Partida Rol por web

La tensión se masca en el ambiente. Taylor es recriminada por su peculiar asignación de prioridades, y cuando intenta replicar, es acallada de un modo cortante y agresivo por el capitán Price. No puedo evitar sentirme mal. La violencia siempre me ha disgustado enormemente, incluso la que nace de las palabras. Además, me da la sensación de que aquí soy el único que se da cuenta de que Taylor es el rival más débil, y que sus desatinos no son culpa suya. Y desde luego, si se dan cuenta, no parecen actuar en consecuencia. Es cierto, la actitud de Taylor puede llegar a ser bastante destructiva para el buen funcionamiento de una dinámica de trabajo en grupo, pero nada se gana reprendiéndola de un modo tan poco asertivo. Miro un instante a Taylor, en silencio, con expresión compungida. Después mi mirada se centra en el capitán. No digo nada, pero no por cobardía, sino porque no es el momento. Cuando sea oportuno, trataré de hablar con ambos y zanjar el problema de una vez, antes de que se enquiste y se acabe convirtiendo en un tumor que pueda afectar al rendimiento y al bienestar de la tripulación.

A continuación, da comienzo el proceso de aproximación de la Nostromo al planetoide donde la señal extraña tiene su origen. Desde aquí, parece una esfera de color ferroso, pero esto puede deberse a la concentración de gases en los estratos más altos de la atmósfera que lo rodea. En realidad, no hay manera de saber qué aspecto tiene hasta que no nos acerquemos más. Aunque vasto, es relativamente pequeño en términos astrofísicos. Mientras saco mis propias conclusiones, escucho el incesante intercambio de información de mis compañeros a medida que la nave se aproxima a su destino. Un cosquilleo de inquietud recorre mi espina dorsal. ¿Dónde estamos, y por qué se nos ha despertado tan tarde del hipersueño? A juzgar por lo lejos que estamos de la Tierra, diríase que el cambio de rumbo se produjo nada más partir de Thedus, o muy poco después. ¿Por qué no ha sido hasta este momento que se ha activado la alarma?

Todas estas dudas y muchas otras, que no toman forma concreta en el vórtice de mis pensamientos, aparecen fugaces en mi mente, para luego descomponerse y formar otras nuevas e igual de imprecisas. Tan centrado estoy en lo que hay en mi cabeza, que las turbulencias durante el descenso me pillan desprevenido. Me agarro a los reposabrazos de mi asiento con fuerza, asegurándome de que todos los correajes de seguridad estén bien ajustados. Los fuertes vientos sacuden la nave como si fuera una brizna de hierba en un vendaval, pero las expresiones en las caras de mis compañeros me reconfortan. Si ellos no están preocupados, es que no hay peligro. O eso me digo a mí mismo.

Y sin embargo, la toma de contacto tiene lugar de un modo más violento de lo que había supuesto. El quejido del metal me alerta de que algo puede haber sufrido daños importantes, y la reacción del resto de la tripulación confirma mi presentimiento. Sebastian parece ponerse bastante nervioso, pidiendo a Taylor que ejecute una serie de operaciones que ni mi oído ni mi mente llegan a registrar con claridad. En cuanto la nave deja de moverse, desabrocho los cinturones de seguridad y me levanto de mi asiento. Mientras tanto, el capitán Price nos informa del que será el equipo de tierra. No me sorprendo cuando oigo mi nombre entre los que lo conformarán; al fin y al cabo soy médico, y mis conocimientos pueden llegar a ser necesarios en un medio tan hostil como el que ahora mismo nos rodea.

Más allá de los muros de metal, la muerte...

Puente, aquí Bas, estoy en la cubierta B con Taylor. El problema es serio, se ha jodido parte del cableado del sistema secundario de repuesto y va a tocar recablearlo, han reventado varias celulas de energía y esto está lleno de fragmentos y esquirlas. Calculo un tiempo medio de 24 horas para tenerlo listo. Sam se pone desde ya con ello....

Los dos técnicos abandonan el puente. Fénix se levanta de la silla y se estira. Luego coge un cigarro de Illanka y se pone a comprobar los sistemas de pilotaje, para ver que todo este correcto.

Doc, esta usted bien? El aterrizaje a sido un poco más “movidito” de lo normal. EL doctor no estaba tan acostumbrado a estos aterrizajes como el resto, le preocupaba que pudiera haber recibido algún daño.

—No te preocupes, Fénix. Me encuentro bien. Gracias —respondo con un asentimiento, intentando no parecer demasiado neurótico—. Tengo que felicitaros a todos. Desde luego, no parecía nada fácil aterrizar en... ¿LV-426? ¿Alguien sabe dónde está eso? No recuerdo haber estudiado este planetoide en las rutas comerciales habituales de Weyland-Yutani, lo que significa que, sea donde sea, no es cerca de casa. —Recuerdo la breve conversación que mantuve con Sebastian Zenner poco antes de entrar en el sueño criogénico, de lo mucho que le urgía regresar con su familia para asegurarse de que nada había cambiado. Este contratiempo habrá supuesto un duro golpe para él. Me pasa por la cabeza el pensamiento de que la Compañía es un gigante despiadado que existe a costa de destruir las vidas de quienes trabajan para él. Dirijo mi atención hacia Price—. Capitán, si puedo ayudar en cualquier cosa, no dude en hacérmelo saber. Nunca me ha dado miedo ensuciarme las manos.

Miaaaaauuuu miaaauuuuu. Escuchais al gato. El cual se encuentra por el puente. Mira a uno de los pasillos de acceso y sale corriendo en direccion contraria.

Además de una mierda de aterrizaje, parece ser que algún cerebrito la cagó explicandole que la nave estaba en perfectas condiciones. Ahora solo tenía ganas de coger una bolsa de látex, meter el puño metálico dentro y después meter ese puño por el culo al responsable de todo aquello.

Por supuesto, Price era un ser humano un poco más civilizado... al menos de puertas para fuera.

Y una cosa es que tuviera ganas de sodomizar mecanicamente al hijo de puta que la cagó con el estado de la nave, otra encontrarlo y otra hacerlo. Pero si conseguía señalar al responsable, lo que fuera a pasar después, los otros dos pasos naturales, ocurrirían muy rápido y muy seguidos.

Kane se marchó con los técnicos de la cabina. Hizo bien, teniendo en cuenta que posiblemente, Price los usara como cabeza de turco de su ira homicida ahora mismo. Pocas veces se le pudo ver tan cabreado como estaba en aquel momento, pro que directamente, pasó varios segundos en una calma tensa que destilaba la tensión que corría por sus músculos, y el silencio poco usual en sus labios.

No fue hasta que Bas rompió la comunicación por radio que Price humedeció los labios, pulsando el botón del comunicador. - Taylor tiene hasta que ustedes vuelvan de la expedición, Señor Zenner. Además quiero el informe del qué, el porqué y lo más importante. - Hizo una pausa que no auguraba nada bueno. - Quien. - Y dicho esta última palabra, cerró el comunicador, claramente más enfadado por momentos.

- Sabía que esta misión iba a ser una mierda desde que leí ese puto mensaje. - Se quejó, poniendose en pie sin decir a que mensaje hacia referencia. Se bajó de la posición del capitán, caminando por el puente y parandose junto a los pilotos. - ¿Estais todos bien? - Preguntó al trio allí reunido, reprimiendo las ganas de hacer un mural del gato de un solo pucherazo de bota izquierda.

- Es normal que no lo haya estudiado. LV 426 es un planetoide catalogado como plutoide lejos de las rutas comerciales sin estación minera o estación de escucha. - Explicó a Amar mientras se inclinaba para comprobar por las ventanas el planeta. - Agradezco el ofrecimiento, Doctor. Por lo pronto necesito que compruebe que ninguno de los presentes sufrió intoxicación por dioxido de carbono. A decir verdad, me gustaría que comprobara que todos estan bien. Cuando acabe, tengo más tareas. - Volvió a subirse al asiento del capitán.

- Fénix ¿Alguno de los controles sufrió algín daño? Illanka, baje a preparar lo necesario para salir al exterior. -

Taylor tiene hasta que ustedes vuelvan de la expedición, Señor Zenner. Además quiero el informe del qué, el porqué y lo más importante. - Hizo una pausa que no auguraba nada bueno. - Quien. - Y dicho esta última palabra, cerró el comunicador, claramente más enfadado por momentos.

Fénix haz una tirada de destreza mas pilotar a dif 7 para ver los controles

Doc lo más rápido para hacer lo que te dice price es usar el ordenador tira inteligencia mas medicina a día 7 . Y examinas si a habido picos de dióxido de mas

Si, señor. Contesté por el intercomunicador.

Entendía perfectamente el enfado del capitán, pues a nadie le gusta que su nave se estropée o se rompa, pero no tenía mucho sentido buscar culpables, más allá de un posible mantenimiento negligente o descuidado, pero eso ya lo conocíamos. El único responsable de la avería en realidad era la orografía de LV426, el desnivel en la superficie había provocado una sobretensión en uno de los trenes y eso había sobrecargado los hidráulicos. De todas formas haríamos un informe detallado de la avería, con las causas y los medios usados para la reparación...

No el ordenador no puede analizar a los tripulantes. Pero si te puede decir si en la nave a habido subidas de c02 o esas cosas. O puede analizar el aire de la nave. Pero no a los tripulantes. Para eso estas tu y la bonita cama con mampara que tenía la peli XD

Fenix se quedo sorprendido con el tono de Jhon. Pocas...muy pocas veces había visto al capitán tan enfadado. De reojo miro a Illanka, para luego contestar al capitán.

Ahora mismo lo compruebo capitán. Y empezó a hacer volar sus dedos encima de las teclas para comprobar los controles.

Enseguida te sale un mensaje confirmando que todos los controles estan bien. Simplemente parece que fue la mala suerte de aterrizar en un terreno bastante irregular.

—Enseguida, capitán —respondo en el acto mientras vuelvo a tomar asiento. Utilizando el interfaz del ordenador, accedo a los protocolos de análisis de la composición del aire. Introduzco los códigos que aprendí a utilizar durante mi instrucción, y dejo que la aplicación del ordenador haga el resto. Empiezo a interpretar en voz alta los resultados que el análisis va arrojando—: Nitrógeno setenta y ocho por ciento, oxígeno veinte punto noventa y ocho, dióxido de carbono cero punto cero cuatro... La presión es de uno punto cero treinta y tres kilogramos por centímetro cuadrado, exactamente setecientos sesenta milímetros de mercurio. Conclusión: el aire de la Nostromo sigue siendo más puro que el de una incubadora para bebés. No existe riesgo de intoxicación por CO2. —Satisfecho por los resultados del análisis, me pongo en pie nuevamente—. No obstante, no estaría de más llamar al resto para que hicieran una breve visita a la enfermería. Un análisis mediante el escáner revelaría posibles traumatismos leves que hayan podido sufrir en el descenso, y que pudieran pasar inadvertidos sin una inspección más cuidadosa. Además, eso me daría la oportunidad de reunir el instrumental de prospección del laboratorio... —Me asomo a la ventana y examino la inhóspita y aparentemente inerte superficie de la roca en la que nos hallamos—. No sabemos qué podemos encontrar ahí abajo.

- Excelente, gracias Doctor. Buen trabajo. Comience por Fénix y Taylor, si consigue que esta última no le muerda. - Porque seguro que tiene la rabia. - En cuanto tenga esos dos diagnosticos, llámeme y le enviaré al resto de la tripulación para que le haga un éxamen y queden reunidos para bajar a esa roca. - Se volvió hacia Fénix. - Fénix ¿Alguna última buena noticia que tenga que tener en cuenta sobre la navegación de esta bañera? -

Acciono el intercomunicador para establecer una conexión con los demás tripulantes, independientemente de dónde se encuentren.

—Atención. —Mi voz resuena por toda la nave—. Soy el doctor Amar Haddad. Diríjanse a la enfermería cuando sus actuales responsabilidades se lo permitan. Realizaré un chequeo rutinario en busca de posibles traumatismos derivados del aterrizaje. Los espero. Cierro.

Después de la comunicación, me despido de mis actuales acompañantes y me dirijo a la enfermería.

- De acuerdo señor, pulsare el boton de reparacion instantanea...uch... a alguien se le olvido instalarlo, debio de ser el mismo que dejo despegar esta nave sin el debido mantenimiento.- dijo Taylor y de fondo se escuchaba como que mientras hablaba traia algo entre manos, apretando o soltando algo para poder repararlo.- Terminare cuando termine, puedo hacer una chapuza para que despegue pero no quiero mas interrupciones en mi trabajo, las maquinas no se reparan a golpe de orden y me resulta irritante que me interrumpan para decirme cosas obvias, como que tenemos prisa.

Hizo un silencio. Despues respondio a Amar.- Estoy ocupada para ir con usted a jugar a los medicos, invite al capitan y dele un sedante o algo para el dolor menstrual.

- Perdone Taylor, no le escucho. Estaba hablando con el Señor Zenner. Ahora vaya a la enfermería, después trabaje y haga todo esto CALLADA. Espero que pueda entender tres ordenes sencillas. Gracias. - Y así, cortó la comunicación con los técnicos. Era una pena que aquella mujer fuera incapaz de no comprender que no hablaba con ella.

Si capi, buenas noticias, todo esta bien dice con un tono de alivio en su voz parece que ha sido por el terreno irregular, más que por algún problema de la nave.

Se escucha por el intercomunicador a Sam, tan “simpática” como siempre. Es que esta mujer no puede estar sin crear crispación? Piensa.

Una vez el capitán contesta, Fénix vuelve a dirigirse a él Si no me necesitas para nada Capi, bajare con doc para hacer el chequeo rápido, y estar aquí cuando antes, aunque creo que todo esta en perfectas condiciones dentro de mi, señor.