Partida Rol por web

Amemizu Trasher

Prólogo, sentimientos ocultos.

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19/06/2014, 05:22
May Yaeger

Tuerso una mueca ante los modos de Sekai (=? -No tienes porque fingir conmigo querida. Lo primero que aprecio de alguien es la sinceridad; no me agrada la gente que es falsa conmigo, guarda tu lenguaje corporal para tus libros, ellos no te pueden responder ni hacerte daño. Yo no soy un libro.- (=<

-La gente que calla, es la gente que otorga y se somete, y la gente que habla, es la gente que actúa y la que cambia al mundo. Querida.- Me levanto de la mesa y me retiro. -Colville, te veo luego.-

Y me voy comiendo mi sandwch. -Mnh, que sabroso, tan sabroso como vivir la vida.- ^_^

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19/06/2014, 05:31
Denis Colville

Alzó sus cejas sorprendido por lo cortante de Sekai, pero lejos de enojarse parecía que iba a sonreír... una vez ve la reacción de May su sonrisa se apaga y su lozano rostro se muestra algo preocupado.

-eh...- temía que Sekai leyera entre lineas la clara amenaza lanzada; solo la mira de reojo y gira lentamente -no le hagas mucho caso, está algo loca; pero es buena onda... o eso me pareció cuando la conocí.- agrego una sonrisa, mientras se va poniendo de pie -pero tiene cierta razón, si no te sientes cómoda dilo nada más, nadie se ofende.- amplía su sonrisa y se dispone a volver a la caja para recibir su pedido.

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19/06/2014, 16:00
Masamune Kimura

Estaba algo aburrido, al fina resultó que estaba sólo. Revolvía el café con la cucharilla mientras lo miraba. Se dedicó a observar a su alrededor. Bebió un sorbo de café y lo dejó a un lado. Abrió la bandolera que siempre lleva encima y sacó un tomo de enciclopedia junto con una libreta pequeña. Lo colocó en la mesa y lo abrió, puso encima la libreta y comenzó a leer. De vez en cuando tomaba notas pero nada muy relevante.

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19/06/2014, 18:12
Hotaru

Mitsuko había llegado a la cafetería, había cogido un café de los que los los empleados tan amablemente le habían servido y se había sentado en un lugar apartado mirando por la ventana. A pesar del ruido que había por todas partes en la cafetería, le parecía la mar de tranquilo ese lugar. Era su rinconcito de tranquilidad un ratito donde podía relajarse.

Entonces escuchó el timbre, se levantó y se dirigió en silencio a la clase.