Partida Rol por web

En un susurro, le comunico a mis compañeros:

Cuidado! He escuchado ruidos de pasos por la puerta trasera! Puede ser alguien que tenga derecho a ingresar, o no...

Desenfundo el arco, presta a utilizarlo si se necesita, con el ojo avisor puesto en quien ingresa.

Bien, era de esperar algo asi, pero...¿porque alguien que tiene derecho a entrar lo haria por la puerta trasera?

El elfo busca un lugar donde esconderse*

Aqui vamos de nuevo...

Me pongo al costado de la puerta desde donde la elfa dijo que venia el sonido con la alabarda en ristre y presto para atacar...

Preparo la ballesta y me coloco a un lado de la puerta para sorprender al posible incursor...

De pronto, hombres armados con espadas y hachas irrumpen en la estancia. Pueden ver que son rufianes, no soldados ni mercenarios. Portan como mucho chaquetas de cuero de protección, y algunos van embozados. Al verlos, no se sorprenden demasiado. Es obvio que venían a por ustedes.

Gueshent comienza a balbucir palabras arcanas al tiempo que sus dedos se mueven trazando signos en el aire, de pronto se detienen y un fulgor verdeazulado parte de sus dedos rumbo al mas adelantado de los rufianes...

Ni bien pasa el primero de los malandrines, Bork, traza un molinete con su alabarda usando el filo el hacha del extremo...

Al irrumpir los hombres, disparo la ballesta contra el más cercano y la dejo caer, desenfundando hacha y escudo e intentando plantarme en medio del arco de la puerta con la intención de bloquearles el paso, yo solo si es necesario....
¿No recibistéis bastante la última vez? Pues no os preocupéis, que tengo hacha para todos...

- Enarbolo el martillo y el escudo y espero pie firme el ataque de los maleantes, fallando mi primer golpe...

Con el arco bien plantado, lanzo una saeta hacia el corazón del más cercano, volviendo rápidamente a cargar. Pero mi blanco se agacha, imprevisiblemente.

Mientras uno de los maleantes ingresa a la puerta, Bork le asesta un terrible golpe con su alabarda que traspasa su armadura, y llega hasta el hueso. El condenado cae al piso, entre gritos y sangre fluyendo de su pierna sesgada.

Otro de los rufianes es impactado por un rayo color verdoso, salido de las manos del elfo, y grita de dolor y miedo, aunque al parecer no está tan dañado, hasta el momento que un virote de Garth lo atraviesa.

Al ver esto, el resto de los rufianes se repliegan, y escuchan un grito:

-Rodead la casa! Los quemaremos dentro!

- Al oir que se repliegan me adelanto a los enanos y usando el escudo como un ariete me lanzo sobre los maleantes que estan en el exterior.....POR ULRIC!!!!

Maldicion, son una banda!!!

Haciendo acopio de sus artes arcanas el elfo vuelve a invocar su poder, pero algo falla, tal vez se ha apresurado al escuchar la amenaza del fuego...

Aproyechando la arremetida del humano, me cuelo a sus espaldas, con la alabarda en ristre usandola a la manera de lanza...

Intento refrenar a los dos potros salvajes que tengo por compañeros. Esperad, aqui tenemos la ventaja. Si no quieren entrar pues que no entren, ya encontraremos alguna salida antes de que les de tiempo a incendiar la mansión. Aqui tenemos cobertura de momento, salir es un suicidio... Yuna mansión no arde en cuestión de segundos...