Partida Rol por web

Lahareda se escabulle apenas sale el sol de su habitación, hacia las calles de la ciudad. Moviendose con cautela entre las sombras provocadas por el sol naciente, se dirige al primero de los puntos que había evaluado como posible emboscada. Sin problemas, llega hasta alli: una encrucijada de calles pequeñas en el barrio pobre, llena de casuchas mal construidas de madera.
Evaluando los alrededores, Lahareda busca un lugar idóneo para esconderse y a la vez tener buena vista de lo que podría suceder. Lo encuentra en una saliente de una casa vieja, en donde un techo marcaba una pronunciada oscuridad que cubriría su figura. Acuclillada, no sería mas visible que una sombra en la madrugada.

Subió a través de los techos hasta llegar a ese lugar, y cuando estuvo alli pudo detallar mejor que veía. Era una saliente, en la cual algunas palomas habían hecho nido alguna vez, pero ahora no se veía ninguna. El techo que cubría dicha saliente, era a dos aguas y correspondia a la parte superior de la casa. Quizas en algun momento se habría planeado hacer una ventana alli, pero la idea no habia sido llevada a la práctica. El hecho era que desde ese lugar, a unos quince metros del suelo, estaba por sobre las demas casas, y tenía una muy buena visión de la zona.
Se acomodó alli y se dispuso a esperar, tal como cuando deseaba cazar una presa.
Las horas pasaron, y casi podría haber dicho sin incidentes, de no ser por dos hombres que se reunieron en la calle inferior para hablar. Nada particular en ellos, hasta que se retiraron y el viento volo la capucha de uno de ellos. Era el hombre tatuado. por los gestos que el y su compañero habían hecho, parecían estar programando algo en ese mismo lugar. Pudo escuchar unas palabras sueltas ("carro", "custodia") que le confirmaron que el ataque sería alli. Solo era cuestion de esperar, ahora.

Y la espera rinde sus frutos, cuando cerca de una hora despues del mediodia, ve que comienzan a apostarse hombres armados cerca de la encrucijada, desperdigándose por cualquier escondrijo que encuentren. Lahareda ha visto 10.
Pero aparentemente alguien ha pensado que el escondite de ella, tambien es bueno. Aunque no el lugar preciso donde esta, sino un poco mas abajo, en donde puede apreciarse un ventanuco, pero solo se puede llegar desde dentro de la casa. Lahareda, oculta y sin hacer ruido, escucha como los jadeos de un hombre, humano y pesado, resuenan en la vacía casa, junto con alguna maldicion mascullada entre podridos dientes. Al principio, sin saber si iba a llegar hasta donde estaba ella, comenzo a buscar una salida alternativa. Una tabla salida le permitiria ingresar a la casa, pero deberia tener cuidado o haría ruido. Desde alli podria huir.
Luego se dio cuenta que los jadeos paraban en el ventanuco de abajo. Un buen lugar desde el cual disparar un arco o ballesta, aunque a juzgar por la respiracion pesada del hombre, y su constitucion poco atlética dada a los resuellos, mas probablemente la segunda que el primero.
Todavía puede oir los jadeos, cada vez mas bajos mientras el humano calma su respiracion, apostado bajo ella. Sabe tambien que podría mantenerse alli sin problemas, al menos hasta que empieze la refriega, ya que los humanos no tenian un oido muy fino. Podría esperar o intentar algo.

Hummm... Aja... un buen lugar para apostarse, creo que mi "compañero", ha tenido la misma idea que yo. Parece que se trata de un refuerzo por las dudas. Me tiene sin cuidado pero sera bueno que no me descubra. Cuando se arme la batahola apoyara desde su lugar el ataque. Revelar mi posicion no ayudaria en nada, es mejor atenerme al plan y prestar atencion a aquellos que escapen con el botin luego del ataque. Son 10. Ya falta poco Laha... ya falta poco...

Al cabo de dos horas mas, ve llegar la comitiva. Son tres jóvenes humanos, y sus compañeros. Estan muy alertas, y algo nerviosos. Gueshent no está con ellos.
has visto 4 arqueros, contando al jadeador, y seis hombres mas, totalizando diez. A tres de los arqueros los puedes ver casi directamente, si se ponen de pie para tirar.
Todos tus compañeros buscan fervientemente con la mirada cualquier rastro de emboscadas, por lo que puedes ver, aunque no sabes si se han dado cuenta o no.

Cuando tus compañeros estan en el medio del lugar, ves que comienzan a levantarse los arqueros.

Ahogando un grito Lahareda mira a sus compañeros ¿Que hacen aqui?. Se suponia que dejarian que realicen el atraco para que yo rastree el escondijo! ¿Y Gueshent? ¿algo le abra pasado y se cambiaron los planes? un rictus de tristeza se dibuja en el bello rostro de la elfa Como sea me atendre al plan original, nada puedo hacer desde aqui por esos idiotas y que no rebele mi posicion. Si intervengo no podre seguirles luego y el trabajo sera una perdida. Lastima, el enano me caia bien.

Momentos mas tarde, el ataque se desencadena. Las flechas vuelan, y hacen blanco en el carro, y en lugares cercanos a la anatomia de los compañeros de la elfa, pero ninguna acierta carne, por suerte, o porque ya sabian que venía esto.
Los jóvenes portadores, gritan de miedo, y mientras uno se arroja al suelo, otros dos salen corriendo por donde han venido.
Cuatro hombres salen de sus escondrijos, y se acercan al carro. Uno mas, desde las sombras de un edificio cercano (el que a Lahareda le habia parecido el jefe), grita:

-Dejad el carro y huid, es vuestra única esperanza.

Puedes sentir el ruido de los arcos tensándose.

Estos buscan morir... Espero que huyan y no se crean muy valientes... es increible que los maleantes tengan tan buena educacion! Ja! Al menos les ha dado una oportunidad... Me pregunto algo... Si descubro el escondite y estos mueren aqui, ¿como haremos con el escriba para encargarnos del trabajo? Veamos que ocurre...

eso mismo digo yo....huir y no tendremos que cavar un agujero por vuestro cuerpo, dice Ulric desde detrás del carro.

Joseus agrega a continuacion, en voz en cuello:
-Ulric, guia mi mano....!!! , mientras enarbola el martillo y se lanza contra el hombre mas cercano.

-Esto ya es cosa tuya, a mi no me metas...si no sabes pegar no es mi problema agrega Ulric una vez mas, luego de lanzar una carcajada e intentar evitar los golpes de las flechas que seguramente lanzaran contra el.

Esa es la situacion que Lahareda, incrédula, observa con sus ojos. Los dos enanos, haciendo gala de algo de inteligencia, al parecer, hacen ademan de detener a los humanos, pero estos o no los ven o no desean hacerlo.

Alla vamos ti, joer que esto es la tonteria mas macabra que he visto... ¿Como podre quedarme aqui viendo como masacran a mis amigos?. Bueno, por suerte no son mis amigos, ni mucho menos, de hecho creo que los odio...

Joseus se arroja contra los hombres armados, gritando una invocación a Ulric, su deidad.

Los arqueros, sorprendidos por la abrupta reaccion de los guardianes del carro, quizas pensando en que se rendirian al instante, hesitan un momento antes de lanzar las flechas, haciendo que solo uno de ellos alcanzara el blanco deseado, Joseus. Desafortunadamente, golpea certero y fuertemente, traspasando la armadura de pieles del acólito, el cual se tropieza, gracias a lo cual el golpe dirigido a el no lo alcanza.

Los otros tres hombres armados retroceden, para dejar lugar a que las flechas de sus compañeros liquiden a los defensores.

Huyamos, esto es inutil!!!-grita Garth, para a continuacion volverse hacia Bork y decirle:
Ayudame a sacarlo de aqui y corramos!!!.

El Hermano Joseus grita nuevamente, mientras parte el astil de la flecha que le atraviesa el codo.
- Malditos bastardos, no volvereis a humillarme...ULRIC!!!!-mientras vuelve a atacar.

Ulric busca un lugar seguro de las flechas, sin encontrar nada.

Bork corre hacia Joseus, atacando con su hacha al ladron que esta junto a el.
-Huye, idiota!!!-le grita al humano, mientras hiere al ladron.

Los arqueros disparan una vez mas. Arrojan flechas hacia la direccion del carro, impidiendo que Garth asome la cabeza. Otros le disparan a Bork, impactando pero al parecer sin causar mayores problemas al enano.

Los otros 3 ladrones se adelantan, y aparece uno mas de las sombras. El herido intenta huir, dandole la espalda a Joseus y a Bork.

Ulric ataca a uno de los ladrones con su espada, y lo golpea, hiriendolo. El atacado responde con un golpe de su hacha, pero Ulric logra esquivar el golpe.

Dos se adelantan para cubrr a su compañero, y atacan a Joseus y a Bork. A este ultimo una finta logra atravesar el peto de cuero que tiene, y una mancha de sangre comienza a extenderse por su camisa.

Joer!

Bork huye, corriendo hacia la seguridad del carro.

Los arqueros vuelven a disparar sus armas. Esta vez, las saetas vuelan certeras. Solo Bork se salva, gracias a un fortuito cambio de ritmo por un resbalon.

Ulric recibe un roce en el brazo, apenas doloroso. Joseus cae, con una flecha en el pecho de la cual brota abundante sangre oscura. Garth recibe una flecha a traves de la cota de mallas.

Aquel que parecia el jefe sale de su escondite. Lleva una ballesta en las manos.

-Liquidadlos ya y vámonos, que pueden llegar alguien mas.

Dicho esto, dispara la ballesta hacia Ulric, y falla por solo unos centimetros.

Ulric, al ver el panorama, entre uno caido y otro que se ha escapado, Ulric deja el combate y sale corriendo tanto como puede detras del enano.

Los hombres armados intentan golpear a los que quedan en pie. Ulric es receptor de un golpe, que logra esquivar con gracia. Bork se vuelve y toma en sus brazos a Joseus, y haciendo gala de una fuerza propia de los enanos, carga a Joseus y se lo lleva.

Las flechas vuelan una vez mas, pero ya sin alcanzar a aquellos que huyen. Evidentemente esta vez no deseaban matar a todos.

Lahareda puede ver como los integrantes de la banda rápidamente saquean lo que queda en el carro. Un poco de la fruta exótica, y seis bolsas cargadas con coronas de oro. Comienzan a ejecutar una rápida retirada, dividiendose por las calles adyacentes. Se forman cuatro grupos, que se retiran hacia el lado del río, penetrando aún mas en la zona de los carenciados.

Malditos!... y yo aqui encerrada, pero se lo han buscado esos gandules con sobredosis de teosterona! Ahora a lo mio. Creo que todo el plan se ha ido al rio y que el elfo no podra hacer mucho, pero si he de atenerme al plan, debo buscar el escondrijo y volver a la taberna.
La elfa sube gracilmente al techo y se dispone a siguir al lider de los maleantes hasta el refugio, adentrandose en la zona de los carenciados.

Lahareda silenciosamente persigue a los malechores a traves de los tejados. Ademas del ocasional gato o pájaro, nadie la molesta en su cometido. La noche comienza a caer cuando llega a un lugar desolado, en las orillas del río, que en el lugar en que estan es solo un barrial profundo. Están bajo un puente precario que cruza la ciudad de lado a lado, hecho de tablas desparejas y cuerdas semipodridas. Es evidente que el puente no se utiliza.
Del rio sale un olor nauseabundo de pescado podrido, basura y heces. Lahareda, al observar mejor, se da cuenta que es un pequeño brazo del rio, pegado al mismo y paralelo.
Al costado del puente hay un gran caserón, desvencijado y húmedo, pero en el cual hay señales de luces. Allí llegan los criminales. Al llegar el jefe de la banda, Lahareda ve que otro grupo había llegado antes. Luego caen los otros dos grupos (el hombre herido no esta mas). No son muchos mas de los que habían visto antes, sólo se agrega un hombre tatuado y una mujer joven mas.
Ingresan todos en la morada, y se escuchan gritos y festejos.

Hora de partir! He logrado mi parte del plan aunque me parece un poco absurdo que podamos hacer algo mas en el estado en que han quedado los demas... en fin... patitas para que te quiero...