Partida Rol por web

Ithan Trace es el Jefe de la base de la Wy en Thedus. Para tener un cargo tan importante es bastante alegre y tiene fama de preocuparse por su empleados y no solo por los numeros.

Es un despacho anodino. Lleno de asientos para que las multiples visitas puedan sentarse.

Golpeo con mis nudillos la puerta del despacho de Ithan Trace, esperando a que me invite a pasar....Pase, escucho.

Entro en el despacho del Director, es bastante oscuro, la decoración es muy poco elegante, es evidente que no está pensado para ser bonito sino útil, y tampoco se ven derroches de lujos...

Señor Trace...?... Mi nombre es Sebastian Zenner, Ingeniero Astroespacial. Me presento.

Ithan Trace es un hombre de mediana edad, algo más alto que yo, con barba y cabello canoso... me extiende cordialmente su mano.... aunque su mirada es de cierta extrañeza, en ese momento me doy cuenta de que me había cuadrado como si estuviese delante de mi sargento de pelotón, llevo más de tres años fuera del ejercito pero sigo actuando como un cadete. Me relajo y estrecho su mano, el apretón es firme y trasmite confianza... no intenta estrujar la mano demostrando falsa autoridad. Me invita a tomar asiento...

Señor Trace, le pido disculpas....me disculpo tormpemente, mientras tomo asiento. Verá, no quería importunarle, pero acabo de recibir una comunicación de la compañía que modifica el destino que tenía asignado, en un principio iba a prestar servicio en la Sephoria y ahora me han comunicado que se me asigna a la Nostromo. Sin embargo no se me ha comunicado quien va a ser nuestro capitan o a quién debería presentarme, ni el motivo del cambio de destino aunque eso posíblemente no sea de mi incumbencia... y...... he supuesto que usted podría indicarme esa información, Si puede indicarme a quien debo dirigirme se lo agradecería...

 Ah! y se me olvida..., también tengo la información del calibrado de los sistemas de la Sephoria, supongo que le será de utilidad a la persona que me vaya a sustituir.

La visita no me sorprendía. Y la verdad es que no pensaba que fuera a ser la ultima . Endosar un viaje de dieciséis meses no era agradable. Aunque al menos era a la tierra. 

Le di la mano y le ofrecí asiento . Una vez sentado comencé a hablar.

Buenos días Sr Zenner. Como ya sabe soy Ithan Trace administrador de la compañía en Thedus. Pero no se preocupe por eso. Soy un buen tipo. Comente una amiga le sonrisa. La gente solía ponerse nerviosa y con razón con los mandos de la compañía. Pero yo había ascendido desde abajo y sabia lo que importaba a esta gente.

 Quiere tomar algo? Pregunte con la mano encima del comunicador para pedir lo que quisiera,

 Estoy al corriente de esa notificación . Yo mismo le elegí de entre los posibles candidatos. No me gusta hacer esto y mas con estas prisas. Pero tenemos un problema con la Tripulación de la Nosotromo. Todos salvo el primer oficial Kane partíciparon en una cena arturaliana. Y varios de los presente contrajeron la gripe arturana . Y aunque no es una enfermedad grave las leyes interestelares de comercio me obligan a buscar una tripuqlcion de remplazo por riesgo virico. Le deje unos segundos para que asimilara la información. Es por eso que a sido elegido. Podrá hablar con el ingeniero Jefe de la Nostromo y le comentara el estado de la nave. Se que es una putada hablando claro. Pero es lo que hay. Al menos para compensar he firmado la gratificación completa por lo que no deben de preocuparse por las primas y gratificaciones . Todos cobraran la parte completa.

​ la compañía bien podía rascarse el bolsillo. Teniendo en cuenta el marrón que les daba.

El nombre de su capitán es John S.Price . No se si lo conocerá? Es un capitán muy capaz. Y por la Sephoria,no se preocupe el ingeniero de la Nosotromo Parker se ocupará de ella cuando se recupere por lo que puede darle los informes a el. Alguna otra pregunta ?

Ithan Trace parecía una persona bastante amable al tiempo que razonable, inicialmente me ofreció una copa, la cual educadamente rechacé pues no era una hora adecuada para comenzar a beber y tampoco he considerado adecuado hacerlo durante una reunión de trabajo.

Sus explicaciónes fueron muy razonadas y lógicas, pero aún dejaron algunas lagunas que intenté aclarar. Dejé que acabará de hablar.

Le agradezco mucho el tema de la gratificación, la verdad es un detalle... Contesté.

Señor Trace, dice usted que la tripulación asignada inicialmente está contagiada por gripe arturiana, por tanto supongo que se encontrará actualmente en aislamiento, si no le importa prefiero entonces no tener contacto directo con ellos....  no querríamos exponer al contagio a dos tripulaciones al mismo tiempo..., bromeé intentando quitar hierro al asunto... Bien..., Parker... nos hemos visto un par de veces por la colonia,...pensé. Bueno, ahora que ya sé a quien debo enviarselos, me pondré en contacto con el Señor Parker y le facilitaré mis informes de la Sephoria  a través del link que tiene la compañía para estos asuntos, si no tiene usted incoveniente, por supuesto. Nada más por mi parte.... Muchas Gracias Señor Trace por su tiempo.

Me levanto de mi asiento y extiendo mi mano para apretar la suya a modo de despedida... según me dirijo a la puerta...

Una última pregunta Señor... ¿No sabrá usted donde podría localizar al Capitan Price? Prefiero presentarme a él personalmente en lugar de hacerlo por una comunicación por mail... Es un poco manía mía, pero me parece más apropiado.

Una vez finalizado mi encuentro con Ithan Trace y tras haber obtenido las respuestas que esperaba, abandono su despacho.

Asentí cuando me agradeció el asunto de la gratificación.

-Si se encuentras en la enfermería al cuidado de la jefa medica Kendra. Están aislados en una habitación , aun así podría hablar con ellos a través de la mampara de observación o entrar con una traje de aislamiento. Aunque enviarle el correo es un método valido también.

¿El Capitán Price? Supongo que estará por la colonia. No se su paradero exacto.

El paseo desde el comedor hasta el despacho del administrador me sirve para ordenar mis ideas en la cabeza para la inminente entrevista. Una vez más, vuelvo a repasar mentalmente las respuestas a todas las posibles preguntas de las que pueda ser objetivo. No me cabe duda de que las acusaciones de la doctora Valéry habrán trascendido la órbita terrestre, y no me extrañaría que el administrador Trace deseara esclarecer ese turbio asunto. A fin de cuentas, Weyland-Yutani querrá asegurarse de la reputación y los antecedentes de sus empleados.

Una austera sala de espera me devuelve una luz tenue y contrastada, proveniente de varias hileras de fluorescentes de baja intensidad. Un sofá gris de aspecto no especialmente cómodo es el único adorno de una por lo demás anodina estancia. Antes de sentarme, palpo rutinariamente mi cuerpo para asegurarme de que llevo encima mi módulo de datos, en el que se encuentra mi currículum vitae y un dossier resumido de mis actividades académicas, profesionales y financieras hasta la fecha, además de una copia física de todo ello en un pequeño maletín, en caso de que sea necesaria alguna consulta rápida. Cuando compruebo que todo está donde debería, examino de nuevo la hora con un rápido gesto de mi muñeca, desabrocho los botones de mi impecable traje y tomo asiento.

Ya solo me toca esperar mi turno de ser atendido. Entretanto, dedico los minutos que me quedan a relajarme mentalmente y examinar los detalles del lugar donde me encuentro.

Me dispongo a salir del despacho de Ithan Trace cuando en la puerta me cruzo con una persona a la que no veía hacía años...

¿Doctor Amar? ¿Es usted?... me quedo petrificado en la puerta... Dios mio, no, no...no había sabido nada de usted desde... desde... las palabras se me atragantan.... ¿que hace usted por aquí? pregunto.., le creía en la tierra dirigiendo su corporación....

Estabas esperando cuando se abrió la puerta del despacho y salieron Ithan Trace y Bas Zenner.

Buenos días. Veo que ya se conocen. Perfecto entonces. sonrei. Pase cuando hayan terminado no hay prisa. Soy Ithan Trace por cierto. comente dandole la mano

La puerta automática del despacho del administrador se abre con un siseo mecánico, y yo me pongo en pie, decidido a saludarlo. Sin embargo, la persona que sale en primer lugar desde el interior me deja boquiabierto. No esperaba esta sucesión de reencuentros.

—Sebastian —digo su nombre, con una gran sonrisa en mi rostro. Siempre he tratado a mis pacientes llamándolos por su nombre de pila, y recuerdo perfectamente su caso, o mejor dicho el de su hija, la pequeña con problemas en la médula espinal. Me acerco al hombre y le doy un efusivo abrazo—. Cuánto tiempo. Sí, allí debería estar, pero últimamente las cosas no están yendo muy bien. Si ha visto las noticias, sabrá de lo que hablo... Me enfrento a una campaña de desprestigio que está llegando al terreno personal, y mis abogados hacen lo que está en su mano por evitar la caída de Capitol. —Chasqueo la lengua, sacudiendo la cabeza. Luego lo miro directamente a los ojos, adoptando una expresión algo más seria y bajando el tono de mi voz—. ¿Cómo está Lut? Qué niña tan maravillosa. Espero que finalmente recibiera el tratamiento que necesitaba...

En ese momento, el administrador Ithan Trace asoma por la puerta y me saluda, invitándome a pasar a su despacho.

—Buenos días, señor Trace —respondo cortésmente a su saludo—. Le ruego que nos disculpe un minuto. Hacía años que Sebastian y yo no nos veíamos. Solo será un momento —le pido, sonriendo y haciendo un sutil gesto con la mano.

El Doctor Amar y yo nos fundimos en un fuerte abrazo.... era increible, era la última persona que me imaginaba encontrar en aquel lugar perdido de Dios... Me recordó los problemas que había tenido con su compañía y con una compañera que por lo visto peleaba por adueñarse de sus progresos... Vaya, lamento mucho que siga arrastrando esos problemas... lo cierto es que no estaba al tanto, desde hace unos años me cuesta seguir las informaciones de lo que acontece en la Tierra... Cuando me preguntó por Lut, diréctamente me derrumbé... casi hubiera roto a llorar... ¿Lut?... Lut está recuperándose, ya anda con ayuda... y los médicos dicen que en un año calculan que podría estar haciendo una vida normal.... mis ojos estaban cargados y a punto de estallar de la emoción.... Gracias a Usted, Doctor.... gracias a su ayuda y a sus contactos... No sé lo que nos deparará la vida y el futuro, pero a usted doctor le debo la vida de mi hija y por tanto la mía propia....

Me doy cuenta de que pese a todo, estoy interrumpiendo una conversación que el Doctor quería llevar a cabo con el señor Trace, y me disculpo.... Doctor, le ruego que me disculpe es evidente que venía a hablar con el señor Trace y no conmigo, no les interrumpo más..., de todas formas me encantaría si luego tiene un rato libre compartir una bebida con usted. Ha sido una verdadera sorpresa y un placer. Me despido nuevamente con un cálido apretón de manos y abandono el módulo administrativo al tiempo que reflexiono sobre las curiosas vueltas y coincidencias que nos regala la vida....

Estrecho la mano de mi antiguo paciente a modo de despedida y, ajustándome el nudo de la corbata, me doy la vuelta para entrar en la oficina del administrador. Lo cierto es que me habría gustado poder compartir con él una conversación algo más extensa, pero por desgracia, como suele ocurrir, el trabajo es lo primero. Ya intentaré reunirme con él más tarde, antes de partir en la Nostromo.

Como ya podía preverse a juzgar por la sala de espera, el despacho de Ithan Trace es un lugar funcional y espartano, con pocas licencias estéticas, sobre todo teniendo en cuenta que se trata del máximo representante de la Compañía en esta colonia. Un feo suelo de linóleo antideslizante de un color rojizo muy apagado, o tal vez amarronado, se empeña en emitir chirridos agudos con el más mínimo roce de mis lustrados zapatos. Una alfombra de formas geométricas, que podría haber sido bonita si sus colores no fuesen tan desvaídos, ocupa la región frente a la puerta de entrada. Toda la luz de la sala procede de tubos fluorescentes de luz blanca y dura. En las paredes hay fijados lo que parecen ser pósteres promocionales de diversos proyectos de Weyland-Yutani, que dominan varios sofás de cuero que descansan apoyados contra las paredes. Al fondo, un escritorio modular, blanco, ordenado e impersonal me espera. Tras él, el administrador Trace me devuelve la mirada. Sonrío.

—Ahora sí, buenos días —le dedico de nuevo, al tiempo que la puerta automática se cierra detrás de mí—. Espero que no le importe que haya saludado al señor Zenner. Es un antiguo paciente mío al que tengo en gran estima. —Hago una pausa y me inclino sobre el escritorio, estrechando firmemente la mano de Trace—. Encantado. La verdad es que me sorprendió mucho recibir la carta en la que me anunciaban que había sido seleccionado para llevar a cabo este trabajo para Weyland-Yutani. ¿Puedo saber cuáles son los motivos que alentaron dicha decisión? —pregunto, y adopto una actitud pasiva, esperando a que sea el administrador quien me informe y me pregunte todo aquello que necesite saber.

Espere dentro del despacho para darles intimidad. Estaba revisando informes cuando entro el Doctor.

Buenos días de nuevo. No se preocupe. A pesar de trabajar para la compañía aquí somos buena gente.

Sonreí cuando me pregunto por los motivos.

-Si le soy sincero. Lo desconozco. Fue una orden de arriba. En la que se pedía que fuera usted y no otro el que sustituyera al medico Jefe Ash. A priori con su experiencia no le hubiera elegido. Es desperdiciar talento. Pero ordenes son ordenes.

Río al oír el cumplido de Trace.

—Oh, vamos, tampoco hay para tanto. Le aseguro que solo soy un médico más de tantos, al que la suerte quiso que se le ocurrieran un par de ideas que resultaron ser de utilidad para la gente. Porque al fin y al cabo todo se reduce a eso, ¿verdad? —Enarco una ceja con expresión interrogante—. A contribuir. A aportar. Soy de la opinión de que la vida es fútil si uno no es capaz de encontrar una manera de ayudar a su sociedad de un modo significativo, tome este la forma que tome... —Sonrío y tuerzo ligeramente la cabeza, como si recordase de pronto por qué estoy aquí—. Discúlpeme, tengo tendencia a divagar. Le he traído un resumen de todos los datos acerca de mi carrera que a Weyland-Yutani pudieran serle de interés —digo, extrayendo mi módulo de datos del bolsillo de mi chaqueta—, además de una copia en papel por si desearan quedársela para futuras referencias. En él encontrará información sobre mis investigaciones y proyectos pasados y actuales, y hay un capítulo completo dedicado a la formación y el crecimiento de Capitol, mi empresa, así como un anexo relativo a mi reciente adiestramiento para formar parte de la tripulación de naves comerciales de clase M. Bien, señor Trace, llegados a este punto, ¿hay algo que quiera saber, o algo que crea conveniente que yo sepa?

 No sea modesto crear una empresa como Capitol de la nada no es cosa menuda. Comente con una sonrisa . Por eso creo que es desperdiciar talento metiéndole en una nevera dieciséis meses. Suspiro. Pero la compañía manda.

  Acepto sus papeles y los dejo en mi mesa.

 Gracias . Pero ya los tengo todos. Sonrei. Supongo que no hay nada mas. Por que no sabrá el motivo de que la Compañía insista en que usted fuera en la Nostromo?

—Pues sinceramente —empiezo a decir, adoptando una expresión más seria—, más allá de mi mayor o menor éxito profesional, no conozco el motivo de su gran interés. De hecho, esperaba que esa incógnita me fuese resuelta hoy. Lo que sí está claro es que dicha decisión ha resultado de la mayor conveniencia para mí, dadas las dificultades por las que en estos momentos está pasando Capitol, de las que sin duda estará al corriente. ¿El motivo concreto? ¿Por qué precisamente yo? —Me quedo unos momentos en silencio, meditabundo—. Si quiere usted conocer mi impresión, basada en nada más que mi intuición, diría que Weyland-Yutani ha recurrido a mí porque los necesito. Así de simple. Y a fin de cuentas, toda relación comercial trata de eso, ¿no es así? De lo que yo puedo ofrecerle a usted y qué puede darme usted a cambio. —Sonrío, tratando de distender el tono de mi exposición—. Pero no saque conclusiones equivocadas de mis palabras. En ningún momento pretendía mi análisis poner en relieve ningún aspecto negativo de la Compañía. Respeto honestamente a Weyland-Yutani por lo que han logrado, y es un honor ejercer como uno de sus oficiales científicos. Pero me perdonará por ser una mente escéptica. Tienen a médicos y toda clase de científicos altamente cualificados en sus propios servicios sanitarios y laboratorios de investigación, por lo que en principio, al menos desde mi perspectiva limitada, no me necesitan. No tienen por qué pagar a alguien de fuera, no sé si me explico. Y le repito, para mí mucho mejor. —Vuelvo a sonreír—. Oh, tal vez simplemente estoy hablando demasiado... A pesar de mis años, las entrevistas de trabajo siguen poniéndome nervioso. Solo es que esperaba que usted arrojase un poco de luz al asunto.

Escucho la conversación serio y escuchando cada palabra.

No pasa nada por decir que la Compañía es un monstruo que engulle trabajadores y caga los restos triturados. Dije sincero con una sonrisa. Supongo que tendrá que ver con el estado de su empresa. Seguramente querrán ponerle en la tesitura de que les deva un favor. Aunque no se la verdad.

 Di un sorbo a una taza de café.

 Aunque me alegro de que alguien capacitado como usted cuide de mi tripulación. Lo dije en un tono igual paternal. Pero eran mis naves mis hombres y mi responsabilidad.

Supongo que por mi parte hemos terminado. Si tiene alguna duda?

—Perfecto, entonces —respondo a las palabras del administrador—. Me ha quedado todo claro. Y no se preocupe, me encargaré de cumplir mi cometido lo mejor que pueda.

Después de estrechar la mano de Trace e intercambiar unas últimas palabras de despedida, abandono las oficinas y me encamino hacia el comedor. Dado su carácter de lugar de encuentro social, es el lugar donde más probablemente podré encontrar a Sebastian Zenner y tener con él una conversación algo más profunda.