me levanto de la silla. Mis mandíbulas se aprietan con fuerza, poco a poco empiezo a relajar mi cuerpo muy lentamente. Debía de mostrar al triste que sus enseñanzas no habían caido en saco roto. Debía de empezar a pensar por mi mismo, aunque necesitara la venganza tanto como el resto de mis hermanos. Un lider nunca debe dejarse llevar por el odio o la furia, debe de ser frío y calculador Sus palabras se repetían en mi mente sin cesar. Pero por contra, una sola palabra se contraponía a ellas Venganza. Una vez doy una sensación de tranquilidad, y tratando de mantener una calma extrema. Por supuesto que habrá venganza, pero debemos de hurdirla con la misma sutileza que él hace para conseguir sus fines, de otro modo nada habrá que hacer contra él. Siempre tan temperamental. Era lo que más me gustaba de mi hermana, pero esta vez no había sitio para la ira, el odio y los resentimientos. Todo debía de ser calculado al milímetro.

El triste golpea fuertemente la mesa con el puño cerrado, esto provoca que algunas piezas de pan y un tenedor caigan al suelo, rápidamente os sentáis y agacháis la cabeza ¡¡¿¿Cómo os atrevéis a interrumpirme??!! grita el triste enojadamente, después se da la vuelta y continua hablando como si nada hubiese pasado el rey no sabe lo que esta pasando, tampoco os creería, la única manera de acabar con él es hacer lo mismo que él, acabar con nobles, o bien poner a la mayoría de nobles a nuestro favor, esto provocaría que tuviésemos aliados para poder atacar a Adelbert con alguna posibilidad de victoria, como bien ha dicho Aron, es inútil atacar a Adelbert de frente, tiene guardias perfectamente armados y entrenados, generales del ejercito a sus pies, incluso si conseguimos acabar con él solo provocaríamos la rabia de su hermano y no es bueno tener a un rey como enemigo… Berthold se vuelve de nuevo para miraros, ustedes continuáis con la cabeza gacha temiendo que vuestro maestro vuelva a enfadarse …yo fui soldado, sargento y capitán del ejercito de Avertad hasta que un día decidí retirarme a la tranquilidad del bosque, de los animales… Avertad fue arrasada sin piedad en un ataque sorpresa, todas las personas murieron, teniéndonos a nosotros como una excepción, gracias a mis conocimientos sobre el terreno del arbolado logre establecer una ruta de escape, ruta que desgraciadamente no pudo seguir… ¡¡Eckhardt Kader!! noble de Avertad y fiel amigo de Waldemar…

En el instante que nombra ese apellido te das cuenta de todo, no puedes créetelo, tú no sabias que el reinado de este pueblo te pertenecía, siempre habías creído que tus padres eran unos simples granjeros, entras en un leve estado de shok y no consigues reaccionar… ahora eres Aron Kader, hijo de Eckhardt, noble de Avertad…