Partida Rol por web

Despertáis en un páramo. Os han dejado provisiones para varios días además de todo vuestro equipo y un pequeño mapa donde esta señalado el lugar del pueblo que no está muy lejos de donde estais. No hay rastro de los encapuchados.

-Por Dios -musito, dolorida- Quizás sería mejor pararnos a echar un vistazo a nuestros cuerpos. Vuestras mercedes pueden estar heridas, o esa... -vacilo, el recuerdo me resulta muy desagradable- Marca podría infectarse.

Saco algunas de mis hierbas y las masco. Luego, las escupo en un pequeño pedazo de tela, la restriego hasta que quede bien difuminada. Si no me equivoco, esto era lo mejor para las quemaduras.

Adrián recobra el conocimiento después del garrotazo que le metió uno de los cuatro hombres que se pusieron delante de sus compañeros.

- Malditos sean..., al menos era verdad eso de que nos devolvian nuestras armas, ¿os encontrais bien señorita Isabel, señorita Keira y señor Ander Argomaniz?- mientras les preguntaba intentaba levantarse del suelo y se tcaba el cuerpo para asegurarse de que él estuviera bien.- Si hubiera tenido mi espada no hubiera sido tan valiente el encapuchado.- dijo para hacer alarde de su valentía y caballerosidad.

- Bien, ¿alguien puede decirme hacia dónde tenemos que dirigirnos y qué misión se nos ha sido encomendada exactamente?- espero a qué alguno de sus compañeros contestara a su pregunta y examinó con determinación el nuevo lugar en el que ahora se encontraban.

Keira despertó de su estado y se incorporó descubriendo que parte de sus compañeros ya lo habían hecho, observó como Isabel intentaba curar su herida con un trozo de tela, la chica se llevó la mano a su quemadura, esta le escocía produciéndole un dolor bastante fuerte:

- ¡Ah! - dijo al tocarse una vez más la marca - Aún no comprendo porque nos han escogido a nosotros - miró a ambos lados buscando algo, cuando localizó el lugar en el que estaba el equipo corrió hacia allí, arrodillándose y saco su arco, el cual miraba con alegría - Por un momento creí que se lo quedarían - se levantó del suelo y se dirigió hacia el resto - En cualquier caso no podemos quedarnos aquí, tendremos que hacer esa misión... - el brazalete estaba aún en la posición en el que lo dejó, dando rienda suelta a que su cicatriz se apreciará con claridad, rápidamente se lo colocó ocultándola y desviando su mirada, se arrepintió de haber dejado que la vieran - Respecto a lo del hueso... yo solo lo robé - admitió - Para bien o para mal me dedico a eso.

Adrián alardeaba sobre su valentía:

- Cálmate ricitos, no hubieras podido hacer nada con todos esos hombres a sus ordenes - dijo divertida - Y dime, ¿a qué te dedicas tú? Por ahora somos una sanadora y una ladrona en el equipo - el chico preguntó por la misión - El mapa esta ahí - dijo señalando la multitud de cosas que le habían dejado - No sé qué es lo que nos depara el futuro, solo podemos seguir las indicaciones...

El mapa no está muy elaborado, simplemente muestra un bosque con un claro marcado con una x = el lugar donde os encontrais= y un dibujo del pueblo a no mucha distancia. Según el mapa hay un rio al este, simplemente teneis que seguir el curso del rio hacia su nacimiento para llegar al pueblo.

Me despierto y me desperezo, miro dubitativamente a todos los lados, me llevo la mano a la marca y poco a poco mi cara va cambiando hasta empezar a llorar.

Buaaaaaa, ¿por que a mi, yo me quiero ir a mi casa?

Adrián observa el comportamiento de sus compañeros y su equipo y pensó bien tenemos una ladrona, una curandera y un alquimista.... Entonces vio como Keira se despierta y le pregunta "¿a qué te dedicas?" y contesta con orgullo en su mirada:

- Respecto a la pregunta que me realizó, mi trabajo es servir a mis superiores con honor y valentía.

Entonces se despertó el último que faltaba que lloró como una mujer al sufrir tanto por la marca.

- Bien, os he observado y nuestro equipo está bien compuesto ya que tenemos una curandera que nos curará en caso de emergencia, una ladrona que podrá robar objetos sin prolema y un alquimista que nos proporcionará pociones.- dijo mientras señalaba a cada uno respectivamente.- Debemos llegar a dónde el río nace y lograremos llegar a Algaida de Mandrás, ¿están ustedes preparados para la aventura?

Adrián realizó la última pregunta en un tono algo sarcástico, ya que estuvieran preparados o no debían hacerlo o según el encapuchado morirían.

Restriega con rapidez la venda sobre las quemaduras de todos los presentes, pidiéndoles primero permiso con una mirada humilde. Parece una mujer de pueblo, y probablemente no esté hecha a lo que ha sufrido. Es obvio que intenta no pensar en la causa de las heridas y todo lo demás...

-Esto evitará que se infecten demasiado... -murmura para sí, aunque en un tono lo bastante alto como para que los demás le escuchen.

Escucha al guerrero y se estremece ligeramente. Mira en la dirección en que han de ir, y hay algo parecido a miedo en sus ojos. Respira hondo y se obliga a ser firme, con un éxito considerable.

-No la he buscado, por mucho que sea una aventura -dice con un tono de histeria controlada. - Pero no nos queda otra opción. Más nos vale ver que diantres pasa en el pueblo... Y que el Señor nos pille confesados -añade, santiguándose y añadiendo un signo un tanto supersticioso para ahuyentar la mala suerte (mezcla que puede resultar molesta a quienes sean contrarios a la superstición).

Una mujer muy amable le aplica una especie de cataplasma en su quemadura, la cual alivia el dolor muchas gracias, ¿señora? se pone en pie y mira en la dirección que van a tomar, luego mira en la dirección contraria, suspira, coge su equipo no me queda mas remedio que estar listo para emprender esta aventura, podemos partir cuando gustéis .

Ah, por cierto, no se si lo he dicho pero me llamo Ander y ustedes .

Le sorprendió la actitud de Ander ante la situación, le recordaba a un niño pequeño incapaz de valerse por sí mismo, simplemente apartó la mirada dirigiéndola hacia el otro chico que contestaba a su pregunta, Keira ya había imaginado que sería a lo que dedicaba su tiempo, pero no quería creer que alguien así formara parte de aquel grupo, pero las palabras de éste solo lo confirmaron, Propio de un soldado pensó con desprecio:

- Ese honor y esa valentía solo os sirven para cometer atrocidades que le cuestan la vida a pobres inocentes, y todo porque servís a "vuestros superiores" los cuales ordenan que realicéis estos actos y vosotros no tenéis impedimento - se hacía notar su enfado - ¡Y sé de lo que hablo! - añadió casi gritando antes de que a este le diese tiempo a contestar - No comprendo cómo se puede estar orgulloso de ser eso... - el chico cambio el tema de conversación centrándose en su objetivo - Muy bien, así que alguien que cura, alguien que roba y alguien que hace pociones, y ¿qué proporcionas tú, soldado? - dijo mientras se cruzaba de brazos - ¿Tu valentía y honor? - pronunció con ironía.

La otra mujer siendo muy humilde alivió el daño que le causaba la herida a través de aquella venda - Os lo agradezco mucho - le dijo mirándola a los ojos, verdaderamente le agradecía su esfuerzo al ser responsable de eliminar parte de su dolor.

El miedo y la duda invadían la mente de los cuatro aventureros, que aunque obligados, debían cumplir un objetivo, del cual no sabían si saldrían con vida, ni que les depararía.

- Todos mencionamos nuestro nombre, menos la chica curandera - dijo mirándola - ¿Cómo os llamáis?

Los comentarios sobre soldados me dejaron algo confusa: ¿valentía y honor? Bueno, era discutible, pero también podía haber alguno que sí lo tuviese... Mi padre... Aunque quizás él tampoco la tenía, para dejarnos a madre y a mí solos..

-Oh.. Si, disculpen-digo, no había caído en la cuentan concentrada en cómo tratar lo que teníamos. -Mi nombre es Isabel...

Algaida de Mandrás... ¿Qué sucedería en ese pueblo?

Cuando adrián recibió una aliviante cura para el dolor que le había producido esa asquerosa marca que se le habia sido impuesta, lo agradeció con una rweverencia hacia Isabel y con una gracias muy cordial.

- Bien señorita Keira, me produce honor servir a mis superiores ya que me agrada ese trabajo desde muy pequeño, no se lo que le ocurrió en su infancia por culpa de los soldados, pero no todos somos así. Yo solo he matado a aquella gente que quiere invadir nuestro territorio y a aquellos que han intentado matarme a mí primero. Respecto a su última pregunta, yo proporciono mi humilde espada con la que he luchado largos años, mi fuerza bruta por así llamarlo. Además si necesitan algo más de mí no duden que intentaré conseguirlo.- dijo mientras miraba a Keira ya que parecía haberle enfadado el empleo que a él tantos buenos ratos le había proporcionado.

Adrián miró hacia el horizonte un instante, luego cogió su espada y la colocó en su funda y alterminar cogió el resto del material.

- ¿Todos listos?- preguntó a su nuevo grupo de aventureros.

Ander observa divertido el cruce de comentarios entre Adrián y Keira.

Bueno, si no queda mas remedio, estoy listo, que no preparado .

Supongo que si -digo algo temerosa mirando hacia adelante. -Aunque... ¿Acaso tenemos elección? -suspiro.- En marcha.

Caminais hacia el pueblo paralelos al rio. Ya veis el pueblo, esta totalmente rodeado de bosque, os fijais en los arboles se mecen de un lado y al otro, parece como si os estuviesen haciendo... reverencias.
No tardais ni media hora en llegar al pueblo, o mejor dicho aldea , ya que se compone de unas diez casas. La primera casa que veis esta totalmente quemada. En la calle principal hay un hombre vendiendo embutidos, no se ve a nadie más por las calles.

El viaje entre los árboles me ponía nerviosa, aquellos árboles parecían querer atraparnos. No se si sería por todo lo que había sucedido en estos días o por que aquellos hombres tan rudos pareciesen tener miedo del lugar, pero en cualquier caso no hacía más que ver posibilidades de fantasmas y duendes por todas partes.

Al llegar al pueblo, me sorprendió su tranquilidad.

-¿Cómo puede estar tan vacío? -me pregunto algo sorprendida. -¿Estarán cenando?

Lo único que veo es el vendedor... ¿Debíamos acercarnos? No me atrevo a hacer la pregunta en voz alta.

El hombre os ve acercaros, al principio está nervioso pero al veros más de cerca parece tranquilizarse al ver que vuestra actitud no es amenazante.
Acercaros forasteros, TENGO CHORIZO, LOMO, SALCHICHON Y QUESO!! LOS MEJORES DE LA ZONA , PROBADLOS

No os habiais percatado de que en el pueblo además de las diez casas hay un pequeño edificio con una cruz en la cúspide, es una iglesia modesta o una capilla.