Partida Rol por web

Cuando me senté cómodamente bajo el cerezo me coloqué los auriculares y los enchufé al móvil. Estaba aislado por completo de todo lo que me rodeaba. Sólo escuchaba los murmullos de la gente entre las melodías. Una voz parecía haberme saludado pero la ignoré pensando que había sido imaginaciones mías. 

Observé movimiento a mi alrededor y giré mi cabeza para ver quiénes eran. Me sonrojé al ver a Masamune-san junto a mi lado hablando con una chica. Seguramente fue el quien me saludó y no le hice caso, qué vergüenza. Desconecté los auriculares y apagué mi móvil. 

- Hola, Masamune-san. - Dije sonriente una vez de pie junto a él. - Oh.. p-perdón.. - Me disculpé al darme cuenta de que había interrumpido en la conversación.

Viendo la "pelea" decido no entrometerme, no soy yo quien para meterme en riñas de amor. Ya sabrán quitarse las castañas del fuego y, seguramente, terminen saliendo. No me preocupa. Al observar a Leen quitarse los cascos. Por éso no me respondía. Me da igual, ya estoy compartiendo sitio con ella, éso es suficiente. Se sonroja un poco al ver que Leen le ha mirado y avergonzado, con voz algo trabada - ¿P-Pe-Perdón? - ahor, mirando hacia otro ugar para que su corazón no salte del pecho - Ésto es una conversación de 3 personas: Mimi-san, tú y yo. Es normal que hablemos, no tienes porqué pedir disculpas. Además, quiero saber que tal han estado tu vacaciones - con un tono de intriga total, pues realmente le picaba la curiosidad por saber qué podría haber hecho ella.

Mis mejillas se volvieron de un tono rojo al observar la reacción de Masamune. Siempre ha sido tan atento.. 

Han ido bien. Terminé mis clases de piano y-y estuve en la casa de campo de mis abuelos durante los dos últimos meses. - Dije tratando de no tartamudear y cabizbaja, con la mirada clavada en el suelo de los nervios. - También me leí varios libros nuevos que me regaló mi abuela y alguno que otro de los que ya me había leído. - Moví un poco mi pie y alcé la mirada sin mover la cabeza para mirarlo. Aún se podía notar mis mejillas sonrojadas y esa sonrisa tonta que no desaparecía de mi rostro.

Viendo como Leen mira al suelo y evita mirarlo - Sabes que no me gusta que hagas éso - mientras lleva su mano al mentón de la muchacha y pone su cara mirándole directamente a los ojos. Está algo caliente ¿Estará bien? Algo sonrojado por lo que va a decir - S-Siempre has tenido una bonita sonrisa - mientras su cara es inundada por una sonrisa al ver a Leen. Creo que me he sobrepasado un poco. Espero no le parezca mal -¿que tal tus abuelos? - intentando rebajar un poco la tensión.

Sentí como mi corazón paraba de golpe cuando mi mirada y la de Masamune se entrelazaron. Si por algo me gustaba venir al instituto, sin duda era porque sabía que él estaría.

Mis ojos brillaban con fuerza y mis mejillas aumentaron su rojez después de oír lo que había dicho. Tenía muchas ganas de abrazarlo, no puedo negar que lo he echado de menos durante estas vacaciones. - Mis abuelos.. - Murmuré. - Están bien, mi abuela sigue cuidando de sus plantas y mi abuelo de vez en cuando le ayuda a plantar. 

Me quedé unos segundos observándolo sonreír con cara de boba. - T-Tú sonrisa también es muy bo-bonita. - Ahora si que podía notar mi corazón latir, latir rápidamente.  

¿Que mi sonrisa también es muy bonita? Estoy en el paraíso o algo así ¿Qué ha sido éso? Parece un cumplido. Sonrojado por lo que acaba de oír se queda parado, sin saber cómo reaccionar, durantes unos segundos. Piensa rápidamente. No lo aguanto más. Disimuladamente se acerca poco a poco a Leen. Ya no sé de qué hablar. Ya sé - Has visto el eclipse solar de hace unos días. Fue precioso. Ojalá...- Casi meto la pata más, calla. Las palabras de Masamune se paran como si de una presa de agua se tratase.

Quise verlo pero me quedé dormida después de estar todo el día ayudando en casa. - Entona un poco triste. - Me hubiese gustado mucho verlo. - Seguro que si fue precioso, y lo hubiese sido más viéndolo junto a ti.. Pensó para si misma. La conversación estaba haciendo que Leen volviese a tranquilizarse poco a poco. 

En ese momento se da cuenta de que Masamune no había completado lo que iba a decir, sino que se quedó callado. - ¿Ojalá qué? - Preguntó curiosa. 

Se ha dado cuenta. Maldita sea ¿ahora qué hago? Le voy a echar un par y se lo diré...mejor se lo susurraré. Inclina la cabeza hacia Leen, haciendo que sus rostros queden muy cerca el uno del otro, se mueve algo más hacia le oreja de Leen y susurra -...pudiera verlo contigo - Acto seguido, rojo como un tomate, vuelve a como estaba sentado de forma correcta y desviando un poco la mirada pues lo que acaba de hacer ha sido muy embarazoso.

El hecho de que Masamune se acercara tanto al rostro de Leen la hizo temblar levemente. '...pudiera verlo contigo' Sus ojos y boca se abrieron todo lo posible. ¿Era real lo que acababa de oír? Todo esto me estaba pareciendo un sueño, no podía estar pasando.. Si antes Leen estaba sonrojada ahora la mayor parte de su cabeza era completamente roja. 

Hizo el amago de hablar pero sólo consiguió que sus labios se moviesen sin pronunciar palabra. Miles de cosquillas recorrían su cuerpo, realmente no sabía ni como se estaba manteniendo en pie en esos momentos. 

A mí también me hubiese gustado verlo contigo, Masamune.. - Murmuré agachando mi cabeza tratando de ocultar mi cara roja y de forma que él pudiese escucharlo. 

Parece que tras años siendo un buen alumno en éste instituto he coseguido que alguien se fije en mí. No me lo puedo creer. Además, es ella, Leen Hayakawa, nada más y nada menos que ella. Y me ha llamado por el nombre. Que feliz soy. Al oír esas palabras, todos los indicadores saltaron. Se acercó otra vez al oído de Leen - La próxima vez, veremos algún acontecimiento astronómico juntos. Te lo aseguro - Lo estaba haciendo, esta diciendo éso a la chica que le había gustado durante muchos años. No se lo podía creer lo que estaba pasando - Creo que en una semana o así habrá una lluvia de meteoritos ¿Quieres que vayamos a verla juntos? - pregunta un tanto nervioso y con la respiración acelerada.

¿Qué si quiero ir con él? ¡Claro que quiero! No podía contener la emoción que ahora mismo estaba sintiendo. A decir verdad era la primera vez que un chico la invitaba a salir, aunque para Leen Masamune no era un chico cualquiera sino el chico. Ese el cual observaba en todos os recreo como tonta y que el simple hecho de intercambiar un saludo en medio de los pasillos la hacía temblar. No podía dejar escapar una ocasión así por culpa de su timidez, jamás se lo perdonaría.

Claro que quiero. - Dijo alzando la cabeza para mirarle directamente a los ojos. Sus ojos brillaban mucho más que de costumbre y su sonrisa seguía permanente. 

La respuesta más extraña ha sido recibida, lo más típico era que le dijeran que no o que ni le respondieran. Ella es totalmente distinta a las demás, lo sé, lo noto. Ojalá esto llegue a algo algún día, saldremos, nos casaremos, tendremos hijos....Espera, céntrate. Estás delante de ella, no puede cagarla.

- Bien, iremos a la noche a un monte que hay por aquí, es un poco lejos pero compensará, además, así te enseño mi lugar favorito. Es lo mejor cuando le noche cae. Todo se vuelve colorido, los animales llegan y la magia inunda el lugar. Es increíble - su cara tiene un brillo especial, como si hubiera contemplado a un Dios - Además, será el mismo día en el que vayamos a ver la lluvia de meteoros ¿O quieres que te enseñe el lugar antes? - sonrojado por, no sólo proponerle ir con el una vez, sino, dos veces en menos de una semana. Estoy loco. Nadie aceptaría tal cosa. Como mucho iremos a la lluvia y no creo que pase nada.

Sus ojos se abrían cada vez más al escuchar detalle tras detalle de aquel lugar. ¿S-Su lugar favorito? Ahora mismo Leen se sentía la niña más afortunada, por una vez algo estaba saliendo como ella deseaba. Cada vez deseaba más ir por lo que no dudó en asentir repetidas veces entusiasmada. 

P-Podrías enseñármelo antes de día y así ya me conozco el camino para cuando vayamos a ver la lluvia de meteoros. - Leen echó una mirada rápida al suelo para luego pararse a mirar la mano de Masamune. Quería agarrársela pero era mejor tomar las cosas con calma, quizás él sólo estaba siendo amable con ella.

Dos veces en una semana. ¿Qué estoy haciendo? ¿Realmente vas a hacer ésto, Masamune Kimura? Piensa durante un momento...Claro que sí, quien no moja el culo no consigue peces. Pero...¿Qué me pongo para ir con ellas? ¿Cómo la llevaré allí? No tengo ropa ni vehículo y andando...tardaríamos mucho, quizá tres horas desde mi casa que ya está a tres horas de aquí. Piensa en algo mientras estás en clase.

- Serás la primera en ver ése lugar. Nadie más que yo lo conoce. Es totalmente asombroso. Paz y harmonía, vegetación por todos lados. Simplemente perfecto - fascinado al recordarlo - Ojalá pudiera hacer que vieras lo que yo ahora mismo - mientras recuerda el lugar otra vez - ése lugar..woah, te dejará boquiabierta. Espera y verás - Estoy deseando que llegue el día. Pero ¿Qué día vamos? Debo preguntrárselo. Mientras piensa en lo que serán sus "citas" se pone nervioso y algo sonrojado - ¿Qué día vamos a... - la cita- verlo? Estoy algo nervioso porque es la primera vez que se lo voy a enseñar a alguien, y además, eres tú - se le escapa por la boca. ¿¡Qué he dicho!? La acabas de cagar. Ya no vendrá. Soy imbécil ¿Porqué siempre meto la pata? No lo entiendo.

Mientras estaba de cuclillas veo como la primera chica a la que me acerqué, May May creo que se llamaba se acerca a mí y me pide "disculpas". Antes no pensaba hacerle daño a la otra chica, y si me puse triste es porque no me gusta hacer sentir mal a las personas. - No es tu culpa. -digo con la voz triste. - Fui muy inoportuno, y me siento mal por eso. -le digo. - Gracias por consolarme. 

A esto que llega otra chica pelirroja, y entre las dos me dan ánimos como para levantarme. - Muchas gracias a las dos. -les digo. - No me gustaría que se llevaran una idea equivocada de mí. Hace poco terminé la mudanza y estoy muy cansado, eso hace que me ponga un poco más sensible de lo normal. -les explico. - ¿Podríais ser mis nuevas amigas?. ¡Por favor!. -acto seguido hago una gran reverencia. Me dirijo hacia la última chica, no me presente a ella. - Me llamo Aito Sora. Gusto en conoceros. Me podéis llamar Sora. -termino de decir.

May May sonríe al ver mejor a Sora, al parecer su teoría de que el inoportunismo le había molestado es cierta. Le da un par de palmaditas en la espalda al chico mientras que con la otra mano levanta el dedo pulgar en símbolo de aprobación y guiña el ojo a Mitsuko. Suelta una pequeña risilla cuando Sora les pide por favor que sean sus amigas como una súplica. - Claro que seremos tus amigas, no tienes por qué pedirlo así. Eres un buen chaval, Sora-kun. - Dice sonriente. A continuación y nuevamente sin tener en cuenta lo mojigatos que son los japoneses, agarra tanto a Sora como a Mitsuko del antebrazo y se los lleva de camino al salón de actos junto con Naoko y el resto.

- ¡Vamos, que no llegamos! - Exclama animada.

Entonces sonó el timbre que indicaba que había que ir al salón de actos.

Allí estaba la directora, que dio el discurso de siempre.- En la clase C estarán...  May May Yeager, Denis Colville, Leen Hayakawa, Masamune Kimura, Mitsuko Hotaru, Sora Aito.-  Comenzó a decir más nombres.- Eishi Eishido, Heitaro Yinkuro, Mimi Aeto, Ren Aikawa, Misa Kiyoku, Miu Iku, Ryu Tsao, Tsubasa Akio, Yukiko Rukia, Yukki Nomura, Naoko Hitaki. Clase de diecinueve alumnos, la única que no llega veinte del instituto, Eishi Eishido será el encargado de guiar a los nuevos.

La clase C siguió a Eishi hasta su clase, donde todos se podían colocar donde se quisiesen, pero Naoko se adelantó y ya estaba en la clase, sentada al lado de la ventana a la izquiera, quizá se enterara antes de donde estaría.

Claro que sí, Sora. Seremos tus amigas. - Digo convencida. Entonces May May tira de nosotros y nos arrastra a clase, una vez allí simplemente le sigo para sentarme junto a ella deseando saber cómo será el principio de curso. Estas cosas siempre me emocionan.

El no quedarse dormida durante la presentación fue un enorme esfuerzo para May May, razón por la cual al escuchar su nombre salir de los labios de la directora sin estar muy atenta, se levantó del asiento y dijo "¡Aquí!"... Menos mal que no todos lo notaron.

Aún así no se siente avergonzada, camina con una sonrisa en la cara en busca de su clase (sin saber que Mitsuko la está siguiendo), en la cual al entrar ya encuentra a Naoko sentada al lado de la ventana. - ¡Vaya, eres rápida! - Exclama al ver a la lolita. - Me sentaré detrás, si no te importa. - Dice avanzando hacia dicho asiento, pero en el momento en que se da la vuelta para agarrar la mochila, se ve con su cara a pocos milímetros de la de Mitsuko.

- ¡AAAAH! - Grita, cayendo por suerte en la silla que ya había apartado. Se lleva la mano al pecho, respirando agitada. - Jo, Mitsu-chan, qué susto...

Lo siento May May. - Digo algo sorprendida por el susto que se dio. - ¿Quieres que nos sentemos juntas?