Partida Rol por web

Albion, la última frontera.

I - Carnaval de la Espada

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20/03/2018, 21:13
Hann

Hann se sorprendió al ver la reacción del viejo loco hacia Santiago. Aunque pensando en positivo al fin obtendría la respuesta tanto tiempo deseada... Se aproximó a él y lo escuchó atentamente, agarrando con satisfacción otra jarra de cerveza, gratis esta vez.

—¿Emocionante?— dijo con media sonrisa y poniéndole una mano sobre el hombro de su nuevo amigo continuó —¿Sabes el tiempo que llevo yo esperando esta respuesta? Levantó la jarra al arquero mientras pasaba a su lado en señal de agradecimiento.

Tras oír su contestación dijo —Seré yo que contará con tu ayuda porque no pienso perderme esta aventura. ¡No te demores o partiré sin ti!— chilló para hacerse oír por encima del jaleo de la clientela mientras Santiago salía de taberna.

Se quedó apoyado de espaldas a la barra imaginándose a si mismo recorriendo el viejo sendero de caza mientras disfrutaba de aquella espumosa y refrescante bebida.

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21/03/2018, 22:17
Tirant

Aquel incidente acabó con la rápida respuesta del arquero invitando a todos los presentes. La historia que el hombre relató cobraba algo de sentido para Tirant a medida que mencionaba algunos de los lugares de la región que este recordaba. El joven pelirrojo no dio el mismo crédito al relato que los jóvenes asistentes de la historia. En poco tiempo, estos se animaron a acordar la búsqueda de aquel objeto del que el viejo hablaba. 

Aquella empresa no me convencía inicialmente para nada. Sentía un gran respeto por las fuerzas ocultas de la naturaleza. Estas producían un miedo a lo desconocido en todos los gentiles, cautela de la que Tirant y la mayoría de los caballeros solía participar. Seguí al arquero con la mirada hasta su salida de la taberna y también durante el día. Era un fanfarrón que parecía saber como ganarse a la gente. Pero una cosa era cierta, ya sea por su posición o habilidad, servía en las huestes de Catherine Blackmoore, nada menos que la máxima autoridad regente de todo un reino sin rey. Fuera posiblemente una simple temeridad o una partida de caza y recreo, aquella precipitada búsqueda del "Grial", a la que yo no daba crédito, suponía un oportunidad única de unirme a alguna hueste o servir en condición de soldado de fortuna en alguna empresa. O como mínimo, de ganarme el alimento en lo que durara dicha expedición. Hacia un tiempo que las hordas vikingas habían cesado de atacar las costas de Albión, y la imposibilidad de volver a Gales reducían mis posibilidades de ganarme la vida como hombre de armas. 

Estaba decidido. La paz hacia difícil, otras opciones. Me uniría a esta salida. En cuanto disputara el torneo de combate a espadas, buscaría al arquero. 

El día pasa mientras Tirant se prepara para los duelos a espada. 

Me dirijo a uno de los organizadores de la prueba de espadas del torneo antes de inscribirme.  

-Soy Tirant de gales, no ostento título ni porto blasón alguno. Compito únicamente rindiendo cuentas a mi propia persona. Esta prenda sirve como mi seña de competición (digo mientras extraigo un paño color azulado que he extraído de mi sayo a modo de "bandera" que me identifique como participante).  

Me dirijo a uno de los organizadores de la prueba de espadas del torneo antes de inscribirme.   

 

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28/03/2018, 16:26

Edwin llego para presenciar como un hombre de mal aspecto pero exageradamente musculoso fallo en sacar la espada, cayendo hacía atrás bruscamente (en el proceso casi aplasta a Lady Blackmoore, sin embargo esta se hace a un lado con increíble agilidad), el hombre rodó colina abajo cayendo en el puesto de unos vendedores, rompiendo gran cantidad de frascos en el proceso. Por supuesto algunos fueron a ver que pasaba, pero una gran cantidad de gente, especialmente los otros aspirantes a sacar la espada se partían a carcajadas de risa por el fallo. Cuando el arquero finalmente se puso frente a la espada la dama que supervisaba el festival arqueo una ceja, pero se limito a asentir y sonreír. 

 "Buena suerte joven Edwin" Dijo en voz baja. 

Cuando el joven se propuso a sacar la espada, este tomo la empuñadura y a tirar de ella... Sin embargo... la espada no parecía moverse ni un solo centímetro, aunque extrañamente tampoco parecía pesar como le pesaba a muchos otros. Por unos breves instantes todos se quedaron callados, pues la espada emitía un pequeño ruido, como si estuviera rasgando la roca y pareció moverse un par de milímetros... pero cuando por fin parecía que saldría, volvió a quedarse quieta y para Edwin quien la tenía agarrada, súbitamente pareció volverse tan pesada como una montaña. 

"¡Eh! ¿Que diablos a sido eso?" Pregunto alguien entre la audiencia "¿Este chico a conseguido que se mueva un poco?" "¿Por que no a terminado de salir?" 

Santiago quien estaba cerca parió corriendo en búsqueda de su señor, algo extraño acababa de suceder frente a sus ojos. 

 "¡Eh! ¡Callaos!" Grita la chica callando a la multitud que se había vuelto inquieta, por unos instantes se acerca a ti y te mira extrañada, luego toma la espada e intenta sacarla ella misma, sin embargo no cede ni hace ni una muestra de querer salir, asiente para si misma y te toma de los hombros "¿Has sentido algo mientras la sacabas? ¿Has escuchado alguna voz?" 

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28/03/2018, 17:05

Decidido a participar en el concurso de armas, Tirant se acerca al heraldo que anunciaba su pronto inicio, sin embargo tras recibir el pañuelo mira al joven. 

"Muchacho, espero que sepas con lo que estás tratando" Indica el hombre "No dudo de tu valentía o de tu habilidad, pero varios caballeros famosos se han inscrito en este torneo, pues bien, como sea, no soy quien para dudar de ti o de impedir tu ingreso" Se encoje de hombros "Ve a la tienda de la derecha y espera tu nombre a ser llamado". 

Mientras avanzas en dirección a la tienda indicada, puedes ver que mucha gente, especialmente campesinos y hombres de la ciudad comunes y corrientes se han reunido alrededor de el perímetro cercado por cercas de madera. Varios vitorean e incluso algunos te aclaman a ti. 

"¡No te desalientes chico, derrama algo de esa sangre azul de los nobuchos!" 

"¡Ve a por todas joven!" 

Avanzas camino a la tienda y notas que hay varias personas en su interior. La mayoría parecían caballeros en pleno derecho, pues portaban pesadas y costosas armaduras de placas, que una persona normal no podría costear por si sola. Aunque también habían otros jóvenes como tu puliendo sus espadas y preparándose para entrar en combate tan pronto como sus nombres sean pronunciados. 

"¡Al fin damas y caballeros, el número de participantes a sido completado!" Escuchas al heraldo hablar esas palabras en el exterior a viva voz mientras el público despierta rugiendo expectante por el show que esta a punto de comenzar "En primer lugar Rogard de Tudor contra Dwain de las tierras salvajes del norte!" 

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28/03/2018, 17:17

Sentado en aquel galpón de la taberna mientras bebes la cerveza y fantaseas con las aventuras por venir no puedes evitar sentirte bien, después de todo has conseguido una buena cantidad de dinero en poco tiempo, posiblemente mas de lo que obtendrías en un mes normal en un solo día. 

A tu lado notas que se sienta alguien, no puedes identificarle pues va cubierto por completo por túnicas y lleva una capucha bien elaborada que impide que se vea su identidad, sin embargo por su figura puedes apostar que se trata de una mujer. No es algo extraño que chicas de alta alcurnia se cuelen en estos festivales de incógnito para que sus familias no les reprendan o para poder mezclarse con normalidad entre la gente. Los guardias después ya de tantos festivales acostumbran a no molestarlas pues se arriesgan demasiado al detenerlas y detener a alguien de una familia influyente. 

"¿Que le puedo servir dama?" Pregunta con formalidad el tabernero aliviado por la ausencia del arquero.

"Un poco de leche nada mas" Replica la mujer con una voz dulce como la miel y suave como la tela, puedes apostar que es una doncella nada mas escuchar su voz. 

El tabernero hace un gesto que indica que le extraña su pedido, pero no lo emite con palabras, simplemente se limita a servirle lo que ha pedido en una jarra. Sin embargo, no puedes evitar sentirte extrañado por la presencia de aquella mujer, como si fuera alguien que no debería estar aquí. 

Notas de juego

Podría decirse que sientes un escalofrió en tu espalda pero no sientes miedo. 

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28/03/2018, 17:40

Notas de juego

Dividí el post en 3 pedazos, para que no se armen confusiones. Posteen solo para mi ya que estan separados de momento en el mismo lugar. 

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02/04/2018, 05:02
Edwin El cazador
Sólo para el director

Y... Yo... no he escuchado ninguna voz mi lady — le susurro el arquero a Lady Blackmoore. Claramente sorprendido por la "hazaña" que habia cometido, pues aunque el joven tenia una gran confianza en si mismo, jamas habia jugado con la idea de  si quiera mover la espada. Pero habia estado apunto de Sacarla. Ese pensamiento tomo por asalto su mente. » ¿porque la espada pesaba casi como una espada normal y de un momento a otro era como si intentara alzar una montaña con mi brazo?

Solo fue como si... Intentara retirar una Mandoble clavado en una roca. Pesaba, pero no como todos los que lo intentan dice o al menos al principio. Luego se hizo tan pesada como una montaña — le dijo el arquero a la chica, lo suficientemetne Bajo para que solo ella y quienes estuvieran cerca escucharan. Pero inaudible para el publico.

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03/04/2018, 22:49
Hann
Sólo para el director

Hann no había perdido detalle desde que la dama misteriosa entró por la puerta. No era la primera vez que se encontraba en esta situación, con chicas de alta alcurnia intentando pasar desapercibidas entre la plebe para poder disfrutar de la fiesta a otro nivel, más salvaje y prohibido. En todos esos casos Hann intentó también por su parte no inmiscuirse, no por falta de interés (¿qué ladronzuelo no ha soñado alguna vez con dejar de ser pobre casándose son una hermosa y rica dama de palacio?) sino por miedo a ser sorprendido por sus guardaespaldas y tener que rendir cuentas a sus adineradas familias. Era mucho mejor no jugar con esas cosas...

No supo si fue por la excitación del botín conseguido, por los vapores del brebaje espumoso que había ingerido o por aquella dulce voz, que presagiaba un bello rostro, el que le dio coraje suficiente para dirigirse a ella, a pesar de saber que podría estar metiéndose en un lío.

-Buenos y fantásticos días bella dama. Permíteme que ese trago corra de mi cuenta- dijo mientras se acercaba lentamente hacia ella -¿Necesita un guía discreto para deambular entre las bullosas calles de esta ciudad?- y terminó con una amplia sonrisa.

Notas de juego

Bienvenida de nuevo! ^^

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07/04/2018, 14:41
Tirant

Mantengo el silencio conforme el hombre acepta el pobre paño que le tiendo como seña de identidad. Conforme los minutos pasan, trato de mantener el nerviosismo que se apodera de mí. Mi pobre prenda hacia juego con mi precaria indumentaria para el combate. Una malla recubría mi torso, brazos, y se prolongaba hacia abajo hasta culminar en unas grebas por encima de mis rodillas. Un camisón de tono verde con cuyos colores se encontraban desgastados y sus mangas que culminaban por encima de los codos, algo roídas por el desgaste del viaje. En un costado de la espalda se apreciaba un tajo recibido que dejaba entrever algo de la malla por dentro. Esta se encontraba apta para el combate, si bien era una protección precaria para enfrentar a un caballero que presentara batalla con una armadura de placas, pues la malla era en torneo mas que una protección interior para enfrentar las armas que atravesasen la armadura principal. 

Caminaba a cara descubierta pues el casco se había perdido tras aquella emboscada, en la que tras los golpes recibidos me desprendí de el, pues aboyado y maltrecho ya no podía ni ceñírmelo a la cabeza. No era la primera vez que presentaba combate singular, pero si era la primera vez que lo hacía en un lugar como este, donde los mejores caballeros de toda Albion se congregaban para medir su destreza y su fuerza. Ahora solo tenía un arma a mi favor, mi hoja de mano y media, mi rodela de apoyo y mi juventud y desenvoltura, en la que se basaba mi destreza. 

Oigo mencionar mi nombre antes que el de mi oponente, a lo que me dispongo a salir de mi tienda. 

-"...marcha dividido, combate concentrado, y recuerda Tirant... a la victoria, le encanta la prudencia.." 

El público jalea conforme mi mente trata de ignorarlo por completo. Desconozco quien será mi rival. De repente, el pequeño y acotado espacio de tierra batida que piso se despja, mientras un grupo de soldados se gira cediendo el paso al que va a ser mi oponente. En un extremo el orador coge aire para anunciarle, mientras mis músculos se tensan a la espera del pronto combate...