Partida Rol por web

Alanna & Haizea

Capítulo 1

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28/05/2018, 12:21
Haizea Egea

CASA DE HAIZEA: EL SUEÑO

Haizea está con los ojos cerrados, durmiendo pero no descansando, recordando, sabe que no está soñando.
Sus ojos se mueven bajo los párpados, su cuerpo se agita, intranquilo, no sabe lo que sucede, no es consciente de que está inconsciente. Pero sabe que no está soñando.

Su rostro se agita, no comprende que es lo que está viendo. No entiende qué son esas imágenes que está sintiendo.
Gira en la cama, se destapa, se pone boca abajo y después boca arriba. Está incómoda. ¡jodidas sábanas que no le permiten respirar!
Suda. ¿Es el calor? ¿Es el dolor? ¿Cuántas veces nuestro cuerpo transmite sensaciones porque no permitimos que nuestras emociones se muestren como son? Son los sentimientos, que por fin han encontrado una vía de escape.
En su mente, unas manos se deslizan sobre un cuerpo desconocido. ¿Son sus manos? ¿Es su cuerpo? Sus sentidos son los que reaccionan, así que, ¿es ella la mano o el cuerpo? No lo sabe. Pero sí que sabe que no está soñando.

Es mucho más que una caricia, es... todo. Es solo la yema de un dedo recorriendo su vientre y acercándose a sus pechos, suave como el terciopelo, cariñoso como el beso de un hijo, excitante como la caricia de una amante.
Pero no sabe si es mano o cuerpo.
Vuelve a moverse, se agazapa, sus propias manos en la realidad se deslizan por sus pechos. Sus piernas están inquietas, pero no tanto como su corazón, porque le gusta lo que siente. ¿Será el cuerpo?

Finalmente, una voz llega hasta ella. Es una voz del pasado, pero sus palabras son nuevas. Es su madre, tal y como la recuerda. Es joven pero sabia. Ella sabrá si esto es un sueño. 

Es un recuerdo, hija mía, pero no lo es. Es un recuerdo del futuro, porque solo un corazón hambriento busca más allá del tiempo.
Entonces, ¿estoy pensando en algo que todavía no ha sucedido?, preguntas. Temes la respuesta, porque sabes que podría ser un sueño.
Ya ha sucedido, pero todavía no has llegado. Tu corazón corre más deprisa que tu cuerpo. Tienes que darle tiempo.

Haizea sonríe, mientras duerme. Se siente bien, está aliviada. Sabe que no es un sueño, que es un recuerdo. Sabe que es cuerpo y mano a la vez, que dentro de poco, alguien estará a su lado. 
Abre los ojos y mira. Está despierta. Más allá de la ventana ve el viento que impulsa el tiempo, las nubes que sostienen el Sol y el horizonte que marca el futuro. Sonríe. Está despierta.

Y sabe que no era un sueño.

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28/05/2018, 12:22
Alanna Noia

Casa de Alanna...

Recién se había levantado. Se encontraba en la cama enredada entre las sábanas, con su cuerpo desnudo acaparando toda ella. Su marido no estaba en casa, lo sabía porque las llaves de la mesilla de noche no se hallaban ahí. Movió la cabeza dirección hacia la ventana. El sol era tapado por pequeñas nubes grisáceas. Al parecer iría a llover pronto...

Se llevó las manos a los ojos y se percató del sonido de la radio. Oliver se había dejado aquel aparato encendido... Mira que le había comentado que lo apagase... Tras un suspiro, enfadada, se levantó a apagarla. La radio se encontraba en la cocina, en aquella pequeña y cómoda cocina.

Don't want your hand this time I'll save myself...

Conocía aquella canción y al culpable que a ella le gustase ese grupo. Sí, Matt. No apagó la radio, esperó a que la canción terminase. Respiración agitada. Temblores. Lágrimas...

-¡Sal de mi vida! -gritó llevándose las  manos a la cabeza-. ¡Te había olvidado!

Gritaba a la nada, como si la rabia acumulada se liberase de ella, de su yo interior. Furia. En este tiempo Alanna se había valido por sí misma, se había vuelto más fuerte e imparable. Feminista.

Pero la canción finalizó y el hastío y el odio le invadieron. La engulleron en aquella habitación. Soledad. Necesitaba una caricia dulce y suave, un abrazo... Y no había nadie, salvo ella. Sola, de nuevo.

Notas de juego

 

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28/05/2018, 12:25
Haizea Egea

CASA DE HAIZEA: LA CAÍDA

Aquella mañana, Haizea rompió su rutina diaria. El sueño que había tenido la había alterado hasta tal punto, que no sabía demasiado bien como comportarse. Se acordó de Matt y contuvo un pequeño temblor que apareció entre sus piernas, reconociendo al instante de qué se trataba. Haizea se sentía una adicta, pero como tal, su vida estaba vacía. Matt le había proporcionado el salvajismo que necesitaba en una época de profunda soledad, pero no había enriquecido su vida. ¿Sexo? Sí, insaciable, eterno, pero era como un recipiente roto, porque todas las emociones que había recogido con él, se habían terminado perdiendo.

Haizea se asomó a la ventana. Su cuerpo desnudo se reflejaba en la ventana y ella miraba de nuevo sus tatuajes. Su camino seguía vacío. El punto en el que se encontraba su corazón, continuaba desierto, con una flor sin pétalos porque aún seguía sin haber encontrado la persona que ella sentía debía llenar su vida. Su sueño regresó a ella como si se tratase de una alucinación, pero ahora, con las palabras de su madre de fondo:

Cita:

"Tu corazón corre más deprisa que tu cuerpo"

¿De verdad estaría a punto de hallar a esa persona. ¿La reconocería si se cruzara con ella y la mirara a los ojos? La inseguridad volvió a dominarla y sin poder evitarlo, se echó a llorar. Sus manos se dirigieron con rapidez hacia sus ojos y anuló la breve perdida de control. ¡No quiero llorar ahora! ¡NO PUEDO LLORAR AHORA!

Cuántas veces se había preguntado lo que sería de su vida, lo que haría, para al final, después de tanto tiempo y tantas dudas, se había quedado solo con lo más elemental: quién se acercaría a ella, quién la aceptaría como era, y cuándo se encontrarían, porque por el camino, mientras esperaba, sentía que estaba cayendo en un pozo tan profundo del que al final, quizás no pudiera salir. Aunque no lo parecía, su alma gritaba desesperada, y se acordaba de la canción de System of Down: Lonely Day.

 

Que día Y es mío

El día más solitario de mi vida

Que día

Debería prohibirse

Es un día que no puedo soportar

Haizea se limpió las lágrimas y se dirigió a la ducha. Era otro día más el que se le aparecía delante. Lo soportaría. Ahora que sabía lo que podía llegar, lo soportaría.

Cita:

Es un recuerdo del futuro, porque solo un corazón hambriento busca más allá del tiempo.
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28/05/2018, 12:26
Alanna Noia

Ya un poco más aliviada tras desatar su furia, Alanna procedió a ordenar la habitación. Caminaba con pacimonia como si el mundo fuese quién ,realmente, estuviese a su merced.

-Fue un abrazo de tu amor con guantes, con sonrisas que me regalabas... -cantaba susurrando con el objetivo de llenar así un poco de color su vivienda-.

Cuando terminase de los quehaceres, Alanna cogería un libro e iría a la cafetería de la esquina. Hace tiempo que fue allí y... es la que frecuentaba Matt. Sin embargo, allí preparaban un capuchino realmente deliciso. Tal y como a ella el gustaba: con nata y avellanas.

Terminó, cogió su ordenador y aquel libro. Debía de hacer una crítica constructiva a una revista digital , colgar las fotos artísticas que realizó la semana pasada a una pareja. Eran desnudos en blanco y negro...

Se colocó su modelo y cerró la puerta tras de sí. Mientras bajaba por las escaleras, pues no quería bajar por el ascensor, se escuchaba por el edificio. Los auriculares emitían una de sus canciones favoritas, asi pues, el paseo hacia la cafetería due más ameno. Al llegar... había cambiado por completo el interior. Cogió una mesa libre apartada y esperó a que le tomasen nota.

 

 

Alanna, el ser humano puede olvidar gracias al paso del tiempo, pues las ‘cosas’ pierden nitidez...

 

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28/05/2018, 12:28
Haizea Egea

HAIZEA: LA ALFOMBRA DE CRISTAL

Haizea salió de la ducha sintiéndose no más animada, pero sí decidida a continuar adelante. Se vistió con parsimonia, cogió su bolso y salió para el trabajo. Era un día gris y ella, se sentía de un color similar. Siempre que tenía días así, se veía a sí misma como si caminara por un puente de cristal a punto de romperse bajo sus pies. Nunca ocurría nada parecido, pero la sensación era permanente y agobiante.
Sacó su móvil, se puso sus cascos, y puso en marcha la lista de reproducción que tenía preparada para días así. Cuando estaba deprimida, tenía que ser guerrera.

Cuando llegó a la cafetería, se dirigió directamente al cuartillo para dejar sus cosas, y fue entonces cuando vio a Alanna sentada, esperando a que la sirvieran. Haizea se detuvo justo delante de ella y ambas se miraron a los ojos. El estómago de Haizea le dio un vuelco cuando además, se fijó en sus manos, que estaban apoyadas sobre la mesa, y le pareció distinguir el mismo contorno que había identificado en sus sueños.

No, no podía ser. Todas las manos se parecen. Todas son similares. 

-Hola. ¿Qué haces por aquí? -le dijo muy seria, conteniendo todas las emociones que se estaban acumulando en su interior. Sería una casualidad que su corazón solitario, profundamente herido y seriamente dañado, hubiese corrido a refugiarse en Alanna.

Una casualidad.

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28/05/2018, 12:30
Alanna Noia

Alanna no podía dejar de apartar su vista de aquella pantalla con cuerpos desnudos. Estaba reorganizando las fotos y poniéndolas en un archivo. Esa tarde debería ir a revelarlas si las quería entregar a tiempo. Miró hacia la parte inferior del escritorio, observó la hora. Aún era temprano y... nadie le había tomado nota.

Un poco enfadada, cerró el ordenador y, justo cuando se iba a levantar, una persona conocida para ella entró en escena. Aquella joven de 25 años había hecho acto de presencia. Había pasado como un rayo, deteniéndose antes en Alanna, conectándo así sus ojos.

-No ha cambiado... Sus tatuajes siguen intactos. Ahora entiendo qué es lo que vio Matt en ella. Ese desgraciado la había utilizado...

Observó como los finos labios de Haizea se movían:

-Estoy trabajando... ¿y tú?

Parecía estúpida, obviamente ella iba a trabajar también... En fin... la vida.

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28/05/2018, 12:31
Haizea Egea

Haizea sonrió. Le hizo gracia la pregunta de Alanna, así que se sentó, más relajada, a la mesa.

-Estoy de vacaciones. He venido aquí porque me gusta servir cafés a los clientes asiduos siempre que tengo tiempo libre.

Haizea miró el ordenador.

-¿En qué estás trabajando? Lo mío no tiene mucha historia pero lo tuyo... parece que está rodeado de misterio.

Después, levantó la vista para mirar a Alanna. Sus ojos eran... hermosos, si es que tenía que describirlos de alguna manera, y sus formas, exquisitas. Más allá del hecho de que ambas hubiesen estado con Matt, debía reconocer que aquella muchacha era mucho más atractiva que ella.
Pero mucho más.

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28/05/2018, 12:31
Alanna Noia

Alanna se movió para hacerle hueco a la jovencita. Hacía tiempo podía haberse visto entre ellas cierto recelo. Sin embargo, ahora...

-Estoy liada con estas fotos al desnudo artístico... ¿Quieres ayudarme? Necesito escoger entre esta

 

o esta:

 

 

Alanna parecía divertida e indecisa. Se apartó las lentes de su rostro y las depositó en la mesa y... fue en ese momento cuando cruzó mirada con Haizea, quien no apartaba sus ojos cafés de los azules de ella.

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28/05/2018, 12:33
Haizea Egea

Haizea miró ambas fotos, aunque la proximidad del rostro de Alanna le estaba provocando cierto... nerviosismo. Además, fue a colocar una mano sobre la mesa y coincidió con la mano de la joven, así que de repente se encontró con un contacto inesperado.

-Ejem. Las dos... fotos son... están genial. Claro que son... diferentes. -consiguió decir Haizea, que se había estremecido por el contacto entre las dos, a pesar de lo ligero que había sido.

La primera foto tiene a una mujer que se oculta de todo. Está desnuda... pero no se muestra como es. La segunda, en cambio, deja entrever el borde de sus pechos y la flor impide verlo todo. No lo oculta. Al contrario, es una llamada para ser descubierta. Así que supongo que la segunda. Me gustan las invitaciones.

Haizea giró la cabeza y sus ojos se encontraron por primera vez a tan corta distancia que tuvo que contener el impulso de besarla. No sabía por qué lo había tenido, y estaba muy sorprendida, porque hacía mucho tiempo que no sentía algo así.
Mucho tiempo.

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28/05/2018, 12:34
Alanna Noia

¿Le gustan las invitaciones?- Pensó mientras desviaba de nuevo su mirada hacia la pantalla-.

Se colocó las gafas de nuevo y se llevó la mano a la barbilla. Las dos fotos estaban decentes, pero ... sentía atracción por la segunda. Cuando posó su mano en la mesa, sintió el suave tacto de Haizea y la miró. Era preciosa y Matt se lo había recordado la última vez que coincidieron...

De repente, Alanna sintió el impulso de fotografiarla desnuda. Aquella mujer podía ser una buena modelo; pero no le sacaría en fotos como las de Matt. Aquellas fotos peculiares no iban con ellas...

-Entonces... la segunda... -sus labios se encontraban húmedos, pues recientemente se había pasado la lengua por ellos-. ¿Todo bien? -le preguntó al notar su ausencia-.

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28/05/2018, 12:37
Haizea Egea

A Haizea el estómago le dio un pequeño vuelco. Tenía la garganta seca y por primera vez en mucho tiempo, no sabía qué decir. Las dos se miraron, y a ella le pareció que Alanna la miraba... azorada, pero también con deseo. Ella se sentía como una colegiala hablando con la chica que le gustaba solo que no tenía quince años sino diez más, pero la sensación parecía la misma.
Era como si antes de aquel momento no hubiese visto de verdad a Alanna, porque ahora le parecía hermosa. Hermosa era una palabra que a menudo recorría le mente de Haizea, pero que pocas veces salía por sus labios, porque iba significaba algo así como... tarta de manzana. Una tarta de manzana era Haizea algo que nada más verlo, provocaba en ella una reacción instintiva, pero que en cuanto se metía un pedazo en la boca, su cuerpo se estremecía debido a su sabor. Le encantaba.
Y al mirar a Alanna, lo primero que le venía a la cabeza era hermosa... y tarta de manzana.

¿Dónde coño se había metido aquella chica que tan horrible le pareció cuando se la presentó Matt? No podía verla por ningún sitio.

Así que... ¿qué debía hacer a continuación? ¿Qué debía decir?

-Esto... las fotos... ¿son tuyas? Quiero decir, ¿las has hecho tú, o solo te encargas de escogerlas? -logró preguntar tímidamente, deseando en lo más profundo de su ser que fuese ella quien las tomase y poder servirle como modelo, no con un fin erótico en sí mismo, sino para alcanzar el grado de intimidad con ella que deseaba. Quería... estar cerca de ella, como fuera.

Necesitaba sentir de nuevo.

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28/05/2018, 12:39
Alanna Noia

Alanna no percibía nada en el ambiente. Se encontraba absorta en su mundo artístico, pero, pese a su ausencia mental, las preguntas de la joven le provocó una sonrisa tierna. Por primera vez, la gallega sentía algo en su corazón... ¿Era eso lo que denominan: 'instinto maternal'?

-¡Claro! De hecho... -volvió a sonreirle dulcemente. Ella era dulce, como el azúcar y el helado de Oreo con Kinder bueno que le encantaba-. Me gustaría ... qrealizarte una sesión de fotos - le acarició la mano con suavidad. Haizea parecía delicada y frágil, pero a su vez fuerte-.

Alanna sentía un vaivén de emociones: protegerla, admirarla artísticamente... Parecía que fuese su hermana menor, su hija o... ¡¿Pero qué?! No entendía nada. Las hormonas las tenía un tanto revolucionadas...

 

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28/05/2018, 12:40
Haizea Egea

La petición de Alanna le sorprendió... y le agradó, sobre todo porque percibió alegría y emoción en el tono de su voz. Mostrarse desnuda, no solo desde un punto de vista literal, sino también personal, era arriesgado... y estaba deseando hacerlo para ella.

-Será... un placer para mí -le respondió, mostrándose por vez primera abiertamente feliz -. Puedes fotografiarme cuando me digas. Bueno, no ahora porque estoy trabajando, pero cuando salga de aquí, puedo ir a donde quieras que sueles hacer tus fotografías y ponerme en tus manos.

Al decir, esto, se dio cuenta del doble sentido que encerraban sus palabras... y se sonrojó. Sintió que le subía la sangre a la cara y agachó la cabeza avergonzada, solo un instante, para después volver a mirarla directamente a los ojos.

-Quiero decir... que cuándo tú quieras.

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28/05/2018, 12:41
Alanna Noia

Alanna rió. La joven se había sonrojado. Se veía dulce y... entrañable.

-Te espero si quieres. Mientras tú trabajas yo hago mis cosas -esbozó-. Pero eso sí, te haré entregar un contrato...

Al decir la palabra contrato observó que la joven tatuada frunzó el ceño.

-¿Matt no te hacía firmar uno? -preguntó mosqueada-. Más que nada es para una información, no es un contrato de trabajo ni nada por el estilo. De no habértelo entregado me parece descortés por su parte. Se cree crítico del arte y fotógrafo, pero luego de profesionalidad... nulo. En fin.

En aquel momento se sonrojó. Estaba hablando mal del hombre sin saber si ella aún continuaba con él.

-Lo siento, me he dejado llevar... Esto eh... un capuchino de avellanas con nata.

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28/05/2018, 12:42
Haizea Egea

Haizea pretendía hacer las fotos solo porque quería, no porque lo considerase un trabajo, pero entendía que necesitara de algo así para continuar. Cada modelo tenía sus propios intereses.

-Firmaré un contrato si quieres, no me importa. Con Matt... lo hacía solo por él, y al igual que voy a hacerlo por ti. No creas que muestro mi cuerpo a cualquiera y por cualquier cosa.

Haizea se percató de que había dejado de hablar de pronto, como si pensara que estaba diciendo algo que no debía, y entonces se dio cuenta.

-¡Oh! Esto... no, no te preocupes. Ya no estamos juntos. Matt está bien durante un rato, pero es demasiado... demasiado. Mis preferencias a largo plazo son bastante diferentes.

Haizea se levantó sin dejar de mirar a Alanna y le sonrió con dulzura.

-Te traeré un capuccino con avenallanas con nata mientras... me esperas.

Haizea se dio la vuelta para irse, pero se lo pensó mejor y se volvió a girar hacia Alanna.

-¿Sabes? Cuando nos conocimos, no te miré bien. Solo vi lo que quise ver, porque tenía celos de que estuvieses con Matt. Ahora ha sido diferente. He visto lo que tú me has dejado ver y...

Haizea volvió a sonrojarse, así que no terminó la frase. Se giró y se marchó avergonzada a la barra para prepararle el café a Alanna.

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28/05/2018, 12:42
Alanna Noia

Para cuando terminó de tomarse el capuchino y Haizea había terminado su turno de trabajo, Alanna recogió sus pertenencias y la esperó. Mientras caminaban hacia su casa, pues era allí donde debía de coger las llaves del estudio, la treinteañera volvió a retomar la conversación de antes:

-¡Oh! Esto... no, no te preocupes. Ya no estamos juntos. Matt está bien durante un rato, pero es demasiado... demasiado. Mis preferencias a largo plazo son bastante diferentes.

-¿Sabes? A mí no me agrada hablar mal de mis amores del pasado. Como bien sabrás, ambos estuvimos juntos durante tres años. Lo conocí en la galería de arte, ahora convertido en mi estudio en el que suelo ,usualmente, realizar exposiciones... Nuestra relación iba viento en popa hasta que... O home era esixente -Alanna le pidió disculpas, le había salido la gallega que había en su interior-. En ocasiones me pasa. Después de todo... Una nunca olvida cuáles son sus orígenes. ¿Tuviste problemas con él? ¿Se enfureció? A mí me dejaba mensajes al teléfono... Es cierto que me fui sin dar muchas explicaciones. A veces huyo cuando tengo miedo y prefiero no volver nunca...

Ambas esperaron a que el semáforo se pusiese en verde para el peatón.

-Si no te sientes cómoda, siempre puedes decírmelo. En el contrato hay un apartado donde pone textualmente: '¿Das tu consentimiento a la fotógrafa para llevar tus imágenes a exposiciones?'.

Entonces la miró con sus ojos azules cielo y recordó lo que le había comentado en la cafetería:
 

-¿Sabes? Cuando nos conocimos, no te miré bien. Solo vi lo que quise ver, porque tenía celos de que estuvieses con Matt. Ahora ha sido diferente. He visto lo que tú me has dejado ver y...

 -Lo noté y ... desgraciadamente es 'normal'. No debería ser así... los celos no son nada buenos y menos entre mujeres, pues somos nuestro propio apoyo. Es por ello que ... tú y yo... nos podemos llevar bien. Ambas tenemos algo en común: Matt.

 

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28/05/2018, 12:43
Haizea Egea

De camino a casa de Alanna, Haizea y ella se confiaron lo suficiente como para hablar de su experiencia común. Matt parecía haber sido igualmente exigente con ella. De hecho, al recordarlo, hasta se dejó llevar y empezó a expresarse en su idioma materno.
Haizea se echó a reír. Se sentía muy relajada con Alanna.

-Tranquila, puedes decir lo que quieras sobre él y da lo mismo que lo hagas en gallego porque se entiende igual de bien.

Compartir aquello le hizo sentirse más cerca de ella y que entre ambas existía una intimidad inesperada. Agradablemente inesperada.

-Conmigo no hizo nada de eso. Me dejó por ti. Claro que en realidad, ya lo había hecho mucho antes de marcharse -empezó a explicarle Haizea -. Verás, empezamos con sexo y terminamos teniendo solo eso, sexo, y no hay relación que pueda mantenerse así. Si yo hubiese sido tan valiente como tú, también me habría marchado, en lugar de dejar que me hiciese daño. Porque me lo hizo, cuando me dejó. Soy bastante más fragil de lo que...

Haizea estaba descubriendo más sobre ella misma de lo que habría esperado, pero por alguna razón, deseaba hacerlo... con Alanna. Confiaba en ella. Sabía que podía hablarle sobre todo aquello.

... parezco -terminó de decir Haizea en un susurro.

Después, Alanna volvió a hablar sobre el contrato. Parecía ser muy importante para ella.

Cita:

Si no te sientes cómoda, siempre puedes decírmelo. En el contrato hay un apartado donde pone textualmente: \'¿Das tu consentimiento a la fotógrafa para llevar tus imágenes a exposiciones?\'.

-Cariño, puedes hacer lo que quieras con mis fotos. Si me saco un selfie sé que seré el hazmerreir de todos, pero sí tú eres capaz de conseguir algo artístico con mi cuerpo, tienes mi permiso para publicarlo hasta en un orbituario.

En ese momento, Alanna la miró fijamente a los ojos, ambas se detuvieron y todo a su alrededor pareció desvanecerse por unos momentos.

Alanna le dijo que tenían que apoyarse y que comprendía su reacción inicial, otra prueba más de que las emociones negativas nunca deben controlar sus acciones.

Cita:

Tú y yo... nos podemos llevar bien. Ambas tenemos algo en común: Matt.

-Nosotras dos valemos mucho más que él. Al menos, cuando nos dejamos llevar por nuestros sentimientos y necesidades, no manipulamos a nadie y no traicionamos a nadie, salvo a nosotras mismas, quizás. Creo que entre las dos podríamos crear nuestra propia historia en común, empezando por estas fotos, ¿no te parece?

Haizea sonrió y abrió los labios para dejar que sus dientes le mostrasen a Alanna lo feliz que se sentía por estar allí, con ella.

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28/05/2018, 12:44
Alanna Noia

Cruzaron y la conversación parecía transcurrir con normalidad. Haizea parecía lo más cómoda posible y aquello era un punto a favor para ambas. ¿El hazmereír?

-¿El hazmereír? Perdona, pero esta chica es preciosa... -pensó en voz alta-. Haizea me acabo de percatar que no tienes amor propio... Eso es grave. ¿Sabes? Las personas debemos -buscó en su bolso de mano las llaves y la invitó a pasar por el portal, esta vez cogerían el ascensor-, aceptarnos tal y como somos. Después de todo, somos nuestros propios enemigos y compañeros...

Alanna parecía un poco dolida. No se había imaginado por nada en el mundo que aquella mujer pudiese tener complejos. Ella misma los había tenido y ... de vez en cuando recae. Sin embargo, el mundo de la fotografía le ha cambiado para bien.

-Espero que esta sesión te ayude un poco -le acarició el brazo energéticamente mientras esperaban al ascensor-. Lo primero que haré será coger las llaves del vehículo para ir a la galería. Allí habilitaré la sala con aire acondicionado y... no tienes por qué desnudarte rápidamente si no quieres -sonrió justo en el momento en el que la universitaria entró en el ascensor-. Es entendible que debas tener confianza en mí, poco a poco trabajaremos en ella.

Pulsó el número 6 y observó como se cerraban las puertas. Alanna se apoyó en la pared y contempló a la joven. Parecía dulce y , a su vez, fuerte. Con su melena negra y su tez de porcelana le recordaba, una vez más, a las oreos.

-Las mejores historias son aquellas que están fotografiadas, honey.

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28/05/2018, 12:45
Haizea Egea

Haizea se sorprendió cuando Alanna pareció molestarse por su comentario sobre cómo se sentía cuando se sacaba una foto. Sí, no se gustaba a sí misma. Quizás fuese preciosa pero no siempre podía verlo. Sí que tenía amor propio, pero su nivel de exigencia con ella misma era... alto. Demasiado alto.

Alanna la condujo a su casa, primero al portal y después al ascensor, y durante todo el camino no hizo sino hablar sobre cómo tenían que aceptarse a sí mismas.

-Lo sé, entiendo todo lo que dices, Alanna, pero tú sabes también como yo que por mucho que una quiera gustarse... eso no siempre es posible. Mi cuerpo no me gusta tanto como piensas. Estoy más delgada de lo que me gustaría y mis pies son demasiado grandes. Desearía que mi cara fuese más dulce y mis labios más finos. Porras, a veces quisiera borrarme y volver a dibujarme.

Cita:

Espero que esta sesión te ayude un poco

-le dijo mientras esperaban al ascensor, acompañando sus palabras de una caricia de ánimo en su brazo.

-Estoy segura de que así será.

Cuando las puertas se abrieron, Alanna estaba terminando de hablar.

Cita:

no tienes por qué desnudarte rápidamente si no quieres

-Por muchos complejos que tenga, desnudarme delante de una mujer no es uno de ellos, quizás porque sé que todas podemos tener los mismos -le dijo, mientras entraba.

Cuando las puertas se cerraron y Alanna pulsó el botón del piso, Haizea se puso más nerviosa todavía. Estaba a solas con ella, y de reojo veía como sus pechos subían y bajaban con cada una de sus respiraciones y como los labios de su acompañante se abrían ligeramente para coger aire.

A Haizea le pareció que la saliva se negaba a descender por su garganta y que ésta se le secaba más de la cuenta. Joder, que no era una adolescente. ¿Por qué estaba tan nerviosa?

Cita:

-Las mejores historias son aquellas que están fotografiadas, honey.

Haizea se giró hacia Alanna.

-No. Las mejores historias son las que no se cuentan solas, Alanna -le corrigió, a tiempo de que las puertas del ascensor se abriesen, a pesar de lo cual, ella no se movió ni un milímetro. Ambas estaban frente a frente mirándose a los ojos y Haizea no quería salir de allí, aunque sabía que Alanna lo haría de un momento a otro para llevarla a su casa a por las llaves -. Y esta jamás se me ocurriría llevarla adelante con nadie más.

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28/05/2018, 12:46
Alanna Noia

No. Las mejores historias son las que no se cuentan solas, Alanna.Y esta jamás se me ocurriría llevarla adelante con nadie más.

A Alanna que le hubiesen corregido le había soprendido. Hasta entonces nadie le había plantado cara, por así decirlo. Además, el discurso sobre los complejos... Haizea tenía razón. Ella siempre había aparentado ser quién no era.

-Te doy toda la razón, honey -le observó dulcemente de  arriba hacia abajo, sin ningún desprecio. Esa joven estaba acomplejada de su físico-. ¿Sabes? Yo no soy muy morena.

Se acercó a ella y le cogió de la mano. Así verían quién era más blanca. En ese momento las puertas del ascensor se abrieron:

-¿Eres alérgica a los perros? Nala es una cachorrita aún...

La gallega no le soltó de la mano, la llevó hasta el interior de la casa y se la soltó para buscar las llaves en la cómoda de su cuarto:

-¿Tienes sed?

La estancia estaba decorada de cuadros artísticos: en el salón el Nacimiento de Venus, en la habitación de matrimonio dos estatuas de Bernini, Guernica en el pasillo junto con Los relojes de Dalí...